Gestión local desde la visión comunitaria para mejorar la habitabilidad urbana en la periferia de Puebla, México*
Local Management from a Community Vision to Improve Urban Habitability in the Periphery of Puebla, Mexico
Gestão local a partir de uma visão comunitária para melhorar a habitabilidade urbana na periferia de Puebla, México
Gestión local desde la visión comunitaria para mejorar la habitabilidad urbana en la periferia de Puebla, México*
Cuadernos de Vivienda y Urbanismo, vol. 17, 2024
Pontificia Universidad Javeriana
José Ricardo Olarte-Riaño a jricardoolarte@gmail.com
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) , México
Recibido: 29 noviembre 2023
Aceptado: 24 septiembre 2024
Publicado: 30 diciembre 2024
Resumen: El objetivo del artículo es presentar unas estrategias elaboradas desde la perspectiva comunitaria para la gestión local de la habitabilidad urbana en un caso de estudio en la periferia de Puebla, México, en la colonia Valle del Paraíso. La metodología se aborda desde un enfoque cualitativo, a partir del planteamiento y ejecución de tres etapas referidas a la elaboración de un diagnóstico territorial participativo orientado a la habitabilidad urbana, el establecimiento de una visión prospectiva territorial proyectada al 2040 y la definición de siete estrategias para mejorar las condiciones de habitabilidad en la zona de estudio. En los resultados, se evidencian las condiciones inadecuadas de habitabilidad que existen en la colonia y se definen las estrategias con sus respectivas acciones para contribuir a su mejoramiento, a partir de las dimensiones establecidas para el abordaje teórico de la temática central de la investigación.
Palabras clave:desarrollo comunitario, desarrollo urbano, estrategia de desarrollo, hábitat, participación comunitaria, planificación urbana.
Abstract: The objective of the article is to present strategies developed from a community perspective for the local management of urban habitability in a case study in the periphery of Puebla, Mexico: the Valle del Paraíso neighborhood. The methodology has a qualitative approach based on the execution of three stages related to the development of a participatory territorial diagnosis oriented to urban habitability, the establishment of a prospective territorial vision projected to 2040 and the definition of seven strategies to improve habitability conditions in the study area. The results show the inadequate habitability conditions that exist in Valle del Paraíso and the strategies are defined with their respective actions to contribute to its improvement; this, based on the dimensions established for the theoretical approach to the central theme of the research.
Keywords: Community Development, Urban Development, Development Strategy, Habitat, Community Participation, Urban Planning.
Resumo: O objetivo do artigo é apresentar estratégias desenvolvidas desde uma perspectiva comunitária para a gestão local da habitabilidade urbana em um estudo de caso na periferia de Puebla, México: o bairro Valle del Paraíso. A metodologia é abordada a partir de uma abordagem qualitativa baseada na abordagem e execução de três etapas relacionadas à elaboração de um diagnóstico territorial participativo com abordagem de habitabilidade urbana, o estabelecimento de uma visão territorial prospectiva projetada para 2040 e a definição de sete estratégias para melhorar as condições de habitabilidade na área de estudo. Os resultados mostram as condições inadequadas de habitabilidade existentes no bairro e são definidas as estratégias com as respectivas ações para contribuir para a sua melhoria; isso, com base nas dimensões estabelecidas para a abordagem teórica do tema central da pesquisa.
Palavras-chave: desenvolvimento comunitário, desenvolvimento urbano, estratégia de desenvolvimento, habitat, participação comunitária, planeamento urbano.
Introducción
El hacer ciudad es un asunto más complejo y riguroso que el simple hecho de ampliar la extensión del suelo destinado para el uso urbano, dado que significa prever y proveer al entramado de la urbe con condiciones óptimas para que sea habitable: espacio público, vivienda, infraestructura y equipamiento urbanos, etc. Sin embargo, esta cuestión no se desarrolla estrictamente en regiones como Latinoamérica, donde en muchos casos se planifica y gestiona el ordenamiento urbano y su consecuente desarrollo territorial a una velocidad menor a la de la ocupación real del suelo y de sus dinámicas socioespaciales, produciendo un efecto de orden contrario; es decir que primero surjan los asentamientos en zonas periféricas y, luego, después de mucho tiempo, se busque la forma de adecuar estos espacios para vincularlos a las características de la ciudad.
En el caso de la ciudad de Puebla en México, el auge del crecimiento urbano se dio a mitad de la década de los setenta, cuando la ciudad se extendió principalmente hacia el occidente hasta llegar a los límites de los municipios de San Andrés Cholula y San Pedro Cholula y al sur hasta la actual junta auxiliar de San Francisco Totimehuacán. En este sentido, López Vargas (2013) explica que el crecimiento horizontal de la ciudad se generó por la toma ilegal de tierras o por asentamientos irregulares, por la construcción de unidades habitacionales promovidas desde entidades del Estado 1 y por la incorporación de tierras ejidales al polígono urbano, lo que incidió fuertemente en la configuración físico-espacial de la periferia.
De acuerdo con Valverde Díaz de León (2005), la periferia poblana, en especial la localizada al sur de la ciudad, se encuentra en condiciones de marginación y pobreza, de modo que sus características socioespaciales ilustran un perfil urbano caracterizado por la irregularidad en la tenencia de la tierra, la sobreexplotación de recursos naturales y la falta de infraestructura pública y equipamiento colectivo, encontrándose mayormente habitada por población empobrecida, sin trabajo o en ocupaciones informales. Esta es una situación que se evidencia en la colonia Valle del Paraíso, al suroccidente de Puebla.
La Universidad Iberoamericana Puebla (2015) asevera que uno de los principales motivos por los que colonias como Valle del Paraíso emergieron en esta zona de la ciudad fue la oferta laboral, ya que a un kilómetro se encuentra el fraccionamiento residencial más grande de la capital: Lomas de Angelópolis,2 lo que ha impulsado las oportunidades de trabajo en áreas como construcción, albañilería, jardinería y servicio doméstico. No obstante, las condiciones de habitabilidad urbana de Valle del Paraíso resultan críticas (Cervantes Sánchez, 2016; Serrano Macías, 2018; Cruz Hooper, 2018; Olarte Riaño, 2022), debido a que desde su origen no hubo una planeación ni una consecuente gestión territorial adecuada.
Es debido a esto que, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) (2016), el 86 % de las calles de Valle del Paraíso no están pavimentadas, más de la mitad (58 %) carece de andenes o senderos peatonales, el alumbrado público solo cubre el 63 % de la colonia y únicamente el 2 % se encuentra adecuado para personas con movilidad reducida, a lo que se adiciona el limitado acceso a servicios públicos, como drenaje, agua entubada, gas natural y recolección de basuras, lo que, en conjunto, pone en evidencia que la colonia Valle del Paraíso no cuenta con condiciones favorables de habitabilidad urbana.
Por lo anterior, surge la necesidad de elaborar estrategias que aporten a la reducción del problema urbano-territorial presente en Valle del Paraíso, pero que consideren los saberes de la comunidad, ya que, como lo señalan Forster y Osterhaus (1995), Iracheta Cenecorta (2012) y Terrones-Cordero (2013), es primordial vincular procesos de participación comunitaria en la planeación y actuación urbana para garantizar las transformaciones positivas de los territorios y, con ello, el mejoramiento de la calidad de vida de las personas. Con esto, la tesis que este artículo plantea es que, para aportar al mejoramiento efectivo de la habitabilidad urbana del área de estudio, se deben considerar las problemáticas y necesidades reales del lugar, por lo que es fundamental incluir a los actores comunitarios en los procesos de diagnóstico y planeación.
La habitabilidad urbana desde el enfoque sistémico
El estudio y análisis de la ciudad requieren un abordaje desde perspectivas complejas, dado que significan comprenderla como un sistema urbano o una totalidad organizada que se constituye por un conjunto de elementos codependientes e interrelacionados, es decir que sus componentes no funcionan de manera unilateral e independiente, sino que su equilibrio y armonía se logra en la medida en que sus partes se encuentran en un estado favorable. En este sentido, Morin (1994) destaca la importancia de desarrollar la capacidad de interconectar las distintas dimensiones que conforman la realidad, considerando sus elementos interactivos y dinámicos.
La habitabilidad urbana, como la define Garfias Molgado y Guzmán Ramírez (2018), es el conjunto de condiciones físicas y ambientales que tiene un hábitat para la satisfacción de las necesidades humanas. Respecto a estas necesidades, Alcalá Pallini (2007) menciona la accesibilidad a equipamientos y servicios, el espacio público de calidad para la recreación y el deporte, las condiciones adecuadas de movilidad para lograr desplazamientos óptimos, los espacios verdes para el ocio y la relación con la naturaleza y los usos mixtos del suelo para la diversidad de funciones en la ciudad; a ello, Moreno Olmos (2008) agrega la seguridad, la salubridad y las relaciones sociales.
En relación con lo anterior, Riveros Monsalve (2018) plantea la habitabilidad urbana como el “conjunto de atributos físicos, espaciales y sicosociales del entorno construido que, en diferentes escalas relacionales, buscan el bienestar y propician la satisfacción de necesidades como base para el desarrollo de los habitantes” (p. 18), por lo que aparece como un asunto ligado a la calidad de vida urbana, con componentes subjetivos, sociales y comunitarios (Alvarado Azpeitia et al., 2017).
En este sentido, la habitabilidad urbana tiene un enfoque multidimensional sistémico que se expresa en la relación y el estado de los componentes del espacio urbano que, en conjunto, propenden y ayudan a garantizar la calidad de vida pública y la satisfacción de las demandas individuales y colectivas de los habitantes, respecto al uso y disfrute de los espacios en donde están inmersos. A partir de esto, la propuesta teórica en esta investigación es considerar la habitabilidad urbana como un sistema complejo compuesto por las dimensiones que se ilustran en la figura 1, las cuales, a criterio del autor y de la revisión bibliográfica realizada en la investigación, abordan las dimensiones del espacio urbano-territorial.
De este modo, el enfoque sistémico para el estudio y tratamiento de la habitabilidad urbana cobra relevancia en la medida en que no se pueden comprender sus dimensiones como factores independientes, sin interacción, y menos en la complejidad y dinamismo que caracteriza a las ciudades; por el contrario, hay que reconocer que el buen estado y la interrelación favorable entre cada uno de estos componentes es lo que propicia que existan condiciones óptimas de habitabilidad en las ciudades.
En el debate teórico de la habitabilidad urbana también es relevante analizar cómo esta dialoga con la localización geográfica, en este caso, la periferia. Y es que las zonas periurbanas, en los contextos de países en desarrollo como México, no están listas para ofrecer condiciones de habitabilidad, no tienen la capacidad, y, si la tuvieran, posiblemente desplazarían la forma y ubicación del entorno (Posada Arrubla y Olarte Riaño, 2018), por la falta de control en el crecimiento que caracteriza las ciudades en general en América Latina, además del papel imperante que tiene el mercado inmobiliario en los procesos de expansión urbana.
Respecto a esto último, a consecuencia de la escasa oferta de suelo habitacional en el interior de la urbe para los habitantes de menor capacidad adquisitiva, estos resultan asentándose en el periurbano, o en otras palabras, son expulsados del centro a la periferia por el mercado inmobiliario. El asunto es que estas áreas marginales aún no están listas para ser habitadas, ya sea porque carecen de condiciones adecuadas, o incluso porque son zonas de alto riesgo por desastres naturales o con grandes potenciales ecosistémicos. En síntesis, lo que se tiene es que, a mayor cercanía a la periferia, menores son las condiciones de habitabilidad urbana.
Metodología
Esta investigación experimental con enfoque cualitativo se llevó a cabo a partir del desarrollo gradual y consecutivo de tres etapas. Así, la recolección de información empírica se realizó a partir de la observación directa en campo y de la aplicación de dos instrumentos metodológicos: una entrevista semiestructurada y una encuesta de evaluación. En el primer instrumento participaron 30 habitantes de la colonia y en el segundo 43, sin discriminar según sexo, grupo etario u otra característica sociodemográfica.
A continuación, se describe en qué consistió cada una de las tres etapas.
Elaboración de un diagnóstico territorial participativo enfocado a la habitabilidad urbana de Valle del Paraíso
El objetivo del diagnóstico territorial participativo era conocer, a través de la percepción de la comunidad y sus experiencias del habitar, las condiciones de habitabilidad urbana actuales de la colonia desde las seis dimensiones propuestas en la figura 1. Para esto, se aplicó una entrevista semiestructurada en la que se indagó por las potencialidades (lo positivo, lo que más les gusta de la colonia) y las restricciones (lo negativo, lo que menos les gusta) de Valle del Paraíso, relacionando temas de espacio público, seguridad, infraestructura urbana, equipamiento urbano, movilidad y transporte, y medio ambiente. Esta etapa se complementó con el desarrollo de una encuesta que tenía como único propósito calificar, mediante escalas de tipo Likert, el estado actual de cada una de las seis dimensiones de la habitabilidad urbana en la colonia.
Establecimiento de la visión prospectiva territorial de Valle del Paraíso al 2040
Esta etapa se determinó debido a que, metodológicamente, la definición de una visión prospectiva, escenario deseable o imagen objetivo, desde los intereses, necesidades, anhelos, aspiraciones y objetivos comunes de los colectivos sociales participantes resulta ser una herramienta útil para definir hacia dónde y cómo dirigir la planeación y gestión territorial que, en este caso, está enfocada en mejorar la habitabilidad urbana.
En este sentido, para establecer la visión prospectiva territorial de la colonia, se formuló en la entrevista semiestructurada lo siguiente: “Pensando en las generaciones actuales y futuras, ¿cómo le gustaría que fuera Valle del Paraíso en el 2040?”. Este interrogante se situó al final del cuestionario, para que el entrevistado, primero, abordara la situación actual de la habitabilidad urbana y, luego, desde una postura reflexiva y un contexto real, pensara en el futuro de su territorio.
Definición de estrategias para la gestión de la habitabilidad urbana de Valle del Paraíso
La definición de estrategias se llevó a cabo en dos partes, siendo la segunda complementaria a la primera.
a) Inclusión en la entrevista semiestructurada de distintas preguntas de carácter propositivo en torno al tema, a fin de que la misma comunidad planteara las acciones que se necesitan para mejorar la habitabilidad urbana de su colonia. Dentro de las preguntas que se incluyeron en esta primera parte, se destacan las siguientes:
Desde su punto de vista, ¿qué se requiere para mejorar las condiciones del espacio público (entendido como parques, vías, banquetas, etc.)?
¿Qué se necesita para que las condiciones de seguridad mejoren?
Teniendo en cuenta que la infraestructura urbana se refiere a las redes de agua potable, alumbrado público, electricidad, drenaje, servicio telefónico, gas entubado, entre otros, ¿qué considera que hace falta en Valle del Paraíso para vivir mejor?
Respecto a escuelas, centros de salud, farmacias, tiendas, iglesias, canchas deportivas, etc., ¿qué cree que hace falta en la colonia?
¿Qué se debería hacer para mejorar las condiciones de movilidad y transporte en Valle del Paraíso?
¿Cómo se podrían mejorar las condiciones del medio ambiente de la colonia?
b) Revisión de casos análogos a escala nacional e internacional que consideraran zonas de estudio similares a la de Valle del Paraíso (con rezago urbano, social y económico), para así retomar algunas acciones planteadas en esos casos y complementar las propuestas realizadas por los habitantes de la colonia. Concretamente, en la escala nacional se tuvieron en consideración los proyectos de intervención territorial desarrollados por la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu) (2019), bajo el Programa de Mejoramiento Urbano en Acapulco (Guerrero), Morelia (Michoacán) y Mexicali (Baja California); y, en el marco internacional, se destaca la experiencia del Ministerio de Vivienda y Urbanismo de Chile con el programa “Quiero mi barrio” en los barrios de Alborada (Arica), Miramar Norte (Antofagasta), Teniente Merino I (Concepción), Chacarillas (Iquique), Santa Rosa (Salamanca), Patrimonial (Puerto Varas), Almirante Simpson (Coyhaique), entre otros.
Resultados
En congruencia con el apartado metodológico, en esta sección se presentan los resultados obtenidos en cada una de las etapas de la investigación.
Diagnóstico territorial de la habitabilidad urbana en Valle del Paraíso
Espacio público
En las 43 manzanas que conforman la colonia no existe ningún espacio destinado para la recreación, el juego y el deporte de los niños y jóvenes, o algún lugar para la convivencia e integración de la comunidad en general, es decir que en Valle del Paraíso no existen parques ni plazas. En consecuencia, los habitantes deben trasladarse a otras colonias, como San Bernabé y Santa Clara Ocoyucan (localizadas a 20 y 30 minutos caminando, respectivamente), para acceder al uso y disfrute de parques barriales y para que los niños y jóvenes jueguen o practiquen algún deporte, como fútbol o baloncesto. Esta situación también ha provocado que unos cuantos niños prefieran jugar en las calles de la colonia (figura 2), aunque es una actividad que se restringe por la inseguridad que caracteriza al lugar.
En resumen, el espacio público en la colonia es precario, tal y como lo calificaron los habitantes que participaron en la encuesta de evaluación (Figura 3).
Seguridad
La (in)seguridad es uno de los temas que más preocupa a la comunidad de Valle del Paraíso. De acuerdo con los habitantes que participaron en la entrevista semiestructurada, en la colonia son comunes las riñas, los robos a mano armada, el acoso sexual sobre todo a mujeres en las noches, los tiroteos (con menos frecuencia) e incluso los asesinatos. En cuanto a esto último, algunas personas entrevistadas mencionaron que en diversas ocasiones han asesinado a jóvenes en la zona o simplemente han ido a arrojar cadáveres al río Atoyac, en el tramo que colinda con la colonia. Es tanto el nivel de inseguridad, que la comunidad ha perdido la confianza en el cuerpo policial de Puebla, debido a que en distintas ocasiones los han llamado para que auxilien en algún evento y la respuesta es que a Valle del Paraíso no van.
Esto ha conllevado que, en algunas edificaciones, al parecer las de mayor poder adquisitivo, se instalen cámaras de video y cercas de electricidad para salvaguardar la seguridad, tal y como se evidencia en la figura 4.
A pesar de esta situación, la comunidad que participó en la encuesta de evaluación catalogó a la colonia como insegura, existiendo una opción más alta referida a muy insegura (figura 5).
Infraestructura urbana
El asunto de las periferias, como lo mencionaba Valverde Díaz de León (2005), es que generalmente no se encuentran dotadas plenamente de infraestructura urbana y, por ende, de servicios públicos. En Valle del Paraíso, esta problemática se vive en mayor magnitud con el agua entubada y el alumbrado público. Para el primer ítem, los entrevistados mencionaron que la colonia carece del recurso hídrico, y, aunque anteriormente entre los vecinos se compartían el agua por un costo establecido entre ellos, ahora contrataron a una empresa para que los dotara de este servicio; sin embargo, pagan un valor mensual aproximado a 350 pesos mexicanos y el agua solo les llega una vez por semana, así que deben recolectar la mayor cantidad posible y guardar para los demás días, a raíz de lo cual muchos vecinos han optado por comprar pipas de agua, por un costo mayor. En cuanto al segundo ítem, el alumbrado público, en la colonia existen varios postes de luz dañados o sin foco, así que los habitantes deben adecuar reflectores en las fachadas de las casas para procurar tener las calles iluminadas en las noches y evitar episodios de inseguridad (figura 6).
Respecto a los otros servicios públicos, como el drenaje, hay un déficit en la cobertura de la colonia, lo que ocasiona que en épocas de lluvia (de junio a noviembre, según el Inegi [s. f.]) se inunde. En cuanto a electricidad, no hay tanto inconveniente con el servicio, solo que a veces lo suspenden temporalmente. Por último, en relación con el gas entubado, la cobertura es parcial.
En suma, la comunidad de Valle del Paraíso encuestada se encuentra moderadamente satisfecha con la infraestructura urbana de la colonia (figura 7).
Equipamiento urbano
Tal y como se señaló en la dimensión referida al espacio público, en la colonia no hay equipamiento deportivo ni recreativo. Sobre el equipamiento educativo, solamente hay una escuela primaria, lo que significa que los jóvenes deben desplazarse a otras zonas de la ciudad para continuar con su formación en los niveles de secundaria, preparatoria y estudios profesionales. En cuanto al equipamiento de salud, este es el más crítico según la comunidad, ya que únicamente hay algunas farmacias, pero generalmente se encuentran desabastecidas. Debido a esto, los habitantes de Valle del Paraíso deben recurrir a otras zonas para comprar medicamentos: sin contar los centros de salud, el centro más cercano de atención básica está a dos kilómetros y uno un poco más especializado a cinco kilómetros.
En contraparte, los entrevistados destacan del equipamiento cultural la presencia de la Universidad Iberoamericana Puebla mediante el Centro Comunitario Casa Ibero Segundo Montes (figura 8), el cual lleva casi una década en Valle del Paraíso promoviendo espacios para la integración y el desarrollo social de los colonos a través de distintos talleres y actividades. Asimismo, los entrevistados ratificaron estar conformes con el equipamiento de abasto y comercio, debido a la amplia oferta de tiendas, misceláneas, tortillerías, estéticas, ferreterías, entre otros.
Pese a la postura positiva sobre los equipamientos de orden cultural y de comercio, la comunidad encuestada manifiesta estar en desacuerdo con la oferta de equipamiento urbano presente en la colonia (figura 9).
Movilidad y transporte
Esta es otra de las dimensiones que se encuentran en un estado crítico y es de las que más aqueja a la comunidad. El asunto es más severo en las condiciones de movilidad debido al mal estado de las calles de la colonia, ya que predominan las terracerías en vez de calles pavimentadas, además de que estas se encuentran con obstáculos, basuras, desniveles y vegetación (figura 10), lo que limita a peatones, ciclistas, adultos mayores y demás habitantes de Valle del Paraíso el desplazamiento fácil y seguro de un lugar a otro. Por la misma precariedad del servicio de drenaje, la movilidad se ve afectada en épocas de lluvia, puesto que las calles se inundan, se concentra el lodo en los cambios de pendiente y se llenan de escombros las vialidades, repercutiendo también en el transporte vehicular, dado que ni los taxistas ni conductores de plataformas como Uber o DiDi quieren hacer servicios dentro de la colonia por estas condiciones (y por la inseguridad).
Respecto al transporte público masivo, la comunidad se encuentra conforme con la oferta y frecuencia de autobuses que conectan a Valle del Paraíso con otras zonas de la capital poblana (figura 11).
No obstante las condiciones tan difíciles de movilidad por la falta de pavimentación en la totalidad de la colonia, los habitantes encuestados calificaron como regular la movilidad y el transporte en Valle del Paraíso (figura 12).
Medio ambiente
La colonia colinda con un elemento natural importante que es el río Atoyac, pese a que su relación con él no es la mejor. De acuerdo con los habitantes entrevistados, algunos vecinos conciben este afluente como un depósito de basura, lo que genera la presencia de plagas y malos olores. Aun así, el tema de la contaminación no solo es un asunto presente en el río, sino que también se manifiesta en el interior de la colonia (figura 13), dado que muchos colonos no respetan los horarios establecidos por el municipio para la recolección de residuos domésticos, sino que sacan sus basuras en cualquier momento del día y los perros terminan por esparcirlas por toda la colonia, generando que esta se encuentre más sucia y se promuevan focos de contaminación. Por último, los entrevistados coincidieron en que el servicio de recolección de basura municipal no es efectivo, puesto que en repetidas ocasiones les han tenido que dar propinas a los trabajadores para que recojan los residuos.
Por lo anterior, los habitantes encuestados calificaron como malas las condiciones del medio ambiente en la colonia (figura 14).
Visión prospectiva territorial de Valle del Paraíso al 2040
A través de la siguiente nube de palabras se presentan las cualidades más repetidas por los habitantes que participaron en la entrevista semiestructurada al momento de pensar en la Valle del Paraíso del futuro (figura 15).
En este sentido, y de acuerdo con los intereses, necesidades, anhelos, aspiraciones y objetivos comunes de los habitantes de Valle del Paraíso que participaron en la entrevista semiestructurada, la visión prospectiva territorial de la colonia se plantea así:
Para el año 2040, Valle del Paraíso se convertirá en un lugar que realmente haga honor a su nombre: un paraíso. La colonia habrá adelantado un importante proceso de ordenamiento urbano, centrándose en la mejora de la habitabilidad, por lo que se optimizarán las condiciones de movilidad y transporte con la pavimentación y adecuación de todas las calles, pensando en sus habitantes y especialmente en las personas con movilidad reducida. Gracias a la organización y unión de los vecinos, así como al completo cubrimiento del alumbrado público, la seguridad se verá incrementada. Asimismo, la colonia tendrá garantizado el acceso total a los servicios públicos que el Ayuntamiento debe de proporcionar por ley (especialmente el drenaje y el agua potable que tanto habían necesitado). Será una colonia con áreas de esparcimiento público, que contará con canchas multideportivas y parques para que niños, jóvenes, adultos, adultos mayores y familias en general puedan disfrutar de distintas actividades recreativas, deportivas, convivir e integrarse. En el Valle del Paraíso se habrá fortalecido la relación con el entorno natural, a través del respeto y cuidado por el medio ambiente y, en particular, por el río Atoyac. Las calles estarán libres de basuras y será un lugar limpio y saludable. Y, por último, se incrementará la disponibilidad de servicios de educación y salud en su área.
Estrategias para gestionar el mejoramiento de la habitabilidad urbana de Valle del Paraíso
Dado el problema de investigación sobre la habitabilidad urbana en Valle del Paraíso (evidenciado en el diagnóstico participativo), la visión prospectiva territorial para el año 2040 establecida por la comunidad y las buenas prácticas a nivel nacional e internacional, en la tabla 1 se proponen las estrategias y acciones que en conjunto pueden aportar a la gestión del mejoramiento de la habitabilidad urbana de la colonia.
En vista de que el desarrollo efectivo de las anteriores estrategias implica un arduo trabajo colaborativo entre los habitantes de la colonia, en seguida, se adiciona otra estrategia que se enfoca en el fortalecimiento comunitario para la gestión territorial (tabla 2).
En suma, estas estrategias, aparte de denotar las necesidades de una colonia ubicada en la periferia de Puebla, también resaltan la poca gestión pública que se ha llevado a cabo desde los organismos gubernamentales correspondientes para garantizar la calidad de vida de los habitantes de la ciudad. Lo anterior pone en evidencia que las políticas territoriales van perdiendo efectividad a medida que la escala va disminuyendo de lo local a lo micro y del centro a la periferia, por lo que se hace necesario seguir apostándole a la activación de procesos de gestión comunitaria o vecinal como mecanismos eficaces que aporten a la gestión territorial.
Aun así, el verdadero reto es trascender de la planeación a la gestión colectiva (Posada, 2014) y, con esto, suplir los vacíos que ha dejado la gestión pública en el entramado territorial. Para esto, el enfoque debe partir del fortalecimiento de la cohesión social y del sentido de pertenencia que se tiene por el espacio geográfico que se habita (Naciones Unidas, 2007), además de la consolidación y del fomento de las capacidades comunitarias y de organización para el desarrollo endógeno (García Jaramillo et al., 2020).
En una discusión más general, otras experiencias evidencian distintos abordajes de la habitabilidad urbana. Por ejemplo, otro estudio en México (García González y Contreras Juárez, 2016) propone un diseño metodológico articulado especialmente desde la noción de áreas verdes en los espacios públicos; en Argentina, Zulaica y Celemín (2008) consideraron la habitabilidad urbana desde la salud, la vivienda, la accesibilidad vial, la educación, la pobreza y lo ambiental; en Colombia y en Chile se ha estudiado mayormente el concepto desde la perspectiva del espacio público, de la seguridad y de la imagen urbana (Páramo y Burbano Arroyo, 2013; Secretaría Regional Ministerial de Planificación y Coordinación Metropolitana, 2010).
Estas diferencias en las formas de abordar la habitabilidad, sin un modelo o estándar específico o común (innecesario, por cierto), se deben a cada contexto territorial y a las problemáticas concretas de las áreas de estudio. Cada lugar tiene una historia propia, unos procesos urbanos, culturales y sociales particulares, así como unas áreas de oportunidad consustanciales. En este caso, el análisis de la habitabilidad en Valle del Paraíso requería de una mirada integral-sistémica de los principales componentes del espacio urbano, porque enfocarlo sobre una sola dimensión iba a quedar corto ante la cruda realidad territorial que prevalece en esta colonia.
Ahora, para un ejercicio más profundo de planificación con enfoque de habitabilidad urbana, será importante incluir la variable temporal en la definición de estrategias y de acciones, para así priorizar, controlar y hacer seguimiento al proceso de gestión (Buitrago Bermúdez y Martínez Toro, 2009; Posada Arrubla y Olarte Riaño, 2018). Por último, resulta importante considerar más aspectos sociales y culturales en el estudio de la habitabilidad urbana, lo que seguramente ayudará a profundizar y entender más sobre el origen de las necesidades de los habitantes del territorio.
Conclusiones
La situación de Valle del Paraíso respecto a su habitabilidad urbana es crítica. De las seis dimensiones analizadas en el estudio de la habitabilidad, ninguna ofrece condiciones favorables para la calidad de vida de los habitantes. Esto se concluye a partir del notable déficit de espacio público que hay en la colonia; de la inseguridad tanto de día como de noche; de la escasa cobertura de infraestructura urbana; de la carencia de equipamiento colectivo de salud y educación; de las condiciones físicas que impiden la movilidad de los habitantes; y de la relación negativa que existe con el medio ambiente. No obstante, las dimensiones con más afectaciones son la seguridad y la movilidad/transporte, por lo que las estrategias que se deben priorizar para la gestión local de la habitabilidad urbana son aquellas que busquen reducir los índices delictivos y la percepción de peligro, así como las que garanticen los desplazamientos en la colonia, es decir, las de pavimentación de las calles.
Respecto a la tesis planteada en la introducción, se confirma con este ejercicio investigativo que el papel de los actores sociales es fundamental para conocer las condiciones reales de habitabilidad urbana de cualquier zona de estudio y, a partir de la identificación de las necesidades colectivas, para establecer estrategias que aborden de manera efectiva la gestión local del territorio. Por esto que los desafíos y los esfuerzos se deben concentrar en el fomento de comunidades con habilidades de gestión e interés por el mejoramiento del espacio compartido, y, desde el punto de vista técnico, en la utilización de metodologías con enfoque cualitativo y de ejercicios de prospectiva territorial.
Para finalizar, en este artículo se expuso un poco sobre la realidad que se vive en entornos con marginación social, económica y urbana en las ciudades de México y de la región latinoamericana en general y, específicamente, en las zonas periféricas, que muchas veces son olvidadas para la gestión pública, pero que desde la academia se deben seguir visibilizando y aportando con propuestas como esta, que, aunque tiene una intención más investigativa y de análisis de caso, puede funcionar como punto de partida para promover la reflexión y la acción de las autoridades responsables. En tal sentido, se recomienda seguir profundizando y aportando en las siguientes líneas de investigación: a) prospectiva territorial, con enfoque de habitabilidad urbana; b) fortalecimiento de capacidades comunitarias para la gestión socioterritorial; y c) lineamientos y criterios para el mejoramiento de la habitabilidad urbana en contextos de rezago socioespacial.
Origen de esta investigación
Este artículo es producto del trabajo de investigación: Alternativas para mejorar la habitabilidad urbana de la colonia Valle del Paraíso en Puebla, en el marco de su ordenamiento territorial, desarrollado para la obtención del título de magíster en ordenamiento del territorio por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Tesis dirigida por la Dra. Julia Judith Mundo Hernández y la Dra. Gloria Carola Santiago Azpiazu.
Referencias
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Notas
*
Artículo de investigación
1
Como el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los
Trabajadores, el Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios
Sociales de los Trabajadores del Estado y el Fondo Nacional de Habitaciones
Populares, entre otros.
2
Complejo habitacional de clase alta con más de
diecinueve mil viviendas contempladas y distribuidas en 470 ha (Excélsior,
2015, citado por Ramírez Rosete et al., 2019).
Notas de autor
aAutor de correspondencia. Correo electrónico: jricardoolarte@gmail.com
Información adicional
Cómo citar:: Olarte-Riaño, J. R. (2024). Gestión local desde la visión comunitaria para mejorar la habitabilidad urbana en la periferia de Puebla, México. Cuadernos de Vivienda y Urbanismo, 17. https://doi.org/10.11144/Javeriana.cvu17.glvc