La gestión del patrimonio indígena en los museos y las posibilidades para su descolonización: el caso del Museo Histórico Nacional de Chile*

Indigenous Heritage Management in Museums and Decolonization Opportunities: The Study of Chile’s National Historical Museum

Camila Opazo Sepúlveda

La gestión del patrimonio indígena en los museos y las posibilidades para su descolonización: el caso del Museo Histórico Nacional de Chile*

Apuntes: Revista de estudios sobre patrimonio cultural, vol. 37, 2024

Pontificia Universidad Javeriana

Camila Opazo Sepúlveda a

Universitat de Barcelona - Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), Chile


Recibido: 04 diciembre 2023

Aceptado: 18 junio 2024

Publicado: 08 noviembre 2024

Resumen: El artículo analiza las innovaciones que el Museo Histórico Nacional de Chile ha desarrollado en la gestión del patrimonio indígena que custodia en el marco de su proceso de renovación. Utilizando una metodología cualitativa basada en entrevistas y estudio de fuentes escritas, se analizan las prácticas colaborativas realizadas con personas y colectividades indígenas ocurridas entre el año 2012 y el 2020. Los resultados muestran que las colaboraciones hasta ahora efectuadas han permitido la inclusión de estos grupos a ciertas áreas de la gestión, aunque no han significado cambios permanentes o estructurales en la institución. El estudio señala que se encuentra pendiente el desafío de profundizar en las prácticas que permitan la descolonización de la gestión del patrimonio indígena en los museos.

Palabras clave:patrimonio indígena, gestión, museos, prácticas colaborativas, descolonización.

Abstract: This article analyzes the innovations that the National Historical Museum of Chile has developed in the management of the indigenous heritage it holds in the framework of its renovation process. Using a qualitative methodology based on interviews and study of written sources, it analyzes the collaborative practices carried out with indigenous people and collectivities that occurred between 2012 and 2020. The results show that the collaborations carried out so far have allowed the inclusion of these groups in certain areas of management, which have not meant permanent or structural changes in the institution. The study points out that the challenge of deepening the practices that allow the decolonization of the management of indigenous heritage in museums is still pending.

Keywords: Indigenous Heritage, Management, Museums, Collaborative Practices, Decolonization.

Introducción






Esta investigación aporta un estudio empírico sobre los procesos contemporáneos de transformación de los museos, en relación con las labores de gestión de los patrimonios asociados con la historia colonial y las poblaciones indígenas. A partir de las décadas de 1980 y 1990, algunos museos con colecciones arqueológicas y etnográficas comenzaron la faena de desmantelar críticamente sus orígenes coloniales (Kravagna, 2008; Roigé et al., 2019; Van Geert, 2020). Este ejercicio ha motivado la inclusión de voces antes excluidas a la interpretación de las colecciones, así como una mayor democratización en su acceso y diversas discusiones en torno a su propiedad y restitución, entre otros, al tiempo que estos procesos comenzaron a ser relacionados con el concepto de descolonización (Jaimes Betancourt et al., 2020).

Este trabajo atiende a la problemática sobre cómo los museos emprenden su relación con los pueblos originarios, en este caso a través del análisis de la experiencia del Museo Histórico Nacional de Chile (MHN). Se trata de una controversia significativa no solo en el continente americano, sino también en Europa, donde se están revindicando “devoluciones” de objetos procedentes del colonialismo europeo (Curtis, 2006; Simpson, 2009). La elección del contexto chileno responde a la relevancia de un debate nacional sobre plurinacionalidad y el lugar de los pueblos originarios en la nueva legislación patrimonial, que tendrá consecuencias también en la gobernanza de sus patrimonios.

Los antecedentes señalan que desde la década de 1970 se inició una discusión respecto de la gestión del patrimonio de las primeras naciones en museos nacionales en países como Canadá, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Australia (Gibson y Mallon, 2010; Van Geert et al., 2018). En gran medida, estas conversaciones se han desarrollado en respuesta a las demandas de los propios grupos indígenas, que han presentado solicitudes por el reconocimiento y la administración de sus territorios y patrimonios asociados (Ayala, 2017; Bolados, 2010; Simpson, 1996). Así, desde las últimas décadas del siglo XX importantes innovaciones comienzan a concretarse en las maneras en que los museos se relacionan con las comunidades fuente, es decir, con los grupos desde donde provienen las colecciones (Peers y Brown, 2003), lo cual ha llevado al desarrollo de nuevas estrategias para gestionar este tipo de patrimonio, ahora con participación de sus comunidades descendientes.

En el contexto nacional de Chile, la adopción de las políticas multiculturales se plasmó en una nueva legislación que sentó bases más amplias para las relaciones entre el Estado y las “etnias” reconocidas por la Ley Indígena 19.253 del año 1993. Al igual que en otros países del mundo, este nuevo ideal nacional identitario supuso para los museos de Chile el desafío de representar, ya no una identidad única y homogénea compartida por toda su ciudadanía, sino una multiplicidad de culturas diferentes, que comparten territorio e historia. Así, en las últimas décadas, los museos en Chile comenzaron a experimentar una serie de transformaciones que apuntan a innovar en las maneras de representar a las identidades indígenas (Correa-Lau et al., 2019). Como resultado, en los últimos años hemos sido testigos de la celebración de fiestas como el Año Nuevo Indígena o Wiñol Tripantu en el MHN y del Inti Raymi en el Museo Nacional de Historia Natural, la conmemoración del Año de la Memoria Indígena en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, y la incorporación de una nueva sala en el Museo Chileno de Arte Precolombino, denominada “Chile antes de Chile”, por mencionar algunas iniciativas.

Utilizando una metodología cualitativa que contempla la revisión de fuentes escritas y entrevistas abiertas, se explora en las relaciones, tensiones y desafíos que supone la participación indígena en la gestión patrimonial en el MHN. Los resultados abordan las prácticas colaborativas desarrolladas en las áreas de exposición y administración, y en las actividades de extensión. En la discusión se realiza un análisis de las mismas a partir de las perspectivas teóricas críticas que se exponen en las siguientes líneas.

Perspectivas teóricas

Para analizar las prácticas, los discursos y las relaciones en torno a la gestión del patrimonio indígena en el MHN utilizaré los estudios críticos del patrimonio como enfoque teórico, ya que, desde este punto de vista, propuesto por autores como Laurajane Smith (2006), se busca desnaturalizar, cuestionar y pensar críticamente las acciones de identificación, investigación, conservación y exhibición asociadas al patrimonio cultural. Esta perspectiva se centra en estudiar los aspectos más politizados, conflictivos e identitarios del patrimonio, planteando para ello preguntas incómodas que cuestionan todas las estructuras e intereses que actúan marginando a unos grupos por sobre otros durante los procesos de patrimonialización (Smith, 2012). Esta perspectiva posibilita entender tanto los campos de disputa entre agentes como los contenidos en la institucionalización del patrimonio como un espacio de producción de poder/saber (verdad/autenticidad) y, por tanto, de dominación (Santamarina, 2013). Además, se reconoce que el discurso patrimonial autorizado, esto es, el que emana de los Estados-nación y sus instituciones, como los museos, ha legitimado narrativas que apoyan el nacionalismo, el imperialismo, el colonialismo, el elitismo cultural, el triunfalismo occidental, la exclusión social basada en la clase y la etnia y la exaltación del conocimiento experto (Smith, 2012). Estos parámetros modernos han ejercido fuertes influencias en la forma como se utiliza, define y gestiona el patrimonio, por lo que este marco será de utilidad para analizar críticamente la gestión del patrimonio indígena en contextos multiculturales y poscoloniales, como los museos de Chile, y particularmente el MHN.

La perspectiva crítica del patrimonio desmantela también la supuesta neutralidad de los museos, considerándolos como instituciones que no pueden ser entendidas sino dentro del contexto generado por los agentes y las relaciones que se crean en torno a ellas (Alegría, 2004). Por parte de la museología, desde 1980 se desarrolló una reflexión disciplinar sobre el papel que estas instituciones han tenido en la producción y reproducción del discurso colonial (Ames, 1992; Dias, 1994; Gathercole, 1989; Kirshenblatt-Gimblett, 1998), que desencadenó la crisis y posterior transformación, creación y reconversión de museos custodios de patrimonio indígena o provenientes de las antiguas colonias (Boursiquot, 2014). Respecto de los encuentros entre colecciones, museos y pueblos originarios, el antropólogo James Clifford plantea que los museos funcionan como “zonas de contacto”, esto es, lugares de posibilidad híbrida y de negociación política, ámbitos de exclusión y disputa (Clifford, 2007, p. 263). Dicha negociación no significa realizar consultas y sensibilizar a diferentes comunidades, sino que implica promover el desarrollo de una colaboración activa, y, especialmente, la ejecución de un trabajo donde la autoridad sea compartida (Clifford, 2007, p. 260).

La idea de gestionar el patrimonio indígena compartiendo la autoridad con las culturas nativas ha sido propuesta también por Amy Lonetree (2012), una de las primeras académicas en relacionar a los museos con la descolonización (Van Geert, 2021). Según los postulados del pensamiento decolonial, la colonialidad —referida a un patrón colonial de poder mundial que comenzó con la invasión europea de América y que funciona hasta el presente (Quijano, 1992)— genera exclusiones provocadas por jerarquías epistémicas, espirituales, étnicas y de género/sexualidad desplegadas por la modernidad (Castro-Gómez y Grosfoguel, 2007; Lugones, 2008). Para la teórica jamaicana Sylvia Wynter (2003), se trata de todo un sistema de creación de conocimiento, de atribuciones de valor, de pretensión de universalismo, entre otros. En ese sentido, el museo tiene su fundamento epistémico y su razón de ser en la lógica colonial y ha funcionado como dispositivo del colonialismo y de la colonialidad (Caro Cocotle, 2019; Mignolo, 2005). Para descolonizar el museo, según plantea Rolando Vázquez (2018), se deben develar sus centros de poder, interpelar y acotar sus propias narrativas para escuchar otras voces, reconocer su participación y responsabilidad en el orden colonial/moderno, y desobedecer a la cronología progresista de la modernidad. En el proyecto descolonizador, el papel de los museos etnográficos es consolidarse como escenarios políticos, permitiendo que múltiples voces se unan y sean escuchadas, a fin de facilitar el diálogo y el entendimiento intercultural. Resulta esencial, para ello, prestar atención a la necesidad de incluir los distintos puntos de vista, agendas y saberes de los diferentes participantes en todos los momentos del proceso dialógico de la gestión de los patrimonios vinculados a los pueblos oprimidos por mecanismos coloniales (López Garcés et al., 2017), como los indígenas.

Los enfoques críticos y las propuestas conceptuales decoloniales detalladas previamente permitirán poner especial atención en los temas más controversiales de la gestión del patrimonio indígena en el MHN, así como abordar las tensiones y conflictos que pudieran identificarse en este proceso.

Teniendo en cuenta los aspectos discursivos y relacionales, se explorará en las maneras en que el MHN ha sido una “zona de contacto”, y cuáles son las posibilidades y desafíos para su descolonización.

Metodología de la investigación

Para conocer las prácticas, discursos y relaciones en torno a la gestión del patrimonio indígena se ha escogido el MHN como caso de estudio, por su relevancia cultural a nivel nacional. Desde el año 2012, esta institución comenzó un proceso de renovación, el cual se planteó como colaborativo, incluyendo a los pueblos originarios. Para estudiar de manera crítica las tensiones y aspectos más politizados en torno a la gestión del patrimonio indígena en el museo, se ha optado por una metodología cualitativa, que permite presentar una visión detallada del tópico a estudiar, considerando el punto de vista de sus participantes (Creswell, 2007).

La investigación, desarrollada en el 2020, contó con una primera etapa de identificación de iniciativas colaborativas en las que el museo involucrara a personas nativas (Tabla 1). Sobre ellas, se realizó una recogida intensiva de datos, considerando fuentes escritas como documentación y folletos oficiales, materiales educativos y de difusión del museo y notas de prensa. Estas actividades se clasificaron respecto de si se tratan de ejercicios vinculados a la exposición, a la administración y acceso a las colecciones, o a actividades de extensión. Una definición de qué se entiende por cada una de estas áreas se encuentra en la tabla 2.

Tabla 1
Prácticas colaborativas analizadas en la investigación, según su área de gestión
Prácticas colaborativas analizadas en la investigación, según su área de gestión


Fuente: elaboración propia, 2020.

Tabla 2
Definición de las áreas de la gestión patrimonial analizadas en la investigación
Definición de las áreas de la gestión patrimonial analizadas en la investigación


Fuente: elaboración propia.

En la segunda fase, la investigación utilizó la técnica de entrevistas abiertas o no estructuradas con actores clave, esto es, personas que colaboraron en las actividades identificadas en la etapa anterior. Este tipo de entrevista fue escogido por su flexibilidad en la cantidad y orden de preguntas, con una mínima dirección por parte de la investigadora, entregando máxima libertad a las y los entrevistados para que surjan los temas de su interés (Roigé et al., 1999). Se entrevistaron tres trabajadores del MHN y cuatro personas indígenas, todas pertenecientes al pueblo mapuche. Los perfiles de quienes aparecen referenciados en este artículo se detallan en la tabla 3. El objetivo de las entrevistas fue conocer ciertas problemáticas en torno a la gestión patrimonial y la interacción intercultural, las cuales no quedan de manifiesto en los documentos oficiales, ni mucho menos en las exposiciones. Estos procedimientos se desarrollaron en circunstancias determinadas por la crisis sanitaria mundial provocada por el COVID-19, por lo cual se realizaron en línea, usando software de comunicación instantánea, privilegiando la comodidad y posibilidad de conexión de las y los sujetos en los distintos territorios. Las preguntas estuvieron orientadas a conocer cómo surgieron y se desarrollaron las actividades colaborativas, qué beneficios y perjuicios se obtuvieron, qué proyecciones y posibilidades de colaboraciones futuras veían en el museo o en otros.

Tabla 3
Caracterización de las personas entrevistadas y referidas en el texto
Caracterización de las personas entrevistadas y referidas en el texto


Fuente: elaboración propia, 2023.

Una vez recogida la información, en la tercera fase se procedió a su sistematización y análisis de contenido, abordando tanto el material de comunicación oral como los textos escritos. Esta técnica pretende conocer, no solo lo que se transmite literalmente, sino todo aquello que pueda influir o condicionar el mensaje implícitamente (Guix Oliver, 2008). Se trata de un conjunto de procedimientos interpretativos de productos comunicativos (mensajes, textos, o discursos) emanados de procesos singulares de comunicación previamente registrados (Piñuel, 2002). Las prácticas y discursos de los actores de la gestión del patrimonio indígena en el museo se analizaron respecto de las tres áreas mencionadas previamente. Una primera lectura de todas las fuentes permitió generar una idea global del contenido de las mismas, para luego segregar los temas nucleares en torno a los cuales se articulaba el discurso de los participantes. La triangulación de estas temáticas con los conceptos y las perspectivas teóricas permitió una interpretación de los resultados, que se presenta a continuación.

Resultados y análisis de las prácticas colaborativas implicadas en la gestión del patrimonio indígena

Para conocer cuáles y cómo han sido las prácticas colaborativas en torno a la gestión del patrimonio indígena en el MHN se analizaron, en un primer momento de la investigación, los discursos de los grupos e individuos implicados en sus labores. En segundo lugar, se indagó en las relaciones que entre ellos se generan, identificando los diálogos que han sido posibles en estos años, así como las tensiones existentes en estas interacciones.

Prácticas colaborativas en la gestión del patrimonio indígena en el MHN

¿Cuáles y cómo han sido las prácticas colaborativas en torno a la gestión del patrimonio indígena en el MHN? Esta pregunta guía el análisis que se expone a continuación, para sistematizar la información recogida en las etapas anteriormente descritas, según el área de gestión patrimonial correspondiente, como se indica en la tabla 2.

Exposición del patrimonio indígena

El primer tipo de prácticas colaborativas analizadas se asocia al área de la exposición de patrimonio indígena. Cabe mencionar que en el año 2000 se realizó la primera incorporación de objetos arqueológicos y etnográficos en la exposición permanente del museo, lo cual se concretó a través de una sala llamada “Primeros habitantes de Chile”, ubicada en una pequeña aula al inicio de todo el recorrido. Sin embargo, en el marco del proceso de renovación, se diagnosticaron importantes deficiencias respecto de la representación indígena en la exhibición permanente (MHN, 2013), por lo cual el museo se propuso una serie de prácticas colaborativas que tenían como objetivo superar estas debilidades. Entre estas estuvieron las “Jornadas de Reflexión y Diálogos para un Nuevo Guion”, realizadas en el año 2013, durante las cuales la institución solicitó a diversos actores sociales comentar, entre otras cosas, sobre la manera en que el museo expone el patrimonio indígena. A este evento fueron invitadas solo dos personas indígenas, ambos profesionales del patrimonio. Como se recogió en el documento titulado Reflexión y diálogo para un nuevo guion, las ideas apuntadas por las y los participantes no indígenas de la actividad hicieron hincapié en que la parte más extensa de la historia de Chile —unos 14 000 años de historia cultural en el territorio— estaba representada solo en una pequeña sala de exposición del museo, en la que, según indicaron, predominaba lo mapuche (MHN, 2013), lo cual, según ellos, generaba una reducción de la historia y la diversidad indígena que habita en el país. Un punto que destacaron los expertos consultados, tanto indígenas como no originarios, fue que no existía una conexión entre lo indígena prehispánico y lo que vino posteriormente en la historia, sino que partir del periodo denominado de “conquista” desaparecía la historia indígena y su presencia en el relato de lo nacional, dejándolos “encapsulados” en el tiempo (MHN, 2013). La revisión de estos diálogos indica que la exhibición del patrimonio indígena en la exposición permanente del MHN significaba una problemática a resolver, ya que fue calificada en esta ocasión como una exposición deficiente, pobre y que invisibiliza a los pueblos indígenas en el relato de la historia nacional.

La segunda práctica colaborativa analizada correspondiente al área de exposición tuvo lugar el mismo año 2013, cuando el museo celebró por segunda vez el Año Nuevo Mapuche o Wiñol Tripantu. Para este evento se incluyó una exhibición fotográfica temporal llamada “Salud mapuche: un proceso de sanación intercultural”, que contempló la participación del equipo de fotografía del museo y de la red mapuche urbana de salud intercultural Warriache. Se trabajó en conjunto en la producción de una serie fotográfica relativa a la labor de los sanadores mapuche en la ciudad de Santiago. Según los profesionales del museo entrevistados, esta iniciativa se consideró fruto de un trabajo colaborativo, ya que la red Warriache aportó incluso en la redacción de los textos de la muestra. El objetivo de la misma fue contar parte de la historia de la migración de este pueblo a la ciudad, y los retos que ello supone.

Para las personas indígenas que participaron, según lo indicado por Karina Manchileo, mujer mapuche a quien entrevisté con motivo de esta investigación, se trató de una experiencia valiosa, justamente porque se les involucró en todas las etapas de la producción de la exposición, entregando cuotas importantes de autonomía. Por otra parte, la exposición se refirió a dos temáticas que actualmente no se abordan en el museo, como son la vida mapuche contemporánea en el contexto urbano y su salud ancestral, visibilizando la lucha de sus practicantes por instalar una política nacional intercultural en este ámbito.

Esta actividad supuso un éxito para los involucrados en su producción, que significó el primer ejercicio de cocuraduría con población nativa desarrollada en el MHN. Además, permitió acercar a la sociedad un conocimiento hasta ahora no contado por el museo, pero esta vez desde sus propios actores. La experiencia, única hasta 2020, planteó además el desafío de la continuidad en el tiempo de este tipo de prácticas (Figura 1).

 Extracto de la exposición fotográfica “Salud mapuche: un proceso de sanación intercultural”
Figura 1
Extracto de la exposición fotográfica “Salud mapuche: un proceso de sanación intercultural”


Fuente: Programa de actividades de la conmemoración del Wiñol Tripantu,2013.

Una tercera práctica expositiva colaborativa fue el ejercicio de colecciones N.º 1: “La imagen mapuche contemporánea”, en el año 2016, muestra que exhibió el trabajo fotográfico desarrollado por el artista visual mapuche José Mela con jóvenes pertenecientes a este pueblo residentes en Santiago. El objetivo de su trabajo era reflexionar sobre el proceso de autorrepresentación de los jóvenes como personas indígenas en el contexto urbano. Como resultado de este ejercicio curatorial, la exposición permanente del museo fue intervenida con las fotografías, acompañadas de poemas del Premio Nacional de Literatura 2020, el poeta mapuche Elicura Chihuailaf.

Para el MHN, la iniciativa buscó generar una reflexión sobre el imaginario social de este pueblo en la actualidad, que visibilizara su estigmatización, relacionada con una determinada representación estética, fenotípica, una vestimenta tradicional y un entorno particular. Esta experiencia resultó una innovación en las maneras en que el MHN construye narrativa histórica, dialogando para ello con lenguajes alternativos como el arte y la poesía. Dichos esfuerzos fueron bien valorados por las personas mapuche, especialmente por José Mela, quien en la entrevista que concedió para esta investigación destacó el rol crítico que el museo se ha animado a desempeñar en los últimos años. Además, según lo señala Manchileo en su entrevista, el MHN consultó previamente su opinión a la red Warriache sobre esta exposición, lo que fue una instancia fundamental para tejer redes de confianza entre su agrupación y la institución. Se trató de una práctica consultiva no institucionalizada e informal inédita en el museo, que no se ha documentado en posteriores ocasiones (Figura 2).

Visita guiada a la exposición permanente que incluyó la intervención “La imagen mapuche contemporánea” en el MHN, 2016
Figura 2
Visita guiada a la exposición permanente que incluyó la intervención “La imagen mapuche contemporánea” en el MHN, 2016


Fuente: Villavicencio (2016).

Acceso y administración de las colecciones

En el área del acceso y la administración de las colecciones de patrimonio indígena interesó indagar en cuatro aspectos: 1) investigación, 2) registro y documentación de colecciones, 3) participación de indígenas en el equipo de trabajo y 4) repatriación de objetos sensibles. En este ítem, la única iniciativa colaborativa identificada corresponde a una investigación denominada “Bajo la Lupa”, de 2019, realizada a través del Servicio Nacional de Patrimonio Cultural por el historiador del arte mapuche Cristian Vargas Paillahueque. Su objetivo fue averiguar sobre algunas piezas de la colección de fotografía etnográfica del MHN, a fin de vincular la historia de las personas retratadas con sus comunidades de origen (Vargas Paillahueque, 2019). El encargado de Investigación y Vinculación, Luis Alegría, reconoció en la entrevista que este trabajo permitió explorar en la reparación de las identidades invisibilizadas detrás de las colecciones de patrimonio indígena que el museo resguarda. Por su parte, el investigador mapuche caracterizó al museo como una institución abierta al debate, receptiva y con una visión integradora de la gestión del patrimonio indígena. También indicó que estas acciones estarían motivadas por la agencia indígena más que por políticas institucionales previamente planificadas.

En cuanto al registro y documentación de colecciones, en las entrevistas realizadas en 2020 los funcionarios del MHN sugirieron que todavía existe una necesidad de rectificar deficiencias en esta área y que hasta ahora no han sido considerados los conocimientos indígenas para documentar colecciones. Para las personas mapuche que entrevisté, este ejercicio de codocumentar y registrar piezas de los museos en colaboración con indígenas es un tema apremiante. Según lo comentó Vargas Paillahueque en la entrevista, la codocumentación de colecciones permitiría superar las categorías arqueológicas que han sido utilizadas para nombrar y clasificar los objetos indígenas, y los sesgos propios de las disciplinas que suelen estar a cargo de esta labor. Karina Manchileo se refirió al tema de la siguiente forma: “Si se va a mostrar una pieza mapuche, que se muestre bien, que la información sea correcta”. También el artista Mela reconoció la importancia de que el museo se abra a escuchar otras voces dentro de las colecciones que custodia, para nutrirlas de otras culturas y construir una nación más plural. Todos ellos se refirieron a este ejercicio como algo trascendental para que las personas indígenas puedan conocer más sobre sus ancestros, activar su memoria y revitalizar prácticas tradicionales. Así, la codocumentación podría derivar en beneficios mutuos, dado que el museo gana conocimientos que no posee, los saberes indígenas, y estos últimos recuperan y revitalizan conocimientos y técnicas que los objetos provenientes de sus territorios guardan en sus manufacturas y materialidades.

Respecto de la planta laboral del museo, hasta el año 2020 no ha existido una intención manifiesta o un interés institucional específico para la contratación de personas indígenas. Habría que mencionar que el profesional Luis Alegría es de ascendencia indígena diaguita, aunque esta identificación no ha sido considerada como un criterio relevante en su proceso de incorporación como funcionario del MHN. Por otra parte, los funcionarios del museo entrevistados mencionaron que desde el equipo había surgido una propuesta para la contratación de un historiador mapuche, medida que tenía el propósito de integrar esta particularidad identitaria a la institución y darle fuerza a los proyectos e iniciativas relativas, pero ya que la institución no cumplía las expectativas de renta del profesional requerido, finalmente no hubo contratación.

Por último, sobre la restitución de patrimonio indígena, se constata que no han existido hasta el periodo de 2020 demandas por devolver o repatriar objetos de patrimonio en custodia del MHN. Aunque se trata de procesos que están sucediendo en otros museos nacionales de Chile (particularmente entre los pueblos rapa nui y yagan, con el Museo Nacional de Historia Natural), en el nicho particular del MHN estas no se han producido. Los funcionarios del museo comunicaron en las entrevistas que las colecciones son antiguas, por lo que asumían que no existiría una vinculación con comunidades vivas. Por parte de las personas indígenas entrevistadas, este tipo de demandas no han sido una prioridad para el pueblo mapuche que habita en territorio chileno hasta la fecha, en parte, porque se desconocen las colecciones en posesión de los museos. Por ello, la documentación y reconstrucción de la historia de las colecciones resulta una tarea relevante en el futuro próximo.

Actividades de extensión

Siguiendo con el objetivo de estudiar las prácticas colaborativas en la gestión del patrimonio indígena en los museos de Chile, además de su exposición y el acceso a colecciones, también ha sido objeto de interés de esta investigación una serie de conmemoraciones, festividades y eventos desarrollados en el MHN en los últimos años con la colaboración de personas indígenas, que se analizan en tanto que forman parte del área de las actividades de extensión del museo.

El Wiñol Tripantu es una ceremonia mapuche que se celebró en el MHN con la colaboración de la red Warriache, para la que se organizaron diversas actividades vinculadas a la celebración de un nuevo ciclo astrológico. La programación de la actividad contemplaba cuatro días durante el mes de junio dedicados a ello, en los que las personas del pueblo mapuche protagonizaban una rogativa a cargo de una líder ceremonial o machi, que en ocasiones viajó especialmente desde el sur de Chile. También incluía una feria de ventas de productos de textilería, platería, salud, artesanías, exhibición de danzas y cantos, lectura de poesía, ciclos de charlas, conversatorios, ciclos de cine, y diversas actividades en las que participaron académicas y académicos, lonkos (jefe o cabeza de una comunidad mapuche) de diversas regiones de Chile y consejeras de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena, todos del pueblo mapuche.

En la entrevista al profesional del MHN, Luis Alegría, se destaca que para dichas celebraciones se entregó autonomía a la red Warriache para decidir cómo realizar la celebración. Por su parte, Karina Manchileo relató que en un comienzo la red hizo varios requerimientos al museo que fueron aprobados en su totalidad. Este gesto les dio confianza acerca de las intenciones de la institución, ya que se mostró como un espacio respetuoso de la espiritualidad y las decisiones que la agrupación tomara para realizar la actividad, la cual se mantuvo por seis años. Sin embargo, tras un cambio en la dirección del museo en el año 2018, el Wiñol Tripantu dejó de celebrarse en el MHN, y el convenio con Warriache también cesó en esa fecha. Ni los nuevos funcionarios del museo ni los dirigentes mapuche se acercaron entre sí para renovar sus vínculos desarrollados en los seis años anteriores (Figura 3).

Izamiento de Wenufoye, bandera mapuche, en el MHN por el Wiñol Tripantu,2014
Figura 3
Izamiento de Wenufoye, bandera mapuche, en el MHN por el Wiñol Tripantu,2014


Fuente: MHN.

El convenio de colaboración con Warriache tuvo también como resultado —y según lo indicado por Manchileo, a solicitud de dicha organización— la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Indígena, celebrado en 2017 y 2018 en el MHN. Para la ocasión se realizaron conversatorios en torno a las mujeres y su esfera cotidiana, y sobre el papel que estas desempeñan en la política y la cultura mapuche. Se invitó a mujeres de este pueblo que viven en contextos urbanos y se desempeñan en áreas de la salud y el ciclo vital, como fueron Karina Manchileo Padilla, Juana Huenufil Curin, María Quiñelén, Yolanda Segura Cayún, y también participaron Rosa Martínez Catril, María Soledad Alarcón Huenchupan y Beatriz Painiqueo Tragnolao, mujeres mapuche destacadas en el campo ceremonial e intercultural. En la entrevista realizada para la presente investigación, Manchileo consideró que esta práctica institucional fue positiva, ya que permitió dar a conocer el trabajo de muchas mujeres indígenas, lo que generó oportunidades y contactos importantes para ellas, al tiempo que permitió difundir conocimientos poco accesibles a la sociedad chilena. Esta actividad incorporó a las mujeres indígenas, un grupo especialmente vulnerado, y apostó por visibilizar sus experiencias y saberes en primera persona, subsanando así, en parte, deficiencias de género en las que el museo viene reflexionando con mayor profundidad también en los últimos años.

Otras actividades de extensión organizadas en este periodo fueron la Feria Mapuche Lafkenche y el ciclo de conversatorios “Originarius”. La primera se realizó en noviembre del 2017, instalándose en el patio del museo 25 puestos de venta para emprendedores mapuche del sur de Chile. En junio del mismo año se llevó a cabo el ciclo “Originarius”, relacionado al conocimiento de pueblos indígenas y su diálogo con los saberes científicos, en el que se invitó a participar a personas de la red Warriache, como también al artista rapa nui Leopoldo Nahoe, a Alipio Pacheco, experto en lengua y cultura quechua, y a la sanadora aymara Lidia Flores. En agosto del 2019, para conmemorar el mes de la fotografía, el museo organizó una charla titulada “La imagen construida del otro. Fotografías de indígenas en Chile 1900 a 1930”. El investigador mapuche Cristian Vargas Paillahueque, que ya había colaborado con la investigación “Bajo la Lupa”, participó como orador. Para él, según lo reconoció en entrevista de 2020, esta actividad mostró el interés del museo por desarrollar una perspectiva crítica sobre las identidades indígenas que la institución busca representar.

Las iniciativas mencionadas se destacan porque señalan, por una parte, que las relaciones que el museo ha establecido con personas indígenas han sido prioritariamente con el pueblo mapuche, siendo otras identidades indígenas escasamente representadas y vinculadas, y por otra parte, porque evidencian el compromiso del museo por vincularse a estas poblaciones más allá de la efeméride del “Mes de los pueblos indígenas”, en junio de cada año.

Relaciones entre actores implicados en prácticas colaborativas

Otro asunto en el que esta investigación ha incidido se refiere a la forma como se han dado hasta ahora las relaciones entre actores que representan a la institución y personas pertenecientes a los pueblos indígenas. A través de este análisis, profundizaré en aquellos aspectos más significativos y bien valorados por las y los actores, identificando igualmente algunas de las tensiones y demandas indígenas asociadas a la gestión de su patrimonio. Finalmente, en la discusión se trazarán algunos desafíos para establecer relaciones colaborativas que apunten a descolonizar la gestión del patrimonio indígena en los museos.

Diálogos y reconocimientos entre actores

A través de los discursos institucionales e indígenas también se analizaron las relaciones que entre ambos grupos han existido con el fin de gestionar colaborativamente el patrimonio indígena, logrando identificar la existencia de diálogos y reconocimientos entre los actores, especialmente a través de las actividades de extensión y exposiciones temporales. Los trabajadores del MHN entrevistados indicaron que, especialmente a partir del año 2012, la institución ha abogado por la inclusión, reconociendo como trascendental contar con los aportes de personas indígenas en las diversas áreas de la gestión asociadas a este tipo de patrimonio. El análisis parece señalar que en todo momento la institución ha mostrado una importante disposición y voluntad para generar espacios colaborativos con las personas indígenas que han trabajado con el museo. Además, los representantes reconocieron el enorme profesionalismo con que sus invitados indígenas —y en menor medida invitadas— han participado en el museo, y por ello proyectan ampliar y fortalecer las relaciones que hasta ahora han desarrollado con los diferentes actores que representan a dichas etnias.

De la misma manera, las personas mapuche entrevistadas señalaron que las relaciones que han mantenido con el MHN han sido buenas, cordiales, muestra de un profundo respeto y una disposición institucional abierta al diálogo, llevándose a cabo interacciones de carácter propositivo, consultivas y no impositivas. Además, son relaciones de carácter transitorio, establecidas mayoritariamente con intelectuales indígenas, personas formadas en ciencias o artes, reconocidas por su conocimiento experto. Para las personas mapuche entrevistadas, resulta fundamental que su participación se dé no solo en estas actividades de extensión, sino que se apunte a un desmonte de la lógica de poder colonial que ha caracterizado a las instituciones museísticas respecto de sus colecciones y las comunidades fuente. Especialmente, advierten que incorporarles solo en este ámbito podría incluso seguir reproduciendo relaciones históricas de poder.

Se podría decir que, hasta el año 2020, se han dado relaciones que han sido beneficiosas tanto para la institucionalidad como para algunos grupos indígenas, quienes han valorado muy positivamente la autonomía que se les ha entregado en las diferentes actividades en las que han participado, indicando que este es un criterio central para establecer negociaciones sobre las prácticas y discursos en torno al patrimonio en los museos, así como en otras instituciones estatales. También, el reconocimiento al colectivo de las mujeres indígenas ha sido importante para ellas, al igual que la posibilidad de obtener beneficios económicos al generar espacios que les permitan ofrecer sus servicios al público del museo. Eventualmente, las relaciones y colaboraciones que se han dado hasta ahora entre estos actores podrían ser provechosas también para el mismo público del museo, aunque este ámbito requiere de estudios específicos de audiencias.

Tensiones en las relaciones entre el MHN y las/los actores indígenas

Las valoraciones positivas mencionadas en el apartado anterior no ocultan ciertas tensiones que también quedaron de manifiesto en las entrevistas, algunas de las cuales parecen haber surgido en concreto en torno a temas económicos, siendo la escasez de presupuestos que aseguren una apropiada vinculación y colaboración indígena en la gestión institucional una limitante en dichas relaciones. Un ejemplo de esto es el de los recursos que el museo dispone para las organizaciones indígenas en el marco de las celebraciones o fiestas, algo que ha constituido un punto de discordancia en dichas instancias, e incluso, según lo informado en las entrevistas, una posible causa de la finalización de la relación entre el MHN y Warriache en el año 2018. También, en la incorporación de personas pertenecientes a etnias al equipo del MHN el tema económico resultó el impedimento para concretar esta voluntad por parte del personal de la institución, como ya hemos comentado más arriba. Con relación a estas cuestiones económicas, para las personas indígenas es importante que las actividades colaborativas desarrolladas con el museo contemplen una retribución económica acorde, que no signifique detrimentos pecuniarios para sus comunidades. Si bien la falta de presupuesto es una limitación constante en la institucionalidad cultural chilena, resulta paradójico que se instale y promueva una política cultural de incorporación y participación indígena en las instituciones patrimoniales, sin que esto lleve asociado un presupuesto específico para este fin. Esta contradicción advierte sobre un discurso estatal que no ofrece garantías de realización, porque el poder contar con las y los indígenas en el museo debe estar asociado a un sustento económico que compense dicho tiempo y entrega. Esto es trascendental cuando hablamos de poblaciones indígenas, porque como lo señalaron algunas personas entrevistadas, y como lo indican las estadísticas económicas nacionales (Ministerio de Desarrollo Social y Familiar, 2023), se trata de comunidades precarizadas, que han tenido una economía deficitaria desde la imposición del Estado-nación chileno.

En relación con las posiciones de poder que unos y otros ocupan en estas interacciones, se aprecia que los y las indígenas se encuentran sistemáticamente ausentes en las instancias de toma de decisiones, siendo el museo el que, en la mayoría de los casos, decide cuándo y con qué fines se invitará a los primeros a participar. Tanto los entrevistados institucionales como las personas indígenas señalaron el “peso político” que tiene el MHN, por ser una institución de gran profundidad histórica y que representa el pensamiento ideológico de las élites que crearon la nación. Se trata de un organismo oficialista, la voz conservadora del Estado que pretende mantener el poder hegemónico, por lo que los cambios más profundos respecto a estas lógicas de poder se ven siempre limitados por las resistencias institucionales. En esta línea se constató la participación protagónica de varones indígenas, estando las mujeres menos presentes en las actividades, con excepción del Día de la Mujer Indígena, lo que también se reflejó en el perfil de las personas que entrevisté en la investigación.

Otras contrariedades se observan también en la ausencia de una planificación o política institucional específica para subsanar la marginalización de los pueblos indígenas en el MHN, que logre instalarse como un principio orgánico en pos de la reparación histórica. Esto se traduce en la falta de legitimidad que se le otorga al conocimiento indígena, tanto como en la priorización de este cuando proviene de expertos, reproduciendo así lógicas de la colonialidad del saber y perpetuando la supremacía del discurso patrimonial autorizado que valida y exalta el conocimiento experto (Smith, 2006, 2011). Finalmente, se hizo evidente que la continuidad en las relaciones ha sido un problema sistemático, ya que las mismas en su mayoría no han sido profundizadas ni mantenidas en el tiempo.

Discusión: desafíos y posibilidades para descolonizar la gestión del patrimonio indígena en los museos

A partir del análisis y los resultados detallados en los apartados anteriores, y retomando las concepciones teóricas, se evidencian algunos desafíos trascendentales a la hora de pensar en una gestión del patrimonio indígena que permita la descolonización de la institución y de sus prácticas colaborativas. Se profundizará en ellos en este apartado, haciendo referencia al caso de estudio, el MHN, aun cuando creemos que es posible extrapolar algunos de estos lineamientos a otros museos en contextos atravesados por historias coloniales, considerando siempre las especificidades propias de cada uno.

Como ya se comentó, en el área presupuestaria se identificó una controversia o limitación para este tipo de actividades con personas nativas. Ante ello, y teniendo en cuenta la necesidad de incorporar saberes indígenas a la institución, se propone el desafío de considerar la reciprocidad como un principio que articule las relaciones entre actores. Reconocer que existe una historia de despojo y empobrecimiento sostenido de ciertos grupos sociales subalternizados por la colonialidad, como los pueblos indígenas, implica desarrollar actividades que reporten beneficios para ellos, como también para la institución. Siguiendo los principios teóricos de la descolonización de los museos previamente revisados, esto requerirá hacer transparentes los términos de las negociaciones y vinculaciones desde las primeras etapas de los proyectos de gestión patrimonial que se propongan como interculturales y colaborativos.

Incorporar la diversidad previamente excluida de las instituciones culturales por razones de etnia, clase y/o género supone romper con la homogeneización que suele atribuirse a los pueblos originarios y requiere especialmente entender a cada grupo con sus lógicas y demandas particulares, al tiempo que se da cuenta de la heterogeneidad de cada uno. Actualmente, el MHN ha trabajado de manera colaborativa mayoritariamente con el pueblo mapuche, y específicamente con representantes provenientes de contextos urbanos, por lo que incorporar los aportes de otros pueblos indígenas, con sus diferentes particularidades, resulta trascendental. Además, a excepción del Día de la Mujer Indígena, las actividades han estado protagonizadas principalmente por varones, lo que tuvo repercusiones en las voces que en esta investigación pudieron ser oídas y consultadas, y nos advierte del perjuicio de reproducir las opresiones patriarcales que caracterizan al colonialismo (Cumes, 2019). Por ello, las iniciativas colaborativas que consideren a pueblos indígenas también deben continuar abriendo espacios para la participación de mujeres indígenas, y ampliando su presencia en los museos, más allá de la conmemoración de días internacionales. Es decir, constituye también un reto el profundizar en proyectos institucionales alineados con la despatriarcalización de la historia (Galindo, 2013).

La política de participación implementada en el MHN ha reconocido la agencia del pueblo mapuche y se ha comprometido hasta cierto punto con sus historias, necesidades y aspiraciones, aun cuando no se han negociado los criterios para validar qué voces y sobre qué materialidades se construyen las narrativas identitarias que se difunden desde la institución. Con esto, la posición de poder que los grupos indígenas detentan en la negociación por la gestión patrimonial sigue marginalizándolos de las decisiones que afectan directamente a su patrimonio cultural y a sus propias historias, reproduciéndose así la colonialidad del poder (Quijano, 2000). En esta línea, al validar mayoritariamente las voces provenientes de la intelectualidad nativa para documentar e interpretar el patrimonio, esto es, las que provienen de una formación profesional eurocéntrica, se reproduce una mirada tradicional y esencialista de este (Davallon, 2010; Sánchez-Carretero, 2012). Es decir, se entiende al patrimonio, aun al indígena, como aquel definido como tal por los profesionales de la ciencia, la historia y el arte, desde una lógica académica y occidental. De esta forma, la validación de un discurso patrimonial que autoriza ciertas voces indígenas, y no otras, sostiene la colonialidad del saber (Lander, 2000) que inferioriza los conocimientos no occidentales.

El reconocimiento de los saberes nativos y su consideración dentro de las prácticas de gestión del patrimonio indígena resulta ineludible para su descolonización. Un reto trascendental, tanto para el MHN como para los museos que gestionan patrimonio indígena, es el de superar la barrera temporal o el sesgo alocrónico con que se suele entender este patrimonio, esto es, el relegamiento de estas identidades al pasado o a un tiempo-otro que niega su contemporaneidad (Fabian, 2002). Considerando la crítica a la colonialidad que señala que la conquista del tiempo tomó muchas formas, incluyendo la captura de historias locales y la reconfiguración de sus temporalidades (Shepherd, 2016), reflexionar sobre la dimensión temporal resulta imperante para superar la visión pretérita y estática que sobre estos pueblos se ha construido en las exposiciones. Esto sugiere que, si el MHN se ha propuesto incorporar narrativas históricamente invisibilizadas al relato nacional, debe concebir la investigación de las colecciones que custodia desde una posición que no imponga a priori qué historias contar y con qué objetos hacerlo. Gestionar las colecciones de manera decolonial requiere contemplar los saberes nativos y sus diferentes concepciones del tiempo, lo que permitiría, en parte, devolver la historicidad robada a estos pueblos.

Las estrategias desarrolladas por los museos en general, y por el MHN en particular, han permitido una incorporación parcial de personas indígenas en las labores de gestión de patrimonio arqueológico y etnográfico, aun cuando también funcionan reproduciendo ciertas formas de colonialidad. De esta manera, las prácticas y discursos que se desprenden de las políticas basadas en el multiculturalismo otorgan un reconocimiento que podría reforzar la “exotización” de la diferencia cultural, al mismo tiempo que no aseguran la participación política de estos grupos diversos en la toma de decisiones que les afectan directamente (De la Maza et al., 2018). Por estos motivos, según lo indican los estudios de la historiadora chilena Claudia Zapata (2019), algunos intelectuales indígenas han denunciado al modelo multicultural como una estrategia neocolonizadora, que no logra materializar su promesa de mejoramiento de la calidad de vida y de autodeterminación política.

Descolonizar el museo, es decir, superar estas estructuras de origen colonial, supone comprometerse con la reparación del colonialismo, considerando las distinciones ontológicas y epistemológicas que diferencian a unas culturas de otras respecto a sus maneras de entender el patrimonio, pero comprendiendo que sin lugar a dudas pueden nutrirse mutuamente, más allá de la obligación contractual y el cumplimiento de presiones éticas y políticas que empujan a innovar en la gestión patrimonial. Esta responsabilidad social del museo no solo impulsa a que la institución se reinvente, sino a que también adquiera una nueva legitimidad con la sociedad y las comunidades que intenta representar. Por ello, una política museológica que contemple la interculturalidad solo puede partir de una crítica y reconocimiento a su historia colonial, para desde allí buscar estrategias que permitan subsanar, en parte, el proceso de desfavorecimiento sistemático que la imposición de los Estados-nación ha significado para los pueblos indígenas (Tuhiwai-Smith, 1999).

Conclusiones

En este artículo se han analizado las transformaciones que se han dado en la gestión del patrimonio indígena en el MHN, indagando en particular sobre las prácticas institucionales colaborativas y las relaciones desarrolladas con personas de identidades indígenas, quienes se han involucrado de una u otra manera con esta institución. Sintetizando lo dicho en el primer apartado, fue en el año 2000 que el MHN instaló por primera vez el tema indígena en su exposición permanente, a través de una sala de expositiva llamada “Primeros habitantes”. A partir del 2012 se desarrolló una democratización en la gestión de este acervo en el museo y desde entonces se han desarrollado prácticas colaborativas en la exposición, en la administración y el acceso, y en las actividades de extensión llevadas a cabo en diálogo con ciertas organizaciones indígenas, principalmente urbanas de origen mapuche. Vale recalcar que estas colaboraciones con personas indígenas se limitan casi exclusivamente a voces eruditas, y mayormente masculinas que, hasta ahora, han dejado fuera a una importante muestra de la diversidad cultural indígena que habita en el país.

Esta investigación cualitativa y desde perspectivas teóricas críticas sobre el patrimonio y las relaciones coloniales visibiliza el hecho de que la exposición permanente del MHN ha generado una reducción de la historia y diversidad indígena. Ante ello, las exposiciones colaborativas desarrolladas allí a partir del año 2013 promovieron un papel crítico en la institución, el cual ha sido destacado por las personas indígenas, especialmente porque han abordado temáticas ausentes previamente en el museo, como la vida contemporánea del pueblo mapuche, y porque han contemplado su participación y consulta en los ejercicios colaborativos en torno a la historia de este pueblo.

En el área del acceso y la administración del patrimonio indígena, esta investigación concluye que ha existido una apertura a la planificación de futuros proyectos en esta línea, aun cuando se ha concretado solo una investigación con un profesional mapuche, y no existe mayor intención de contratación en el equipo laboral del museo. Las personas indígenas entrevistadas indicaron que, ante los posibles sesgos en la denominación y descripción de objetos indígenas en custodia del museo, se hace urgente avanzar hacia proyectos que contemplen la codocumentación y un mayor conocimiento de las colecciones que el museo resguarda, lo que podría desarrollar intereses por la repatriación de objetos sensibles, hasta ahora ausentes en la institución.

Las actividades de extensión han sido aquellas donde más han colaborado personas indígenas, aun cuando en la mayoría de ellas se ha incorporado a colectividades mapuche que viven en ciudades. Algunas de estas prácticas han permitido a las audiencias del museo conocer una voz que no están acostumbradas a escuchar, la indígena, así como acercarse a temáticas previamente no abordadas. Los funcionarios del MHN reconocieron en las entrevistas que estos eventos deben realizarse con colaboración indígena, y han entregado autonomía a las agrupaciones y artistas para proponer maneras de hacerlo. Las personas mapuche entrevistadas indicaron que la programación indígena en el área de extensión permite un acercamiento a la sociedad chilena, así como visibiliza sus historias y demandas colectivas. También indicaron que su participación no debería restringirse exclusivamente a este tipo de actividades, por el riesgo a la despolitización de sus necesidades.

A pesar de los esfuerzos realizados por funcionarios del MHN, notamos que se trata de una presencia parcial y efímera de dichas poblaciones, en la que han estado ausentes de las posiciones de autoridad y poder para decidir sobre qué hablar, cuándo hacerlo, quiénes participan o cómo se administra el patrimonio indígena material que el museo custodia. Por ello, se plantea que estas medidas, aunque han sido acogidas positivamente tanto por personas nativas como por funcionarios del museo de identidad chilena, continúan reproduciendo relaciones que caracterizan a la colonialidad del poder y del saber. Esta crítica, que pretende evidenciar limitaciones para superarlas en el futuro de la gestión patrimonial, coincide con las denuncias al multiculturalismo que lo han señalado como una reactualización del modelo racista de la modernidad (Baudrillard, 2000; Jameson y Žižek, 1998). Así, aunque desde este paradigma se reconoce que en una sociedad coexisten diversas culturas, finalmente se mantiene la subordinación de aquellas diferentes a una dominante (Onghena, 2014). Precisamente porque estas transformaciones en la gestión del patrimonio indígena en el MHN se han dado, hasta la fecha, sin cambios estructurales, manteniendo jerarquías de poder en las tomas de decisiones y exaltando el conocimiento experto, la interculturalidad crítica, la cual se refiere a un tipo de relación intercultural que implica tener presente todas las miradas y todas las personas desde una perspectiva de igualdad de derechos y oportunidades, para desde allí contribuir al cambio en las dinámicas de exclusión (Walsh, 2010), surge como una posibilidad para superar las relaciones coloniales que hasta la actualidad se reproducen en torno a la gestión del patrimonio indígena. Constituiría, pues, un desafío para el MHN y otros museos que apunten hacia su descolonización, utilizar dicha herramienta para visibilizar y replantear las relaciones coloniales de poder históricamente legitimadas en estas instituciones.

Agradecimientos

A los lamngen mapuche entrevistados para esta investigación, al MHN de Chile, a la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID).

Referencias

Alegría, L. (2004). Museos y campo cultural: patrimonio indígena en el Museo de Etnología y Antropología de Chile. Conserva, 8, 57-70.

Ames, M. (1992). Cannibal tours and glass boxes. The anthropology of museums. University of British Columbia Press.

Ayala, P. (2017). Arqueología y pueblos indígenas: los casos aymara, atacameño, mapuche y rapa nui. Boletín de la Sociedad Chilena de Arqueología, 47, 69-92.

Baudrillard, J. (20009. El crimen perfecto. Anagrama.

Bolados, B. (2010). Neoliberalismo multicultural en el Chile democrático: gubernamentalizando la salud atacameña a través de la participación y el etnodesarrollo. San Pedro de Atacama [Tesis doctoral]. Universidad Católica del Norte - Universidad de Tarapacá, Chile.

Boursiquot, F. (2014). Ethnographic museums: from colonial exposition to intercultural dialogue. En I. Chambers, A. De Angelis, C. Ianniciello, M. Orabona & M. Quadraro (coords.), The postcolonial museum: the arts of memory and the pressures of history (pp. 63-71). Ashgate.

Caro Cocotle, B. (2019). We promise to decolonize the museum: a critical view of contemporary museum policies. Afterall. https://www.afterall.org/article/we-promise-to-decolonize-the-museum-a-critical-view-of-contemporary-museum-policies

Castro-Gómez, S. y Grosfoguel, R. (2007). El giro decolonial. Reflexiones para una diversidad epistémica más allá del capitalismo global. Siglo del Hombre Editores; Universidad Central; Instituto de Estudios Sociales Contemporáneos; Pontificia Universidad Javeriana; Instituto Pensar.

Clifford, J. (2007). Itinerarios transculturales. Gedisa.

Correa-Lau, J., Carmona, J., Carmona, G., Castro, V. y Santoro, C. (2019). Entre Pablo Neruda y Rigoberta Menchú. Representaciones del pasado precolombino en museos de Chile. Chungara. Revista de Antropología Chilena, 51(2), 191-200.

Creswell, J. (2007). Qualitative inquiry and research design. Sage Publication.

Cumes, A. (2019). Patriarcado, dominación colonial y epistemologías mayas. MACBA. https://img.macba.cat/public/uploads/20190611/Patriarcado_dominacinin_colonial_y_epistemologn_as_mayas.3.pdf

Curtis, N. G. W. (2006). Universal museums, museum objects and repatriation: the tangled stories of things. Museum Management and Curatorship, 21(2), 117-127. https://doi.org/10.1080/09647770600402102

Davallon, J. (2010). The game of heritagization. En X. Roigé y J. Frigolé (eds.), Constructing cultural and natural heritage. Parks, museums and rural heritage (pp. 39-62). ICRPC.

De la Maza, F., De Cea, M. y Rubilar, G. (2018). Políticas indígenas y construcción del Estado desde lo local. Pehuén y Centro de Estudios Culturales e Indígenas.

Dias, N. (1994). Looking at objects: memory, knowledge in nineteenth-century etnographic displays. En J. Bird, B. Curtis, M. Mash, T. Putnam, G. Robertson & L. Tickner (coords.), Traveller’s tales. Narratives of home and displacement (pp. 164-176). Routledge.

Fabian, J. (2002). Time and the other: how anthropology makes its objects. Columbia University Press.

Galindo, M. (2013). No se puede descolonizar sin despatriarcalizar. Mujeres Creando.

Gathercole, P. (1989). The fetishism od artifacts. En S. M. Pearce (ed.), Museum studies in material culture (pp. 73-81). Leicester University Press, Smithsonian Institution Press.

Gibson, S., y Mallon, S. (2010). Representing community exhibitions at the Museum of New Zealand Te Papa Tongarewa. Tuhinga, 21, 45-58.

Guix Oliver, J. (2008). El análisis de contenidos: ¿qué nos están diciendo? Revista de Calidad Asistencial, 23(1), 26-30. https://doi.org/10.1016/S1134-282X(08)70464-0

Jaimes Betancourt, C., Noack, K. y Rattunde, N. (2020). Global turns, descolonización y museos (tomo 56). Plural Editores.

Jameson, F., y Žižek, S. (1998). Estudios culturales. Reflexiones sobre el multiculturalismo. Paidós.

Kirshenblatt-Gimblett, B. (1998). The ethnographic burlesque. TDR The Drama Review: A Journal of Performance Studies, 42(2), 175-180. https://www.jstor.org/stable/1146706

Kravagna, C. (2008). Las reservas del colonialismo: el mundo en el museo. Transversal texts [Blog]. https://transversal.at/transversal/0708/kravagna/es

Lander, E. (2000). La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas latinoamericanas. Clacso; Unesco.

Lonetree, A. (2012). Decolonizing museums. Representing Native America in national and tribal museums. University of North Carolina Press. http://www.jstor.org/stable/10.5149/9780807837528_lonetree

López Garcés, C. L., Françozo, M., Van Broekhoven, L. y Ka’apor, V. (2017). Conversações desassossegadas: diálogos sobre coleções etnográficas com o povo indígena Ka’apor. Boletim do Museu Paraense Emílio Goeldi. Ciências Humanas, 12(3), 713-734. http://dx.doi.org/10.1590/1981.81222017000300003

Lugones, M. (2008). Colonialidad y género. Tabula Rasa, 9, 73-101. https://www.revistatabularasa.org/numero-9/05lugones.pdf

Mignolo, W. (2005). Museums in the colonial horizon of modernity. En CIMAM Annual Conference. Museums: Intersections in a Global Scene (pp. 66-77). São Paulo.

Ministerio de Desarrollo Social y Familiar. (2023). Encuesta de caracterización socioeconómica nacional (CASEN), 2022. Observatorio Social.

Museo Histórico Nacional (MHN). (2013). Reflexión y Diálogo para un Nuevo Guion. Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos.

Onghena, Y. (2014). Pensar la mezcla. Un relato intercultural. Gedisa.

Peers, L., y Brown, A. (2003). Museums and Source Communities: A Routledge Reader. Routledge.

Piñuel, J. L. (2002). Epistemología, metodología y técnicas del análisis de contenido. Estudios de Sociolingüística, 3(1), 1-42.

Quijano, A. (1992). Colonialidad y modernidad/racionalidad. Perú Indígena, 13(29), 11-20.

Quijano, A. (2000). Colonialidad del poder: eurocentrismo y América Latina. En E. Lander (comp.), La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas latinoamericanas (pp. 1-14). Clacso; Unesco.

Roigé, X., Estrada, F. y Beltrán Costa, O. (1999). Tècniques d’Investigació en Antropologia Social (Text Guia 153). Edicions de la Universitat de Barcelona.

Roigé, X., Van Geert, F. y Arrieta Urtizberea, I. (2019). Estrategias de reinvención de los museos de antropología. Revista del Comité Español de ICOM, 16, 6-15.

Sánchez-Carretero, C. (2012). Hacia una antropología del conflicto aplicada al patrimonio. En B. Santamarina Campos (coord.), Geopolíticas patrimoniales: De culturas, naturalezas e inmaterialidades. Una mirada etnográfica (pp. 195-210). Editorial Germania.

Santamarina, B. (2013). Los mapas geopolíticos de la Unesco: entre la distinción y la diferencia están las asimetrías. El éxito (exótico) del patrimonio inmaterial. Revista de Antropología Social, 22, 263-286.

Shepherd, N. (2016). Introducción: ¿Por qué arqueología? ¿Por qué decolonial? En N. Shepherd, C. Gnecco y A. Haber (coords), Arqueología y decolonialidad (pp. 2-6). Ediciones del Signo.

Simpson, M. (1996). Making representations. Museums in the Post-Colonial Era. Routledge.

Simpson, M. (2009). Museums and restorative justice: heritage, repatriation and cultural education». En Unesco, Museum International. Return of cultural objects: The Athens conference (pp. 219-229). Unesco.

Smith, L. (2006). Uses of heritage. Routledge.

Smith, L. (2011). El ‘espejo patrimonial’, ¿ilusión narcisista o reflexiones múltiples? Antípoda, 12, 39-63.

Smith, L. (2012). Editorial. International Journal of Heritages Studies, 18(6), 533-540.

Tuhiwai-Smith, L. (1999). Descolonizing methodologies. Research and indigenous peoples. Zed Books Ltd.

Van Geert, F. (2020). Del museo colonial al museo intercultural. Aries - Anuario de Antropología Iberoamericana. https://aries.aibr.org/articulo/2019/20/2390/del-museo-colonial-al-museo-intercultural

Van Geert, F. (2021). Muséologie postcoloniale ou muséologie décoloniale? Réflexion sur la porosité des concepts. ICOFOM Study Series, (49-2), 213-227. https://doi.org/10.4000/iss.3918

Van Geert, F., Canals, A. y Gonzáles, Y. (2018). La representación multicultural del indígena en los museos de comunidad latinoamericanos. Boletín Americanista, 2(77), 185-202. https://revistes.ub.edu/index.php/BoletinAmericanista/article/view/28264

Vargas Paillahueque, C. (2019). Los aportes de Claude Joseph sobre el mundo mapuche: cultura material y fotografía del Museo Histórico Nacional. Bajo la Lupa, Subdirección de Investigación, Servicio Nacional del Patrimonio Cultural.

Vázquez, R. (2018). El museo, decolonialidad y el fin de la contemporaneidad. Otros Logos. Revista de Estudios Críticos, (9), 46-61.

Villavicencio, P. (2016, junio 18). La Juventud Mapuche se toma las paredes del Museo Histórico Nacional. El Ciudadano. https://www.elciudadano.com/arte-cultura/la-juventudmapuche-se-toma-la-paredes-del-museo-historico-nacional/06/18/

Walsh, C. (2010). Interculturalidad crítica y educación intercultural. En J. Viaña, L. Tapia y C. Walsh, Construyendo interculturalidad crítica (pp. 75-96). III - CAB.

Wynter, S. (2003). Unsettling the coloniality of being/power/truth/freedom: towards the human, after man, its overrepresentation--an argument. CR: The New Centennial Review, 3(3), 257-337. https://doi.org/10.1353/ncr.2004.0015

Zapata, C. (2019). Crisis del multiculturalismo en América Latina. Conflictividad social y respuestas críticas desde el pensamiento político indígena. CALAS. María Sybilly Merian Center.

Referencias primarias

Alegría, L. (marzo de 2020). Entrevista online grabada. Universidad de Barcelona (España). Registro de la autora.

Machileo, K. (marzo de 2020). Entrevista online grabada. Universidad de Barcelona (España). Registro de la autora.

Mela, J. (marzo de 2020). Entrevista online grabada. Universidad de Barcelona (España). Registro de la autora.

Vargas Paillahueque, C. (marzo de 2020). Entrevista online grabada. Universidad de Barcelona (España). Registro de la autora.

Notas

* Artículo de investigación

Notas de autor

a Autora de correspondencia. Correo electrónico: cami.opazos@gmail.com

Información adicional

Cómo citar: Opazo Sepúlveda, C. (2024). La gestión del patrimonio indígena en los museos y las posibilidades para su descolonización: el caso del Museo Histórico Nacional de Chile. Apuntes, 37. https://doi.org/10.11144/Javeriana.APU37.gpim

Contexto
Descargar
Todas