Se realizó una revisión de diversos estudios enfocados para establecer el impacto ambiental generado en las fincas productoras de café certificadas con diferentes sellos de buenas prácticas agrícolas y socioeconómicas en las diversas regiones productoras del grano. De esta revisión se establecieron los impactos de mayor persistencia, así como los de mayor singularidad en todo el mundo.
A review was conducted on some focused studies in order to determine the environmental impact caused by coffee-producing farms certified by different Good Agricultural and Socio-Economic Practices systems in different coffee-growing regions. This review shows the most persistent impacts as well as the most particular ones worldwide.
Luego de diversas crisis en el mercado cafetero y ante las escasas oportunidades para los pequeños productores de incrementar su participación en los beneficios del comercio internacional de este producto, surgió la alternativa de apoyar la creación de vínculos de los pequeños agricultores a los mercados de cafés especiales. Incluidos los destinados a la certificación de comercio justo y, el café orgánico, con lo que se ha buscado mejorar las perspectivas de los pequeños productores en el corto y largo plazo (
El mercado de los cafés especiales ha evidenciado un rápido crecimiento por su alta demanda. Aunque para acceder a estos mercados los agricultores han tenido que cumplir una serie de requisitos estrictos, que generalmente, conducen a la certificación por parte de una entidad u órgano acreditador al cual los productores solicitan inspecciones para verificar las condiciones de producción. Dicha solicitud, la hacen de forma independiente. La certificación de fincas de café como orgánico, comercio justo y/o de sombra, es una alternativa de protección a la biodiversidad y promueve salarios dignos para los agricultores. Si se cumplen los criterios de la agencia de certificación, se autoriza un sello de aprobación en los envases. De ese modo, se garantiza a los consumidores que los criterios específicos del programa de certificación, se cumplen en la granja donde se cultivan productos (Milder, 2014).
La diferenciación en el mercado, presupone a una empresa o consumidor para una demanda sustancial de productos sostenibles. Esta demanda podría reflejarse en la disposición de pagar precios más altos para los productos certificados como sostenibles, o en las expectativas de que ciertas líneas de productos se derivan sólo de fuentes sostenibles. Los productores pueden beneficiarse de precios más altos para los productos certificados, lo cual da lugar a un incentivo económico para que estos adopten prácticas sostenibles (
Se siguió una línea de investigación sobre la evaluación del impacto socioeconómico y ecológico bajo las condiciones de los productores certificados. A pesar de que los organismos de certificación generaron numerosas evaluaciones de impacto real de sus programas a corto y largo plazo, los resultados fueron contradictorios y todavía se hace necesaria una investigación de mayor calidad en diferentes escenarios (
Un estudio de revisión desarrollado por
Estas investigaciones evalúan comparativamente los impactos de la producción certificada respecto a la no certificada. No existen evaluaciones del impacto basadas en el antes y después de la certificación.
De acuerdo con
Basados en las indicaciones referidas en el
Inicialmente se estableció el alcance de la pregunta de investigación, definiendo esta como el grado de conocimiento en la literatura sobre el impacto ambiental que ha generado la adopción de programas de certificación en buenas prácticas ecológicas, económicas y sociales en las fincas cafeteras de los principales países productores del grano.
Se realizó una revisión documental sobre los países con mayor productividad cafetera según la
Los artículos empleados en este estudio se obtuvieron luego de la revisión en las siguientes bases de datos: Scopus, Science Direct, Springer Link, JSTOR, Web of Science y Scielo. En total se revisaron 106 artículos de los cuales se seleccionaron 78 documentos que cumplieron con los siguientes criterios:
Estar publicados en revistas de divulgación científica de reconocida trayectoria y relevancia académica Estar relacionados con programas de certificación en BPA adoptadas en el sector caficultor de cada continente. Que el documento indique claramente el programa de certificación al que se refieren, los cuales deben ser (RAS, FLO, UTZ, Investigaciones realizadas en países líderes en producción caficultora encada continente. Estar publicado entre los años 2000 y 2018 Estar escritos en idioma ingles
La información obtenida se registró en una tabla en donde se clasificaron los impactos según su naturaleza en las categorías: ecológico, económico y social. Luego se homogeneizaron los impactos por su similaridad y la definición dada por los autores, identificando así los impactos que en cada continente se presentan con mayor frecuencia.
Según datos publicados por la
El continente africano cuyos principales productores son Etiopia y Uganda produjo en el año 2016 aproximadamente 11,3 % del grano que se consume en el mundo, una cantidad muy similar a la de Centroamérica y México, donde países como Honduras, Guatemala y Nicaragua son los principales productores de la región. Finalmente cabe destacar a Papúa, Nueva Guinea como el principal productor de café en Oceanía con una producción de 712.000 sacos en 2016 que representa el 0,5 % del café mundial.
Para el año 2014, se registraron un aproximado de 4,1 millones de hectáreas certificadas bajo uno de los 5 principales sellos de cumplimiento de estándares de sostenibilidad voluntarios (
A continuación se expondrán algunas características de la producción cafetera en Asia, África, Centroamérica y Suramérica y los impactos ambientales desde el punto de vista ecológico y socioeconómico generados por la adopción de diferentes programas de certificación en estos continentes.
La producción de café en el continente asiático genera aproximadamente el 31,6 % del café mundial (
Luego de revisar diferentes documentos publicados sobre los efectos de la certificación de cultivos de café en territorio asiático, se expone en la
La certificación ofrece un vehículo para el reconocimiento del mercado de buenas prácticas, disminuye significativamente el uso de plaguicidas y abonos sintéticos promoviendo el uso de abonos orgánicos a partir del reciclaje de diversos materiales residuales generados en la finca. Todas las certificaciones incluyen criterios a favor de la protección de las fuentes locales de agua, por lo que se hace evidente la adopción de medidas de ahorro del agua (
La certificación también apoya otros servicios de los ecosistemas de las áreas de producción, tales como el almacenamiento de carbono, la purificación y regulación del flujo de agua (
El principal impacto social registrado en Asia, es la reducción de la mano de obra infantil en la producción cafetera, vale la pena aclarar que la mayoría de pequeños productores lo consideran una actividad familiar en la que se incluyen todos sus miembros, lo que hace de este un impacto ambiguo (
La producción de café bajo las normas ambientales y sociales de los programas de certificación en Vietnam e Indonesia, permiten a los agricultores beneficiarse de precios más estables, a los miembros de las cooperativas constituidas por pequeños productores propietarios de fincas certificadas, les garantiza un ingreso neto más alto (
En Indonesia se ha hecho notorio el aumento de empresas comerciales multinacionales en las zonas productoras de café (
En Vietnam
Los principales productores de café en África: Etiopía, Uganda, Costa de Marfil, Kenia, Camerún, Tanzania, Madagascar y Ghana producen el 11,5% del café del mundo (
Los países africanos en que se han desarrollado mayor número de investigaciones publicadas sobre los impactos ambientales de la certificación de plantaciones de café son Etiopia, Costa de Marfil, Kenia y Ghana. En la
Los impactos ambientales que la certificación cafetera genera son diversos, en algunos casos contrastan dependiendo la región donde se desarrollan. En Etiopía
El café de sombra también genera otra serie de impactos como la disminución en la temperatura del suelo, el rompimiento en la fuerza del viento y de las precipitaciones, el control en la erosión en pendientes pronunciadas, supresión de malas hierbas, reciclaje y lixiviación de nutrientes, entre otros. Sin embargo, en las regiones donde la lluvia es limitada y las estaciones secas son prolongadas como es el caso de Kenia, Camerún o Tanzania, los árboles de sombra pueden afectar negativamente a la productividad debido a una fuerte competencia con el café por la humedad disponible en el suelo (
En el África subsahariana, la aplicación anual de fertilizantes inorgánicos es de sólo 9 kg/ha (nutrientes) que frente al promedio mundial de 90 kg/ha es muy baja (
Resultados de estudios sobre cultivos de campo en África subsahariana, indican que el ciclo de nutrientes en los suelos orgánicos y convencionales son similares. Aunque la materia orgánica es muy importante para mantener la calidad del suelo, los aportes adicionales de fertilizantes inorgánicos en África, siguen siendo necesarios para equilibrar los flujos de nutrientes de las plantas y así lograr niveles de rendimiento adecuados (
Los residuos de los frutos del café compostado devueltos al campo sólo pueden suministrar 25 a 30% de estos requerimientos adicionales de nutrientes, por lo que se debe disponer de los medios para adquirir materiales ricos en nutrientes, materia orgánica y abono, para compensar la diferencia y así lograr nutrientes suficientes (
Otro impacto que el criterio de uso de fertilizantes orgánicos genera en algunas regiones, es la insostenibilidad a largo plazo de la explotación de biomasa vegetal en descomposición presente en suelos de bosque destinada a servir de nutrientes en el suelo de los cultivos cafeteros, tal y como lo identificaron
En el aspecto económico, son varios los impactos que predominan en el continente. Uno de los más importantes se refiere a los ingresos netos más altos para los productores, pero hay poca evidencia de que los productores obtengan grandes aumentos en el precio como resultado de lograr la certificación y en otros casos los precios garantizados no son suficientes para mitigar la inversión de la certificación (
En Ruanda,
La certificación de comercio justo en algunas regiones de Uganda, aumenta el nivel de vida de los hogares en un 30%, reduce la prevalencia, el nivel de la pobreza (
El 11,3 % del café que se consume en el mundo se produce en Centroamérica y México, incluyendo algunas islas del caribe. Los principales productores de café en Centroamérica son Honduras y Guatemala, seguido por México, Nicaragua y Costa Rica (
México, Costa Rica y Nicaragua son los países en los que se han desarrollado un mayor número de estudios referidos al impacto ambiental de la certificación cafetera. A continuación, en la
Los impactos ambientales generados por la certificación en Centroamérica, presentan contrastes dependiendo de la región e incluso dentro de un mismo país.
Otro factor incidente en los impactos ecológicos sobre los bosques en las regiones cafeteras fue analizado por
Estudios realizados en El Salvador y México, comparan fincas bajo diferentes programas de certificación con fincas no certificadas en términos biodiversidad encontrando que en las certificadas es mayor el número de especies de mamíferos, artrópodos y especies arbóreas, así como especies de aves migratorias, pero sin diferencias significativas entre programas de certificación. Por otro lado, si se comparan estas fincas con el bosque nativo aledaño, este conserva mayor riqueza en términos de diversidad biológica (
En Nicaragua
Cuando los precios de mercado son bajos, los precios para el café certificado en comercio justo y orgánico son sustancialmente más altos que sus contrapartes no certificados (
Por su parte
Un estudio comparativo entre productores de café certificado (FairTrade y orgánico) y no certificado de México, Nicaragua, El Salvador y Guatemala determinó que la certificación incrementa los precios del café y por tanto los ingresos, pero que no se observan efectos significativos sobre los medios básicos de subsistencia como salud y educación (
La producción cafetera suramericana excede el 45% del café del planeta e incluye como sus principales productores a Brasil y Colombia. En menor proporción a otros países andinos como Perú, Ecuador, Bolivia y Venezuela (
El mayor número de investigaciones que evalúan los impactos de la certificación cafetera en la región, tienen como área de estudio el territorio colombiano y brasilero. Aunque también hay diversos estudios en Perú y Ecuador. En la
La cobertura arbórea en las plantaciones de café permite una mayor disponibilidad de material orgánico, posibilitando el reciclaje de nutrientes que de otro modo no estarían disponibles para el café. También faculta la diversificación en la producción, así como los ingresos, mejorando la calidad de la copa de la planta de café, particularmente en zonas de café ecológicamente sub-óptimas por sus altas temperaturas. Por otro lado, también genera algunos efectos adversos como el daño a los cafetos por la caída de ramas de los árboles de sombra, costos adicionales de mano de obra para la poda regular de árboles cuando hay sombreado excesivo y competencia por el recurso hídrico en regiones con períodos de baja precipitación, entre otras (
En Colombia, el área de bosque denso en zonas cafeteras ha aumentado considerablemente al igual que la cobertura de arbórea en las parcelas certificadas, más que en las no certificadas (
Según
Estudios comparativos realizados en fincas cafeteras certificadas Fairtrade y fincas sin certificación del Perú, concluyen que en términos de ingresos familiares, no hay efecto significativo de la participación en este programa, presuntamente afectado por el aumento de los costos de mano de obra, insumos y la reducción de los ingresos derivados de otras actividades productivas. Así mismo, se evidencia la reducida diferencia de precios del café certificado respecto al no certificado. Sin embargo, se evidencia mayor bienestar general en términos económicos, infraestructura del hogar y de producción en un efecto muy reducido en aspectos como la salud, educación y migración (Ruben, 2012;
Los elevados costos de insumos como el abono orgánico principalmente, afectan directamente los ingresos de los caficultores de la región.
En Brasil,
Los agricultores afiliados a cooperativas de café certificado en buenas prácticas de gestión sostenible de la tierra a menudo tienen más acceso al crédito (
Desde el punto de vista social, la certificación impacta positivamente, mejorando las condiciones laborales de los trabajadores de la finca, incrementa el uso de equipos de seguridad y protección personal (
Luego de expuestos los impactos específicos que con mayor incidencia se presentan en los diferentes territorios productores de café, también es importante agregar los impactos coincidentes en la producción cafetera certificada global.
Los impactos ecológicos que la certificación potencializa, hacen referencia a la protección y conservación de la diversidad vegetal y animal que dentro de los sistemas de café con sombrío proporcionan un control de plagas, incrementan la polinización, conservación de especies, captura de carbono y el control de la erosión. Sin embargo, el beneficio potencial económico de estos servicios a menudo pasa desapercibido para los agricultores, ya que los productores con poca frecuencia son recompensados directamente por estos servicios, aunque las fincas de café de sombra con un conjunto diverso de árboles a menudo proporcionan otras fuentes de ingresos para los agricultores, entre los que se incluyen ingresos adicionales de madera y productos no maderables de los árboles de sombra (
La certificación incluye importantes garantías de beneficios para la conservación de la biodiversidad y la evidencia de la conservación a escala local es importante, pero hay una necesidad de considerar mejor el papel dominante de los procesos a escala de paisaje en el mantenimiento de la biodiversidad y no la fragmentación que aún se presenta. Así mismo, la comprensión de los beneficios relativos a los factores económicos y ecológicos, puede ser importante para la consecución de los sistemas agrícolas sostenibles que contribuyen a los medios de vida de los agricultores y la protección del paisaje cafetero.
Existen altas cantidades de café con doble certificación (orgánico y de comercio justo o BirdFriends/orgánico), algunos argumentan que un esfuerzo coordinado para la incorporación de la triple certificación y la creación de las ‘super etiquetas’ podría cumplir mejor los objetivos generales de sostenibilidad (Philpott y Dietsch 2003;
Por su parte, los impactos socioeconómicos que las fincas cafeteras generan por su actividad bajo los principios de los diferentes sellos son menos claros. Debido a los diferentes sistemas económicos en que se desarrolla la producción cafetera global, los impactos positivos principalmente se les atribuyen a factores como la confianza en el liderazgo, la organización democrática interna y la crucial participación de las mujeres (
Muchos autores exponen el impacto de beneficio económico en la población cafetera a causa de las denominadas primas que la certificación otorga al valor del café, pero este impacto es afectado por diversos factores propios de cada país e incluso de cada región dentro de un mismo país (
Finalmente, una amenaza latente de la certificación cafetera y de otros productos, considerada por
Se puede observar que el impacto de mayor predominancia causado por la certificación en los principales países productores de café en el mundo, es el incremento de los ingresos netos que viene siendo finalmente lo que motiva a los caficultores a adoptar este tipo de programas en sus fincas, ya que incrementa su poder adquisitivo y acceso a los aspectos que se supone mejoran su calidad de vida. No obstante, un importante grupo de estudios en los diferentes continentes productores indican que las diferencias de estos ingresos comparados con los de los productores no certificados no es significativa, lo que conduce a dudar de la eficiencia de este mecanismo para reducir la pobreza en sector rural.
Por otro lado, los programas de certificación han demostrado su impacto positivo a los agroecosistemas en términos de reducción del uso de agua en los procesos y por ende, reducción del agua contaminada. Así mismo, es evidente en la mayoría de estudios que evalúan aspectos ecológicos resaltan la disminución en el uso de agroquímicos, pero también se presume que esta práctica conlleva a otros impactos generados por el afán de suplir la función de estas sustancias, lo cual requiere ser investigado más a fondo y mediante métodos más directos.
Finalmente se hace evidente que los efectos generados por la adopción de programas de certificación en las fincas cafeteras, presentan contrastes entre países vecinos e incluso entre regiones cafeteras de un mismo país, lo que sustenta la necesidad de continuar evaluando dichos impactos, ya que estos parecen básicamente generarse de acuerdo a las condiciones geográficas y a la organización social de las comunidades productoras.
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