De una teología de la ciudad a una teología desde la ciudad globalizada*

From a Theology of the City to a Theology from the Globalized City

Vicente Vide Rodríguez

De una teología de la ciudad a una teología desde la ciudad globalizada*

Theologica Xaveriana, vol. 72, 2022

Pontificia Universidad Javeriana

Vicente Vide Rodríguez

Universidad de Deusto, España


Recibido: 16/04/20

Aceptado: 06/08/20

Resumen: El paradigma urbano ya no constituye el desafío central ni prioritario para la reflexión y praxis teológica. No es el reto decisivo ni fundamental, como sí lo fue desde 1960 hasta la emergencia del ciberespacio. Con el auge del fenómeno de la globalización, la delimitación de lo urbano y lo no urbano ha quedado difuminada y relativizada. Las relaciones entre la ciudad de la Modernidad y Posmodernidad y las religiones son mucho más complejas de lo que habían profetizado ciertos teóricos de la secularización que vaticinaban el progresivo declive y desaparición de las religiones en la ciudad secular.

El retorno de lo sagrado en la ciudad postsecular es un hecho atestiguado por la mayoría de los estudios sociológicos, filosóficos, psicológicos y teológicos actuales. Desde que somos ciudadanos de la aldea global, la mayoría de las teologías de la ciudad o desde la ciudad tienden a identificar ciudad con globalización.

La investigación que aquí se presenta ofrece una tipología de las teologías urbanas y evidencia, a partir del análisis de las bases de datos de las fuentes bibliográficas en las publicaciones de mayor impacto científico, cómo las mismas teologías de la ciudad reconocen –en sus conclusiones– que no es la ciudad sino son la secularización y el pluralismo sociocultural, propiciados por el desarrollo urbano, los lugares prioritarios en el quehacer teológico.

Así las cosas, en este artículo se propone avanzar hacia una teología desde la ciudad globalizada, asumiendo las oportunidades del ciberespacio universal y evitando los riesgos de una globalización homogeneizadora.

Palabras clave:Globalización, teología urbana, secularización, teología fundamental, imaginarios urbanos, era digital.

Abstract: The urban paradigm no longer constitutes the central or priority challenge for theological reflection and practice. It is not the decisive or fundamental challenge, as it was from 1960 until the emergence of cyberspace. With the rise of the phenomenon of globalization, the delimitation of the urban and non-urban has been blurred and relativized. The relations between the city of Modernity and Postmodernity and religions are much more complex than some secularization theorists had prophesied, who predicted the progressive decline and disappearance of religions in the secular city.

The return of the sacred in the post-secular city is a fact attested to by most of today’s sociological, philosophical, psychological and theological studies. Since we are citizens of the global village, most theologies of the city or from the city, tend to identify city with globalization.

The research presented here offers a typology of urban theologies and shows, from the analysis of the databases of the bibliographical sources in the publications of greater scientific impact, how the same theologies of the city recognize in their conclusions that it is not the city, but secularization and socio-cultural pluralism—propitiated by urban development—the priority places in theological work.

This article proposes to advance towards a theology from the globalized city, assuming the opportunities of the universal cyberspace and avoiding the risks of a homogenizing globalization.

Keywords: Globalization, Urban Theology, Secularization, Fundamental Theology, Urban Imaginaries, Digital Age.

Introducción

La urbanización sigue siendo una de las fuerzas más poderosas de transformación. Así lo recoge el informe del World Cities Report 2016 , publicado y promovido por las Naciones Unidas en el programa de la Conferencia Habitat II. En las 600 ciudades más grandes del mundo vive actualmente una quinta parte de la población mundial, que representa el 60 % del PIB total. Este informe evidencia, al tiempo, el problema de la sostenibilidad de los modelos urbanos actuales.

En cuanto al hecho religioso, por una parte, el desarrollo urbano ha ido unido a la progresiva secularización, con la consiguiente pérdida del monopolio cosmovisional de las religiones tradicionales, cuyo halo de fascinación era más patente en contextos rurales y naturales. Por otra, la urbanización ha llevado al desencanto del desencanto (E. Gellner frente al desencantamiento del mundo de M. Weber) y a una reconfiguración del cristianismo en el marco del pluralismo sociocultural urbano.

Con la emergencia del ciberespacio, no vivimos ya en el campo ni en la ciudad, sino en la “aldea global” 1 . Los límites de lo urbano y de lo rural han quedado desdibujados. En la era digital se trasciende la territorialidad en aras del espacio virtual. Las distancias físicas y las fronteras son difíciles de establecer. Las características propias de las ciudades se van perdiendo. El paradigma de lo urbano va siendo subsumido por el de la globalización. En el presente estudio se propone la necesidad de pasar de una teología de la ciudad a una teología desde la ciudad globalizada.

Teología y ciudad secular: una tipología de teologías de la ciudad

La teología de la ciudad, o mejor aún, las teologías de la ciudad, ponen de relieve la importancia de hacer una lectura teológica de la realidad urbana, que ciertamente modela, estructura y conforma a los hombres y mujeres de nuestro tiempo, más aún, en un mundo caracterizado por ser una aldea global. Entre las primeras aproximaciones teológicas del siglo XX a la teología de la ciudad cabe destacar las de tres autores: H. Cox; J. Ellul y J. Comblin 2 . La obra de H. Cox sigue siendo un referente, aunque el mismo autor ha ido matizando su posición con el paso del tiempo 3 . Las tesis centrales siguen siendo actuales, ya que la secularidad ha tenido un efecto positivo en la purificación de las instituciones eclesiales y en la reconfiguración del cristianismo. J. Ellul era –según Tijmes–, pesimista sociológico y esperanzado en sentido bíblico. Tras la crítica de Ellul al nuevo urbanismo por motivos tecnológicos, se descubre también una crítica por motivos teológicos que sigue siendo válida en lo esencial para nuestros días 4 .

Por su parte, J. Comblin, católico belga convertido en teólogo latinoamericano, fundamentaba una esperanza realista en su obra, como señala Choi 5 . Desde 1968, la ciudad entra explícitamente como una cuestión de reflexión teológica, aunque hasta el pontificado de Francisco –en la teología católica– son más bien pocos los estudios sistemáticos realizados y publicados.

Tim Gorringe señalaba, en 2002, la dialéctica de la ciudad y la ambivalencia de la tradición cristiana en relación con la ciudad 6 . Por una parte, la ciudad es un lugar de civitas y cultura. Es el paradigma del hogar humano, donde el espacio se convierte en lugar existencialmente significativo 7 . La ciudad de Jerusalén es el lugar donde la humanidad será finalmente redimida y encontrará paz 8 . Por otra parte, la ciudad es símbolo también de los focos de violencia y arrogancia humana. La ciudad es, a la vez, arquetipo de Babilonia y de Jerusalén.

C. Baker clasifica las teologías de la ciudad en dos tipos: arborescentes y rizomáticas 9 . La teología urbana arborescente tiende a relacionarse más con una percepción secularizada de la esfera pública y urbana, mientras que la rizomática tiende a asociarse con una comprensión más postsecular de la esfera pública y urbana. La metáfora del rizoma la toma de la filosofía de G. Deleuze y F. Guattari 10 . En contraste con la jerarquía mediada del árbol (con el tronco mediando información y significado entre la raíz y las ramas), un rizoma “no tiene principio ni fin; siempre está en el medio, entre las cosas, entre los seres, entre los intervinientes” 11 .

Este tipo de teologías se encuentran en autores como M. Northcott, o en el informe conjunto de la Iglesia de Inglaterra y la Iglesia Metodista Faithful Cities (2006). En las teologías urbanas arborescentes se tiende a la asimilación de los sistemas urbanos, gubernamentales y oficiales. Las teologías urbanas rizomáticas emergen en grietas y hendiduras, más allá del ámbito de las iglesias institucionales y de las teologías oficiales. Tienden a situarse en ámbitos periféricos o liminales de las ciudades. Tienden a la resistencia ante los elementos inhumanos del sistema dominante. Ofrecen una espiritualidad urbana, cultivando actitudes evangélicas, en colaboración muchas veces con propuestas de humanismos laicos.

C. Baker señala tres temas como centrales en las teologías urbanas rizomáticas: espacios de acercamiento postseculares para los excluidos urbanos, primacía de lo visual y simbólico (cultura de la imagen) y lo performativo como hermenéutica teológica, y la sostenibilidad ambiental y las formas más justas de capitalismo e igualdad social.

Una síntesis creativa y sostenible de ambos tipos de teología urbana, arborescente y rizomática sería el ideal, según C. Baker. Propone como ejemplo de ello el modelo de ética social urbana práctica carismática-evangélica de A. Wier 12 . Baker concluye reconociendo:

…en la actualidad, la teología urbana en su modalidad predominantemente rizomática generalmente come bien, es decir, disfruta de su compromiso embriagador e innovador con disciplinas, prácticas materiales y epistemologías fuera de la Iglesia institucional y la tradición teológica. Pero la presión y las demandas sobre las comunidades eclesiásticas urbanas serán más inmensas e intensas a medida que la dinámica más amplia del cambio y la desigualdad se cobra su cuota humana y medioambiental. Entonces, y solo entonces, sabremos si la resistencia y la creatividad de la rizomática es sostenible en sus propios términos. 13

En el contexto anglosajón cabe destacar tres estudios introductorios a la teología en la ciudad: uno, el de Jim Perkinson; otro, el de Andrew Davey; y el tercero, el de Philip Sheldrake 14 .

J. Perkinson considera que la teología en el contexto poscolonial del capitalismo global es necesariamente teología urbana: la ciudad refleja la esencia del ser humano, que se caracteriza por ser una realidad paradójica. Dios habla desde la paradoja del ser humano y desde los conflictos de las ciudades y de la historia humana; pero la ciudad es también un centro de esperanza. En los suburbios se descubren artes de supervivencia, ya que surgen gestos proféticos de humanidad, como pueden ser el humor, el sentido del parentesco, la disposición para compartir recursos exiguos o la capacidad de celebrar la vida cotidiana.

Por su parte, A. Davey presenta en su obra los diversos desafíos que debe afrontar la Iglesia Anglicana y, en general, las comunidades cristianas, en un mundo en proceso de urbanización y globalización. Este autor propone una práctica teológica urbana asociada a la teología de la liberación.

P. Sheldrake señala cómo muchas virtudes cristianas contribuyen a la educación y vivencia de virtudes cívicas, que favorecen la convivencia urbana 15 .

En la América del Norte de habla francesa nos encontramos con una obra colectiva monográfica que aborda la función de los templos cristianos, el papel de las iglesias en favor de la convivencia ciudadana o la crítica desde los grupos cristianos de base del capitalismo neoliberal 16 . En el contexto italiano, habría que señalar diversas perspectivas sobre la presencia de Dios en la ciudad, especialmente la de G. Lazzati 17 , la de A. Bondolfi y M. Mariani 18 y la de V. Lombino y A. Rotondo 19 . Para A. Mastantuono 20 sigue sin abordarse la crisis de la identidad parroquial actual. Por ello este autor propone seguir el paradigma de la parroquia líquida 21 . No se trata de liquidar la parroquia, sino de caminar hacia una parroquia líquida, en la línea de las citykirchen 22 .

En el estudio coordinado por D. Tomuseni 23 se reconoce que no hay mucha bibliografía teológica sobre las ciudades africanas. La ausencia de tradiciones urbanas en África, en el siglo XIX, llevó a gran parte de la Iglesia a ver las ciudades como lugares hostiles a la fe y a la religiosidad. Sin embargo, la fe cristiana ha influido en muchas de las dinámicas del crecimiento urbano africano y el desarrollo urbano ha influido en las formas de vivir la fe.

Ejemplos de este recíproco influjo pueden verse en las obras de A. Shorter y en la de I. Swart y S. De Beers, centrados en Sudáfrica: “…la ciudad transforma las identidades étnicas y les da un nuevo alcance y nuevas áreas de aplicación” 24 . Shorter reconoce que el principal desafío no es tanto la ciudad, que en cuanto el modelo de ciudad europea occidental “lleva los valores de las culturas occidentales que controlan la modernización, que termina siendo un instrumento de dominación occidental” 25 , aunque este autor también reconoce que son una base para el diálogo y el intercambio entre diferentes culturas étnicas.

Una de las áreas geográficas donde más se han desarrollado teologías urbanas ha sido la América Latina. V. Azcuy toma como punto de partida el Documento de Aparecida, en el que se dice que las grandes ciudades son laboratorios de la cultura contemporánea, compleja y plural 26 . La autora cita a J. Comblin para expresar la necesidad de una adecuación por parte de la Iglesia a su articulación con el contexto urbano 27 , y presenta una buena síntesis del Urban Theology Group (1990-1995, Faith in the City; God in the City) 28 .

Por su parte, C. Vélez, desde Colombia, indica algunas pistas de acción pastoral para una teología urbana. Desde el misterio de la encarnación –señala esta autora–, todo lo humano tiene capacidad de transparentar lo divino. También está de acuerdo en el redescubrimiento de lo sagrado en las ciudades y en el acceso a la trascendencia desde el valor de la salud, del cuerpo, de los ritos, de la música o de la danza 29 .

Junto a ella, Á. M. Sierra, C. J. Rozo, A. Rodríguez, A. Camargo y S. Becerra publicaron un texto en el cual presentan, en la misma línea que V. Azcuy, una espiritualidad de la samaritaneidad, que consiste en tener los ojos abiertos, cultivar la memoria, especialmente de las víctimas y promover un oikos-oikia, una posada permanente en las ciudades actuales 30 .

También desde Colombia, F. Niño Súa 31 analiza muy bien las dificultades para una pastoral urbana. Así mismo señala itinerarios para superar modelos eclesiológicos, medievales, rurales y parroquialistas aún subyacentes en no pocas propuestas de teología pastoral.

Desde Brasil, concretamente desde Sao Paulo, J. D. Passos ofrece una lectura teológica de la sociedad actual, distinguiendo entre los proyectos humanos y el plan de salvación de Dios:

…la teología de la ciudad puede ser comprendida de varias formas: como oposición entre la ciudad de Dios y la ciudad humana, como juicio moral sobre los males de la ciudad, como adaptación de la fe a la cultura urbana, como construcción estética del espacio urbano, como praxis de justicia para la mediación política, etc. 32

Según este autor, la teología de la ciudad expone la tensión entre el ser y el deber ser de sus configuraciones socioespaciales, en la medida en que la fe cristiana representa un principio hermenéutico, cuya reserva escatológica intrínseca le lleva a construir horizontes de justicia y ordenamientos normativos y legales 33 . Aunque Passos habla de teología de la ciudad, en realidad se mueve en el marco de una teología práctica para la ciudad: “…pensar en la vida urbana es pensar en el mundo de hoy” 34 .

Desde Argentina, una teología espiritual práctica se encuentra en I. Pérez del Viso 35 .

No obstante, sin duda, dos de los autores de referencia fundamental en la articulación de una teología y una pastoral urbanas son B. Bravo y C. M. Galli. B. Bravo –de la Universidad Pontificia de México– destaca los símbolos y los espacios urbanos, en sus valiosas aportaciones, realizadas desde sus estudios sobre los imaginarios 36 . Tiene una amplia bibliografía sobre el espacio de la pastoral urbana, fruto de su tesis doctoral, de sus investigaciones y de sus publicaciones y de numerosas intervenciones en congresos sobre estos temas. Este autor sostiene la urgencia de reconfigurar las prácticas pastorales tradicionales de la Iglesia Católica que poco están sirviendo a una pastoral urbana. Para ello propone recuperar los símbolos como modo para revitalizar la cultura y la vida cristiana. Resultan significativos y relevantes sus estudios sobre “Dios habita en la ciudad” 37 y sobre los imaginarios urbanos 38 .

Por su parte, C. M. Galli, a partir del contexto urbano de Buenos Aires plantea pasar de una teología y de una pastoral del refugio en el arca de Noé a una pastoral audaz como la de la barca de Pedro, en medio de las tempestades y con la mirada puesta en Jesús de Nazaret, y descubrir la presencia de Dios en los llamados No-lugares 39 .

Al reconocer las aportaciones y contribuciones valiosas de las teologías de la ciudad o de las teologías urbanas hay que señalar también las limitaciones propias de las teologías del genitivo, en general, es decir, que no queda claro en la mayoría de los casos si se trata de un genitivo objetivo o subjetivo. ¿Se trata de hacer una lectura o interpretación desde la cristología o desde la antropología cristiana del fenómeno urbano actual? ¿Se trata de descubrir la presencia del Dios de Jesucristo en los espacios y tiempos de las grandes metrópolis? ¿O se trata de ofrecer una espiritualidad para vivir según el Evangelio en las condiciones socioculturales actuales marcadas por el urbanismo, la mentalidad científica, la secularización y la globalización? Por ello, A. Harvey propone pasar de una teología de la ciudad a una teología desde la ciudad.

Teología desde la ciudad

Decía A. Harvey que la teología urbana genuina debería surgir de la situación misma en lugar de ser el producto de un análisis académico sofisticado 40 . En la misma línea se encuentra la propuesta de J. J. Vincent, titulada ya explícitamente Teología desde la ciudad 41 . Una variante del paradigma de la teología desde la ciudad es la teología en la ciudad, que debe ser, una crítica de los excesos urbanísticos y, a la vez, un anticipo de la Jerusalén celeste 42 .

En el contexto asiático se han realizado diversos estudios sobre la influencia urbana de las teologías reformadas, sobre todo, calvinista y presbiteriana, especialmente en China y Taiwan 43 . En esta misma línea se inscriben las teologías contextuales de la ciudad. T. Gorringe 44 reflexiona teológicamente sobre el entorno construido. Su obra concluye con dos capítulos sobre la crisis medioambiental, sugiriendo la dirección que la Iglesia debería seguir en el futuro. Por su parte, J. Garnett y A. Harris exploran el papel de la fe y las prácticas religiosas como estrategias para comprender y negociar la experiencia migratoria 45 .

Desde la perspectiva de una teología contextual constructiva, el equipo de investigación, cooordinado por K. Tanner se dedicó a pensar teológicamente sobre las cuestiones cruciales que afectan a la gente a diario en los entornos urbanos 46 . Se trata de una teología contextual espacial, de una hermenéutica de la sospecha del espacio para descubrir dinámicas de poder y prejuicios culturales subyacentes. Se trata también de elaborar estrategias de resistencia y modelos alternativos de convivencia urbana.

En el contexto de Sudáfrica, V. Vellem ha estudiado las aportaciones de una teología a la integración y reconciliación urbana después del apartheid así como la influencia de esta situación en la forma de hacer teología 47 . En Estados Unidos, T. Keller, pastor de la Iglesia Prebiteriana del Redentor, en Nueva York, se muestra crítico con las teologías clásicas no contextuales y propone una teología desde la ciudad, como correctivo a las injusticias sociales del éxodo evangélico de la ciudad después de la segunda Guerra Mundial 48 . También E. Hankela reivindica una teología de la comunidad cristiana como centro de una praxis liberacionista de la ciudad 49 .

En la línea de la teología pública se encuentran diversos estudios empíricos sobre la influencia de la religión en la definición de las identidades urbanas, como ha sucedido en Rustenbenburg/Phokeng (Sudáfrica) 50 . Dirigido a los profesionales cristianos de la planificación urbana, a los activistas y a los educadores,

E. Stoddart plantea desde Edimburgo un ejercicio de teología práctica litúrgica pública 51 . En relación con la calidad de los espacios urbanos, S. Bergmann aborda la cuestión de la ubicación de la teología urbana, especialmente en ambientes de lo que él llama “amnesia urbana” 52 .

T. Gorringe, argumenta cómo una teología pública que surja de un contexto urbano debe tomar en serio los lugares de trabajo, centros comerciales, edificios municipales, etc 53 .

Desde una perspectiva de teología espiritual, J. P. Falcone propone una visión de la ciudad que integra tiempos y espacios sagrados, así como el arte de la comunidad, la reconciliación, la hospitalidad y las virtudes urbanas 54 .

Desde una perspectiva teológica ecofeminista nos encontramos con un estudio realizado en Gauteng (Sudáfrica), en 2014, en el que hallamos más preguntas que respuestas sobre cómo este tipo de teología puede contribuir a una visión crítica pero creativa en relación con el crecimiento urbano 55 . En este mismo ámbito aparecen conexiones con la teología del espacio público . la teología del Tercer Espacio. Así, C. Baker plantea aportaciones teológicas para la sostenibilidad del medio urbano 56 y analiza ejemplos de metodologías del Tercer Espacio en la línea de Soja, basándose en estudios de casos de Europa y los Estados Unidos.

En el ámbito de las teologías de otras religiones, también encontramos planteamientos y formulaciones de teología de la ciudad y desde la ciudad. Una teología judía de la ciudad, bien articulada y desarrollada, es la de J. Jacobs 57 .

El Islam ha sido estudiado por diversos autores desde la perspectiva de una religión eminentemente urbana que favorece la vida en comunidad. Así, R. Saoud ha mostrado cómo y por qué las enseñanzas y la forma de vida del Islam se practican mejor en un entorno urbano 58 .

Más que una teología hindú de la ciudad, se han llevado a cabo diversas investigaciones con trabajos de campo en India, para evidenciar cómo las teologías hindúes influyen en las topologías urbanas, entre otras, la de D. Moodie, en Calcuta 59 .

En la mayoría de los estudios analizados se observa una tendencia a identificar o, al menos, a no distinguir entre contexto y cultura contemporánea; pero entonces, ¿no sería mejor hablar de una teología de la cultura contemporánea que se caracteriza precisamente por la secularización y el pluralismo, entre otros rasgos? ¿No sería mejor hablar de una teología en y para la aldea global? Si, como dice V. Azcuy, “plantear una teología de la ciudad, en el actual contexto de globalización, implicaría abordar los inmensos desafíos de una problemática a la vez compleja y urgente” 60 ¿no sería mejor hablar directamente de una teología de la globalización o de una teología en la aldea global?

Es significativo el título de la obra de A. Davey, Cristianismo urbano y globalización 61 . ¿Por qué no habla entonces explícitamente de globalización? En la era secular y global y en el continente digital en que habitamos en el siglo XXI, la ciudad ya no es un territorio físico, una metrópoli, una megápolis o como lo defina el sociólogo de turno. Estamos –nunca mejor dicho– en la “aldea global”; y el desafío para el cristianismo no es hoy vivir en ciudades, sino el fenómeno de la secularización, con el consiguiente pluralismo de ofertas de sentido y el inmanentismo como forma de vida 62 , cerrada a una apertura a la trascendencia religiosa. Y estos factores se dan, en el siglo XXI, prácticamente por igual, en el campo y en la ciudad.

En la era digital y en el espacio cibernético en el que habitamos, el territorio incide ya muy poco en el ámbito religioso. Con internet, somos ciudadanos del mundo. Además, al menos en los países europeos, los que no habitan en las grandes ciudades cada vez tendrán más dificultades y menos medios para vivir y cultivar la fe cristiana 63 .

Cuando A. Davey sostiene, por tanto, que toda teología debe ser urbana porque se desarrolla en las universidades y seminarios ubicados en ciudades 64 , olvida que hoy en día la cultura no está situada en las ciudades, sino más bien en la nube (cloud), es decir, en el espacio virtual y global, en el entramado de las redes de las tecnologías de la información y de la comunicación, que trascienden las fronteras de lo urbano y de lo no urbano. Llama la atención que Davey siga hablando de teología urbana cuando él mismo reconoce que la teología tendrá que ser global y local:

Una teología urbana tendrá un pie en lo global y otro en lo local, pues nacerá de la reflexión y la experiencia de la gente en situaciones reales y concretas, y del análisis de todas las fuerzas que configuran su comunidad. 65

En la misma línea, V. Azcuy sostiene la necesidad de “explotar al máximo la articulación de lo local y lo global” 66 . ¿No sería más coherente hablar de teología desde la ciudad local globalizada? Sin embargo, estos autores siguen hablando de pastoral urbana y de teología urbana, aunque sea añadiéndole el adjetivo “local” y en diálogo con las ciencias sociales. V. Azcuy recoge también, en su estudio, las aportaciones del grupo de autores estadounidenses que han elaborado una teología urbana desde una preocupación por el ministerio pastoral en este tipo de entornos, entre los cuales destaca la obra de H. M. Conn y M. Ortiz publicada en 2001 67 .

Las mismas observaciones críticas, referidas a la obra de Davey, podrían hacerse a esta teología urbana. En cuanto a la teología constructiva del grupo evangélico, en la línea de K. Tanner 68 , como reconoce V. Azcuy, constituye una valiosa aportación teológica creativa, en el ámbito de una teología contextual, para trazar un puente entre la academia y la vida de quienes habitan en las ciudades.

Sin embargo, una vez más, habría que señalar que hoy en día se trata más bien de trazar un puente entre los habitantes de la aldea global, que viven inmersos en un contexto pluralista e inmanentista y las formulaciones de la fe cristiana, la mayoría de ellas propias de un contexto, ya no solo no urbano, sino con pretensiones de verdad única y universal y propio de un universo trascendente y sobrenatural.

Además, no existe un “sujeto urbano colectivo”, como supone A. Davey, sino múltiples sujetos globales interculturalmente conectados. Por ello es preciso reconfigurar la tarea teológica desde este tipo de sujeto humano y pasar, por tanto, de una teología de la ciudad, no a una teología desde la ciudad sino a una teología desde la ciudad globalizada.

Teología en la aldea global

La globalización es un término polisémico y controvertido 69 . M. Castells explica, sobre la globalización:

Se originó en la coincidencia histórica hacia fines de los años sesenta y mediados de los setenta, de tres procesos independientes: la revolución de la tecnología de la información; la crisis económica tanto del capitalismo como del estatismo y sus reestructuraciones subsiguientes, y el florecimiento de movimientos sociales y culturales como el antiautoritarismo, la defensa de los derechos humanos, el feminismo y el ecologismo. 70

El término puede expresar lo que J.C. Scannone llama “acción a distancia, pues la acción e interacción en el espacio (económica, social, cultural, política) ya no es meramente local, sino mundial” 71 . Toda interacción local es, a la vez, espacialmente mundial, y temporalmente instantánea. Puede significar una visión idílica y optimista de la unificación del mundo, como si este fuese un solo lugar en que el todos somos ciudadanos en igualdad de condiciones, en la línea de la popularizada imagen del mundo como “aldea global” 72 ; pero también expresa, a la vez, una homogeneización de las relaciones económicas y políticas en el marco de un omnipotente sistema económico mundial, a modo de turbo-capitalismo y una ideología del pensamiento único 73 .

Así lo expresa L.A. Escalante: “…el dominio del factor utilitarista sobre los sistemas de producción e intercambio económico en el seno de sociedades mercantiles y tecnificadas” 74 . Designa la poderocracia mundial de unos pocos con la consiguiente globalización de la exclusión y, a la vez, la potencial extensión universal de los derechos humanos. Comporta el acceso de todos a las culturas de todos, pluralismo, mestizaje e hibridación y, a la vez, neocolonización homogeneizadora.

Según P. Beyer se da, al mismo tiempo, una relativización y una revitalización de la religión 75 . Esto facilita la integración, pero también lleva como reacción a la resistencia frente al sistema universal. Aquí entran en juego, según P. Beker, O. Leirvik y S. Stålsett, las religiones y la teología cristiana. El cristianismo favorece la globalatinización (universal), pero también la crítica de una global homogeneización de todas las culturas e identidades locales (concreto).

En ese sentido, S. Stålsett y L. A. Escalante plantean una teología en tiempos de globalización desde una teología de la liberación como praxis comunitaria que “representa una respuesta adecuada y eficaz a la globalización. Porque responde a la exclusión con una lógica de inclusión. Va desde la opción por los pobres a un mundo donde quepan todos y todas” 76 . Por su parte, L. A. Escalante considera que “no pueden estar fuera del pensar teológico las implicaciones evidentes y secretas de la crisis ética, alimentaria, social, financiera, ambiental y energética que hoy azotan a la sociedad global” 77 . Propone una teología fundamental en tiempos de aporías globales, desde la teología de la acción comunicativa de Peukert, que “tenga en cuenta una mirada crítica y sugerente de la sociedad contemporánea, de la cual forma parte todo creyente y, por lo tanto, todo teólogo” 78 .

En la misma línea de teología de la liberación, J. C. Scannone propone una globalización de la solidaridad desde el desarrollo autónomo y propio de lo local, abierto a lo universal 79 .

Una aproximación crítica sugerente y holística a la globalización –que evidencia su sustrato religioso e inhumano– se encuentra en la reflexión de C. E. Román Hernández. Él aporta una de las claves para trascender el paradigma de la ciudad hacia el paradigma de lo global: “No es el único modo de habitar, por cierto, pero sí es el principal modo rector para el conjunto de la sociedad planetaria” 80 En la dimensión crítica de la religión hacia la globalización cita los diez mandamientos de la teología neoliberal de A. J. Aguiló, y señala como una de las tareas teológicas, la construcción de propuestas alternativas a la globalización de la exclusión.

Esta misma tarea ya aparecía en los textos de A. da Silva Moreira 81 “Globalización: retos a la teología de la liberación” y de N. Míguez 82 , entre otros autores. Desde otro planteamiento teológico, M. V. Macelaru presenta una teología cristiana como alternativa profética en la era de la globalización 83 . Ya en 1999 W. T. Cavanaugh planteaba esta misma estrategia desde una geografía de la eucaristía como resistencia a la globalización 84 .

En la reconfiguración de la teología práctica destaca la obra de C. Ott y H. A. Netland sobre las creencias y prácticas rituales cristianas en la era digital y global 85 .

En cuanto a los temas de teología fundamental, además de las teologías de la acción comunicativa y de la liberación, ya reseñadas, se han abordado cuestiones centrales como son el diálogo entre la fe y la razón, objeto de análisis por parte de C. Mendoza Álvarez 86 en su estudio sobre la fe y la razón en contexto de globalización, aunque aparece poco este término y, más bien parece abordar este diálogo en el contexto de la posmodernidad filosófica; las religiones y la revelación cristiana en el marco de la era global se tratan en los estudios de I. Strenski y J. Kurth 87 .

El pluralismo religioso dentro de este mismo escenario global se plantea ampliamente en la obra de J. H. Fletcher 88 y, con aplicaciones a la diversidad religiosa en Colombia, se presenta en la obra compilada por A. M. Bidegain Greising y J. D. Demera Vargas 89 .

Con aplicación a la diversidad religiosa en Japón, contamos con la teología de Japón de K. Kasai 90 . A las nuevas religiones dedicaron un estudio detallado en este contexto de globalización A. Geertz y M. Warburg 91 y a la producción religiosa del espacio, Sudhir H. Kale 92 y E. McAlister 93 . El tema, ya clásico en teología fundamental, de los loci theologici también ha sido tratado con atención y profundidad por D. F. Pilario 94 . Por supuesto, el tema de la interculturalidad ha sido estudiado por numerosos autores, aunque no son tantos quienes lo han puesto en relación de manera explícita la teología intercultural y la globalización, como sí lo han hecho J. George 95 y G. de França Miranda 96 .

Este es, sin duda, uno de los temas y desafíos fundamentales para la teología y, en general, para la espiritualidad cristiana. Habitemos o no en ciudades, vivimos en la multiculturalidad. Multiculturalidad es la coexistencia yuxtapuesta, sin relación ni influencia mutua entre las culturas, desde el respeto y la tolerancia de unas a otras. En cambio, la interculturalidad supone apertura, intercambio, cooperación explícita y aceptación del cambio y del riesgo 97 . Otros autores, como M. T, Aguado 98 , añaden el término de pluriculturalidad, cuando la multiculturalidad se aplica a situaciones particulares y W. Welsch prefiere hablar de transculturalidad 99 .

Según G. E. Andrade, “a partir del proceso de globalización, las religiones emprenderán un desanclaje, trascendiendo su inmediatez geográfica y étnica debido a que corren el riesgo de ser absorbidas por otras religiones en expansión” 100 . Aquí se sitúa una tarea de máxima importancia para la teología, la de unir lo universal y lo concreto, la ciudadanía mundial y la vecindad local.

Hacia una teología desde la ciudad globalizada

Los flujos migratorios, los intercambios comerciales y laborales, el tráfico turístico y las autopistas de la información de la comunicación hacen que los ciudadanos tengan, cada vez más, una conciencia planetaria, sobre cuyo fondo se recorta la conciencia de la propia identidad cultural. Vamos hacia sociedades cada vez más multiculturales y multiétnicas 101 , en las que lo remoto digital aproxima a los ciudadanos y a la vez los aleja de la proximidad no digital. Cada vez hay más ciudadanos que conocen más y mejor las avenidas de internet que sus propias calles. Cada vez hay más ciudadanos que conocen más y mejor a sus amigos internautas que a sus propios vecinos.

En la ciudad globalizada mejoran las telecomunicaciones y la movilidad personal, aumenta la diversificación de espacios para trabajar, residir y disfrutar del ocio. Cambia el concepto de espacio, que ya no está vinculado a lo local, sino a la ubicuidad universal. Cambia también el concepto de tiempo. Este se transforma y acelera. Domina lo instantáneo e inmediato, con el consiguiente estrés vital para la ciudadanía. Los ciclos vitales de la ciudad globalizada son diversos.

Están fragmentados por estilos de vida, con la supremacía de la juventud y el alargamiento del envejecimiento, el reconocimiento global de los derechos de todas las personas y la proliferación de múltiples formas de estructura familiar y social, casi igualmente presentes en una ciudad que en otra. Si no están en la ciudad donde uno reside, las tiene a su alcance en el ciberespacio. Se sobreexplotan espacios y recursos y aumenta la contaminación ambiental y el cambio climático con la consiguiente degradación medioambiental que incide negativamente en la convivencia y salud ciudadana. Se importan y exportan las pandemias y las terapias.

Tales rasgos de la ciudad globalizada o de la globalización urbana o de la aldea global constituyen hoy el paradigma central de la reflexión teológica. Esta teología desde la ciudad globalizada cambia el horizonte de una teología de la ciudad o desde la ciudad. Seguidamente se señala un esbozo para el desarrollo de esta forma de hacer teología.

El misterio trinitario se expone desde el servicio a la convivencia ciudadana. Se presenta al Dios cristiano, no como un Dios solitario, sino como un Dios solidario. Caminamos hacia una ciudad común desde la ciudad propia de cada uno. En este sentido, J. Habermas sostiene que las tradiciones y símbolos cristianos cumplen hoy tres funciones en la ciudad globalizada: expresiva, socializadora y denuncia crítica 102 . Cumplen una función expresiva y simbólica al abrirnos a un sentido trascendente, en relación con las cuestiones que escapan del control de la ciencia (el mal, el dolor, el fracaso moral, la justicia de las víctimas y la esperanza de que el asesino no tenga la última palabra, como decía Max Horkheimer).

Los símbolos y tradiciones cristianas socializan porque convocan y reúnen a familias y grupos urbanos a través de valores y rituales compartidos. Y son denuncia crítica porque –según J. B. Metz– el cristianismo es memoria subversiva de quienes viven en las periferias de las ciudades y de quienes son víctimas de los sistemas de globalización homogeneizadora.

La teología se reconfigura como policéntrica y cosmopolita. La reflexión teológica desde la ciudad globalizada ha transformado la forma de hacer teología de las teologías contextuales. Estas experimentan profundas transformaciones que van de la localización a la desterritorialización, de la monocultura a la hibridación y de la comunidad a la pertenencia múltiple 103 .

En esta línea, W. Storrar 104 propone una perspectiva policéntrica que entroncaría con una teología de las periferias y “en salida”. En el mismo paradigma se mueve la teología cosmopolita de N. Kang 105 . Así lo ha visto y desarrollado R. J. Schreiter 106 . En el ámbito de la cristología encontramos una articulación del seguimiento de Jesús en la ciudad globalizada en el trabajo de R. Love 107 . Así lo expresa J. Duque:

La globalización actual hace ineludible este enfoque y ese es precisamente su gran valor: ya no puede pensarse la humanidad sin comprender cómo la particularidad de cada sujeto posee referencias universales que permitan pensar a la humanidad precisamente como una y, al mismo tiempo, sus referencias como referencias aplicables a todos, incondicionalmente y a la vez particularmente. 108

El hecho de ser ciudadano y ciudadana del mundo configura la forma de hacer antropología teológica. No puede separarse el hecho de vivir en una determinada ciudad de la dimensión de la era global y digital que estructura hoy en día las vivencias antropológicas fundamentales:

Si la red cambia nuestro modo de vivir y de pensar, ¿no cambiará también nuestro modo de pensar y vivir la fe? [...] uno de los mayores desafíos para los que no son nativos digitales es dejar de ver la red como una realidad paralela, separada de la vida de todos los días, y acostumbrarse a ver en ella un espacio antropológico entretejido por la raíz con otros espacios de la vida. 109

La red no es instrumento, sino un ámbito en el que vivimos, nos movemos y existimos. Las tecnologías de la información y de la comunicación (tics) forman parte esencial de la ciudadanía global. El teléfono móvil o celular, o aparatos similares, como iPad, tablets, iPhone, smartphones, Android, ya no son puertas de salida de la realidad, sino “prótesis”, extensiones tan básicas para nuestras vivencias antropológicas como lo son las manos o los pies o los sentidos corporales.

La red es un espacio antropológico indisociable de la vida en ciudad. Las necesidades psicofísicas y las relaciones sociculturales de la convivencia ciudadana se fusionan con los instrumentos y aplicaciones tecnológicas de la información y de la comunicación. Si Tertuliano decía caro salutis est cardo, hoy deberíamos asumir que la globalización tecnológica o la tecnología global en la que están inmersas las personas que viven en los entornos urbanos constituyen el quicio de la salvación cristiana.

No nos dan la salvación, pero sin sus mediaciones no hay acceso a las vivencias antropológicas fundamentales en las que se manifiesta la salvación del Dios de Jesucristo. Las dualidades cuerpo-alma, natural-artificial, presencial-virtual, material-espiritual deben ser reconfiguradas desde categorías cibernéticas, como pueden ser las de software- hardware. Además, el ciberespacio no tiene por qué verse como negativo o como un entorno inmanentista, ya que es verdad que puede propiciar una autosuficiencia absolutizadora, pero también puede comportar una apertura a la trascendencia, a lo infinito o a lo divino.

La ciudad globalizada comporta un cambio en el modo de comunicar la fe. Para que su anuncio sea significativo es preciso pasar de un modelo unidireccional de transmisión de instrucciones doctrinales a un modelo interactivo globalmente interconectado. El tiempo se concentra en el presente, el espacio se concibe desde la sensación de ubicuidad navegando por la red. La noción de verdad se relativiza, al otorgarse a todas las opiniones el mismo valor. Los relatos se ven como una sucesión de links, la imagen y el sonido se privilegian frente al texto conceptual. Ante estos signos de los tiempos, la teología debe seguir aportando la plenitud de sabiduría, verdad y vida del cristianismo, pero de modo interactivo y global, asumiendo los nuevos horizontes cognitivos y existenciales y las nuevas coordenadas antropológicas.

También afecta a la definición teológica de prójimo. La pregunta “¿quién es mi prójimo?” no tiene la misma respuesta en las ciudades del siglo XXI que en las del siglo I. El núcleo cristológico es el mismo, pero su determinación o concreción es bien diferente. La era global y digital lleva a considerar como prójimos personas que viven a miles de kilómetros de la propia ciudad y a poder convivir con ellos como conciudadanos nuestros. Lleva también a considerar como lejanas a personas que viven en proximidad espacial: “Sería una pena que nuestro deseo de establecer y desarrollar las amistades on-line fuera en detrimento de nuestra disponibilidad para la familia, los vecinos y conciudadanos” 110 .

La era digital se caracteriza por la multiculturalidad, vinculada a la globalización desde la superación de los límites del espacio y del tiempo en el ámbito de la comunicación. En la cultura no digital se utilizan los medios de comunicación interpersonal y de grupo desde un modelo de transacción informativa de contenidos. El centro es el emisor y el receptor es pasivo. Los riesgos son la no significatividad ni relevancia, ni implicación del destinatario.

En cambio, en la cultura digital, el centro es el usuario que quiere conversar, compartir, dialogar y aportar. Los beneficios son las nuevas formas de acceso a la información, la rapidez y eficacia en la transmisión de contenidos y las nuevas formas de solidaridad interactiva. Los riesgos son el egocentrismo, el emotivismo (me gusta/ no me gusta); el subjetivismo y el relativismo.

Para la Iglesia Católica, precisamente por su universalidad y unidiversidad, la ciudadanía global y digital puede facilitar su reconfiguración como una Iglesia orgánica, interconectada, descentralizada, construida desde abajo, flexible y en evolución, como espacio universal a modo de hub de conexiones, en comunión con el obispo de Roma, a modo de autoridad conectiva (“connecting people”) 111 . Así, ciudadanos de urbes muy diversas siguen las homilías del papa Francisco en su capilla de Santa Marta, como si estuvieran en la iglesia de su propia ciudad.

Una eclesiología y una teología fundamental desde la ciudad globalizada se compromete con el desarrollo urbano sostenible. La dimensión universal del logos cristiano incorpora el paradigma de la globalización para fundamentar una praxis eclesial comprometida con la desaceleración del tiempo, la reconfiguración de los espacios religiosos, la gobernanza transversal y la propuesta de modelos medioambientales ecológicos y economías cooperativas solidarias y alternativas al neo-colonialismo global homogeneizador. Para ello la teología debe asumir, entre sus tareas esenciales, la del acompañamiento a los ciudadanos en la era global y digital:

San Ignacio en una de sus reglas dice que aquel que acompaña a un peregrino y que va con él, debe ir al paso del peregrino, sin adelantarse ni retrasarse […]. Para acompañar a las personas en la cultura digital, “es necesario saber entrar en la niebla de la indiferencia religiosa sin perderse; es necesario bajar también a la noche más oscura sin verse dominados por la oscuridad y perderse; es necesario escuchar las ilusiones de muchos, sin dejarse seducir, es necesario acoger las desilusiones, sin caer en la amargura; palpar la desintegración ajena, sin dejarse disolver o descomponer en la propia identidad”. 112

Conclusión

El análisis, realizado a partir de una revisión y clasificación de los estudios sobre teología de la ciudad y teología desde la ciudad –referenciados en las colecciones de bases de datos de referencias bibliográficas y citas de publicaciones periódicas de impacto científico (Web of Science, Scopus y Google Scholar)– muestra cómo estas teologías urbanas apuntan en sus conclusiones hacia una teología en tiempos de globalización, con el consiguiente riesgo de pérdida o marginalización de los rasgos propios del espacio urbano local.

Esta revisión evidencia la emergencia del paradigma de la globalización como categoría para expresar lo nuclear de la teología en relación con las ciencias sociales. Una teología desde la ciudad globalizada constituye un elemento decisivo para poder dar razón de la fe y esperanza cristiana. Así mismo, comporta una reconfiguración de la teología cristiana para que llegue a ser relevante y significativa en la aldea global.

Referencias bibliográficas

Aguado, María Teresa, y Margarita del Olmo. Educación multicultural. Su teoría y su práctica. Madrid: UNED, 2009.

Andrade, Gabriel E. “Las nuevas tendencias religiosas a partir de la globalización”. Revista de Ciencias Sociales (Ve) 8/1 (2002): 62-74.

Aquino, María Pilar. “Theology and Identity in the Context of Globalization”. En The Oxford Handbook of Feminist Theology, editado por Sheila Briggs y Mary McClintock Fulkerson, 418-440. Oxford (U. K.): 2012. doi: https://doi.org/10.1093/oxfordhb/9780199273881.003.0021

Azcuy, Virginia. “Apuntes para una teología de la ciudad: en el camino hacia una reflexión interdisciplinaria”. Revista de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina 100 (2009): 481-501.

Baker, Chris. “Current Themes and Challenges in Urban Theology”. Expository Times 125/1 (2013): 3-12. doi:https://doi.org/10.1177/0014524613498666.

Ballard, Paul. “Voices from the Borderland-Re-Imagining Cross-Cultural Urban Theology in the Twenty-First Century.” Practical Theology 4, no. 3 (2011): 363-365. doi:10.1558/prth.v4i3.363.

Benedicto XVI. “Mensaje para la XLIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales ‘Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultura de respeto, de diálogo, de amistad’ (24 de mayo de 2009)”. Vatican, https://www.vatican.va/content/benedict-xvi/es/messages/communications/documents/hf_ben-xvi_mes_20090124_43rd-world-communications-day.html (consultado el 8 de diciembre de 2019).

Bergmann, Sigurd. “Making Oneself at Home in Environments of Urban Amnesia: Religion and Theology in City Space”. International Journal of Public Theology 2/1 (2008): 70-97. doi:https://doi.org/10.1163/156973208X256457.

Beuchot, Mauricio. “La hermenéutica analógica en la educación intercultural”. Horizontes filosóficos: Revista de Filosofía, Humanidades y Ciencias Sociales 4 (2014): 18-30.

Beyer, Peter. “Globalization and Glocalization”. The Sage Handbook of the Sociology of Religion, editado por James A Beckford y Jay Demerath, 98-117. London: Sage Publications, 2007.

Bidegain Greising, Ana María, y Juan Diego Demera Vargas (comps.). Globalización y diversidad religiosa en Colombia. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia- Facultad de Ciencias Humanas, 2005.

Bielo, James S. “City of Man, City of God: The Re-Urbanization of American Evangelicals”. City & Society23/1. Special Issue: Supplement to Vol. 23 (2011): 2-23. https://doi.org/10.1111/j.1548-744X.2011.01053.x

Bondolfi, Alberto y Milena Mariani (eds.). Dio uomini e città. Bologna: Dehoniane, 2015.

Bravo, Benjamín. ¿Cómo hacer pastoral urbana? Ediciones Paulinas, versión e-book Kindle, 2013.

__________. “Dios habita en la ciudad”. En La alegría del Evangelio para las grandes ciudades, editado por el cardenal J. F. Robles Ortega, 43-62. Madrid: PPC, 2019.

___________. “El tejido eclesial y los tejidos urbanos (sociales, económicos, culturales, religiosos)”. En La pastoral de las grandes ciudades, editado por el cardenal L. Martínez Sistach, 120-136. Madrid: PPC, 2014.

____________. “Imaginarios urbanos”. En 10 palabras claves sobre pastoral urbana, editado por J.de J. Legorreta, 47-78. Estella (Navarra): Verbo Divino, 2007.

__________. “La urbe y la teología”. Efemérides mexicana: estudios filosóficos, teológicos e históricos 77 (2008): 265-274

___________. Pastoral urbana: simbólica urbana y simbólica cristiana. Balti: Credo Ediciones, 2013.

Bréchon, Pierre; Frédéric Gonthier; y Sandrine Astor (dirs.). La France des valeurs. Quarante ans d´evolutions (2019). Grenoble: Presses Universitaires de Grenoble, 2019.

Cameron, Helen. “Reconstructing Practical Theology: The Impact of Globalization”. Implicit Religion 15/3 (2012): 369-370. doi:10.1558/imre.v15i3.369

Castells, Manuel. La era de la información. Economía, sociedad y cultura. Vol. 3: Fin de milenio. Madrid: Alianza, 1998.

Cavanaugh, William T. “The World in a Wafer: A Geography of the Eucharist as Resistance to Globalization”. Modern Theology 15/2 (1999): 181-196.

Chiodelli, Francesco. “Religion and the City: A Review on Muslim Spatiality in Italian Cities”. Cities 44 (2015): 19-28. https://doi.org/10.1016/j.cities.2014.12.004

Choi, Chang-Mo. “Jacques Ellul’s City Critic and New Urbanism”. Journal of Mediterranean Area Studies 20/2 (2018): 119-141.

Chow, Alexander. “Calvinist Public Theology in Urban China Today”. International Journal of Public Theology 8/2 (2014): 158-175. https://doi:10.1163/15697320-12341340.

Comblin, Joseph. Théologie de la ville. Paris: Editions Universitaires, 1968.

Conn, Harvie M., y Manuel Ortiz. The Kingdom, the City and the People of God: Urban Ministry. Downers Grove (IL): Inter Varsity, 2001.

Consejo Episcopal Latinoamericano. V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. Documento conclusivo, Aparecida, 13-31 de mayo de 2007. Bogotá: Celam, 2007.

Costa, Paolo. “La città infinita: l’ideale di urbanità nell’età secolare”. En Dio uomini e città, editado por editado por Alberto Bondolfi y Milena Mariani, 73-85. Bologna: Dehoniane, 2015.

Coupeau, Carlos. “Espiritualidad en el medio urbano: aproximación a Bilbao”. Revista de espiritualidad 78 (2019): 387-421.

Cox, Harvey. La religión en la ciudad secular. Hacia una teología postmoderna. Santander: Sal Terrae, 1997.

___________. The Secular City: Secularization and Urbanization in Theological Perspective. New York (NY): Collier Books, 1965.

Da Silva Moreira, Alberto. “Globalización: retos a la teología de la liberación”. En La globalización y sus excluidos (3a ed.), por Foro “Ignacio Ellacuria” Solidaridad y Cristianismo, 127-150. Estella (Navarra): Verbo Divino, 2002.

Davey, Anthony. Urban Christianity and Global Order: Theological Resources for Urban Future. Peabody (MA): Hendrickson Publishers, 2002.

__________. Cristianismo urbano y globalización: recursos teológicos para un futuro urbano. Santander, Sal Terrae, 2003.

De Beer, Stephan, e Ignatius Swart. “Towards a Fusion of Horizons: Thematic Contours for an Urban Public Theological Praxis-Agenda in South Africa”. Hts Teologiese Studies-Theological Studies 70/3 (2014). https://doi.org/10.4102/hts.v70i3.2812

De França Miranda, Mario. “La Iglesia entre la inculturación y la globalización”. Teología: Revista de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina 92 (2007): 9-30.

Del Viso, Ignacio. “Urban Theology. Popular Spirituality Practices”. Teologia 56/130 (2019): 193-197.

Deleuze, Gilles y Félix Guattari. A Thousand Plateaus: Capitalism and Schizophrenia. London-New York: Bloomsbury Publishing, 1988.

Duque, Joao Manuel. “El universal concreto. Consideraciones teológicas sobre la globalización”. Teología 56/128 (2019): 57-75.

Ehret, Verna Marina. Globalization and the Future of a Theology of Redemption: Beyond Fundamentalism and Postmodernism. Iowa: The University of Iowa, 2007.

Ellul, Jacques. Sans feu ni lieu: signification biblique de la grande ville. Paris: Gallimard, 1975.

Enstedt, Daniel. “The Social Production of Sacred Space in Urban Oslo”. Stellenbosch Theological Journal 1/2 (2015): 15-41. doi:https://doi.org/10.17570/stj.2015.v1n2.a01.

Escalante, Luis Alfredo. “Teología fundamental en tiempos de globalización”. Revista iberoamericana de teología VI/11 (2010): 55-103. Disponible en: Redalyc, https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=125219258003

Falcone, John P. “The Spiritual City: Theology, Spirituality, and the Urban” (book review). Practical Theology 9/4 (2016): 365-366. https://doi.org/10.1080/1756073X.2016.1235118

Fernandez, Eleazar S. “A Theology of Partnership in a Globalized World”. Review & Expositor 113/1 (2016): 23-31. doi:https://doi.org/10.1177/0034637315619004

Fernández del Riesgo, Manuel. “Globalización, interculturalidad, religión y democracia”. Ilu. Revista de ciencias de las religiones 8 (2003): 5-27. Disponible en: Revistas científicas complutenses, https://revistas.ucm.es/index.php/ILUR/article/view/ILUR0303150005A

Fletcher, Jeannine Hill. “Religious Pluralism in an Era of Globalization: The Making of Modern Religious Identity”. Theological Studies 69/2 (2008): 394-411.

Francisco. “Discurso del santo Padre a los participantes en la Asamblea Plenaria del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales (21 de septiembre de 2013)”. Vatican, https://www.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2013/september/documents/papa-francesco_20130921_plenaria-pccs.html (consultado el 30 de noviembre de 2019).

Friesen, D. J. Thy Kingdom Connected. What the Church Can Learn from Facebook, the Internet, and Other Networks. Grand Rapids (MI): Baker Books, 2009.

Galli, Carlos M. Dios vive en la ciudad (4.a ed.). Buenos Aires: Agape Libros, 2014.

Garnett, Jane, y Alana Harris. Rescripting Religion in the City: Migration and Religious Identity in the Modern Metropolis. Farnham (U. K.): Ashgate Publishing, 2013.

Geertz, Armin y Margit Warburg (eds.). New Religions and Globalization.Aarhus (Dinamarca): Aarhus University Press, 2008.

George, Justine. “Intercultural Theology: An Approach to Theologizing in the Context of Pluralism and Globalization”. Tesis doctoral, University of Toronto, 2012.

Gökariksel, Banu, y Ana Secor. “Post-secular Geographies and the Problem of Pluralism: Religion and Everyday Life in Istanbul, Turkey”. Political Geography 46 (2015): 21-30. https://doi.org/10.1016/j.polgeo.2014.10.006

Gorringe, Timothy J. “Salvation by Bricks: Theological Reflections on the Planning Process”. International Journal of Public Theology 2/1 (2008): 98-118.

_________. The Common Good and the Global Emergency: God and the Built Environment. Cambridge (U. K.): Cambridge University Press, 2011.

Graham, Elaine, y P. M. Scott. “Special issue–Public Theology and the City: Urban Theology as Public Theology”. International Journal of Public Theology 2/1 (2008): 1-6. https://doi.org/10.1163/156973208X256411

Hankela, Elina. “Faith Community as a Centre of Liberationist Praxis in the City”. Hts Teologiese Studies-Theological Studies 70/3 (2014): 1-9. doi:https://doi.org/10.4102/hts.v70i3.2768

Harvey, Anthony. “Concluding Comment: Theology of the City, Or Theology from the City?” Expository Times 125/1 (2013): 26-29. doi:https://doi.org/10.1177/0014524613498668

Held, David, y Anthony McGrew. The Global Transformations Reader. An Introduction to the Globalization Debate. Cambridge (U. K.): Polity Press, 2000.

Hinkelammert, Franz Josef. “El huracán de la globalización: la exclusión y la destrucción del medio ambiente vistos desde la teoría de la dependencia”. En El huracán de la globalización, por F. J. Hinkelammert, 17-33. San Salvador: Departamento Ecuménico de Investigaciones, 1999.

Hoogvelt, Ankie. Globalization and the Postcolonial World: The New Political Economy of Development. Baltimore (MD): Johns Hopkins University Press, 2001.

Jacobs, Jill. “Unlocked Gates: Steps Toward a Jewish Urban Theology”. Tikkun 21/4 (2006): 53-62.

Join-Lambert, Arnaud. “Hacia una Iglesia ‘líquida’”. Seminarios sobre los ministerios en la Iglesia 62/217 (2016): 107-117. Disponible en: Academia, https://www.academia.edu/31856968/Hacia_una_Iglesia_l%C3%ADquida

_________. “La misión cristiana en la modernidad líquida: una pluralidad necesaria”. Seminarios sobre los ministerios en la Iglesia 63/221 (2017): 11-22. Disponible en: https://seminariosdigital.es/index.php/RevistaSeminarios/article/view/60

Kale, Sudhir H. “Spirituality, Religion, and Globalization”. Journal of Macromarketing 24/2 (2004): 92-107.

Kang, Namsoon. Cosmopolitan Theology: Reconstituting Planetary Hospitality, Neighbor-love, and Solidarity in an Uneven World. Fort Worth (TX): Chalice Press, 2013.

Kasai, Kenta. “A Theology of Japan: Origins and Task in the Age of Globalization (book review)”. Implicit Religion 14/3 (2011): 361-363. Disponible en: Equinox Publishing, https://journal.equinoxpub.com/IR/article/view/3497/22733/

Kurth, James. “Religion and Globalization”. The Review of Faith & International Affairs 7/2 (2009): 15-21.

Küster, Volker. “From Contextualization to Glocalization: Intercultural Theology and Postcolonial Critique”. Exchange 45/3 (2016): 203-226.

Lazzati, Giuseppe. La Città dell’uomo: costruire, da cristiani la città dell’uomo a misura d’uomo. Milano: AVE, 1984.

Lombino, Vincenzo, y Ariana Rotondo (eds.). I cristiani e la città. Trapani: Il Pozzo di Giacobbe, 2017.

Love, Rick. “Following Jesus in a Glocalized World: Bearers of Blessing among Neighbors and Nations”. Ponencia presentada ante la Society of Vineyard Scholars By the Renewal of Your Mind: Imagining, Describing, and Enacting the Kingdom of God, en Seattle (WA), 3-5 de febrero de 2011.

Macelaru, Marcel. “Theology Encounters Globalization” European Journal of Science and Theology 10/1 (2014): 67-78.

Mardones, José María. El discurso religioso de la Modernidad: Habermas y la religión.Barcelona: Anthropos, 1998.

Mastantuono, Antonio; Augusto Bonora; Giovanni Villata; y Salvatore Ferdinandi. La Iglesia en la ciudad. Un desafío para las parroquias en las urbes actuales. Madrid, Ediciones Dehonianas España (EDE), 2018.

McAlister, Elizabeth. “Globalization and the Religious Production of Space”. Journal for the Scientific Study of Religion 44/3 (2005): 249-255.

McFague, Sallie. A New Climate for Theology: God, the World, and Global Warming. Minneapolis (MN): Fortress Press, 2008.

McLuhan, Marshall. The Gutenberg Galaxy: The Making of Typographic Man. Toronto: University of Toronto Press, 1962.

_________. Understanding Media. The Extension of Man. Berkeley (CA): Gingko Press, 1964.

Mendoza Álvarez, Carlos. “El diálogo fe y razón en contexto de globalización”. Revista Piezas en diálogo. Filosofía y Ciencias Humanas 6/8 (2009): 7-24.

Michael, Steve, y Mary D. Thompson. “Multiculturalism in Higher Education: Transcending the Familiar Zone”. Journal for Higher Education Management 11/1 (1995): 31-48.

Míguez, Néstor O. “A Theology of the Urban Space”. Anglican Theological Review 91/4 (2009): 559-580.

Miller, Vincent J. “Where is the Church? Globalization and Catholicity”. Theological studies 69/2 (2008): 412-432.

Moodie, Deonnie. “B-School Religion: Hindu Theology in the Neo-Liberal City- scape”. Journal of South Asian Studies (2019): 1046-1061. doi:https://doi.org/10.1080/00856401.2019.1666234

Myatt, William. “God in Gotham: Tim Keller’s Theology of the City”. Missiology-an International Review 44/2 (2016): 180-193. doi:https://doi.org/10.1177/0091829615617493

Nadeau, Jean-Guy, y Marc Pelchat (dirs.). Dieu en ville. Évangile et Églises dans l’espace urbain. Montreal-Paris-Bruxelles-Geneve: Novalis-Du Cerf-Lumen Vitae-Labor et Fides, 1998.

Niño Súa, Francisco. “De la pastoral en la ciudad a la pastoral urbana”. Cuestiones teológicas, 37(88) (2010): 399-416.

Northcott, Michael. “The Spiritual City: Theology, Spirituality, and the Urban”. Theology 118/5 (2015): 385-386.

Ohki, Hideo, y otros. A Theology of Japan: Origins and Task in the Age of Globalization. Ageo, Saitama (Japon): Seigakuin University Press, 2005.

Orozco, José Luis, y Consuelo Dávila. Breviario político de la globalización. Ciudad de México: UNAM-Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, 1997.

Ott, Craig, y Netland, Harold. A. Globalizing Theology: Belief and Practice in an Era of World Christianity. Grand Rapids (MI): Baker Academic, 2006.

Passos, Joao Decio. “Theology and City: Historical Overview and Current Questions”. Perspectiva teologica 44/123 (2012): 257-274.

Perkinson, Jim. “Theology and the City: Learning to Cry, Struggling to See”. Cross- Currents 51/1 (2001): 95-114.

Pilario, Daniel Franklin. “Locus Theologicus. Place, Theology and Globalization”. Bijdragen 63/1 (2002): 71-98. https://doi.org/10.2143/BIJ.63.1.797

Raschke, Carl. “Globalization and Theology”. Religion Compass 5/11 (2011): 638-645. doi:https://doi.org/10.1111/j.1749-8171.2011.00319.x

Rieger, Joerg. Globalization and Theology. Nashville (TN): Abingdon Press, 2010.

Robinson, Simon. “Reconstructing Practical Theology: The Impact of Globalization”. International Journal of Public Theology 5/3 (2011): 369-370. doi:10.1163/156973211X581605

Román Hernández, Carlos Eduardo. “Globalización: quimera y religión”. Theologica Xaveriana 68/185 (2018): 150-178. doi:https://doi.org/10.11144/javeriana.tx68-185.gqr

Saoud, Rabah. Introduction to the Islamic City. Manchester (U. K.): Foundation for Science Technology and Civilisation, 2002.

Scannone, Juan Carlos. “La teología en el Cono Sur ante el hecho y la ideología de la globalización”. Diakonia 98 (2001): 66-86.

Schreiter, Robert J. New Catholicity: Theology between the Global and the Local. Mary- knoll (NY): Orbis Books, 2015.

Shannahan, Chris. “Babel or Pentecost? Faith, Difference and Freedom in the Twenty-First Century: The Challenge for Public Teology”. International Journal of Public Teology 1 (2007): 364-381.

Sheldrake, Philip. The Spiritual City: Theology, Spirituality, and the Urban. Malden (MA): Wiley-Blackwell, 2014.

Shorter, Aylwar. The Church in the African City. London: Chapman, 1991.

Spadaro, Antonio. Ciberteología. Pensar el cristianismo en tiempos de la red. Barcelona: Herder, 2014.

Stålsett, Sturla J. “Vulnerabilidad, dignidad y justicia: valores éticos fundamentales en un mundo globalizado”. Revista venezolana de gerencia (2004): 1-15.

Stålsett, Sturla, y Oddbjørn Leirvik. The Power of Faiths in Global Politics. Oslo: Novus Forlag, 2004.

Stoddart, Eric. “What Makes for a Better City? Eucharistic Liturgy as Social Critique”. Practical Theology 10/3 (2017): 236-248.

Storrar, William: “A Kairos Moment for Public Theology”. International Journal of Public Theology 1/1 (2007): 5-25.

Strenski, Ivan. “The Religion in Globalization”. Journal of the American Academy of Religion 72/3 (2004): 631-652. https://oi.org/10.1093/jaarel/lfh062

Swart, Ignatius, y Stephan de Beer. “Doing Urban Public Theology in South Africa: Introducing a New Agenda” Hts Teologiese Studies-Theological Studies 70/3 (2014). doi:https://doi.org/10.4102/hts.vv70i3.2811

Tanner, Kathryn (ed.). Spirit in the Cities: Searching for Soul in the Urban Landscape. Filadelfia (PN): Fortress Press, 2004.

Taylor, Charles. A Secular Age. Cambridge (MA): Harvard University Press, 2007.

Tomuseni, Dominic F. “Theology and the City in Africa: The Significance of Contemporary African Urban Experience for Theological Reflection”. Dissertations 2863 (2018). Disponible en: https://ecommons.luc.edu/luc_diss/2863

Van Schalkwyk, Annalet. “Space, Place and Ecology: Doing Ecofeminist Urban Theology in Gauteng”. Hts Teologiese Studies-Theological Studies 70/3 (2014): 1-13. doi:https://doi.org/10.4102/hts.v70i3.2767

Vélez Caro, Consuelo. “Pastoral urbana en América Latina: pistas de acción”. Theologica Xaveriana 179 (2015): 23-50. https://doi.org/10.11144/javeriana.tx65-179.puam

Vélez Caro, Consuelo y otros. “El desplazamiento forzado: un desafío a la pastoral (sub)urbana”. Franciscanum LVI/161 (2014): 221-261.

Vellem, Vuyani S. “The Task of Urban Black Public Theology”. Hts Teologiese Studies-Theological Studies 70/3 (2014): 6 páginas. doi:https://doi.org/10.4102/hts.v70i3.2728

Villagrán, Gonzalo. Teología pública. Una voz para la Iglesia en sociedades plurales. Madrid: PPC, 2017.

Vincent, John. “Theology from the City”. Expository Times 125/ 5 (2014): 230-231. doi:https://doi.org/10.1177/0014524613514302

_________. “Voices from the Borderland: Re-Imagining Cross-Cultural Urban Theology in the Twenty-First Century.” Expository Times 123, no. 12 (2012): 617-618.

Welsch, Wolfgang. “Transculturality, the Puzzling Form of Cultures Today”. En Spaces of Culture: City, Nation, World, editado por M. Featherstone y S. Lash, 194-213. London: Sage Publications, 2011.

Wier, Andy. “Faith-based Social Action below the Radar: A Study of the UK Charis- matic-evangelical Urban Church”. Voluntary Sector Review, 5(1) (2014): 29-45. https://doi.org/10.1332/204080514x13921367481010

Notas

* Artículo de revisión.

1 Para el origen y significado de esta expresión, véanse las obras de McLuhan, The Gutenberg Galaxy: The Making of Typographic Man; y Understanding Media. Understanding Media. The Extension of Man.

2 Cox, The Secular City: Secularization and Urbanization in Theological Perspective (en español, La ciudad secular [Barcelona: Península, 1968]); Ellul, Sans feu ni lieu: signification biblique de la grande ville; y Comblin, Théologie de la ville.

3 La posición de Cox varió desde The Secular City, publicado en 1965, hasta The Seduction of the Spirit, publicado en 1973. Años más tarde, el teólogo reconoció el retorno de la religión a la ciudad secular analizando la teología de la liberación y el fundamentalismo evangélico (Cox, La religión en la ciudad secular. Hacia una teología postmoderna, 9-23).

4 Choi, “Jacques Ellul’s City Critic and New Urbanism”, 119-141.

5 Véase a Comblin, Théologie de la ville.

6 Gorringe, A Theology of the Built Environment. Justice, Empowerment, Religion?, 140.

7 Ibíd., 1.

8 Ibíd., 140.

9 Baker, “Current Themes and Challenges in Urban Theology”, 3-12.

10 Deleuze y Guattari, A Thousand Plateaus: Capitalism and Schizophrenia, 18.

11 Ibíd., 27.

12 Wier. “Faith-based Social Action below the Radar: A Study of the UK Charismatic-evangelical Urban Church”, 29-45.

13 Baker, “Current Themes and Challenges in Urban Theology”, 139-140.

14 Perkinson, “Theology and the City: Learning to Cry, Struggling to See”, 95-114; Davey, Urban Christianity and Global Order: Theological Resources for Urban Future; y Sheldrake, The Spiritual City: Theology, Spirituality, and the Urban.

15 Véase a Sheldrake, The Spiritual City: Theology, Spirituality, and the Urban.

16 Nadeau y Pelchat (dirs.), Dieu en ville. Évangile et Églises dans l’espace urbain. Esta obra recoge las actas de un Congreso celebrado para tratar el tema de Dios en la ciudad.

17 Véase a Lazzati, La Città dell’uomo: costruire, da cristiani la città dell’uomo a misura d’uomo.

18 Véase a Bondolfi y Mariani, Dio uomini e città. En esta obra, Paolo Costa, desde la noción del desencantamiento del mundo de Max Weber, señala cómo las religiones que –hasta mediados del siglo XX satisfacían la necesidad de seguridad, de defensa de peligros y de salvoconducto para una vida de ultra- tumba, hoy en día, en la ciudad secular– ya no son necesarias para el desarrollo de estas funciones; y cita a Georg Simmel para señalar también el intelectualismo frío y la sociabilidad mecánica, como rasgos que explican la pérdida de interés por la trascendencia y lo sobrenatural en la vida urbana (Costa, “La cittá infinita: l´ideale di urbanità nell´etá secolare”, 73-85).

19 Véase a Lombino y Rotondo (eds.), I cristiani e la città.

20 Véase a Mastantuono, Bonora, Villata y Ferdinandi, La Iglesia en la ciudad. Un desafío para las parroquias en las urbes actuales. [Texto original en itualiano: Chiesa tra le case. La parrocchia alla prova della grande città. Bologna: EDB, 2017].

21 Esta expresión fue propuesta en 2017 por Join-Lambert, profesor de la Universidad Católica de Lovaina (Join-Lambert, “La misión cristiana en la modernidad líquida: una pluralidad necesaria”, 11-22; y Join- Lambert, “Hacia una Iglesia ‘líquida’”, 107-117.).

22 Las citykirchen se describen como lugares, en zonas de habla alemana, abiertos a todos, oasis de silencio, lugares de maduración de la fe, espacios de pausa, presentes en la ciudad y que, por su naturaleza, caracterizada por una concentración de servicios, son ámbitos dinámicos y atractivos, donde se entremezclan empleados y caminantes, turistas y clientes. Son lugares donde se vive la dimensión trascendental del pulchrum (exposiciones, conciertos, creaciones artísticas y culturales), del bonum (acogida de inmigrantes, personas en situaciones de precariedad, etc), del verum (conferencias, formación bíblica, teológica, cultural, social, etc.).

23 Tomuseni, “Theology and the City in Africa: The Significance of Contemporary African Urban Experience for Theological Reflection”.

24 Shorter, The Church in the African City, 38.

25 Ibíd., 41.

26 “Las grandes ciudades son laboratorios de esa cultura contemporánea compleja y plural” (Consejo Episcopal Latinoamericano, V Conferencia General del del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, Documento conclusivo, Aparecida, 13-31 de mayo de 2007 509). “La ciudad se ha convertido en el lugar propio de nuevas culturas que se están gestando e imponiendo con un nuevo lenguaje y una nueva simbología” (ibíd. 510).

27 Azcuy, “Apuntes para una teología de la ciudad: En el camino hacia una reflexión interdisciplinaria”, 482.

28 En el estudio de Azcuy se analizan las aportaciones y contribuciones de esta línea teológica. Sobre la misma se publicó una antología de textos con el título Urban Theology. A Reader, que editó Michael Northcott (Londres: Cassell, 1998). Años más tarde, en 2015, Philip Sheldrake volvió sobre el tema, en The Spiritual City: Theology, Spirituality, and the Urban(Northcott: “The Spiritual City: Theology, Spirituality, and the Urban”, 385-386).

29 Vélez, “Pastoral urbana en América Latina: pistas de acción”, 23-50. Al revisar los números 514-516 del Documento de Aparecida y los números 71-75 de la exhortación pastoral Evangelii gaudium del papa Francisco, la autora considera que las acciones pastorales han de mostrar cómo el sentido unitario y completo de la vida humana que propone el Evangelio es el mejor remedio para los males urbanos.

30 Vélez Caro y otros, “El desplazamiento forzado: un desafío a la pastoral (sub)urbana”, 221-261.

31 Niño Súa, “De la pastoral en la ciudad a la pastoral urbana”, 399-416.

32 Passos, “Theology and City: Historical Overview and Current Questions”, 258.

33 Ibíd., 270.

34 Ibíd., 271. También desde Sao Paulo, R. López Villaseñor propone una reconfiguración de la parroquia como una red de comunidades. A. Hoffman publicó en 2007 una síntesis bíblica y teológica sobre la presencia de Dios en las ciudades, titulada La ciudad en la misión de Dios. En esta obra presenta un proyecto ministerial para la misión de anunciar la fe cristiana en la ciudad. Propone subsidios para organizar un proyecto ministerial, así como una aproximación al proceso de urbanización brasileño, detallando las características de las metrópolis de Brasil. En 2013, Wagner Lopes Sánchez publicó una teología de la ciudad, desde una relectura en clave urbana de la Gaudium et spes.

35 Del Viso, “Urban Theology. Popular Spirituality Practices”, 193-197.

36 Bravo: “La urbe y la teología”, 265-274; Bravo, Pastoral urbana: simbólica urbana y simbólica cristiana; Bravo, ¿Cómo hacer pastoral urbana?; Bravo, “El tejido eclesial y los tejidos urbanos (sociales, económicos, culturales, religiosos)”, 120-136.

37 Bravo, “Dios habita en la ciudad”, 43-62.

38 Bravo, “Imaginarios urbanos”, 47-78.

39 Galli, Dios vive en la ciudad, 213. Para una espiritualidad urbana desde la perspectiva de los no-lugares, aplicada a Bilbao, en el País Vasco (España), puede verse a Coupeau, “Espiritualidad en el medio urbano: aproximación a Bilbao”, 387-421.

40 Harvey, “Concluding comment: Theology of the City or Theology from the City?” 26-29. Este autor tomaba como punto de partida para una teología desde la ciudad la publicación del Consejo Mundial de Iglesias, Learning in Context (1973). J. J.Vincent presenta en su estudio algunas de las conclusiones de los cuarenta años de teología urbana que fueron recogidas en las contribuciones al número especial de octubre de 2013 del Expository Times sobre la Iglesia y la ciudad. Se reafirma la demanda de A. Harvey de una teología desde la ciudad, en lugar de una teología de la ciudad en tres sentidos y direcciones: una teología contextual, una hacer teologal desde abajo y una práctica de la interpretación (Vincent, “Theology from the City”, 230-231)

41 Véase a Vincent, “Theology from the City”.

42 Bielo, “City of Man, City of God: The Re-Urbanization of American Evangelicals”, 2-23.

43 Chow, “Calvinist Public Theology in Urban China Today”, 158-175.

44 Gorringe, The Common Good and the Global Emergency: God and the Built Environment.

45 Garnett y Harris, Rescripting Religion in the City: Migration and Religious Identity in the Modern Metropolis.

46 Véase a Tanner (ed.), Spirit in the Cities: Searching for Soul in the Urban Landscape. El resultado de sus investigaciones fue un volumen en el cual los cinco autores presentan reflexiones sobre cinco ciudades: Sheila Briggs sobre Los Ángeles; M. Shawn Copeland sobre Detroit; Linda Mercadente sobre Newark; Mark Lewis Taylor sobre Filadelfia; y Ada Maria Isasi-Diaz sobre La Habana.

47 Vellem, “The Task of Urban Black Public Theology” (6 páginas).

48 Myatt, “God in Gotham: Tim Keller’s Theology of the City”, 180-193.

49 Hankela, “Faith Community as a Centre of Liberationist Praxis in the City”, 1-9.

50 De Beer y Swart, “Towards a Fusion of Horizons: Thematic Contours for an Urban Public Theological Praxis-agenda in South Africa”, examinan las formas en que la teología pública urbana, aplicada en las comunidades cristianas de Rustenburg/Phokeng (Sudáfrica), han influido en la legislación educativa que regula los programas de enseñanza en esa área geográfica; véase también a Swart y de Beer, “Doing Urban Public Theology in South Africa: Introducing a New Agenda”. En la misma dirección camina la teología pública de C. Shannahan (2007), E. Graham y P. M. Scott (2008), y K. Day (2019) desarrollada, sobre todo, en Estados Unidos.

51 Stoddart, “What Makes for a Better City? Eucharistic Liturgy as Social Critique”, 236-248.

52 Bergmann, “Making Oneself at Home in Environments of Urban Amnesia: Religion and Theology in City Space”, 70-97.

53 Gorringe, “Salvation by Bricks: Theological Reflections on the Planning Process”, 98-118.

54 Falcone, “The Spiritual City: Theology, Spirituality, and the Urban” (book review), 365-366.

55 Van Schalkwyk, “Space, Place and Ecology: Doing Ecofeminist Urban Theology in Gauteng”, 1-13. Resuena el planteamiento ecofeminista de Salli McFague, con propuestas para una transformación de los sistemas jerárquicos y patriarcales que oprimen y destruyen la vida de las mujeres, los niños, los jóvenes y los marginados (McFague, A New Climate for Theology: God, the World, and Global Warming, 19-20). 4

56 Baker, “Current Themes and Challenges in Urban Theology”, 3-12.

57 Jacobs, “Unlocked Gates: Steps Toward a Jewish Urban Theology”, 53-61.

58 Saoud, Introduction to the Islamic City, 1-9. En el contexto urbano de Estambul (Turquía), también se ha estudiado la relación entre la postsecularización y el Islam, teniendo en cuenta que –como Estado secular– en el que el Islam suní ha desempeñado un papel cada vez más público, Turquía es un lugar privilegiado para estudiar las nuevas configuraciones de la religión, la política y la vida pública. Como ejemplo puede verse a Gökariksel y Secor, “Post-secular Geographies and the Problem of Pluralism: Religion and Everyday Life in Istanbul, Turkey”, 21-30. En su investigación de 2013, con mujeres musulmanas sunníes devotas en Estambul, estos autores muestran cómo las grandes cuestiones del post-secularismo y el problema del pluralismo se plantean desde las geografías cotidianas de los hogares, los barrios y los espacios de la ciudad. En Milán (Italia), Francesco Chiodelli ha analizado los patrones de residencia de los musulmanes, así como las perspectivas evolutivas de la espacialidad musulmana en las ciudades italianas durante las próximas décadas (Chiodelli, “Religion and the City: A Review on Muslim Spatiality in Italian Cities”, 19-28. También ha sido objeto de estudio la teología musulmana de la ciudad por parte de Daniel Enstedt, en los contextos urbanos de Noruega, desde la perspectiva de una teología queer y, a la vez, desde una teología cristiana apofática (Enstedt, “The Social Production of Sacred Space in Urban Oslo”, 15-41).

59 Moodie, “B-School Religion: Hindu Theology in the Neo-Liberal Cityscape”, 1046-1061.

60 Azcuy, “Apuntes para una teología de la ciudad: En el camino hacia una reflexión interdisciplinaria”, 483.

61 Véase a Davey, Cristianismo urbano y globalización: recursos teológicos para un futuro urbano. El texto original inglés de esta obra fue publicado en 2002, con el título Urban Christianity and Global Order: Theological Resources for Urban Future.

62 Véase a Taylor, A Secular Age.

63 Bréchon; Gonthier; y Astor (dirs.), La France des valeurs. Quarante ans d´evolutions (2019). Esta presenta el informe sobre la encuesta de valores en Francia, en 2019. Respecto de la relación de la práctica religiosa con la urbanización, la tesis de que la ciudad ha sido durante mucho tiempo equiparada con el abandono de la religión por los migrantes internos que provienen del campo, supuestamente católico, ya no se aplica a la Francia del siglo XXI. Las ciudades grandes, aquellas con más de 500.000 habitantes, son más religiosas que el resto de Francia. Los católicos practicantes pesan más en las grandes aglomeraciones que en las zonas rurales: 15 % frente al 13 %. Este fenómeno está probablemente relacionado con las diferencias sociales. Los dos grupos profesionales católicos que practican con mayor frecuencia son los directores, cuadros directivos y gerentes (18 % de practicantes), y las profesiones intelectuales y científicas (16 %), mientras que la tasa de práctica religiosa no es sino del 9 % entre los trabajadores de la industria y de los transportes, sean o no cualificados. Hay que tener en cuenta, además, que las grandes ciudades cuentan con más clero y recursos religiosos que los que habitan fuera de ellas.

64 Davey, Cristianismo urbano y globalización: recursos teológicos para un futuro urbano, 29.

65 Ibíd., 30.

66 Azcuy, “Apuntes para una teología de la ciudad: En el camino hacia una reflexión interdisciplinaria”, 490.

67 Véase a Conn y Ortiz, The Kingdom, the City and the People of God: Urban Ministry.

68 Véase a Tanner (ed.), Spirit in the Cities: Searching for Soul in the Urban Landscape.

69 Orozco y Dávila, Breviario político de la globalización; Hinkelammert, “El huracán de la globalización: la exclusión y la destrucción del medio ambiente vistos desde la teoría de la dependencia”, 17-33; Held y McGrew, The Global Transformations Reader. An Introduction to the Globalization Debate; Hoogvelt, Globalization and the Postcolonial World: The New Political Economy of Development; Stålsett, “Vulnerabilidad, dignidad y justicia: valores éticos fundamentales en un mundo globalizado”, 1-15.

70 Castells, La era de la información. Economía, sociedad y cultura. Vol. 3: Fin de milenio, 369-370.

71 Scannone, “La teología en el Cono Sur ante el hecho y la ideología de la globalización”, 67.

72 McLuhan, The Gutenberg Galaxy: The Making of Typographic Man; y McLuhan, Understanding Media. The Extension of Man.

73 Como señala Paolo Costa, “la globalización […] ha obligado a los estudiosos occidentales a tomar conciencia del carácter local, ‘regional’, histórica y políticamente condicionado del proceso de secularización” (Costa, “La città infinita: l’ideale di urbanità nell’età secolare”, 14).

74 Escalante, “Teología fundamental en tiempos de globalización”, 57.

75 Beyer, “Globalization and Glocalization”, 98-117.

76 Stålsett y Leirvik (eds.), The Power of Faiths in Global Politics, 186.

77 Escalante, “Teología fundamental en tiempos de globalización”, 78.

78 Ibíd., 102.

79 Scannone, “La teología en el Cono Sur ante el hecho y la ideología de la globalización”, 86.

80 Román Hernández, “Globalización: quimera y religión”, 2.

81 Da Silva Moreira, “Globalización: retos a la teología de la liberación”, 127-150.

82 Míguez, “A Theology of the Urban Space”, 559-580.

83 Macelaru, “Theology Encounters Globalization”, 75.

84 Cavanaugh, “The World in a Wafer: A Geography of the Eucharist as Resistance to Globalization”, 181-196. Un estudio sistemático de las implicaciones en la reformulación de los conceptos centrales de la teología sistemática desde el marco de la globalización puede verse en las obras de Rieger, Globalization and Theology; de Raschke, “Globalization and Theology”, 638-645; Aquino, “Theology and Identity in the Context of Globalization”, 418-440; Fernández, “A Theology of Partnership in a Globalized World”, 23-31; y la tesis doctoral en Filosofía y Ciencias de las Religiones, de Ehret, Globalization and the Future of a Theology of Redemption: Beyond Fundamentalism and Postmodernism (publicada por la Universidad de Iowa), en la que aplica el paradigma de la globalización a la teología de la redención. Finalmente, una eclesiología desde una reconfiguración de la catolicidad a partir de la globalización se encuentra en V. J. Miller, “Where is the Church? Globalization and Catholicity”, 412-432.

85 Ott y Netland, Globalizing Theology: Belief and Practice in an Era of World Christianity, 6-16.

86 Mendoza Alvarez, “El diálogo fe y razón en contexto de globalización”, 7-24.

87 Strenski, “The Religion in Globalization”, 631-652; Kurth, “Religion and Globalization”, 15-21.

88 Fletcher, “Religious Pluralism in an Era of Globalization: The Making of Modern Religious Identity”, 394-411.

89 Véase a Bidegain Greising y Demera Vargas (comps.), Globalización y diversidad religiosa en Colombia. Esta obra presenta un amplio y exhaustivo estudio sobre la cuestión, con amplia participación de investigadores en el campo de las ciencias de las religiones.

90 Véase a Ohki y otros, A Theology of Japan: Origins and Task in the Age of Globalization; y a Kasai, “Theology of Japan: Origins and Task in the Age of Globalization (book review)”, 361-363.

91 Véase a Geertz, y Warburg (eds.), New Religions and Globalization.

92 Kale, “Spirituality, Religion, and Globalization”, 92-107.

93 McAlister, “Globalization and the Religious Production of Space”, 249-255.

94 Pilario, “Locus theologicus. Place, Theology and Globalization”, 71-98.

95 George, “Intercultural Theology: An Approach to Theologizing in the Context of Pluralism and Globalization”. Esta es una investigación sobre teología intercultural en el contexto del pluralismo y la globalización.

96 De França Miranda, “La Iglesia entre la inculturación y la globalización”, 9-30.

97 Michael y Thompson, “Multiculturalism in Higher Education: Transcending the Familiar Zone”, 31-48.

98 Aguado y Del Olmo, Educación multicultural. Su teoría y su práctica. Aunque estos términos puedan parecer novedosos, en realidad no lo son, ya que el fenómeno de lo multicultural se viene dando desde épocas bien antiguas; pero es verdad que hoy en día se han intensificado con la globalización, la era digital y los flujos migratorios diarios. En la interculturalidad hay una relación de compartir y de influencia mutua entre las culturas, pero no van más allá de ellas mismas. En cambio, en la transculturalidad, las culturas interactúan para que, a través de ellas mismas, cada una desde su identidad propia y sin renunciar a ella, se asuman elementos de otra cultura y esta de las otras, y, a través de ellas, van más allá de sí mismas, trascendiendo prejuicios y barreras culturales. Se trata de un mirar a través de (no al margen de: no hay que renunciar a la propia identidad o a la propia cultura) y, a la vez, más allá de (no quedarse en la propia identidad o cultura). En ocasiones, puede llevar a la contraculturalidad.

99 El término de transculturación fue creado por el antropólogo cubano Fernando Ortiz en los años cuarenta del siglo pasado, y se enmarca en la escuela funcionalista de antropología fundada por Bronislaw Malinowski. Fue reformulada en 1991, por Wolfgang Welsch, sociólogo alemán quien parte de la idea de que las culturas contemporáneas están marcadas por una diversidad de posibles identidades, y entiende por transculturalidad un modelo de cultura permeable construido por múltiples entrelazamientos y penetraciones. Véase a Welsch, “Transculturality, the Puzzling Form of Cultures Today”, 194-213. Otros autores, como M. Beuchot, filósofo dominico mexicano, proponen hablar de “pluralismo cultural analógico, para referirse a la proporción (analogía) en la que a una cultura debe aceptársele sus valores y en la que debe criticárseles (Beuchot, “La hermenéutica analógica en la educación intercultural”, 18-30).

100 Andrade, “Las nuevas tendencias religiosas a partir de la globalización”, 73.

101 Fernández del Riesgo, “Globalización, interculturalidad, religión y democracia”, 5-27.

102 Véase a Mardones, El discurso religioso de la Modernidad: Habermas y la religión.

103 El paso de la contextualización a la glocalización, que se hace visible tras estos procesos, se traza en las obras de dos teólogas africanas y una asiática, así como de un teólogo asiático. Si bien Musimbi Kanyoro (Kenya) sigue practicando una forma moderna tardía de teología de la inculturación, con los trabajos de Musa Dube (Botswana), Kwok Pui-Lan (Estados Unidos) y R. S. Sugirtharajah (Reino Unido), el poscolonialismo irrumpe en la reflexión teológica contextual e intercultural. Como consecuencia, se va integrando lo particular y lo universal. Véase a Küster, “From Contextualization to Glocalization: Intercultural Theology and Postcolonial Critique”, 203-226.

104 Para un estudio más detallado sobre Will Storrar y su teología pública puede verse la obra de Villagrán, Teología pública. Una voz para la Iglesia en sociedades plurals; Storrar, “A Kairos Moment for Public Theology”, 5-25.

105 Kang, Cosmopolitan Theology: Reconstituting Planetary Hospitality, Neighbor-love, and Solidarity in an Uneven World.

106 Para una eclesiología de comunión desde el paradigma glocal puede verse la obra, a modo de manual de eclesiología, de Schreiter, New Catholicity: Theology between the Global and the Local.

107 Love, “Following Jesus in a Glocalized World: Bearers of Blessing among Neighbors and Nations”.

108 Duque, “El universal concreto. Consideraciones teológicas sobre la globalización”, 57-75.

109 Spadaro, Ciberteología. Pensar el cristianismo en tiempos de la red, 13.

110 Benedicto XVI, “Mensaje para la XLIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales ‘Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultura de respeto, de diálogo, de amistad’ (24 de mayo de 2009)”.

111 Friesen, Thy Kingdom Connected. What the Church Can Learn From Facebook, the Internet, and Other Networks, 31.

112 Francisco, “Discurso del santo Padre a los participantes en la Asamblea Plenaria del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales (21 de septiembre de 2013)”.

Notas de autor

a Autor de correspondencia: vicente.vide@deusto.es

Información adicional

Cómo citar: Vide Rodríguez, Vicente. “De una teología de la ciudad a una teología desde la ciudad globalizada”. Theologica Xaveriana vol. 72 (2022): 1-33. https://doi.org/10.11144/javeriana.tx72.tctcg

Contexto
Descargar
Todas