Prácticas artísticas y creativas: ¿Se puede transformar el mundo?

Artistic and creative practices: can we change the world?

Práticas artísticas e criativas: o mundo pode ser transformado?

Cuadernos de Música, Artes Visuales y Artes Escénicas, vol. 17, núm. 1, 2022

Pontificia Universidad Javeriana

Elkin Rubiano *

Pontificia Universidad Javeriana, Colombia


Durante 2019 una ola de protestas se extendió por el mundo, un mundo donde lo distante se experimenta como próximo: las protestas de Hong Kong se emparentan con las de Santiago de Chile. En Colombia, la ola de protestas se manifiesta en noviembre, así que Santiago se aproximaba a Bogotá. La “primera línea” de allá daba las pautas para construir la “primera línea” de acá, desde las estrategias de defensa en el espacio urbano hasta el diseño material y gráfico de los frágiles escudos. La efervescencia de la protesta a escala global hace sentir que la lucha es una, se comparten los mismos motivos y afectos: los coros en las calles, las cacerolas en las ventanas y las mismas pañoletas. La extensión del espacio físico de la protesta converge en las pantallas táctiles de los móviles y los computadores. La premisa vertical del tao se torna horizontal: el “como es arriba es abajo” se convierte en el “como es aquí es allá”: la vecindad del dolor, de la rabia y de la indignación se manifiesta en las explosiones sociales, como las caracterizó Manuel Castells:

Lo que está pasando en Chile no es excepcional para nada. Es un fenómeno global […] No se asusten en el sentido de que no están solos: si se hunden se hunden con todo el mundo, porque todo el mundo está así. O la especie humana se mentaliza de alguna manera —no solo con respecto al clima sino también con respecto a las instituciones, a las aspiraciones de todos los jóvenes de mundo—, o nos actualizamos o nos desaparecemos. (Castells 2019)

Este dosier se abre con tres artículos que dan cuenta de las explosiones sociales a escala global. El artículo “Tercer paisaje y jardín de la resistencia en los escombros de la revuelta en Santiago de Chile”, de Francisca Márquez y Margarita Reyes, da cuenta del proceso de construcción del jardín de la resistencia en la estación de metro Baquedano, espacio urbano transformado en epicentro de las movilizaciones sociales ocurridas en Santiago: “Espacios como el jardín-vergel colectivamente sembrado invocan a la violencia que los ha generado, para desde el fragmento y el residuo honrar a la ciudad de belleza, biodiversidad y generosidad”. En el artículo “Anatomy of a Social Crisis and Performance as Protest ritual in Postmodernity: The Chant of the Yellow Vests”, Gustavo Domínguez analiza los componentes del drama social y el conflicto que dieron origen a las movilizaciones ciudadanas de los chalecos amarillos en Francia a finales de 2018 y a lo largo de 2019. Se analiza la dimensión ritual de la protesta, con énfasis en el rol de la performance y su difusión en las redes sociales como elementos fundamentales del contexto activista actual, lugar donde el objeto simbólico y los actos performativos como la música y, en especial, los cantos se configuran como parte indispensable de las movilizaciones ciudadanas. Para cerrar este primer bloque, el artículo de Julia Baker, “Ocupar e desconstruir: a derrubada simbólica de estátuas colonizadoras através da série Devolta de Diambe da Silva”, reflexiona sobre el derribamiento de estatuas que simbolizan la colonización y la esclavitud en Río de Janeiro. Relacionando los conceptos de coreógrafo y coreografía de André Lepecki y las ideas de Achille Mbembe sobre el destino de las estatuas que representan un pasado opresivo colonial, hace una lectura crítica del lugar de las estatuas hoy día a partir de la obra del artista Diambe da Silva.

Esta práctica, la de derribar monumentos, ha estado unida a otra: la de transformar la idea misma de monumento mediante las designaciones monumento negativo, contramonumento, monumento de papel, monumento móvil, antimonumento, die-in, etc. Esta transformación va acompañada de un movimiento que va del artefacto (el monumento como tal) a la recuperación de las prácticas (la memoria viva). Hay algo en común en algunas de ellas: son de carácter efímero, inmateriales o invisibles, en lugar de lo vertical se mantienen a ras de suelo o en el subsuelo, de ahí que la mirada no se dirija al cielo sino al piso o al empedrado, así que es necesario inclinarse o aguzar el oído para percibir aquello que ha desaparecido del campo visual. Cuando el monumento negativo busca que nos inclinemos, hace que dirijamos nuestra mirada hacia la historia de los vencidos

El segundo bloque de artículos da cuenta de prácticas de activación ciudadana que, en el contexto del confinamiento por la covid-19, recuperan la calle y la plaza pública como un acto político. En el artículo “Trazos urbanos y cuerpos ausentes: registro visual de pintadas en las protestas sociales en Colombia (2020-2021)”, Nicole Cartier Barrera muestra que el die-in (acostarse colectivamente sobre el suelo en referencia a los asesinatos y la desaparición forzada) es una acción que “no solo evoca un abrazo colectivo con los muertos: cuando la acción termina, y los manifestantes se ponen de pie para continuar resistiendo, esos espíritus los acompañan, y así ‘el despertar de los muertos glorifica estas nuevas luchas’”. Así como el die-in, las marchas y las caminatas se configuran como una reconfiguración de lo sensible en el que los cuerpos desajustan el orden del Estado y el mercado: “el cuerpo hizo aquello que no debía hacer, caminó distancias inauditas, cantó, escribió, recitó y entró en un ritmo: el que se levantó fue un cuerpo que gritó y un cuerpo que cantó. En este desajuste, se halla el acontecimiento poético”, tal como se señala en “La protesta social y el levantamiento indígena en octubre de 2019 en Ecuador: análisis de una reorganización del régimen de lo sensible ”, de Pamela Jijón y Gabriela Ponce Padilla. Por una línea semejante, el artículo “Prácticas expresivas del hacer y de la vida cotidiana durante el estallido social en Bogotá en 2021”, de Miguel Ángel Palencia Reyes y Catalina Cortés Severino, analiza formas alternas de hacer resistencia y política en las que se superponen los espacios de lo privado y lo público, del aula de clase virtual a la olla comunitaria en la calle, experiencias que ponen en evidencia la necesidad de volver a pensar la práctica artística y su relación con la vida cotidiana y las formas de hacer y sentir manifiestas a través del cuidado y los afectos.

La indignación a escala global comparte estrategias de movilización, desde los pósters y grafitis, hasta la escenificación del cuerpo en la calle. Algunas veces con la capacidad de extenderse de manera global, como ocurrió con la performance del colectivo feminista chileno Lastesis titulado Un violador en tu camino, realizado por primera vez el 20 de noviembre de 2019 en Valparaíso. Allí se entrecruzan la performance escenificada en la calle, el viralizado en redes y el reapropiado, de nuevo, en las calles de varias ciudades, adaptado y traducido a distintos idiomas como el mapuche, el portugués, el griego, el hindi, el turco, el árabe y el quechua cusqueño. En otro registro, algo semejante ocurrió en Colombia con la circulación de una imagen en octubre de 2019, “¿Quién dio la orden?”, movilizada por la #CampañaPorLaVerdad, que buscó señalar públicamente a los responsables de miles de ejecuciones extrajudiciales realizadas por miembros del Ejército Nacional. El mural fue borrado inmediatamente por la Brigada 13 de este. Como en muchas acciones de censura, la borradura hizo aún más visible el mensaje al viralizarse en redes. Esa imagen, la pura imagen, volvió a hacerse cuerpo en las calles, estampada en camisetas, pañoletas y carteles que acompañaron las protestas de noviembre. La imagen se censura, pero se sale del control del censor.

El tercer bloque del dosier agrupa artículos que concentran su interés en el cuerpo y su proyección en el espació público: “El cuerpo femenino fotografiado por mujeres artistas”, de José Horacio Rosales Cueva y Beatriz Núñez Arce; “Cuerpo y armadura: acción performática en tiempos de agitación”, de María Isabel Naranjo Cano y “Cuerpas, memorias y resistencias: prácticas artísticas en el Chile de excepción.”, de Viviana Silva Flores. En estos artículos, el cuerpo encarna las tensiones sociales y el habla articula posibilidades para imaginar la transformación del mundo: “las cuepas” y “todes” como formas de resistir e insistir colocando el cuerpo. Por una vía semejante, “La revuelta performativa: Hacia una noción expandida de cuerpos e imágenes en el espacio público a partir del estallido social chileno”, de Iván Pinto Veas y María José Bello Navarro, y “Cultivando ecologías comunitarias: prácticas artísticas en espacios de lucha y manifestación social”, de Camilo Escobar, se reflexiona sobre las posibilidades políticas de lo performático: el estallido social “creó” y “legitimó” sus propios medios de expresión y visualización en que lo performativo (como realización y promesa) y lo performático (como acción extendida y corpórea) construyeron formas novedosas para comprender la relación entre arte y política y entre arte y no arte: emergencias de nuevas ecologías comunitarias. Como se indica en el artículo que cierra este bloque, “Entre la performatividad y la protesta: barricadas escénicas en las calles de Valparaíso”, de Fabián Videla Zavala, “todo intento por esbozar una significación política de la realidad a través del arte debe desplegarse necesariamente a partir del corazón de los cuerpos o será completamente estéril. Darle un cuerpo al pueblo, no un pueblo construido en los márgenes de la soberanía política o del Estado, sino un pueblo que estará siempre por venir, que es aún inexistente”.

Cierran el dosier los artículos “Estallido intertextual, polifonía intersubjetiva y contravisualidad: prácticas artísticas cooperativas en la primavera latinoamericana”, de Miguel Alfonso-Bouhaben, María Paulina Soto Labbé y Carola Ureta Marín, y “Poéticas políticas y sonoras: Pasado, presente y resignificación de la música popular en las manifestaciones públicas de Chile en 2019”, de Luis Pérez-Valero, artículos en los que convergen distintas prácticas creativas que posibilitan la reconciliación de clasificaciones divisorias, como lo culto y lo popular en el caso de la música: “La organización horizontal y voluntaria de la protesta chilena presentó características muy diversas que iban desde un cantante con temas originales, versiones y arreglos de repertorio de la nueva canción chilena, músicas populares urbanas reinterpretadas en el contexto de la manifestación, así como la organización de los músicos académicos en espacios no convencionales”. El estallido social es el acontecimiento que anticipa solidaridades inéditas sin las que no es posible proyectar la transformación del mundo.

Bien sea la performance de Lastesis, el mural “¿Quién dio la orden?”, la masiva decapitación de monumentos y la emergencia de monumentos negativos, la protesta social no se circunscribe hoy día a los territorios nacionales. Su naturaleza es la desterritorialización propiciada por las redes sociales, cuya lógica oscila entre las pantallas y las calles, entre lo virtual y lo real. En esos intersticios, operan los cuerpos, las imágenes del arte y las diversas voces y coros de la creación. Un fenómeno reciente sobre el que necesitamos saber y aprender más. El siguiente dosier busca comprender la diversidad de prácticas artísticas y creativas unidas al estallido social. Formas de movilización a escala global que manifiestan continuamente los fallos del mercado y el Estado y, al mismo tiempo, procuran los recursos para imaginar el mundo de otra manera: sin imaginarlo no es posible transformarlo. Esperamos con el conjunto de estos artículos contribuir a la construcción de esa imaginación.

REFERENCIAS

Castells, Manuel. 2019. “Explosiones sociales: Una visión global”. Centro de Estudios Públicos de Chile. https://youtu.be/h97emCUyMf0.

Notas de autor

* Sociólogo por la Universidad Nacional de Colombia, magíster en Comunicación por la Pontificia Universidad Javeriana y doctor en Teoría del Arte y la Arquitectura por la Universidad Nacional de Colombia. Director del Área de Humanidades y Estudios Literarios de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano. Sus áreas de trabajo se concentran en la teoría estética, la crítica cultural y las sociologías del arte y urbana. Orcid:0000-0001-6170-0287. Correo electrónico: elkin.rubiano@utadeo.edu.co.

Información adicional

CÓMO CITAR: Rubiano, Elkin. 2022. “Prácticas artísticas y creativas: ¿Se puede transformar el mundo?” Cuadernos de Música, Artes Visuales y Artes Escénicas 17 (1): 8-11 https://revistas.javeriana.edu.co/index.php/cma

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