El presente artículo se divide en dos partes. En la primera se pretende estalecer una filosofía de la religión al concebir la filosofía como metodología fundamental, [y] la filosofía de la religión como la metodología fundamental de los estudios religiosos. Esta parte se divide en tres secciones: en la primera se efectúa una transición de la prioridad de la metafísica a la prioridad de la teoría cognitiva; en la segunda, se pasa de la psicología de facultades al análisis intencional; en la tercera se añaden los aspectos del análisis intencional que son específicamente relevantes para los estudios religiosos. La segunda parte del escrito se ocupa de las estructuras heurísticas de los estudios religiosos. Una primera preocupación abordada en esta parte es el manejo metódico de los problemas valorativos; la segunda, el ordenamiento de las diferencias debido a los desarrollos. Estos son los aspectos en los que Lonergan se diferencia del tomismo trascendental.