Reseña sobre Néstor Perlongher: por una política sexual, de Javier Gasparri

Cuadernos de Literatura, vol. 24, 2020

Pontificia Universidad Javeriana

Ezequiel Lozano a

Universidad de Buenos Aires, Argentina


En los últimos años ha tomado mayor fuerza la figura de Néstor Perlongher, a través de su circulación en publicaciones y reediciones recientes de textos que visitan su obra. Entre estos citamos, por señalar algunos enclaves novedosos: la aparición del filme documental de Santiago Loza, Rosa Patria, que se aboca sobre algunos de los múltiples flancos de la personalidad del escritor; la publicación, en editorial Mansalva, de su Correspondencia, compilada y comentada por Cecilia Palmeiro, la cual incluye un archivo fotográfico como apéndice; así como también la edición en 2014 de sus Poemas completos, con prólogo de Roberto Echavarren, que a la vez trae varios ensayos críticos de la obra del poeta. Así, el libro que aquí reseñamos (Gasparri) se enlaza a esa red cultural y viene a hacer un aporte singular y valiosísimo dentro de la serie.

El libro comienza con una dedicatoria cargada de afecto hacia Adriana Astutti, directora de la tesis a partir de la cual se gestó el texto. El ejemplar se edita, a su vez, en la misma casa de estudios donde ese trabajo final de la Maestría en Literatura Argentina se elaboró y defendió. De modo que la escritura de Javier Gasparri está íntimamente imbricada al contexto institucional ofrecido por la Universidad Nacional de Rosario, donde pudo desarrollar sus estudios de posgrado, con apoyo de becas del CONICET. Así mismo, desde las primeras líneas se hace visible algo central para esta investigación: la posibilidad de acceder al Archivo de Néstor Perlongher en la UNICAMP São Paulo, Brasil.

Dentro de la biografía de Néstor Perlongher, el libro se enfoca en la dimensión política de la sexualidad, concientización nacida de una búsqueda colectiva trazada por el feminismo y la disidencia sexual, que manifestó su efervescencia durante los primeros años de la década del setenta del siglo XX y que el terrorismo de Estado acalló, como otra de sus múltiples atrocidades. Ya desde el título, el estudio parte de una expresión que el poeta enarbola para un panfleto militante, probablemente puesto en circulación durante los últimos años de la dictadura cívico-militar; así, el lema “por una política sexual” resulta un horizonte de búsqueda en el pensamiento perlongheriano y en el de Gasparri, quien nos explica que, en este, la reflexión política “no puede prescindir de una irreductible política literaria” (22).

El foco del libro se desplaza por tres momentos específicos de la biografía de Perlongher, desde comienzos de la década de los ochenta hasta su muerte: la guerra de Malvinas; su poemario Austria-Hungría, y sus vivencias compartidas epistolarmente en torno al VIH-Sida.

A lo largo del primer capítulo, Gasparri ausculta con rigurosidad los debates surgidos al interior de la revista Sitio (1981-1987), a partir de una intervención punzante de Perlongher sobre la coyuntura de la guerra de Malvinas. El libro examina las operaciones efectuadas por los textos circundantes a aquella participación, en ese contexto de fines de la dictadura argentina. Se compilan y analizan las distorsiones, malentendidos, impugnaciones y reclamos para poner en valor las respuestas de Perlongher, su uso de la ironía como retórica, su burla al patriotismo escolar desplegado por sus interlocutores. Se describe, al detalle, el modo en el que el texto de 1983, “La ilusión de unas Islas”, argumenta, desde una mirada anarcolibertaria, una crítica feroz hacia el dogmatismo estatal y la defensa de una identidad nacional. Gasparri argumenta con solidez la exasperación de Perlongher por la idea de la ilusión desplegada a partir de una guerra librada por el Estado en nombre de un territorio; se enuncia que “esta polémica entre Perlongher y los miembros de la revista Sitio funciona como una auténtica teoría de la lectura” (49).

Por su parte, el segundo capítulo se titula “Austria-Hungría: una violencia sexopolítica” y refiere al nombre del primer poemario del poeta, aparecido en 1980, aquel año en el que Piglia publica Respiración artificialy Saer su texto Nadie nada nunca. En esa contemporaneidad, y en plena dictadura, Perlongher estructura su libro en dos partes que dejan imaginar un encuentro bélico, según nos explica Gasparri. Este diálogo metafórico entre Austria y Hungría aludido en el título, agrupa soldados —que llegan— y mariconas —que están allí— para delinear: “una guerra de cuerpos, de géneros de voces, que se intersectarán de un modo permanente y que, como toda guerra, exhibirá una violencia inaudita” (54). Gasparri argumenta su lectura del poemario como confrontación entre maricas y ejército desde el apoyo que le dan los elementos teatrales que Perlongher suma al texto, como las didascalias.

Es curiosa la singularidad de este poemario: el texto que motiva su título e impulsa su creación, Austria-Hungría, no se encuentra en el libro, tal como las cartas del autor enuncian. Por ello, es de gran valor la decisión de Gasparri de citar ese poema in extenso —gracias a que fuera consultado, por el investigador, en Brasil, en el Archivo de Néstor Perlongher—.

Al citar a Panesi, se explica el pasaje desde el barroco al barroso o neobarroso para subrayar aquello que la poesía puede hacer en la política. De modo que esa forma puede contener, como es el caso, una postura antimilitarista profunda, por ejemplo. A la vez, Gasparri analiza, al detalle, la manera en la que en cada poema se trenza el cruce que Perlongher subraya entre política y sexualidad, alejado de todo imaginario biempensante. “La violencia política se exhibe sexualmente: es el modo de mostrarla a carne viva, perforando los cuerpos” (64) y se expresa, desde este barroco de trincheras, nos explica el autor, convocando figuras como la antiparastasis —devolución invertida de la injuria recibida—.

El capítulo 3 se titula “Sexualidad y saber: búsqueda ensayística y emergencia cultural”. Se revisa, desde otra óptica, ese momento particular de la producción escritural de Perlongher estudiado a través de casos particulares en los capítulos precedentes. Se indaga aquí por los modos que el autor desarrolla en este contexto de violencia dictatorial y de incipiente comienzo de la democracia en una serie de poemas y ensayos. Gasparri sugiere pensar en una “suspensión categorial” (89) para este grupo de textos culturales, en tanto intervenciones que van al límite extremo de su especificidad disciplinar. Así, la lectura del libro lo emparenta a dos referencias europeas sexodisidentes: Guy Hocquenghem, en tanto intelectual-militante, y Pier Paolo Pasolini, en cuanto intelectual-artista. Porque si algo subraya la lectura de Gasparri para contextualizar la intervención de Perlongher en el campo de la literatura argentina es la manera en que los dos poemarios del autor, Austria-Hungría (1980) y Alambres (1987), “afirman una política (poética) de la disidencia sexual” (92), desde una mixtura de la lengua del barroco de trincheras y la lengua de la loca.

El último capítulo se enfoca en el intercambio epistolar que Perlongher mantiene desde Francia y Brasil con su amiga Sarita Torres, para observar el relato del autor sobre su deterioro personal ante el avance de la enfermedad en su persona, a la par que una constante reinvención de sí. Desde su test positivo de VIH que le lleva a escribirle a su amiga que, ante la proximidad del SIDA, se cuestiona “todo lo que pensaba y escribía” (119) y se aferra a la religión del Santo Daime. Ante estas narraciones de sí aparecidas en las cartas, Gasparri reflexiona que “parecen querer funcionar como una escritura que hace la vida presente” (127).

La puerta de acceso al libro que aquí reseñamos es una imagen hermosa creada por Claudia del Río, que se imprime en la tapa. En esta, la remera del personaje retratado clama “escribime” como una letanía. Este pedido, vocablo repetido en las cartas, se subraya, entonces, como un reclamo de presencia, de afecto, de abrazo a la distancia que Perlongher pareciera extender más allá de su partida a través de la voz de Gasparri y la decisión editorial de la UNR. Felizmente, ese clamor encuentra, actualmente, una notable productividad.

Referencias

Gasparri, Javier. Néstor Perlongher: por una política sexual. Humanidades y artes ediciones, 2017.

Perlongher, Néstor. Correspondencia. Mansalva, 2016.

Piglia, Ricardo. Respiración artificial. Pomaire, 1980.

Rosa Patria. Dirigida por Santiago Loza, Mandrágora producciones, 2009.

Saer, Juan José. Nadie nada nunca. Siglo Veintiuno editores, 1980.

Notas de autor

a Autor de correspondencia. Correo electrónico: lozanoezequiel@gmail.com

Información adicional

Cómo citar esta reseña: “Reseña sobre Néstor Perlongher: por una política sexual, de Javier Gasparri”. Cuadernos de Literatura, vol. 24, 2020. https://doi.org/10.11144/Javeriana.cl24.rnpp

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