¿Influye el Bienestar Social en las actitudes hacia la Reconciliación? Análisis desde la experiencia de la población civil cuatro años después del Acuerdo de Paz en Colombia*

Does Social Wellbeing Influence Reconciliation Attitudes? Analyzing the Experience of Civilian Population Members four years After the Peace Agreement in Colombia

Melissa Martinez-Perez

¿Influye el Bienestar Social en las actitudes hacia la Reconciliación? Análisis desde la experiencia de la población civil cuatro años después del Acuerdo de Paz en Colombia*

Universitas Psychologica, vol. 22, 2023

Pontificia Universidad Javeriana

Melissa Martinez-Perez a

Universidad del Norte, Colombia


Recibido: 11 mayo 2021

Aceptado: 21 noviembre 2023

Resumen: Este artículo analizó las relaciones funcionales entre el bienestar social y la disposición hacia la reconciliación entre miembros de la población civil colombiana. Se estudió una muestra de 320 personas, de las cuales un 55.9% fueron mujeres y un 43.8% hombres con edades entre los 18 y 68 años. Se construyeron Modelos de Ecuaciones Estructurales para evaluar las relaciones entre el bienestar social como variable independiente, y la disposición hacia la reconciliación como variable dependiente, obteniendo índices satisfactorios para todos los parámetros calculados en el modelo. Los resultados demostraron que existe una relación funcional directa y positiva del bienestar social con respecto a la disposición hacia la reconciliación; a partir de la cual se concluye, en primer lugar, que el bienestar social es un factor determinante de la disposición hacia la reconciliación, y en segundo lugar, que un componente esencial de cualquier proceso reconciliatorio es la recuperación social y emocional de las comunidades que vivieron la situación de conflicto.

Palabras clave:bienestar, reconciliación, población civil, conflicto.

Abstract: This paper evaluates the functional relationships between social wellbeing and the willingness towards reconciliation between civilians in Colombia. The study sample was constituted by 320 people, from which 55.9% were females and 43,8% males between 18 and 68 years old. Structural Equations Models were built in order to examinate the relationships between social wellbeing as the independent variable and willingness towards reconciliation as the dependent variable, obtaining satisfactory fit-indexes for all calculated parameters. The outcomes demonstrated that there is a positive and direct relationship between social wellbeing and the willingness towards reconciliation among civilians. From these outcomes two conclusions could be drawn: firstly, social wellbeing may determine a person’s willingness to reconciliate with others in a post-conflict scenario; and secondly, an essential component of any reconciliation process is the social and emotional recovery of communities that experienced the conflict situation.

Keywords: wellbeing, reconciliation, civilian population, conflict.

A lo largo de las últimas décadas, la búsqueda de la paz y la reconciliación en Colombia ha motivado distintos esfuerzos institucionales encaminados a encontrar espacios de diálogo entre el Estado colombiano y diversos actores armados ilegales. Estos esfuerzos han estado orientados no sólo hacia la terminación del conflicto con grupos paramilitares y de guerrilla, sino también a la reparación de las víctimas y la recuperación psicológica y social de las comunidades (Congreso de la República de Colombia, 2005; 2011).

Pese a dichos esfuerzos, la experiencia prolongada y sostenida de violencia colectiva que ha vivido Colombia ha dejado una profunda ruptura en el tejido social. Tal ruptura, que ha conllevado a la destrucción de las dinámicas básicas de convivencia e interacción dentro de las comunidades, y al deterioro de los vínculos sociales (Montero, 2018), también ha traído consigo una desconfianza generalizada de la población hacia las instituciones del Estado, los excombatientes desmovilizados e incluso hacia miembros de sus mismas comunidades, generando tensiones entre los diversos actores que coexisten a lo largo del territorio nacional (Observatorio de la Democracia, 2016; Agencia para la Reincorporación y la Normalización, 2018).

Reconocer el miedo, la desconfianza y el deterioro de los vínculos sociales al interior de la población colombiana implica también reconocer las situaciones traumáticas que los causaron, y que estas situaciones afectan el bienestar de las personas de forma distinta, influyendo en la manera como se perciben a sí mismas, a los demás y a la sociedad de la que hacen parte (Abello et al., 2009).

En un contexto de pos-acuerdo como el colombiano, el análisis de estas percepciones es fundamental porque pueden tener implicaciones directas sobre las dinámicas de interacción que se dan entre la población civil y quienes toman la decisión de dejar las armas. Un reporte de la Fundación Ideas para la Paz, por ejemplo, reveló que hasta diciembre de 2019 se habían desembolsado recursos para la ejecución de proyectos productivos individuales y colectivos, que beneficiaban alrededor de 2.204 excombatientes (Llorente y Méndez, 2019); sin embargo, aunque muchos de los proyectos disponían de recursos económicos para su ejecución, la desconfianza hacia los exintegrantes de las FARC-EP y la resistencia de las comunidades a trabajar con ellos dificultaron la puesta en marcha de estos proyectos, así como de otras iniciativas productivas que requerían un trabajo conjunto entre la población y los excombatientes (Agencia para la Reincorporación y la Normalización, 2018).

A este respecto, autores como Lederach (1997), Kelman (2008) y Burton (1969) señalan que disponer recursos económicos e instrumentales no son suficientes cuando se trata de superar un conflicto intergrupal, pues la resolución de este tipo de conflictos requiere un cambio profundo en las relaciones de los grupos enfrentados, el cual se logra atendiendo las necesidades psicológicas y transformando los sentimientos hostiles de las partes en conflicto (Nadler et al., 2008 p. 4). Son estos aspectos psicológicos, junto con los procesos subjetivos que ocurren en el individuo dentro de un contexto de confrontación armada, los que determinan las formas de interacción con el grupo contrario, y configuran las percepciones individuales que facilitan la desescalada o continuidad las acciones violentas (Alzate et al., 2009).

En el marco de un conflicto intergrupal, las personas actúan dentro de una lógica determinada por la pertenencia a un grupo, en la que se despoja de la cualidad individual a quien se ataca o se agrede. Por tanto, la otra persona se convierte en objeto de agresión no por sus características personales, sino por su pertenencia a una categoría grupal a la que se atribuye la cualidad de “enemigos” y, por ende, toda acción violenta en su contra está plenamente justificada (Blanco y Blanco, 2019).

Estas acciones violentas causan dolor y sentimientos negativos entre las partes, que ponen en peligro la satisfacción de sus necesidades psicológicas (de autonomía, seguridad y bienestar) y justifican la necesidad de reaccionar, perpetuando así los ciclos de violencia que sostienen el conflicto (Burton, 1969; Shnabel y Nadler, 2008). Del mismo modo, la insatisfacción de necesidades psicológicas básicas genera emociones de resistencia que constituyen lo que Shnabel y Nadler (2008) denominan como “barreras” que no permiten la resolución a una situación conflictiva (p. 39).

En este sentido, la resolución de un conflicto violento implicará que se hagan esfuerzos para que tales barreras sean superadas, de forma tal que los aspectos psicológicos, tanto individuales como colectivos, que dieron origen y continuidad al accionar violento puedan ser subsanados. A este proceso de deconstrucción o “eliminación de las barreras emocionales que bloquean el camino para dar fin a un conflicto intergrupal” (Shnabel y Nadler, 2008 p. 39) es lo que se denomina reconciliación social, y consta de una dimensión socioemocional y otra dimensión instrumental.

A la luz de estas consideraciones, y reconociendo la sociedad como “el espacio vital en el que se enmarcan las acciones violentas” (Blanco y Blanco, 2019 p. 122) esta investigación indagó acerca de las percepciones que se forja un individuo acerca del andamiaje social al que pertenece, y cómo estas percepciones configuran actitudes de reconciliación en medio de un contexto en el que se procura la construcción de paz tras un conflicto violento y prolongado. En particular, el objetivo de este artículo fue determinar si existe una relación funcional entre el bienestar social y la disposición hacia la reconciliación en una muestra conformada por miembros de la población civil colombiana.

Reconciliación socioemocional: necesidades psicológicas, emociones y restablecimiento del sentido de identidad

Los procesos de reconciliación socioemocional giran en torno a la recuperación de los aspectos psicológicos que afectan la identidad de los grupos en conflicto y les impiden interactuar de manera pacífica. Asimismo, esta dimensión de la reconciliación tiene que ver con el conjunto de emociones, sentimientos, ideas y percepciones que experimenta un individuo como resultado de su interacción con el adversario (Alzate et al., 2009). De acuerdo con Shnabel y Nadler (2008), un elemento clave para promover la reconciliación socioemocional consiste en crear espacios para que las víctimas y victimarios intercambien los recursos psicológicos que necesitan para restablecer su sentido de identidad y propia valía, deteriorado por las afrentas recibidas (en caso de las víctimas) o cometidas (para el caso de los victimarios) durante el conflicto.

La reconciliación socioemocional requiere cambios profundos a nivel individual e interpersonal. A nivel individual, la reconciliación socioemocional abarca los aspectos intrapersonales e íntimos, que hacen que una persona se sienta reconciliada y capaz de gestionar sus propias emociones en presencia de quienes la han lastimado (Mukashema y Mullet, 2012). En el nivel interpersonal, por su parte, la reconciliación socioemocional se refiere al surgimiento de emociones de confianza, seguridad y afinidad de opiniones e intereses, así como a la disposición de interactuar con los miembros del otro grupo (Mukashema y Mullet, 2012; Alzate et al, 2018).

Reconciliación instrumental: cooperación, metas comunes y relaciones con el adversario

A nivel instrumental, la reconciliación alude a un proceso continuo de aprendizaje que se da entre las partes en conflicto a medida que interactúan y cooperan entre sí, para lograr objetivos conjuntos de mutuo beneficio (Shnabel y Nadler, 2008; Alzate et al., 2018).

La reconciliación instrumental ocurre en el escenario colectivo, enfocándose en el restablecimiento de las relaciones entre grupos, la creación de formas de coexistencia pacífica, la convivencia social respetuosa, la tolerancia y el reconocimiento de los derechos cívicos y políticos de los conciudadanos, especialmente de aquellos que fueron actores armados (Shnabel y Nadler, 2008; Alzate, Sabucedo y Durán 2013; Alzate et al. 2018). La reconciliación instrumental puede manifestarse, por ejemplo, en la disposición a compartir espacios cotidianos con excombatientes, o a trabajar conjuntamente con ellos en iniciativas productivas para el desarrollo económico de las comunidades (Alzate et al., 2018).

Bienestar Social

El bienestar social hace referencia a la evaluación que un individuo hace de su propia vida, su contexto, sus circunstancias y su participación en la sociedad a la que pertenece (Keyes, 1998). De acuerdo con Keyes (1998), el bienestar social es multidimensional y se encuentra compuesto por la integración social, la aceptación social, la contribución social, la actualización social y la coherencia social.

La integración social se refiere a la estimación o valoración que un individuo hace de la sociedad, es decir, el grado en que una persona siente que pertenece y es parte importante de su comunidad (Keyes, 1998). De este modo, una persona mentalmente sana será capaz de reconocerse y sentirse parte de la sociedad, de cultivar vínculos sociales y de conectarse con los otros miembros de la sociedad a través de las normas y la cohesión social (Keyes, 1998; Blanco y Díaz, 2006).

La aceptación social es la visión de la sociedad que los seres humanos construyen a partir de las cualidades y habilidades de los demás (Keyes, 1998 p. 122). Blanco y Díaz (2006) señalan que, además del sentimiento de pertenencia a la sociedad, debe existir aceptación hacia los demás y hacia la propia vida, especialmente hacia los aspectos positivos y negativos de la misma. Para Monjas, Begoña y Francia (2005) la aceptación social tiene que ver con el grado de rechazo o aprobación que recibe un individuo de sus pares.

En tercer lugar, la contribución social se refiere a la perspectiva que se tiene respecto a la valía propia en el contexto social, e involucra la convicción de ser un miembro importante de la sociedad que está dotado de la capacidad de aportar tanto al desarrollo del mundo como de los otros (Keyes, 1998 p. 122). Como lo plantea Keyes (1998), la contribución social es un reflejo del grado en que las personas se consideran útiles para la sociedad, y establece que esta dimensión se asemeja a los planteamientos de Marx que defienden la productividad como una característica innata de la naturaleza del hombre (Israel 1971 citado en Keyes, 1998 p. 123).

Por otro lado, la actualización social se relaciona con la valoración que se hace del potencial de la sociedad para progresar y ser mejor (Keyes, 1998 p. 123). De acuerdo con Pittima y Depaula (2018) la actualización social implica tener confianza en que la sociedad y las instituciones que la conforman son unidades funcionales y eficientes, capaces producir bienestar.

Finalmente, la coherencia social se entiende como la comprensión de la forma como se comporta y organiza la sociedad, así como el interés por conocer lo que ocurre en el mundo (Keyes, 1998). Según Blanco y Díaz (2006), mientras que la actualización social tiene que ver con la confianza en la sociedad, la coherencia se relaciona más bien con la capacidad para comprender las dinámicas sociales que en ellas se desarrollan. Para estos autores, una persona sana estará en plena capacidad de asimilar lo que sucede en su entorno, de interpretarlo, y de encontrarle sentido.

Metodología

Participantes

La población de estudio estuvo conformada por 320 personas y fue escogida mediante un muestreo no aleatorio por selección intencionada, el cual permitió garantizar que los participantes cumplieran con ciertas características deseadas conforme a los intereses de estudio, como el lugar de residencia y la pertenencia a la población civil. Para establecer la pertenencia a la población civil se tomó como referente conceptual la definición propuesta por el Comité Internacional de la Cruz Roja, la cual estipula que en contextos de conflicto armado interno esta población se refiere al conjunto de personas que no pertenecen a las fuerzas armadas y tampoco forman parte de los grupos beligerantes (International Committee of the Red Cross, 2010).

Los criterios específicos para la selección de los participantes fueron los siguientes: a) ser colombiano o colombiana mayor de 18 años, b) no identificarse como combatiente o excombatiente de grupos armados al margen de la ley. Con el propósito de garantizar el cumplimiento de este segundo criterio, previamente al envío del cuestionario se preguntó a cada persona si se consideraba a sí misma como combatiente o excombatiente de alguno de estos grupos. Ningún participante manifestó identificarse como miembro de grupos armados.

Instrumentos

Escala de Reconciliación Social (Alzate et. al, 2018). Esta escala consta de 37 preguntas y evalúa la disposición hacia la reconciliación social a partir de sus dos dimensiones: socioemocional e instrumental. La reconciliación socioemocional registra la preferencia por la reconciliación a partir de aspectos interpersonales (e.g., “siento que estoy en buenos términos con la gente que me ha hecho daño”) e intrapersonales (e.g., “siento que puedo tolerar que las personas que me han hecho daño no tengan las mismas opiniones que yo”).

La reconciliación instrumental, por otra parte, mide las percepciones de los encuestados frente a la interacción con excombatientes, el reconocimiento de sus derechos políticos, la posibilidad de compartir espacios comunes y la disposición a cooperar para lograr metas conjuntas (e.g. “estoy dispuesto a tratar a los excombatientes desmovilizados como a otros miembros de la población colombiana”; “estoy dispuesto a hacer valer ante otras personas los derechos de los excombatientes desmovilizados”).

Escala de Bienestar social (Keyes, 1998; Blanco y Díaz, 2006). Es un instrumento de 31 ítems que permite medir las cinco dimensiones que comprenden el bienestar social, de acuerdo con la propuesta teórica de Keyes (1998): integración social (e.g. “siento que soy una parte importante de mi barrio o comunidad”), aceptación social (e.g., “creo que las personas sólo piensan en sí mismas”), contribución social (e.g., “creo que tengo mucho que aportar al mundo”), actualización social (e.g. “pienso que la sociedad está en continuo desarrollo”) y coherencia social (e.g. “el mundo es demasiado complejo para mí”).

Los índices de confiabilidad obtenidos para estas escalas, así como para el cuestionario general, se presentan en la tabla 1.

Tabla 1
Índice de confiabilidad general y por escalas

Índice de
confiabilidad general y por escalas


Análisis Estadístico

Esta investigación fue de tipo cuantitativo y siguió un diseño explicativo no experimental. Se emplearon procedimientos estadísticos multivariados, dirigidos a analizar la relación funcional entre el bienestar social y la disposición hacia la reconciliación en miembros de la población civil colombiana. El proceso de recolección de datos se llevó a cabo entre septiembre y noviembre de 2020.

Como recurso metodológico se construyeron modelos de ecuaciones estructurales, una técnica estadística multivariada que permitió examinar las relaciones simultáneas entre el Bienestar Social y las actitudes hacia la Reconciliación. La elección de este tipo de modelo obedeció a su capacidad de estimar relaciones existentes entre abstracciones conceptuales, denominadas variables latentes, y múltiples medidas observadas o variables manifiestas (Escobedo et al., 2016). El procesamiento de los datos se realizó utilizando el complemento AMOS del software IBM SPSS versión 26.

La construcción de los modelos se desarrolló en cinco etapas principales: especificación, identificación, estimación, evaluación e interpretación.

La especificación consistió en el planteamiento de las relaciones hipotéticas entre el Bienestar Social y la disposición hacia la Reconciliación, determinando las variables que actuarían en el modelo como latentes u observadas. En la etapa de identificación se determinó si los parámetros establecidos podían ser estimados a partir del modelo especificado en la etapa anterior. Para la estimación, se calcularon los valores de los parámetros y los índices del error de medida. En la cuarta etapa se evaluó el grado de exactitud o ajuste del modelo a los datos obtenidos, empleando medidas de bondad de ajuste para determinar si los índices del modelo eran satisfactorios.

En la literatura existen distintas medidas de ajuste para evaluar si un modelo estructural es correcto y sirve para los propósitos de la investigación. Las medidas de ajuste utilizadas con mayor frecuencia, y que fueron empleadas en la presente investigación, se muestran en la tabla 2 junto con sus criterios de aceptación, así como la interpretación que debe darse a los valores obtenidos.

Tabla 2
Medidas de ajuste y criterios de aceptación

Medidas
de ajuste y criterios de aceptación


Finalmente, tras verificar que los índices de ajuste fueran satisfactorios se procedió a la interpretación de los resultados.

Consideraciones Éticas

De acuerdo con la resolución 8430 de 1993, emitida por el Ministerio de Salud colombiano, la presente investigación fue catalogada como de riesgo mínimo en tanto no poseía elementos que pudieran influir negativamente sobre la orientación política, religiosa o cultural de los encuestados. El proceso de investigación fue sometido a revisión y contó con la aprobación del Comité de Ética Institucional para la Investigación Científica de la Universidad.

Cada participante recibió información detallada acerca del propósito de la investigación, el carácter voluntario de su participación, la anonimidad de sus respuestas y la confidencialidad de los datos que decidiera compartir. Para finalizar, se solicitó a cada uno el consentimiento informado y correo electrónico, o número telefónico, para el envío del enlace. No se almacenaron datos personales de los participantes.

Resultados

Descripción Sociodemográfica

La muestra estuvo conformada por hombres y mujeres entre los 18 y 68 años, con una edad promedio de 27 años y una desviación estándar de 10.3. En cuanto al género el 55.9% de participantes fueron mujeres, el 43.8% hombres y sólo una persona respondió identificarse con la categoría “otro”, equivalente al 0.3%. Las frecuencias se detallan en la tabla 3.

Tabla 3
Categorización por género de los participantes
Categorización
por género de los participantes


Modelos de Medida

Tal como se muestra en la figura 1, la reconciliación social constituye una variable latente medida a través de tres variables observadas: Reconciliación Interpersonal, Reconciliación Intrapersonal y Reconciliación Instrumental. Para efectos prácticos, se hará uso indistinto de los términos Reconciliación Social y Reconciliación

Modelo de medida para la Reconciliación.
Figura 1.
Modelo de medida para la Reconciliación.


Por su parte, el bienestar social representa una variable latente cuya evaluación se hace a partir de cinco variables observadas: Integración Social, Aceptación Social, Contribución Social, Actualización Social y Coherencia Social, tal como se muestra en la figura 2.

Modelo
de medida para el Bienestar Social.
Figura 2.
Modelo de medida para el Bienestar Social.


Modelo estructural del bienestar social con respecto a la disposición hacia la reconciliación

Con el objetivo de evaluar la relación entre el bienestar social y la disposición hacia la reconciliación, se construyó un modelo estructural con todas las variables. La estructura de este modelo, gráficamente representada en la figura 3, estuvo conformada por ocho variables observadas, doce variables latentes, y diecinueve parámetros especificados.

Modelo Estructural del bienestar social con
respecto a la disposición hacia la reconciliación.
Figura 3.
Modelo Estructural del bienestar social con respecto a la disposición hacia la reconciliación.


La especificación de los parámetros en este modelo mostró que la relación planteada entre las variables Bienestar Social y Reconciliación fue significativa (P = 0,39, p <0.05). Los índices de ajuste obtenidos fueron satisfactorios con un S-RMR=0.04, RMSEA=0.06, CFI=0.94 y χ2/g.l. = 2.40, reflejando la idoneidad del modelo y su ajuste a la realidad de los datos.

Estos resultados demuestran que para las personas encuestadas el nivel de bienestar social es un factor que determina la disposición hacia la reconciliación.

Discusión

La relación funcional directa encontrada entre el Bienestar Social y la Reconciliación permitió comprobar que un componente esencial de cualquier proceso reconciliatorio es la recuperación social y emocional de las comunidades que vivieron la situación de conflicto. Esto se debe a que la exposición colectiva a la violencia constituye una “experiencia social” que tiene repercusiones sobre los sentimientos comunitarios, y no sólo en los sentimientos individuales de las personas (Giacaman et al., 2007 citados en Blanco y Blanco, 2019).

En sociedades como la colombiana, donde se han vivido experiencias traumáticas por causa del conflicto armado, la violencia colectiva conlleva a una pérdida de recursos psicosociales como la aceptación de los demás, el sentido de autonomía, el sentimiento de pertenencia a la comunidad, y de propia valía, recursos que guardan relación con dimensiones del bienestar social (Blanco y Blanco, 2019) y con aspectos de la reconciliación socioemocional, más específicamente aquellos relacionados con la reconciliación inter e intrapersonal.

Investigaciones en Colombia como la de Abello et al. (2009), han demostrado que en contextos de violencia sociopolítica la exposición a situaciones traumáticas puede afectar el nivel de bienestar de distintas formas, generando en las personas percepciones de fatalismo y cogniciones irracionales que deterioran su salud mental (Abello et al., 2009). Estos autores analizaron una muestra de personas víctimas del desplazamiento forzado en la costa caribe colombiana, para quienes el fatalismo constituyó un mecanismo adaptativo que, ante la ausencia de aceptación social, entendida como la confianza en los demás y en la sociedad, les permite sentirse protegidos al mantenerse distantes y desconfiados frente a las intenciones de los demás (Abello et al., 2009 p. 467). Otro resultado evidenciado en la mencionada investigación fue que la creencia basada en que la sociedad funciona de manera adecuada (coherencia social) disminuye a medida que las personas desarrollan convicciones fatalistas y cogniciones postraumáticas (Abello et al., 2009). Tales convicciones son reforzadas por sentimientos de culpa, creencias de minusvalía hacía sí mismos y desconfianza hacia los demás, que pueden dificultar el establecimiento de nuevas relaciones en la comunidad debido, entre otros factores, al miedo de ser blanco de nuevas acciones violentas (Abello et al., 2009).

Teniendo en cuenta estos resultados, y tal como se pudo comprobar en esta investigación, para poder avanzar hacia la reconciliación se deben abordar como punto de partida las emociones y sentimientos negativos que surgen en una comunidad como resultado de la violencia colectiva, y que afectan la manera como las personas evalúan sus relaciones con los demás, consigo mismos y con el entorno que los rodea; pues son estas evaluaciones las que determinan y dan forma a la disposición a interactuar con los demás a favor de la consecución de metas a nivel colectivo (reconciliación instrumental), a compartir intereses y espacios comunes (reconciliación interpersonal), y a tolerar las diferencias a partir de sentimientos propios de aceptación y autocontrol (reconciliación intrapersonal).

Para autores como Aiken (2010), los sentimientos y las emociones negativas en una sociedad dividida por guerras intergrupales pueden ser modificados a favor de la reconciliación instrumental y socioemocional por medio de procesos de “aprendizaje social”, entendidos como procesos cognitivos que permiten, a través de iniciativas de intervención psicosocial, transformar el sistema de creencias y relaciones hostiles que originaron y sostuvieron el conflicto.

Esta transformación refleja la importancia que tienen los aspectos subjetivos, psicológicos y sociales en la disposición hacia la reconciliación, y sustenta lo que se ha venido planteando a lo largo del presente trabajo: la reconciliación constituye un proceso social que implica la eliminación de las barreras emocionales, tanto a nivel individual como comunitario, que impiden la superación de un conflicto violento (Shnabel y Nadler, 2008).

Conclusiones

La constatación del bienestar social como un elemento promotor de la reconciliación abre nuevas posibilidades de análisis en torno a las implicaciones socioemocionales de la violencia vivida en el marco de un conflicto armado, y de la sociedad que lo vivió como un espacio en el que se entretejen relaciones sociales que también deben ser reparadas como parte del proceso de reconciliación.

Adoptar una perspectiva colectiva que incluya tanto a las víctimas como a los miembros no victimizados de la población civil, reviste igualmente una gran importancia para los procesos de reintegración social de los excombatientes y su tránsito a la vida civil y comunitaria, pues es a la comunidad a donde regresan estos actores y, como lo señala Kimberly Theidon (2007, p.90) "si Colombia no abre un camino para aquellos que desean dejar atrás los combates, ellos probablemente volverán a la guerra”.

Referencias

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Notas

* Artículo de investigación.

Notas de autor

a Autor de correspondencia. Correo electrónico: melissacm@uninorte.edu.co

Información adicional

Para citar este artículo: Martínez-Pérez, M. (2023). ¿Influye el Bienestar Social en las actitudes hacia la Reconciliación? Análisis desde la experiencia de la población civil cuatro años después del Acuerdo de Paz en Colombia. Universitas Psychologica, 22, 1-XX. https://doi.org/10.11144/Javeriana.upsy22.ibsa

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