Remodelación urbana del Poblado dirigido de Orcasitas: evaluación gráfica de la intervención*

Cuadernos de Vivienda y Urbanismo, vol. 13, 2020

Pontificia Universidad Javeriana

Noelia Cervero Sánchez a

Universidad de Zaragoza, España


Recibido: 15 Enero 2019

Aceptado: 19 Mayo 2019

Publicado: 29 Mayo 2020

Resumen: Los conjuntos de vivienda protegida construidos entre los años cuarenta y sesenta del siglo XX en España constituyen puntos vulnerables de la ciudad, debido a que se ven afectados por una superposición de dificultades a distintas escalas y ámbitos. Para acometer su renovación urbana, se hacen necesarias políticas integradas de gran complejidad y novedad que carecen de un control global de las actuaciones. El artículo presenta una metodología gráfica que contribuye a la regulación de estos procesos, sistematizando el análisis del estado de los conjuntos y la calidad de las intervenciones, y su aplicación en la evaluación de la remodelación urbana del Poblado Dirigido de Orcasitas, situado en Madrid. Así, se exponen los factores de éxito y fracaso de la operación, y la evolución del conjunto hasta hoy, al sacar a la luz las verdaderas consecuencias de cada una de las acciones y sus efectos en la población residente.

Palabras clave:evaluación gráfica, Orcasitas, urbanismo, renovación urbana.

Introducción

En las ciudades españolas, los sucesivos procesos de crecimiento urbano han generado áreas metropolitanas tendentes a una progresiva fragmentación que hacen necesarios procesos paralelos de desarrollo y conservación (López de Lucio, 2009). Entre los puntos vulnerables de la periferia se encuentran los conjuntos de vivienda protegida construidos entre los años cuarenta y sesenta del siglo XX. Su origen, en un momento de gran necesidad, condiciona una superposición de dificultades que afectan a distintas escalas espaciales y ámbitos temáticos. Por ello, para acometer su rehabilitación o renovación se hacen necesarias políticas integradas de regeneración urbana que prevén, junto con la mejora de aspectos físicos, la activación de la vida en comunidad para conseguir un desarrollo urbano inteligente, sostenible y socialmente inclusivo (Calderón y García-Cuesta, 2018). A la complejidad de estas políticas se une la novedad de sus mecanismos, debido a que responden a patrones pensados para un tipo de patrimonio propio del siglo XX, y a criterios urbanísticos y constructivos centrados en la ciudad consolidada.

Como resultado, se observa una falta de normalización de procedimientos y criterios que impide un control global de las actuaciones (Moya González y Díez de Pablo, 2012; Castrillo, Matesanz, Sánchez Fuentes y Sevilla, 2014). Esta situación lleva a generar una herramienta que contribuya a la regulación de estos procesos y a la sistematización del estado de los conjuntos y la calidad de las intervenciones. Se compendian para ello todos los puntos clave, específicos de este tipo de conjuntos, y se toma como óptimos los parámetros propios de una regeneración urbana integrada, capaz de garantizar un desarrollo equilibrado del territorio y de apostar por un modelo de ciudad compacta (Ballén, 2017). Intervienen, por tanto, factores de tipo urbanístico, medioambiental, edificatorio, socioeconómico, político y de gestión, que son tenidos en cuenta para evaluar las condiciones de partida y los efectos que se producen tras la intervención. Esta diversidad de ámbitos hace necesaria una síntesis gráfica para el manejo de datos y la elaboración de resultados que los haga legibles y comparables.

Tomando como base esta metodología gráfica de análisis, el objeto del artículo consiste en su aplicación para evaluar la sostenibilidad de la remodelación del Poblado Dirigido de Orcasitas, entre los años 1976 y 1986, como caso pionero de intervención a escala territorial en un conjunto de vivienda protegida en España. Se trata de una intervención causada por la inestabilidad de la edificación e impulsada por la fuerza del movimiento vecinal. La revisión de este caso permitirá conocer sus factores de éxito y de fracaso, y su evolución hasta hoy, sacando a la luz las verdaderas consecuencias de cada una de las acciones y sus efectos en la población residente.

Metodología

El modelo gráfico de evaluación de intervenciones urbanas con el que se analiza la rehabilitación del Poblado Dirigido de Orcasitas se orienta de forma específica a intervenciones de escala territorial en conjuntos de vivienda protegida, con procesos de rehabilitación o de renovación urbana. Su especificidad le permite sintetizar los puntos clave para evaluar sus ­­­­­

El Estado Inicial analiza la evolución desde el momento de construcción del conjunto hasta el previo al comienzo de la actuación. De igual manera, aporta un diagnóstico que hace evidentes las deficiencias del área o factores de amenaza, y sus bondades o factores de oportunidad. El Estado Modificado toma como referencia el proceso de intervención en el conjunto y su evolución hasta el momento actual. Así mismo, permite detectar los aciertos o factores de éxito, y las deficiencias o factores de fracaso del proceso y sus efectos.

La evaluación de Estado Inicial y Estado Modificado se estructura de igual manera para permitir una comparación objetiva, y está compuesta por tres bloques temáticos que atienden a las escalas espaciales:

El Modelo de Intervención hace referencia a los mecanismos que hacen posible el desarrollo de la operación. Contiene un solo bloque temático:

A su vez, estos ámbitos temáticos están formados por ítems o puntos de análisis, que son unidades de información para cuya definición se valoran una serie de parámetros cuantitativos o cualitativos, los cuales constituyen una herramienta interpretativa. Todos ellos están enfocados a certificar y acreditar la calidad y sostenibilidad del medio urbano, de la edificación y de los procesos de intervención. Se trata de conceptos objetivables y baremables, que en algunos casos son regulados por normativas específicas y en otros atienden a criterios no normativos que permiten su evaluación. Su estructura y justificación atienden a un marco de referencia triple:

Cada uno de los ítems de análisis se sintetiza mediante la elaboración de unos códigos de representación que permiten su aplicación sistemática para que los resultados sean interpretables de forma individual y en relación con aquellos afines o complementarios. Por esta razón, no funcionan como datos estáticos e independientes, sino que responden a patrones que los ponen en relación en distintas direcciones. De esta manera, permiten analizar la gravedad de las necesidades de un conjunto y conocer su evolución tras la intervención, con el fin de valorar el impacto de las distintas decisiones, como se muestra a continuación en el caso de estudio.

La remodelación del Poblado Dirigido de Orcasitas

A pesar de no ser el ejemplo que consigue los mejores resultados desde el punto de vista formal o urbanístico, la remodelación del Poblado Dirigido de Orcasitas supone un caso de estudio importante por constituir un precedente de las intervenciones integrales en conjuntos de vivienda protegida en España.

Vista y planta general del conjunto en su Estado Inicial, 1965
Figura 1.
Vista y planta general del conjunto en su Estado Inicial, 1965


Fuente: Leoz de la Fuente y Ruiz Hervás (1961a) y elaboración propia

El Poblado Dirigido de Orcasitas es un conjunto residencial de 40,27 Ha y planta prácticamente cuadrada que se construye entre los años 1957 y 1965 en unos terrenos alejados del continuo urbano, al sur de Madrid, en la confluencia entre la carretera de Toledo y la avenida de los Poblados. Los arquitectos que lo proyectan, Rafael Leoz de la Fuente y Joaquín Ruiz Hervás (1961b), llevan hasta sus últimas consecuencias sus teorías geométricas, planteando la materialización a escala urbana de una composición neoplasticista (figura 1). Establecen una retícula con una vía central dirección norte−sur, que constituye el eje principal de distribución, y seis transversales que delimitan manzanas de gran tamaño, en las que la edificación se dispone de forma abierta, definiendo de esta manera espacios libres interiores. Bordeando estas manzanas residenciales, se prevén bandas perimetrales verdes de protección, con los equipamientos necesarios para elevar el conjunto a la categoría de núcleo urbano.

La edificación residencial se define con dos tipos de configuración, según la imagen del mixed development de los esquemas anglosajones y nórdicos (Ferrer Forés, 2017), una en altura y otra en superficie. La primera, con bloques lineales de una o dos crujías, según el tipo, y seis plantas de altura hasta completar un total de 2964 viviendas; y la segunda, con un total de 720 viviendas unifamiliares en hilera de dos plantas y patio en uno de los frentes. Se acogen a la Ley de Renta Limitada, de 1954, con seis tipologías colectivas y una unifamiliar de 3ª categoría, con una superficie útil de hasta 80 m., y una unifamiliar de tipo social5, de 50 m.. En cuanto a los servicios comunitarios, son añadidos al Proyecto del Poblado, de 1956, en el Plan de Actuación en el Barrio, redactado por el Instituto Nacional de la Vivienda en 1962, y en el Plan Parcial de Ordenación, realizado por Joaquín Ruiz Hervás en 1970, y aprobado en 19726. Sin embargo, inicialmente solo llegan a materializarse algunos de tipo educativo, que se mezclan con las chabolas cercanas.

La intervención en el Poblado tiene como causa la falta de estabilidad de la edificación por un problema de asientos diferenciales del terreno, compuesto por arcillas expansivas. Las primeras grietas aparecen durante el proceso de obra, y en 1961, en palabras de R. Leoz, son “un asunto enormemente escandaloso”. A pesar de los Reformados del Proyecto y de las medidas que se toman en este primer momento, los asientos, lejos de estabilizarse como se esperaba, se van agravando hasta mermar la habitabilidad e incluso la seguridad de las edificaciones, y tan solo diez años después de su construcción, conducen a una situación crítica. En 19767, la urgencia de una solución lleva al Instituto Nacional de la Vivienda a autorizar la intervención en el Poblado, anticipándose al Plan de Remodelación de Barrios de Madrid, el cual comienza en 1979 mediante la Orden Comunicada8, y consigue renovar 30 barrios de infravivienda y vivienda de promoción oficial, bajo la idea de “generar ciudad” (Castro y Molina, 1996).

Vista y planta general del conjunto en su Estado Modificado, 1986
Figura 2.
Vista y planta general del conjunto en su Estado Modificado, 1986


Fuente: Archivo CREA Arquitectos y elaboración propia

La remodelación del Poblado Dirigido de Orcasitas comienza en 1976, con la construcción de vivienda complementaria para el realojo temporal de la población en piezas prefabricadas provisionales, y en torres y bloques lineales situados en áreas libres del poblado. La nueva ordenación del conjunto responde a la Modificación de Plan Parcial, redactada en 1978, por Manuel Gutiérrez Plaza y José Ignacio Casanova Fernández, quienes desarrollan el proyecto y la construcción del nuevo barrio, en colaboración con Eduardo Hernández Fernández como asesor de la Asociación de Vecinos. Estos técnicos se pliegan a las decisiones de los usuarios, quienes participan activamente en el proceso y definen los criterios de intervención. La sustitución de la edificación se realiza en fases escalonadas definidas en cuatro proyectos sucesivos, entre 1982 y 1985, de 2944 viviendas Sociales, las cuales sumadas a las 264 de Protección Oficial Subvencionadas de la fase de realojo suman un total de 3208 viviendas9.

Por razones de urgencia, se mantiene la calificación de edificación abierta y la ordenación ortogonal con distribución central (figura 2). Este eje se acompaña de otro lateral −que delimita las manzanas residenciales por el este− y de vías secundarias que modifican su trazado para adaptar el poblado a la presencia del coche. La edificación residencial mantiene los dos tipos previos, en altura y superficie, que se articulan en función de las fases de ejecución y tratan de garantizar un buen soleamiento de las viviendas unifamiliares. Los bloques incrementan su altura hasta las 11 plantas y liberan la planta baja, prolongando así los grandes espacios libres de circulación y estancia que los separan. Sin embargo, las viviendas unifamiliares se disponen sobre un apretado damero de hileras y estrechas calles peatonales. Toda la edificación se caracteriza por su homogeneidad, consecuencia de un sistema constructivo modular que permite su rápida ejecución. Esta uniformidad también está presente en los tipos de vivienda, las cuales aumentan su superficie hasta alcanzar 106 m. útiles, cuestión permitida por la Normativa de viviendas Sociales de 1976, de aplicación mayoritaria en el conjunto. La edificación residencial es complementada con dotaciones en las parcelas perimetrales, de tal manera que, al finalizar la remodelación, la población del conjunto tiene cubiertas sus necesidades básicas.

Evaluación gráfica de la intervención

A continuación, se evalúa la remodelación urbana del Poblado Dirigido de Orcasitas en función de los resultados de la aplicación de la metodología gráfica de análisis. Cada uno de los ámbitos estudiados se acompaña de la representación gráfica que sintetiza cada uno de los ítems correspondientes al Estado Modificado del conjunto y a la Intervención.

Evaluación de los Estados Inicial y Modificado

Conectividad

La situación de la Meseta de Orcasitas, alejada de un centro de actividad y con factores de amenaza que afectan a su contexto, se mantiene hasta la actualidad tras la intervención. Su configuración es el resultado de un proceso de ocupación dispersa del suelo, inicialmente agrícola, que comienza en el primer tercio del siglo XX. Se trata de una zona suburbana, en la que conjuntos de vivienda protegida conviven con núcleos autoconstruidos y con grandes vacíos que con el tiempo se van densificando sin perder su carácter discontinuo.

En su evolución, el hecho de estar apoyado en unos ejes inadecuados10, la carretera de Toledo −actual autovía A-42− y la avenida de los Poblados, grandes canalizadores de tráfico rodado, se convierte en el principal factor de exclusión del ámbito. Estas infraestructuras generales, que actúan como barrera en las direcciones oeste y norte, se unen a la discontinuidad respecto a los núcleos habitados cercanos y al reducido acceso a redes de transporte público11. Cuestión que se agrava al tener en cuenta la carencia de equipamientos, servicios y usos de tipo productivo, que obligan a la población a realizar desplazamientos pendulares a lo largo del día. La falta de actuaciones que promuevan la apertura del conjunto provoca que mantenga sus limitaciones de movilidad y su funcionamiento aislado.

Conectividad
Figura 3.
Conectividad


Fuente: elaboración propia

Como conclusión, el análisis de los ítems 01.01 Situación urbana, 01.02 Movilidad, 01.03 Cohesión y biodiversidad, 01.04 Exclusión urbana y 01.05 Acceso y articulación (figura 3), lleva a considerar la conectividad del conjunto como un ámbito de amenaza que se convierte en un ámbito de fracaso de la operación.

Perfil morfológico y social

Aunque las nuevas manzanas residenciales responden a un proyecto inicial de carácter unitario, realmente se van concretando en las fases de desarrollo de la operación, que se definen en función de la urgencia con la que ha de sustituirse la edificación original y de las necesidades de realojo. En la nueva configuración del poblado, el número de viviendas aumenta en un 8,25%, con el fin puntual de acoger realojos durante el proceso; y, sin embargo, la edificabilidad lo hace en un 50%, como consecuencia de una ampliación de la superficie construida de vivienda. No obstante, este incremento de edificabilidad, admisible por los bajos valores de partida, se realiza con una concentración volumétrica que conlleva una reducción de la ocupación de suelo, con el objeto de liberar la máxima cantidad de espacio de uso público12.

Al analizar los distintos usos, el suelo residencial se reduce en un 15% y pasa a ocupar una proporción del 50% de la superficie del conjunto, debido al incremento de viario para solucionar la falta de adaptación inicial del poblado al tráfico rodado. Este constituye el segundo uso predominante, al aumentar su superficie en un 85%, alcanzando aproximadamente un 25% de la superficie total. La construcción de equipamientos durante la remodelación causa que el suelo con usos no residenciales aumente casi un 135%; sin embargo, no llegan a representar un 15% de la superficie del conjunto. Con respecto a la gran cantidad de suelo sin uso, que en el Estado Inicial asciende a un 23,15%, suponiendo un factor de oportunidad del conjunto, se reduce en favor de usos no residenciales, zona verde y viario. A pesar de esta reducción de la gran cantidad de solares vacíos, su persistencia en un 6,45% del total, junto al hecho de que la proporción de viario sea superior a la de usos no residenciales y zonas verdes, hacen que este aspecto se considere mejorable.

Si se tiene en cuenta el tipo de ocupación del conjunto en el momento previo a la intervención, se observan factores de oportunidad para el buen desarrollo de la operación, como lo son el arraigo de la población13 −que supone una cuestión clave en el origen del proceso−, el porcentaje inicial del 8,72% de vivienda vacía −que permite realizar los primeros realojos−, y la condición variada de la población, con residentes de nivel socioeconómico medio que mantienen una situación regularizada, y otros con trabajos eventuales o afectados por el paro (Rodríguez-Villasante et al., 1989). Tras la intervención, la población se mantiene, y en su evolución hasta el momento actual se observa que el número de habitantes del conjunto se reduce en un 39%14, persiste la vulnerabilidad socioeconómica inicial y se desarrolla un proceso de envejecimiento, por el que, según datos del Censo de 2011, un 58,05% de los hogares tiene algún miembro mayor de 64 años y un 21,83% es, además, unipersonal, datos que duplican la media nacional. Por tanto, la composición cerrada de la población, unida a la uniformidad en el tipo y condición de tenencia de las nuevas viviendas, conlleva una evolución posterior que no admite intercambios, lo que supone un factor mejorable.

Perfil morfológico y social
Figura 4.
Perfil morfológico y social


Fuente: elaboración propia

Por tanto, los ítems 02.06 Intensidad de uso, 02.07 Usos y ocupación del suelo y 02.08 Perfil social (figura 4), hacen que este ámbito inicialmente mejorable, mantenga su condición.

Espacio público

La estructura urbanística del conjunto mantiene un eje central de distribución, único en el estado inicial, que se complementa con otro lateral vinculado al acceso, y con una circulación perimetral. Su nueva configuración responde a un uso prioritario del viario por parte del automóvil, como lo prueba su presencia en un 72% de la superficie, frente al 28% del peatón. De tal manera que los viales principales, en vez de funcionar como ejes de actividad o encuentro entre la población, constituyen tan solo ejes distribuidores. Así, adquieren el mismo carácter que el resto del viario, que se dispone generando gran cantidad de fondos de saco, con el objeto de reducir la velocidad del tráfico e incrementar la capacidad de aparcamiento. Este diseño de la estructura viaria al margen del peatón, y el hecho de que contenga la totalidad del aparcamiento, da lugar a una presencia predominante del coche, lo que supone un aspecto mejorable.

Al analizar los espacios libres interbloque, conviene destacar que inicialmente un 72,20% de estos queda sin ningún tipo de tratamiento por falta de presupuesto, y cuentan con una accesibilidad muy deficiente, por lo que no resultan adecuados como lugares de relación y convivencia. Con la remodelación, la reordenación del espacio público se va adaptando a las fases de edificación, lo que mantiene una pendiente tendida que facilita la accesibilidad en todos los puntos. En las manzanas residenciales, la configuración de los espacios libres, que alcanzan una superficie de 10,77 Ha, se pliega a su papel de separación entre los volúmenes construidos15, con lo que denotan una gran rigidez. A pesar de su tratamiento como áreas de esparcimiento con arbolado, algo muy demandado por la población que ejerce un fuerte control para garantizar su mantenimiento, en ocasiones aportan escasa densidad de uso, difícil relación con la escala humana y discontinuidad, sobre todo en las zonas de separación con las viviendas unifamiliares. Las zonas verdes, contempladas como tales en el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid de 1997, funcionan como áreas ajardinadas de separación con las vías perimetrales de tráfico intenso que, en parte no, han llegado a ser tratadas, por lo que no contribuyen a aportar biodiversidad al conjunto. Por tanto, los espacios libres responden a su relación con los volúmenes construidos y con las infraestructuras que los delimitan, y no tanto a su percepción y uso, cuestión que se valora como mejorable.

Espacio público
Figura 5.
Espacio público


Fuente: elaboración propia

Del análisis de los ítems 03.09 Viario y aparcamiento y 03.10 Espacio libre público (figura 5), se extrae que la intervención en un ámbito que inicialmente tiene unas condiciones insuficientes es considerada mejorable.

Complejidad urbana

En su Estado Inicial, el conjunto cuenta con unos equipamientos y servicios que, además de tener una calidad muy deficiente, como certifica el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo en el Programa de Acción Inmediata Usera Villaverde de 1979, no llegan a cubrir las necesidades básicas de la población, lo que constituye un factor de amenaza. Tras la intervención, como parte de las actuaciones propias del Plan de Remodelación de Barrios de Madrid, se completan las dotaciones programadas. Sin embargo, la falta de inclusión de usos de carácter productivo dificulta que llegue a alcanzar un nivel de complejidad tal que permita su autonomía. Esta condición monofuncional viene confirmada por el mantenimiento de la situación periférica de los equipamientos respecto al uso residencial, conforme al proyecto original.

Complejidad urbana
Figura 6.
Complejidad urbana


Fuente: elaboración propia

La configuración de las manzanas residenciales viene determinada por las premisas de liberar la planta baja de los bloques, manejar mayores superficies de vivienda, separar edificación en altura y en superficie, y reducir al máximo la ocupación de suelo. Como resultado, la edificación en altura, homogénea por su sistema constructivo modular, crece de seis a 11 plantas, y la proporción de vivienda unifamiliar se reduce en un 19%, debiendo alejarse de los bloques y perdiendo la dualidad de las maclas edificatorias que caracterizaban al conjunto en su Estado Inicial. La segregación afecta también al uso comercial, que se concentra en piezas lineales con una situación cercana al eje central. De esta manera, se genera un paisaje urbano uniforme, en el que la escasa relación entre el uso residencial y aquellos que generan actividad no contribuye a dinamizar los recorridos, factor que se considera mejorable.

La valoración conjunta de los ítems 04.11 Relación entre actividad y residencia, 4.12 Configuración de la edificación residencial y 4.13 Valores intrínsecos del conjunto (figura 6), pone de manifiesto cómo el ámbito mantiene su condición de mejorable.

Criterios tipológicos

Las tipologías del estado inicial del conjunto se caracterizan por su variedad, y ofrece estructuras jerarquizadas que resultan más adecuadas a su capacidad de 4,10 habitantes por vivienda −según el Censo de 1981− por su compartimentación, que por su escasa superficie, con una media de 63,27m2 útiles. Las nuevas viviendas se proyectan conforme a los condicionantes de la población, lo que incrementa las superficies a 77,21m2 útiles y unifica el número de dormitorios a tres en un 97,05% de las viviendas. Este incremento, opuesto al descenso de ocupación a 3,55 habitantes por vivienda en 1986 y a 2,31 en 2011, y su reducción tipológica, ponen de manifiesto la falta de adaptación a las nuevas necesidades de la población, lo que lleva a su incorrecto funcionamiento (Rodríguez-Villasante et al., 1989). Este aspecto se valora como un factor de fracaso, debido a que el teórico confort se pierde cuando parte de las estancias quedan sin uso y los adjudicatarios tienen dificultades económicas para mantener las viviendas. No obstante, es satisfactoria la buena accesibilidad de las viviendas por medio de los espacios comunes, conforme a la Normativa vigente en el momento en el que se realiza la intervención.

Criterios tipológicos
Figura 7.
Criterios tipológicos


Fuente: elaboración propia

Respecto a las condiciones bioclimáticas de la edificación, se parte de tipologías proyectadas en función de la orientación y el soleamiento de los espacios, con ventilación cruzada y escasas interferencias de la radiación solar que permiten a un 89,70% de las viviendas tener más de dos horas de sol al día en el solsticio de invierno16, interpretando así el discurso higienista de finales del siglo XIX. Por ello, aunque las fachadas no contribuyen al acondicionamiento interior, ni por el tamaño uniforme de los huecos, ni por sus elementos reguladores con un sistema experimental de protección solar poco eficaz, el tipo permite una cierta optimización, por lo que se considera un factor de oportunidad. Sin embargo, no es aprovechado por la nueva edificación, ya que, aunque las viviendas tienen en su mayor parte ventilación cruzada y doble orientación, adoptan cualquier posición sin tener en cuenta la orientación de las estancias. Aumentan también las obstrucciones solares, con un 72,90% de viviendas que recibe más de dos horas de sol en el periodo invernal, algo que afecta tanto a la edificación en altura como a las viviendas unifamiliares. Las aperturas de fachada tampoco contribuyen a la adaptación de la edificación a las orientaciones, debido a que por una optimización del sistema constructivo se unifican en función del espacio interior que delimitan, y no incluyen elementos reguladores del soleamiento. Con ello se demuestra que la sustitución de la edificación no responde a un criterio pensado desde la optimización del comportamiento bioclimático ni mediante la ordenación del conjunto, ni del funcionamiento de las tipologías, ni de la configuración de las fachadas, por lo que es considerado como un factor de fracaso de la intervención.

Por tanto, los ítems 05.14 Adecuación de los tipos de vivienda, 05.15 Accesibilidad de los espacios comunes y 05.16 Condiciones bioclimáticas (figura 7), hacen que un ámbito mejorable pase a considerarse como un ámbito de fracaso de la operación.

Criterios constructivos

La razón por la que se lleva a cabo la remodelación, principal factor de riesgo del conjunto, es la inadecuación de las cimentaciones al suelo, debido a su expansividad, la cual provoca inestabilidad en la edificación (Serrano Alcudia, 1999). Las nuevas construcciones se resuelven con una cimentación adecuada, estructura con encofrado túnel y cerramientos de fachada con paneles de hormigón prefabricado en los bloques y muros de hormigón estructural en las viviendas unifamiliares. Se innova, por tanto, con un sistema constructivo capaz de hacer frente a la gravedad de la situación, lo que permite rapidez y control en la ejecución de obra, y asegura una calidad uniforme en las sucesivas fases que atienden a razones constructivas y de gestión del proceso. Al dar respuesta a tantos condicionantes con eficacia, la adecuación estructural se valora como un factor de éxito de la intervención, a pesar de que impone una modulación única que condiciona el resultado formal de la obra.

El estudio de la envolvente térmica de la edificación en el estado inicial del conjunto revela su debilidad, con altas transmitancias, riesgo de condensación superficial y en los puentes térmicos, falta de estabilidad y de estanqueidad, y mal estado de las carpinterías y persianas. La nueva edificación aporta un comportamiento de la envolvente en el que las transmitancias tienen unos valores afines a lo requerido en el momento de su construcción, pero alejados de los actuales17. Como puntos que reducen la eficiencia de la envolvente, debido a la posición del aislamiento o la falta de este, se puede destacar la cubierta plana de los bloques, con transmitancia U=2,04 W/m2K, lo que supera en 4,10 veces el baremo exigido en la actualidad y el forjado sanitario de las viviendas unifamiliares en torno a U=1,65 W/m2K, que superan en 1,80 veces la norma actual. Mejor comportamiento tienen la cubierta inclinada de teja de cemento de las viviendas unifamiliares con U=0,89 W/m2K, que superan las limitaciones actuales en 1,22 veces, y las fachadas y el forjado de planta primera de los bloques, con U=0,95 W/m2K, que las superan en un 50%18. Además, al tratarse de un sistema escasamente probado, existen puentes térmicos en los encuentros entre los elementos constructivos y patologías puntuales, los cuales hacen necesarias reparaciones posteriores, por lo que se valora como un factor mejorable.

En cuanto a las instalaciones, se realizan de forma satisfactoria con centralización de contadores y calefacción individual de gas, un combustible con coeficientes de paso a energía primaria y a emisiones moderadas. Teniendo en cuenta todo ello, y los factores bioclimáticos de edificaciones con características asemejables19 entre el Estado Inicial y el Modificado, de la comparativa entre el comportamiento energético de ambas se extrae que la demanda de calefacción y el consumo de energía primaria se reducen en un 44% (de 268,27 [F] a 152,13 kWh/m2 año [E]); y las emisiones, en un 64% (de 91,67 [G] a 32,33 kWh/m2 año [E]). Sin embargo, a pesar de la mejora que se alcanza, la inadecuación tipológica y la limitación económica de la población dan lugar a situaciones de pobreza energética, en las que el grado de confort teórico no se corresponde con el real.

Criterios constructivos
Figura 8.
Criterios constructivos


Fuente: elaboración propia

De esta forma, los ítems 06.17 Adecuación estructural, 06.18 Comportamiento higrotérmico de la envolvente, 06.19 Adecuación de instalaciones y 06.20 Eficiencia energética de la edificación (figura 8), pasan de constituir un ámbito de amenaza a un ámbito satisfactorio de la operación.

Evaluación de la Intervención

Intervención

La remodelación del Poblado Dirigido de Orcasitas es posible gracias al momento histórico en el que se desarrolla −en plena transición a la democracia y ante la proximidad de las primeras elecciones municipales. El movimiento vecinal, presente en los barrios de infravivienda de la periferia madrileña, ejerce una gran presión por su desarrollo al margen de la ciudad −sin infraestructuras ni servicios mínimos− y al ganar centralidad −por la per­manente amenaza de expulsión ante intervenciones de carácter especulativo. La inestable coyuntura política reacciona con el reconocimiento por parte del Estado de una “deuda social” para con ella, y el propósito de integrarla en la ciudad por medio del Plan de Remodelación de Barrios (Rodríguez-Villasante et al., 1989). Se trata de un programa que es promovido, gestionado y financiado por el Estado hasta 1984, cuando la Comunidad de Madrid se hace cargo de los casos aprobados con anterioridad. Su incidencia en la legislación estatal es mínima, para evitar su extensión a todo el territorio nacional, y su base financiera es frágil al depender de los presupuestos públicos, por lo que no permite una planificación global (Moya González, 1987). Por tanto, no puede considerarse administrativa y económicamente sostenible, y en consecuencia resulta imposible su extensión como un modelo controlado y replicable.

Desde el punto de vista del planeamiento, el proceso se inicia sin un instrumento específico para acelerar su ejecución, y posteriormente se rige por una Modificación del Plan Parcial del conjunto original, que aporta la flexibilidad suficiente para darle viabilidad. Aunque para su desarrollo se permiten particularidades que conllevan la modificación puntual de principios normativos, este uso del planeamiento en favor del proyecto, junto con el papel de la operación como pionera de un Plan que supone la renovación de toda la periferia madrileña, hacen que su planificación se valore como un factor de éxito.

En su desarrollo, se da un tipo de colaboración singular con la población que, organizada de forma previa por medio de la Asociación de Vecinos, negocia con la Administración cada una de las decisiones y forma parte activa en el seguimiento y control de la intervención (Hernández Fernández, 1987). La continua defensa de los intereses de la población, manteniendo el carácter reivindicativo previo al comienzo del proceso, instaura un sistema participativo que es considerado como un factor de éxito de la operación. Sin embargo, constituye un modelo poco evolucionado en el que la falta de canalización de esta participación en la toma de decisiones condiciona una respuesta parcial a las necesidades del conjunto.

Intervención
Figura 9.
Intervención


Fuente: elaboración propia

Teniendo en cuenta los ítems 07.01 Políticas de fomento, 07.02 Planificación de la intervención, 07.03 Sistema de gestión y 07.04 Participación ciudadana (figura 9), el Modelo de Intervención se valora como un ámbito de éxito de esta.

Conclusiones

Los resultados de la aplicación del método a la remodelación del Poblado Dirigido de Orcasitas que se han descrito anteriormente se sintetizan en la ficha resumen que se muestra a continuación, en la que cada uno de los ítems de los ámbitos 01 a 06 concreta los resultados de Estado Inicial [ei] y Modificado [em] en dos columnas paralelas, y el ámbito 07 consta de una sola columna correspondiente a la Intervención [i] (figura 10).

De la observación de estos resultados se pueden extraer las siguientes conclusiones:

Resultados de la aplicación de la metodología de análisis gráfico al caso de estudio
Figura 10.
Resultados de la aplicación de la metodología de análisis gráfico al caso de estudio


Fuente: elaboración propia

La aplicación de la metodología de análisis a este caso de estudio demuestra que la visión conjunta de todos los factores que condicionan una intervención permite realizar un análisis en profundidad de su evolución y del impacto de cada una de sus actuaciones. El protagonismo que adoptan unos ítems respecto a otros y las relaciones que se establecen entre ellos dan lugar a la particularización del método general. Además, estos factores que definen la intervención se hacen más evidentes cuando aumenta el nivel de síntesis, algo que se evidencia desde el punto de vista gráfico, lo que confirma su interés.

Referencias

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Notas

1 Representada fundamentalmente por la Ley del Suelo (Texto Refundido aprobado mediante Real Decreto Ley 2/2008, de 20 de junio).

2 Formada por: la Ley de Ordenación de la Edificación; el Código Técnico de la Edificación; legislación sobre reducción de emisiones y eficiencia energética; legislación de VPO; legislación de Patrimonio Histórico; la Ley de Propiedad Horizontal; la Ley de Arrendamientos Urbanos; y legislación fiscal y vinculada a la Ley de Economía Sostenible.

3 Partiendo del Real Decreto-ley 12/1980, de 26 de septiembre y tomando como límite el actual Plan 2013-2016, aprobado por Real Decreto 233/2013, de 5 de abril, que incorpora la regeneración y renovación urbanas.

4 Representados por la Ley 8/2013, de 26 de junio, de rehabilitación, regeneración y renovación urbanas.

5 Se rige por un sistema de prestación personal durante la obra, por el que el usuario compensa parte de los gastos con su trabajo, por lo que es adjudicada a los estratos más bajos.

6 Los Proyectos de Segunda Fase y Reformado del Poblado Dirigido de Orcasitas de 1958 y el Proyecto Adicional de cimentaciones complementarias redactados por Rafael Leoz de la Fuente y Joaquín Ruiz Hervás en 1960 se consultan en el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid; el Informe de Plan de Actuación en el Barrio del Servicio de Programación y Coordinación del Instituto Nacional de la Vivienda de 1962, en el Archivo del Instituto de la Vivienda de Madrid; y el Plan Parcial de Ordenación del Poblado de Rafael Leoz de la Fuente, en el Archivo de la Consejería de Transportes, Vivienda e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid.

7 El Decreto 323/1976, de 23 de enero, de actuaciones urgentes del Instituto Nacional de la Vivienda en el Poblado Dirigido de Orcasitas (BOE 28 febrero 1976) autoriza a financiar las obras precisas, dándoles carácter de urgencia.

8 Orden Comunicada del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo de 24 de mayo de 1979. Con el Real Decreto 1133/1984, de 22 de febrero, sobre actuaciones de remodelación y realojamiento en determinados barrios de Madrid (BOE 18 junio 1984) el Plan pasa a ser responsabilidad del Instituto de la Vivienda de la Comunidad de Madrid.

9 Los Proyectos de Ejecución de vivienda complementaria de José Capella Callis de 1976, y de vivienda sustitutoria de Manuel Gutiérrez Plaza y José Ignacio Casanova Fernández de 1982-1985, se consultan en el Archivo General del Instituto de la Vivienda de Madrid.

10 Comienza a ser evidente en la década de los años setenta como consta en informes del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo como el Programa de Acción Inmediata Usera Villaverde de 1979.

11 Así consta en el Atlas de Vulnerabilidad Urbana del Ministerio de Fomento (2011), que refleja en 2011 un 33,99% de población con problemas de movilidad en el conjunto, un porcentaje muy superior al 14,72% de la media nacional.

12 La densidad aumenta de 71,84 a 77,75 viviendas/Ha, la edificabilidad, de 0,62 a 0,90 m2c/m2s y la ocupación, de 71.774,00 a 69.903,00 m2.

13 La composición de la población en el Estado Inicial se consulta en el Censo de Población y Vivienda de 1981 y en el Estado Modificado, en el Censo de 2011. Secciones Censales del Municipio de Madrid: 2807912001; 2807912002; 2807912003; 2807912005; 2807912006; 2807912007 y 2807912008.

14 La población total se reduce de 12.152 habitantes en 1981 a 7415 en 2011.

15 La dimensión de estos espacios viene dada por el cumplimiento de las Ordenanzas de la Modificación del Plan Parcial, que determinan que ha de ser como mínimo igual a la altura de las edificaciones que los delimitan.

16 Se utiliza el software Google Sketch-Up, como herramienta que permite realizar un levantamiento geolocalizado del conjunto, y se aplica un método de análisis del asoleo geométrico en simulaciones instantáneas, basado en el aportado por el plugin Shadow Analysis.

17 Se analiza la composición de cada uno de estos cerramientos mediante su descripción geométrica y constructiva. El cálculo de las transmitancias térmicas, las condensaciones superficiales y los puentes térmicos, se analizan según el Documento de Apoyo al DB-HE del CTE, mediante el software THERM Finite Element Simulator.

18 Según el Código Técnico de la Edificación (Apartado 2.2.1.2., tabla 2.3, del DB-HE 1), en cubiertas el valor límite para la zona climática D es de 0,40 W/m.K, y en fachadas y en suelos, 0,60 W/m2K.

19 Para tener una referencia sobre la eficiencia energética de la edificación del conjunto, se realiza el cálculo mediante el programa CE3X de la edificación más representativa, cuya situación presenta unas condiciones medias.

* Artículo de investigación científica
Financiado por el Gobierno de Aragón. Grupo de Investigación en Arquitectura (GIA) (Referencia Grupo T37_17R).

Notas de autor

a Autora de correspondencia. Correo electrónico: ncervero@unizar.es

Información adicional

Cómo citar este artículo: Cervero Sánchez, N. (2020). Remodelación urbana del Poblado dirigido de Orcasitas: evaluación gráfica de la intervención. Cuadernos de Vivienda y Urbanismo, 13. https://doi.org/10.11144/Javeriana.cvu13.rupd

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