Autor de correspondencia. Correo electrónico: yadira.cardozo@udea.edu.co
Las enfermedades crónicas no transmisibles son afecciones de larga duración y de progresión lenta. Según la Organización Mundial de la Salud, en el Plan de Acción Mundial para la Prevención y el Control de las Enfermedades no Transmisibles 2013-2020, estas enfermedades causan el 63% del total de muertes anuales en el mundo y cerca del 80% se concentran en países de ingresos bajos y medios [
Las personas que sufren enfermedades crónicas presentan una fragilidad clínica asociada a síntomas continuos y reagudizaciones frecuentes de su cuadro [
Los estudios realizados con los CF se relacionan, sobre todo, con la carga del cuidado, donde se indaga por aspectos emocionales, sociales, físicos, espirituales y aquellos que impactan la calidad de vida del cuidador [
Teniendo en cuenta lo que implica el cuidado para un CF en el contexto hospitalario, y dadas sus condiciones, es importante que el equipo de enfermería se preocupe por comprender cómo los están visibilizando, pues, como ya se anotó, existe una preocupación constante respecto a cómo la enfermera es vista por el paciente, mas no por el CF, situación que puede interferir en la relación equipo de enfermería-paciente.
El presente artículo surge de la investigación
Para cumplir con el objetivo propuesto se abordó la investigación cualitativa desde el enfoque etnográfico, el cual permitió interpretar los fenómenos captando los significados que los participantes atribuyen a los hechos desde su subjetividad [
Los participantes se eligieron teniendo en cuenta que fueran CF de pacientes con enfermedad crónica hospitalizados en salas de medicina interna, para lo cual se aplicó el muestreo teórico planteado por Taylor y Bodgan [
Se realizaron catorce entrevistas a los catorce CF que decidieron participar de la investigación de forma voluntaria, después de haberles presentado el proyecto, partiendo de una pregunta orientadora: ¿cómo se establece la relación CF y equipo de enfermería dentro del hospital? El número de entrevistas se llevó a cabo hasta la saturación de las categorías, es decir, cuando la información fue repetitiva y similar [
Durante el proceso investigativo, cada una de las investigadoras llevó un cuaderno con notas de campo donde se registró lo observado, sucesos, diálogos, interacciones y espacio físico. También se anotaron los comentarios útiles para el análisis.
Los resultados surgen del proceso de análisis de datos. Se hizo una lectura general de los relatos, se extractaron códigos que luego se agruparon en categorías y subcategorías, de forma manual y paralelo a su obtención. Con las categorías que emergieron se elaboraron mapas conceptuales que permitieron establecer algunas conexiones lógicas para identificar el significado que construye el personal de enfermería acerca del CF y facilitar así la escritura del informe final.
Para conservar el rigor metodológico se mantuvieron los criterios de credibilidad, confiabilidad y transferibilidad. La credibilidad se consiguió al obtener resultados verídicos y reales, sustentados en las entrevistas grabadas y transcritas textualmente, a fin de mantener la fidelidad de las expresiones de los participantes; la confiabilidad se consiguió al mantener la imparcialidad de las investigadoras en la interpretación y el análisis de la información; por último, la transferibilidad, ya que se tuvo en cuenta la posibilidad de aplicación del estudio y de extender los resultados a otros grupos con características similares.
Durante el proceso investigativo se cuidaron los aspectos éticos y las disposiciones consignadas en la Resolución 8430 de 1993 [
El presente artículo da cuenta de una de las categorías: interacción, compuesta por las
subcategorías
* Jefe: apelativo dado por los cuidadores al profesional de enfermería. ** Enfermera: apelativo dado por el cuidador familiar al auxiliar de enfermería.
Dentro del equipo de salud, la relación se establece de forma unidireccional, esto es, se mantiene un orden jerárquico preestablecido según los relatos de los participantes, pues existen unos canales de comunicación que se deben seguir y que son dados a conocer desde el ingreso al hospital. Dicha jerarquía está relacionada con el nivel de formación y el cargo que se ocupa en la institución: “… con la primera persona que nos debemos comunicar es con la auxiliar que está a cargo de la paciente, ya luego con la jefe y después con el médico” (E1:1).
De igual forma, la enfermera, a quien los CF reconocen como jefe, es quien tiene a cargo a las auxiliares de enfermería (las enfermeras, según la percepción de los cuidadores); ella es quien las supervisa, les da órdenes, es considerada la principal del equipo de enfermería, además de ser la mano derecha del médico, quien debe recibir y cumplir las órdenes que este da: “… son las que son más directas al médico, son las que llaman al médico y le dicen está pasando esto y esto, y ellas ya reciben la información y reciben la instrucción que le dan a la auxiliar” (E5:2).
Por otro lado, está la relación que se establece entre el equipo de enfermería-paciente y
el cuidador, en
la cual influyen factores que permiten el acercamiento del cuidador, como la
Son
muy buena gente y muy formales, buena gente es que te sonrían, que sean amables
contigo, que si les preguntas algo de muy buenos modos te respondan, es lo que
hacen acá, por ejemplo, yo he escuchado poquitas veces “ayyy,
me esperas un momentico”, pero al momentico están. (E8:4)
El tiempo de hospitalización es otro factor positivo que permite el acercamiento del cuidador al equipo de enfermería, pues sienten que cuando se lleva mucho tiempo en el hospital, se establece una relación más estrecha, y esto les permite tener mayores privilegios (“rosca”) en relación con aquellos cuidadores que llevan poco tiempo en el hospital:
Pero como
nosotros también las conocemos a casi todas y a todas las queremos y todas
supuestamente nos quieren (risas) entonces ellas vienen pero es porque llevamos
mucho tiempo acá, años, pero si fuera un paciente normal sería así un
saludo y ya luego después lo que necesite, yo lo percibo; es más, si la jefe es
nueva hace conmigo eso, me saluda por la mañana y ya. (E1:5)
Otro aspecto favorable es la política institucional, que en el caso de las instituciones participantes está centrada en el cuidado al paciente y su familia. De acuerdo con los relatos de los CF, el personal de enfermería tiene unas características que los hacen especiales al interactuar con el CF, como son la amabilidad, la prudencia o la capacidad de comunicarse, las cuales se consideran atributos humanos que debe tener el personal de enfermería para ser contratado por la institución: “… no sé cómo decir, pero sí son distintas, no sé si cuando las contratan les dicen “usted tiene que ser así con el paciente, usted tiene que ser muy amable”. No sé… Muy tratable, pienso yo… Tienen que hacerle alusión al logo” (E7:3).
La actitud hacia el cuidador es otro atributo importante para facilitar el acercamiento del CF al personal de enfermería y tiene una relación estrecha con la comunicación, pues el poder hablar con el personal y ser escuchados les da confianza y, a su vez, la confianza les permite acercarse durante el tiempo de hospitalización y establecer una relación más familiar y amigable, pues los hace sentir que su paciente está en buenas manos:
… me parece que son muy amigables y le dan a
uno como esa confianza, que están como prestas a lo que uno necesite… Ellas,
desde que llegan, se identifican: yo me llamo fulanita y soy la que voy a estar
con usted, que dándole los medicamentos, y la otra: yo voy a estar para lo que
necesiten, me timbran que nosotros venimos. (E7:1)
Otro aspecto facilitador es que el CF tenga los conocimientos acerca de la situación de salud del paciente. Los CF consideran que el estar ellos al cuidado de su ser querido y conocer cada detalle de la evolución médica les permite interactuar fácilmente con el personal de enfermería, ya que son ellos quienes pueden resolver las dudas e inquietudes que surjan durante el cuidado. El poseer información hace que sean tenidos en cuenta, que sean visibles para el personal de enfermería:
Me
facilita porque puedo acercarme y ver en qué condiciones se encuentra mi mamá;
en este caso me ayuda que tengo claro qué medicamentos y qué dosis le están
colocando, qué cuidados debo tener con ella, cómo debo actuar antes las crisis
que está sufriendo. (E13:2)
Dentro de los factores negativos para la interacción está el tipo de contratación del personal de enfermería, pues el estar vinculadas directamente a la institución y el tener estabilidad laboral hace que su actitud con el CF sea distinta, la perciben como una persona más querida, formal, habladora; en cambio, el estar contratados por cooperativas y no tener estabilidad laboral hace en algunos casos que sean malgeniadas, apáticas, groseras con el CF:
Que
te respondan mal, uno les dice: “niña” y ahí mismo te gritan y te dicen que
tienen mucho trabajo, que tienen más pacientes a su cargo, entonces que no les
diga nada y más cuando me regañan, porque no baño a mi mamá o cuando se les
acaba el suero, yo ni les aviso, y cuando vienen mero regaño: “oiga, que por
qué no les dije y no les avisé que eso se terminó”. Hasta
una me salió con una cosa: “haaa es que nosotras
trabajamos por cooperativa”. (E12:6)
Otra barrera que se presenta es la falta de comunicación, la cual se relaciona con la confianza que tiene el CF hacia el personal de enfermería. La confianza surge en el acto comunicativo y allí confluyen el lenguaje verbal y no verbal que utiliza el personal de enfermería durante la realización de las actividades del cuidado. Cuando el CF no encuentra un interlocutor, le es difícil interactuar y acercarse: “… vea, hay unas niñas que son muy formales y hay otras niñas como que son muy… Ni lo miran a uno, mejor decirle la verdad, entonces con qué confianza se le va arrimar uno a esa persona. Pienso yo” (E4:4).
Del mismo modo, la sobrecarga laboral es percibida como un obstáculo para la interacción, debido a las múltiples funciones que deben realizar las enfermeras —la responsabilidad por los pacientes y el cumplimiento de tareas propias de su rol, como son el computador y la papelería—, lo cual hace que estén más alejadas del paciente y cuidador. Para las auxiliares, debido al número de pacientes asignados, las interacciones se dan en momentos específicos, como son, según los CF, el baño del paciente, la administración de medicamentos y la toma de signos vitales:
La diferencia es que el contacto no es el mismo, por decirlo así, ella está en su lugar… Lo que yo miro, pues, el contacto es solo de entrar y aquí estoy a la orden soy la enfermera jefe, cualquier inquietud con mucho gusto, y las auxiliares están más con el paciente, que lo está voltiando que le está aplicando el medicamento, que si ya desayunó, que venga yo le miro la presión, la azúcar todas esas cosas, que tenés un examen para ahorita, que no podés comer nada y todas esas cositas. (E9:1,9)
Otra limitante en la interacción cuidador familiar-equipo de enfermería son los rangos que se establecen específicamente en la comunicación, lo cual hace que los CF se acerquen más fácilmente al auxiliar de enfermería por considerarse en iguales condiciones, y que la relación con la enfermera sea más distante, pues la ven como alguien de mayor estatus por su nivel de formación y ocupada en sus asuntos, es decir, en el puesto de enfermería, con los papeles y el computador; la perciben como alguien a quien pueden recurrir en situaciones complejas: “la jefe ya es más escaso; algo extremo que el paciente sí requiera más atención, porque ellas van y dan su visita y ya y listo; es lo que uno observa” (E3:4). La interacción CF-personal de enfermería tiene como finalidad lograr el cuidado del paciente durante la estancia hospitalaria.
Los resultados sugieren que los CF perciben la interacción en dos niveles: uno de ellos se da a partir de las relaciones que se establecen entre los integrantes del equipo de salud, específicamente entre médico, enfermera y auxiliar de enfermería en el servicio de hospitalización; estas dependen del rol que cada uno asume en el equipo y por el cual son reconocidos por los CF. El otro nivel está dado por la cultura de la organización, que cobra importancia en esta interacción, la cual se entiende como la forma habitual de pensar y de actuar compartida por todos sus miembros. Esta tiene que ser aprendida y adoptada por las personas que se incorporan a la institución. La cultura se aprende, se comparte y se transmite [
Según los participantes, en el equipo de salud existe una relación jerárquica en la interacción, que se da básicamente en la comunicación y está muy relacionada con el nivel de formación, lo cual hace que las relaciones que allí se establecen sean verticales: el médico, seguido de la enfermera y, por último, la auxiliar de enfermería.
Según Alonso y colaboradores [
Para Thomas, citado por Linares y Reverte [
La información y el conocimiento dentro del hospital representan y reproducen las relaciones de poder. Quero [
Para el caso de las enfermeras, los participantes las visibilizan en la interacción dentro del equipo de salud en su función dependiente del médico, que se enfoca en cumplir órdenes prescritas, lo cual tiene que ver con lo descrito por otros autores. Miralles, Burcet y Garreta [
El cuidado es un conjunto de interacciones, y cobra relevancia el ver cómo los CF no advierten la interacción con el profesional de enfermería lo que perciben como ausencia en el cuidado.
De igual forma, la profesional de enfermería mantiene una relación vertical con el personal auxiliar a su cargo, pues es ella la responsable del servicio, la encargada de hacer cumplir las órdenes dadas por el médico, de delegar el cuidado y supervisar el trabajo de estas, además de solucionar las dificultades que se presenten en la relación entre auxiliares de enfermería con los pacientes y los CF, a fin de realizar las intervenciones pertinentes. Quintero y Gómez [
En un segundo nivel está la interacción que se da entre el equipo de enfermería y el binomio paciente-cuidador, la cual depende de factores positivos y negativos que facilitan u obstaculizan la relación entre ambos actores; dentro de los factores positivos están la cercanía que se tenga hacia el paciente y el cuidador, las políticas institucionales, el tiempo de permanencia del CF en la institución, la actitud del personal hacia el cuidador y los conocimientos acerca del estado de salud del paciente que tenga el cuidador familiar.
Algo similar plantean Blanca y colaboradores [
Ballesteros [
En su estudio, Delicado y colaboradores [
Morales y colegas [
Además, en la relación personal de enfermería-CF se establecen unos vínculos durante la actividad cuidadora que están íntimamente relacionados con la cercanía y empatía que se dan durante el tiempo de hospitalización. En otras palabras, la interacción se construye a partir de la confianza que se establece entre personal de enfermería-paciente/cuidador [
Ahora bien, dentro de los factores que obstaculizan el acercamiento del cuidador familiar al personal de enfermería está la falta de comunicación, donde el lenguaje no verbal es tan importante como el verbal y constituyen un aspecto indispensable para lograr la interacción. Según García y colegas [
Otra limitante es la jerarquía hospitalaria, específicamente en la comunicación, pues los CF deben seguir unos canales que se establecen desde su ingreso al servicio y que hacen que la relación con la enfermera y el médico sea lejana, diferente a lo que ocurre con la auxiliar de enfermería, con quien comparten actividades de cuidado y con quien interactúan durante el tiempo de hospitalización.
García y colaboradores [
Otro aspecto que interfiere en la relación del CF con el equipo de enfermería es la sobrecarga laboral que tienen las enfermeras y auxiliares en el día a día y que es percibida por los CF como un factor negativo que no permite la interacción, pues ellas tienen muchos pacientes a cargo para el cuidado.
Ángel y colegas [
En definitiva, la destreza en el manejo de la interacción se logra mediante el dominio de las técnicas de comunicación, de ahí la importancia de construir una relación adecuada desde el principio, sustentada en la confianza, la seguridad, el apoyo emocional, el tacto, la escucha, el confort, la ética, el respeto y la presencia cuidadora [
Mejía [
Es importante puntualizar que el cuidado brindado por el profesional de enfermería es un asunto cada vez más borroso, pues durante la estancia hospitalaria se responsabiliza cada vez al CF del cuidado básico de sus seres queridos, y a las auxiliares, de cuidados de mayor complejidad. Cabe recordar que el profesional de enfermería tiene la responsabilidad de brindar cuidado directo tanto físico como emocional, y en su relación con el CF debe integrarlos, apoyarlos y respetarlos en el cuidado que brindan a sus seres queridos [
Las interacciones percibidas por el CF en el ámbito hospitalario se dan en dos aspectos: la interacción que se establece dentro del equipo de salud, que se perciben mediadas en gran parte por la jerarquía hospitalaria y donde se establecen unas relaciones verticales incorporadas dentro de la cultura institucional, y la interacción entre el personal de enfermería con el paciente/cuidador, que está marcada por factores que se perciben como positivos, como confianza, tiempo, cercanía, conocimientos y políticas institucionales que facilitan el acercamiento, y aspectos considerados negativos y que sería necesario analizar más a fondo, como el tipo de contratación, la percepción de sobrecarga laboral, los rangos jerárquicos en la comunicación y ausencia de esta en algunos casos, que no permiten al CF acercarse para lograr la interacción.
Ninguno de los autores manifiesta conflicto para la publicación de este artículo.
Artículo
derivado del proyecto de investigación
Artículo de investigación.