Investigación contable: escenarios ontológicos y epistemológicos para su potencialización*

Accounting research: ontological and epistemological scenarios for its potentiation

Pesquisa contábil: cenários ontológicos e epistemológicos para sua potencialização

Adolfo León Llanos Ceballos, Orlando Posada Orrego

Investigación contable: escenarios ontológicos y epistemológicos para su potencialización*

Cuadernos de Contabilidad, vol. 23, 2022

Pontificia Universidad Javeriana

Adolfo León Llanos Ceballos

Universidad del Valle, Colombia


Orlando Posada Orrego a

Universidad del Valle, Colombia


Recibido: 21/05/2021

Aceptado: 09/12/2021

Publicado: 30/06/2022

Resumen: La disciplina contable se hace presente en toda actividad humana; para desarrollar investigación en este campo se requieren cimientos conceptuales ubicados en tres tipos de epistemologías: regionales, evolutivas y naturalizadas. Además, para explicarla y comprenderla emergen dos marcos orientadores, el primero es el conocimiento donde se determina la realidad, y el segundo corresponde a los métodos que favorecen su acercamiento epistemológico. Precisamente, el objetivo de este artículo es solventar la dificultad relacionada con la fundamentación disciplinar, para ello, se accede a un debate reflexivo de diversos autores que posibilitan el entendimiento de los entornos sociológico, antropológico y axiológico de la profesión. Se presenta también un abordaje simbólico, reconociendo lo necesario de asumir una postura crítica y social para humanizar la contaduría pública.

Código JEL: H23.

Palabras clave:Contabilidad, epistemología, investigación contable, praxis, ontología.

Abstract: The accounting discipline is present in all human activity; to develop research in this field requires conceptual foundations located in three types of epistemologies: regional, evolutionary and naturalized. In addition, to explain and understand it, two guiding frameworks emerge, the first is the knowledge where reality is determined, and the second is the methods that favor its epistemological approach. Precisely, the objective of this paper is to solve the difficulty related to the disciplinary foundation, for this purpose a reflective debate of various authors is accessed to allow an understanding of the sociological, anthropological and axiological environments of the profession. A symbolic approach is also presented, recognizing the need to assume a critical and social position to humanize public accounting.

JEL Codes: H23.

Resumo: A disciplina contabilística está presente em toda a atividade humana; para desenvolver a investigação neste campo são necessários fundamentos conceptuais localizados em três tipos de epistemologias: regional, evolutiva e naturalizada. Além disso, para explicá-lo e compreender, emergem dois quadros orientadores: o primeiro é o conhecimento onde a realidade é determinada, e o segundo os métodos que favorecem a sua abordagem epistemológica. Precisamente, o objetivo deste artigo é resolver a dificuldade relacionada ao fundamento disciplinar, para isso acessa-se a um debate reflexivo de vários autores para permitir uma compreensão dos ambientes sociológico, antropológico e axiológico da profissão. Também é apresentada uma abordagem simbólica, reconhecendo a necessidade de assumir uma posição crítica e social para humanizar a contabilidade pública.

Códigos JEL: H23.

Palavras-chave: Accounting, epistemology, accounting research, praxis, ontology, Contabilidade, epistemologia, pesquisa contábil, praxis, ontologia.

Introducción

Como disciplina del conocimiento cuya esencia es la medición y comunicación de hechos económicos y sociales, la contaduría pública participa en todos los ámbitos de la actividad humana real o simbólica; en este sentido, el objetivo de este trabajo es solventar la dificultad relacionada con la fundamentación e investigación en esta área del saber. Precisamente, Mejía (2005, p. 138) aborda la fundamentación de la contabilidad como ciencia del carácter empírico, social y positivo-normativo, lo que permite entender la contabilidad en su dimensión cognitiva, pero ante todo en su dimensión tecnológica. Cabe aclarar que, discutir si la contabilidad es ciencia o no, se aleja de las pretensiones de este documento, más bien se intenta revestir de formalidad o solidez aquellos cimientos intelectuales y conceptuales sobre los cuales se apoya la profesión.

Se considera, por tanto, que la epistemología es el lugar preciso para realizar el debate reconociendo que su dominio no es estático, al contrario, se transforma en virtud de la dialéctica entre categorías e ideas, esto origina las llamadas epistemologías regionales. Igualmente, al asumir la contabilidad como tecnología social que se nutre de la administración, la psicología, la sociología, entre otros; se hablaría de una epistemología evolutiva asociada a la “memética” donde las estructuras contables inciden como factor cultural. Tampoco se descarta la búsqueda de aspectos no racionales que induce a estudiar la forma como la mente humana valora el mundo lo que sugiere una epistemología naturalizada (Muñoz & Velarde, 2000). Así, la contabilidad se abre a la crítica y a partir de ella se regularizan comportamientos, se controlan actuaciones o construyen las realidades que condicionan desempeños a diversos niveles: agentes, organizaciones y comunidades; en términos empíricos se cierran o abren escuelas u hospitales, se contratan o despiden colaboradores, se venden o compran empresas, se establecen unidades de negocio; en términos de racionalidad, las organizaciones aprenden, se hacen eficientes, se adaptan a los ambientes externos, se sitúan en las expectativas sociales hegemónicas.

En relación con lo anterior, la fundamentación de la disciplina debe reconocer su evolución histórica donde emergen hechos que fueron superados por la contabilidad tradicional como lo son los activos intangibles o aquellos no percibidos físicamente, por ejemplo: el valor de una marca, los derechos de autor, la publicidad, el capital intelectual, etc.; a partir de 1998 con la Norma Internacional de Contabilidad 38 (NIC 38) se prescribe el tratamiento contable de dichos Activos intangibles para diferenciarlos o distinguirlos claramente de la plusvalía y medir su valor razonable.

A modo de síntesis inicial se establecen tres tipos de epistemología para desplegar la fundamentación disciplinar, tal como lo muestra la Figura 1.

Epistemologías que contribuyen a la investigación contable
Figura 1
Epistemologías que contribuyen a la investigación contable


Fuente: elaboración propia.

Según Díaz (2008, p. 116), el grupo propio de las epistemologías regionales organiza los datos específicos de la realidad contable para identificar aquellos conceptos imperantes que al articularse de manera lógica y confrontarse con los contextos de sustentabilidad pueden originar teorías tendientes a agruparse en dos formas: la primera corresponde a generalizaciones simbólicas, acuerdos de grupo, valores compartidos y documentos profesionales, asumiendo una postura de paradigma o matriz disciplinar (Kuhn); la segunda agrupación está encaminada en la línea legalista o jurídica, investigación económica, investigación formalizada matemática-contable, asumiendo una postura de programa (Lakatos).

El segundo grupo de epistemologías evolutivas identifica la evolución del pensamiento contable y da cuenta de cómo los momentos históricos de la sociedad definen las actividades cognoscitivas de la profesión. En otras palabras, argumenta que la contabilidad producida en distintas culturas responde no solo a mecanismos internos del conocimiento, sino a las características de la cultura en la cual se desarrolla, por ejemplo, para combatir el problema del calentamiento global se requiere fortalecer la contabilidad ambiental, tema pertinente en esta época.

El tercer grupo de epistemologías naturalizadas se identifica con el ámbito humano de la contaduría, su orientación no solo esta inclinada al manejo técnico de los activos, pasivos, patrimonio, el crédito, las cuentas, el mercado; también se interesa por la conquista del bienestar social generalizado, de ahí su importancia, su reconocimiento y aceptación. En tal caso, reconoce que la profesión afronta ciertos supuestos económicos como el poder, el interés personal, la utilidad, la acumulación, el egoísmo, etc., elementos que hacen parte, a veces muy activa, de la naturaleza humana.

Desde este plano, se describe la contabilidad como una herramienta dinámica y prospectiva, la cual puede variar de una orientación utilitarista hacia otra solidaria, pero para entender esta transformación, debe apoyarse con otras disciplinas como lo ha establecido en su forma tecnológica donde la contabilidad se coloca al servicio del bienestar humano; pero resulta importante evidenciar que en el contexto académico se defiende el empirismo extremo o la formalización de los problemas del conocimiento; en tal caso, se puede sintetizar hasta acá que la contabilidad no ha superado su visión positivista, es decir, aun asume una posición que le impide realizar comprensiones estructuradas sobre la realidad (Gaffikin, 2006, p. 6).

Componente metodológico

Para identificar los fundamentos conceptuales y ponerlos a consideración de todos los interesados que desean hacer investigación en la disciplina contable se asume la recopilación de datos secundarios y documentales en el marco de una epistemología interpretativa. La técnica abordada corresponde al análisis de contenido, el método que permitió su manejo incluye la clasificación de categorías tanto de contenido, forma y juicio; el instrumento utilizado fue la ficha de documentación, cuya principal herramienta es el registro.

Ahora bien, para explicar (perspectiva cuantitativa) y comprender (perspectiva cualitativa) la disciplina contable, se requiere un primer marco orientador conformado por el conocimiento concebido de dos maneras. En la primera consideración explicativa, un sujeto o futuro contador hace determinación, interpretación, hermenéutica, al objeto de estudio donde extrae una imagen o una representación del mismo, que luego utiliza para conquistar una verdad de carácter ontológico enmarcada en algún tipo de corriente filosófica, que para el caso del pensamiento occidental moderno son el empirismo, el positivismo, el utilitarismo, el existencialismo y el pragmatismo (Bedard, 1995).

En la segunda consideración comprensiva, el sujeto construye una creencia verdadera adecuadamente justificada, esto significa que se relaciona directamente con sus propias representaciones producto de la base existencial, el consenso alcanzado en comunidad, lo apto para la conservación de la humanidad y el ambiente. A través de ellas puede conquistar unas verdades de carácter praxeológico y axiológico, lo que deriva en vigilancia crítica de la profesión.

Un segundo marco orientador para investigar en contabilidad son los métodos, entendidos estos como una aproximación epistemológica al conocimiento. Es necesario aclarar que no se hace referencia al diseño de la investigación, al contrario, es la forma en que los teóricos hacen hermenéutica de la realidad y los resultados de ese ejercicio intelectual que facilitan la comprensión de los fenómenos sociales.

Interpretación crítica

A continuación se presentan los diferentes contenidos y autores que fueron referenciados para desarrollar el debate reflexivo. Ver síntesis en la Figura 2.

Epistemologías que contribuyen a la investigación contable
Figura 2
Epistemologías que contribuyen a la investigación contable


Fuente: elaboración propia.

En el caso del paradigma de las decisiones que en la disciplina contable se utiliza para informar, decidir y tomar decisiones, Jürgen Habermas hace sólida presencia, el autor establece que el elemento más importante para entender los fenómenos sociales es la competencia comunicativa, más que la lingüística (Sawarjuwono, 1995, p. 11). En este sentido, la contabilidad como lenguaje debe concebirse en términos sociales, involucrar a los sujetos, elaborar juicios de valor que reconozcan la desigualdad reproducida por numerosas generaciones; por consiguiente, en esta línea emerge la contabilidad crítica que produce consecuencias positivas a nivel social, político y económico.

Otro aporte de Habermas a la contabilidad lo constituye su reconstrucción de la humanidad en tres puntos: el primero, consiste en el dominio y conquista de la naturaleza expresada en el trabajo donde prevalece el interés técnico, aspecto muy relacionado con la disciplina contable respecto a los procedimientos y prácticas que expresan sus funciones; el segundo, se basa en la intersubjetividad manifestada en la comunicación lingüística cotidiana, esta relación del hombre con los otros hombres se dirige por el interés práctico útil para una mejor toma de decisiones en especial las que emergen del consenso y no solo la presentada por un administrador o contador con alto componente ideológico sesgado al éxito beneficioso para su propio interés. El tercero es la constitución de un yo configurado por la conciencia del individuo por referencia a las normas del grupo en cada nivel de individuación, proceso guiado por un interés emancipatorio.

Desde estas ideas, se reconoce el carácter axiológico de la contabilidad, motivando hacia la racionalidad política que incluye la lógica de lo que es correcto; podría surgir por tanto una investigación que se pregunte por el papel de la contabilidad en la toma de decisiones de carácter social de las organizaciones. Para el caso del paradigma sociológico correspondiente a una epistemología regional, como lo fue el de las decisiones, se presenta a Merton (1964), quien plantea que las categorías de pensamiento tienen un origen social y dependen de factores históricos; el pensamiento puede tener raíces psicológicas, económicas, sociales, raciales, etc., que hacen fecunda su interpretación.

Precisamente en el marco de este paradigma, se resalta del escrito en comento que la contabilidad contribuye al bienestar humano, y que en este tejido de eventos, acciones e interacciones para lograr alcanzar el bienestar es evitar la complejidad (omitir o reducir); es Niklas Luhmann citado por Briones (2014, p. 126) quien analiza la sociedad desde un nivel científico, los sistemas socioculturales específicos como la familia, la escuela, la empresa, la ciencia, la economía, entre otros, están funcionalmente especializados para menguar dicha complejidad, el sistema social se va conformando en términos de identidad y diferencia en su relación con el entorno donde los límites no son físicos sino de sentido. Esta relación sistema/entorno genera información; Luhmann toma el concepto de autopoiesis elaborado por Maturana y Varela quién lo generaliza a la conciencia y a los sistemas sociales, concepto que equivale a la homeóstasis en los seres vivos, analogía de mucha validez puesto que Morgan (1996, p. 33) relaciona el sistema con la conducta de los seres vivos; la comunicación del entorno con las acciones internas del sistema son clave para sostener la vida.

Al interior de las empresas los seres humanos son categorizados en niveles: superior o generadores de procedimientos; inferior, obedientes u operadores; intermedio, obedientes al superior pero atentos a que los subordinados cumplan las órdenes; esto traduce que en un alto porcentaje las organizaciones manejan un estilo de bienestar laboral psicosocial, afirmación establecida después de revisar los aportes de Del Castillo (2008); en ocasiones, dicho estilo de bienestar es muy restringido cuando la motivación es solo de índole económico, en otras de mayor alcance o amplitud cuando la motivación se genera por ascensos, estabilidad, trabajo justo, condiciones favorables, capacitaciones, recreación y educación al grupo familiar.

Algunas escuelas administrativas como: de las disfunciones burocráticas, de las relaciones humanas, la gerencia interactiva, la cuantitivista, de sistemas, de desarrollo organizacional sugieren que el bienestar laboral se logra a través de las relaciones fluidas al interior de los grupos de trabajo como también con la participación en la toma de decisiones. Sería interesante indagar qué papel juega la contabilidad en el desarrollo del bienestar laboral, tema muy ligado al uso correcto de la información contable perteneciente a un paradigma ético cuyo escenario epistemológico regional es la ética creencial.

Asimismo, se parte del supuesto planteado por Muñoz & Velarde (2000) según el cual para que una creencia sea verdadera debe existir entre ella y el mundo un nexo legaliforme de naturaleza causal, idea que tiene sus raíces en Hume (1992, p. 120) “cuando dos acontecimientos están causalmente relacionados muestran regularidades de sucesión”. La justificación de la creencia debe garantizar conocimiento, en otros términos debe ser epistémica o relacionada con la verdad o la validez; el vocabulario requerido para que opere la ética creencial no es de tipo descriptivo sino evaluativo; las representaciones semánticas del contador al ser soportadas por la información tienen el estatuto del conocimiento, el contenido proposicional de sus creencias es cierto o evidente representan saber pues están en relación isomórfica con los hechos de la organización.

Saliendo de la epistemología para ingresar a la axiología, el contador se encuentra “arropado” por normas que regulan su conducta y comportamiento, visibles en un código de ética cuyos valores son: integridad, objetividad, independencia, responsabilidad, confidencialidad, entre otros. Resulta por tanto, saludable recordar las siguientes definiciones a la luz de Bedard (1995), quien contextualiza que la ética se interesa en los principios generales de la conducta humana, constituye la teoría de la acción moral, individual y colectiva. La moral, trata sobre las costumbres, los hábitos y las reglas de conducta admitidas y practicadas en la sociedad.

La ética funda la deontología a fin de tratar los deberes y principios que afectan a una profesión o disciplina, dejando secuelas benévolas que contribuye con la regulación y el bienestar en el trabajo; vale la pena mencionar el Modelo Integrado de Planeación y Gestión (MIPG), especialmente su primera dimensión llamada talento humano, en la misma se maneja un código de integridad conformado por cinco valores: 1. Honestidad, 2. Compromiso, 3. Justicia, 4. Diligencia, 5. Respeto (Función Pública, 2017, p. 31); que por cierto se convierten en verdaderos motores para el servicio público y privado. Ahora bien, producto de una adecuada gerencia y adicionalmente la implementación de estos códigos (ética e integridad), la contabilidad podría ser mucho más útil a los usuarios contables, satisfacer las necesidades de los ciudadanos y de la economía en general, pues se aleja de la injusticia acatando la fuerza moral de dichos códigos. Surgen por tanto diversas ideas de investigación de suma importancia e interés para todos, como el control interno contable en las organizaciones, la rendición de cuentas, los tipos de hallazgos, la evaluación del estado contable, el análisis de los tributos verdes y una gama de líneas y propuestas disciplinares que contribuyen al constructo de la ciencia e investigación científica (Posada et al., 2020).

Siguiendo la idea anterior del conocimiento racional, se puede inferir hasta las presentes líneas que el paradigma de la utilidad en contabilidad se sustenta en una epistemología regional llamada praxis, considerado un término referente a la práctica cuya familia terminológica puede ser: realizar, llevar a cabo, obtener, alcanzar, producir, entre otros; aparece como una fase o etapa necesaria para la construcción del conocimiento válido a diferencia de la teoría que se focaliza en la abstracción.

Dicho lo anterior, llama la atención como la praxis se hace presente cuando una idea se experimenta o se vivencia en el mundo físico y permite transformar el entorno o la naturaleza lo que deriva en un cambio del hombre mismo, por ello también (la praxis) se conecta a la conducta y se puede entender de dos maneras; la primera, como materialización de la teoría: esto significa validar conocimiento. La segunda, como práctica concreta de la vida histórica, donde se podría generar teoría para producir conocimiento. Se infiere, por tanto, que la praxis es un concepto bisagra, de gran importancia en la contabilidad porque permite validar o generar conocimiento para nutrir la disciplina.

Ya tiempo atrás, Sócrates diferenciaba una acción acertada o eupraxia de un acontecimiento imprevisto o azar asociando la forma de actuar al ámbito político. Por otro lado, Aristóteles diferencia la triada: teoría, práctica y producción, “si a un ser vivo se le quita la acción aún más la producción” ¿Qué le queda sino la contemplación –theoria–? (Aristóteles, 2005, p. 305). En dicho orden de ideas se ha desarrollado una eterna polémica por la esencia de la praxis; por un lado, es el querer de la voluntad, por otro, es la implementación de la recta razón. Entretanto, lo práctico se asocia con la libertad y con el paso del tiempo se establece que el entendimiento es también un modo de acción ya que emergen juicios proporcionados por la intuición sensible, la razón puede ir cambiando hacia la práctica, produce actos o comportamientos; en este sentido, los intereses de la razón se establecen a través de las siguientes preguntas: Interés especulativo: Qué puedo saber? Interés práctico: ¿Qué debo hacer? Interés mixto: ¿Qué puedo esperar?

William James hace un aporte interesante planteando la noción de utilidad, el único medio para juzgar la verdad de una doctrina moral, social, religiosa, científica consiste en considerar sus efectos prácticos, teoría filosófica llamada pragmatismo cuyo espíritu se presenta en la siguiente afirmación: “Una idea es verdad porque nos es útil, nos es beneficiosa, es decir, es buena. La verdad es una especie de lo bueno y no una categoría distinta de aquello y coordinada con ello” (James, 1967, pp. 74-75).

Las bases teóricas en contaduría son amplias, permiten el desarrollo de la praxis; con base en esta idea se sugiere superar la timidez académica para abordar en el aula universitaria o fuera de ella, sus dos sentidos; bien sea desarrollando pruebas científicas para sostener o refutar teorías, como también elaborando códigos abiertos, axiales y selectivos para configurar teorías fundamentadas.

Abordando el paradigma de la economía en contabilidad, cuya esencia es la valuación y valoración contenido en los programas de beneficio verdadero, utilidad para el decisor y teoría contable positiva, entre otros; se establece la disposición como epistemología regional que potencia la indagación contable, concepto estructurante de variadas acepciones: a nivel biológico, educativo, motivacional, conductual, muy ligado a la personalidad del ser humano; precisamente, para Hull (1943, p. 80), el hábito es una disposición inferida del sistema nervioso que da cuenta de las relaciones estimulo – respuesta. De acuerdo con las anteriores ideas, se puede asumir la disposición como una característica general de toda actividad orgánica, que es la de una relativa especificidad o un rango de actuación posible (Muñoz & Velarde, 2000, p. 188).

Una de las aristas de la disposición se dirige a la comprensión del consumo y su práctica, pero antes se debe tomar la antorcha de Babolin (2005), quien plantea “en la economía la presencia de una vida social y afirma que el alma de la actividad comercial es la dinámica de los deseos: los satisface y los crea” (Babolin, 2005, p. 41). Sumado al anterior se presenta, con gran repercusión en el mundo, el consumo donde el valor de las cosas depende del sujeto y su contexto cultural, pero a su interior se desarrollan fenómenos inquietantes como la emulación con el otro, la moda, la comparación envidiosa, etcétera, en virtud de ello Bourdieu expresa que “las diferencias sociales se reproducen por el consumo” (Bourdieu, 1979, p. 331).

Una circunstancia sociocultural que se inscribe en la racionalidad económica y tiene relación directa con la contabilidad es el conocimiento gastronómico, surgen diversas inquietudes ¿Existe el hábito familiar de cenar fuera de casa?, ¿Se planea un presupuesto para esta práctica? ¿Cuántas veces al mes? ¿Qué prácticas de consumo posee el núcleo familiar?, con lo anterior se reafirma la primera idea de esta reflexión: la contaduría participativa en todos los ámbitos de la actividad humana.

Dependiendo del abordaje paradigmático se podrían identificar otras epistemologías regionales, para Tascón (1995) existen tres tipos de paradigmas contables: “* Los clásicos, que incluyen el antropológico inductivo y beneficio verdadero; * Los de utilidad, donde se encuentran los modelos de decisión, agregado del mercado y usuario individual; * Los emergentes, conformados por la teoría de la agencia, la economía de la información y el neopositivismo” (Tascón, 1995, p. 74). Derivado de lo anterior emergen los siguientes escenarios: lo antropológico que tiene un generoso contenido evolutivo; posición bípeda y erecta del Homínido, exploración, desplazamiento, avance manual, emisión de sonidos, hasta llegar a la producción donde se hace necesario el lenguaje para conquistar la supervivencia, entre otros contenidos.

La verdad, idea clave en la epistemología se puede abordar desde teorías monistas cuya vía es el ser; teorías fisicalistas que inician con el átomo; teorías esencialistas o las ideas, complementada con las subjetivistas empíricas que incluyen los procesos psicológicos; pero en la disciplina contable hay mayor acercamiento a las teorías de la verdad de tipo relacional soportadas en tres ejes: sujeto–objeto-lenguaje, en especial las conformidades o adecuaciones entre las cosas y el entendimiento; no se puede dejar de lado la teoría del consenso planteada por Habermas, cuyos fundamentos son: la lógica del discurso y el habla ideal.

A nivel constructivista desde cualquier postura psicogenética, sociológica, cognoscitiva, y sin el ánimo de culminar el debate sobre el tema de la verdad, se puede considerar la misma como: “Aquella discriminación cibernético-proyectiva de un saber integral”, donde la discriminación toma fuerza epistemológica pues constituye el hilo conductor entre el conocer y el saber, lo cibernético permite la autorregulación humana, lo proyectivo significa salir de sí para ejecutar acciones o proyectos y el saber integral permite recordar que la pasión, la fe y el amor podrían ser otra fuente inagotable de conocimiento (Llanos, 2020). Emerge esta pregunta como estímulo filosófico para el desarrollo de una investigación ¿Cuál es la verdad de la disciplina contable?

Otro escenario para la investigación contable lo constituye la información, entendida como el conjunto de datos o noticias sobre un tema, aquí confluye la actitud proposicional o pensamiento del sujeto y la intención del contenido; al interior de este escenario se pueden abordar conceptos probabilísticos, precisamente Dretske (1981, p. 65) se apoya en la teoría matemática de la cantidad de información desarrollada por otros autores, como: Wiener y Shannon; además, su propuesta tiene en cuenta los usos cotidianos de la noción de información como los resultados de un partido de fútbol, los contenidos científicos, hasta llegar a los problemas filosóficos referidos a la conciencia donde se involucran mecanismos de percepción, conllevando a que la investigación que articula la disciplina contable con la psicología, podría disminuir las discrepancias entre los valores reales y las cotizaciones, por consiguiente, surge el interrogante ¿Tienen los contadores habilidad para discernir las apariencias experimentadas a través de la observación?

En cuanto a la epistemología evolutiva, la apuesta es convertir las ideas históricas que presentan los cambios de la disciplina contable en ideas científicas naturales y sociales para avanzar en la descripción de la realidad hacia la creación de nuevas representaciones del mundo contable, pero alejándose de semánticas impositivas para construir conocimiento con el otro(a). En virtud de esas condiciones, resulta pertinente recordar que la realidad también es un discurso simbólico de los individuos, donde emerge continuamente la epistemología naturalizada. Esta misma facilita superar la mirada mecánica, instrumental y funcionalista de la contabilidad para conquistar una postura crítica que permita comprender la naturaleza social instalada al interior de la práctica contable, un ejemplo de lo anterior sería evitar el abordaje de las normas internacionales como un tema finalizado, más bien se debe analizar o revisar su otra verdad en cuanto a esencia política e ideológica que pueden constituirse en vía de alineamiento sociocultural de los países desarrollados, por lo que se sugiere validar sus componentes a través de los estudios de caso.

Otro elemento que permite ir tras la búsqueda de un soporte teórico para las normas internacionales –que se debe tratar en la docencia universitaria– es la heurística positiva desde diversos enfoques, por ejemplo: falsacionismo de Lakatos, aplicabilidad estratégica de Pólya, la acción participativa de Lewis, entre otros. Como disciplina de la racionalidad humana el futuro contador la puede asumir desde su perspectiva científica a través de los métodos de indagación o desde su perspectiva estratégica para la solución específica de problemas. En este orden de ideas, se debe recordar a Sócrates quien plantea un método inductivo, mientras Aristóteles sugiere el deductivo. La disciplina contable está vinculada al mundo cotidiano, por ello su investigación debe asumirse como una herramienta para conocer a mayor profundidad la realidad dejando atrás el mito de su complejidad; no saber su fundamentación epistemológica y ontológica implica rezagarse en la profesión.

Conclusión

Para solventar la dificultad relacionada con la fundamentación e investigación en la disciplina contable se requiere un conocimiento básico de aquellas epistemologías implícitas en la investigación científica como las epistemologías regionales, evolutivas y naturalizadas incluidas en cuatro paradigmas: de las decisiones, de la economía, de la utilidad y el constructivista que proporcionan los conceptos que le dan sentido y significado, además de la evolución histórica que favorece su entendimiento y finalmente, los aspectos no racionales que hacen referencia a los sentimientos, las emociones, el amor, entre otros, que aclaran los comportamientos y desempeños consolidando grupos informales al interior de las organizaciones.

Cuando se establece el primer acercamiento a la realidad problematizada, entendida ella como aquel proceso de ir y venir entre el síntoma o la señal de que algo sucede, las consecuencias o los efectos, pasando por sus causas u orígenes; la epistemología juega un papel determinante en la ubicación del investigador (estudiante) y su asesor (profesor).

Como parcela de la filosofía que ejerce vigilancia crítica sobre todo tipo de conocimiento, general o particular, la epistemología aclara y determina seis elementos: 1) La fundamentación o el orden en que las variables o categorías van a justificar la medición de un concepto o la comprensión de un contexto; 2) La naturaleza del conocimiento –teórica, empírica o mixta–; 3) La lógica asumida, bien sea a nivel del método o la sucesión de hechos sin contradicción; 4) El proceso, evidenciado como el estado de desarrollo del sistema abordado; 5) El valor teórico o importancia del estudio; 6) Los límites, esto es, las fronteras que evitan los avatares del proyecto, lo que quiere decir, acontecimientos contrarios en términos de conceptos que no hacen parte del cuerpo de la investigación.

En consecuencia, se concluye que las producciones intelectuales de aquellos pensadores que establecen teorías para entender los fenómenos sociales como Habermas, Bourdieu, Merton, Luhmann, Bedard, Babolin, entre otros, constituyen fuente inagotable de conocimiento para explicar y comprender la disciplina objeto de estudio. En este sentido académico, se hace necesario superar la mirada positivista de la contabilidad para que el investigador o estudiante conozca con mayor profundidad y rigurosidad tanto el territorio como el horizonte de esta disciplina, lo que deriva en la potencialización de otro tipo de investigaciones no solo de costos o temas que se hacen recurrentes como trabajos de grado o anteproyectos de investigación.

Emergen en la evolución histórica o el salto cualitativo de la disciplina contable, algunos temas de interés investigativo inscritos en la realidad socioeconómica, ambiental, cultural y política de la humanidad; como es el caso, del cambio climático donde hace presencia las estrategias de origen financiero, tributario y económico para solventar dicha problemática.

No menos importante son las verdades en la disciplina. A modo de hipótesis se establecen las siguientes afirmaciones: 1) Las verdades ontológicas en contabilidad corresponden a la relación entre el sistema y el entorno; 2) Las verdades praxeológicas son los dominios de la realidad material; y 3) Las verdades axiológicas se entienden como los acuerdos conquistados en la intersubjetividad.

Consideraciones éticas

La presente investigación no requirió aval ético, pues se trata de una revisión documental.

Contribución de los autores

Adolfo Llanos contribuyó con el contenido epistemológico. Orlando Posada contribuyó con la revisión bibliográfica y aplicación de normas de presentación del artículo.

Financiación

No se contó con financiación alguna.

Conflictos de interés

Los autores declaran que no existe ningún tipo de conflicto de intereses.

Referencias

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Notas

* Artículo de reflexión.

Notas de autor

a Autor de correspondencia. E-mail: orlando.posada@correounivalle.edu.co

Información adicional

Sugerencia de citación: Llanos C., A. L., & Posada O., O. (2022). Investigación contable: escenarios ontológicos y epistemológicos para su potencialización. Cuadernos de Contabilidad, 23. https://doi.org/10.11144/Javeriana.cc23.icso

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