El objetivo de este artículo es analizar el establecimiento de precios justos y las prácticas de venta a intermediarios, en el contexto de la problemática que aqueja a pequeños productores agropecuarios en ocho municipios de Yucatán, México. El enfoque de la investigación es mixto y, por este motivo, se aplicaron técnicas a nivel comparativo relacional, se construyeron modelos de regresión logística binaria y se realizaron entrevistas semiestructuradas. Los resultados obtenidos contradicen la idea de que estos productores se dirigen, principalmente, a los intermediarios para venderles sus productos, en caso de que estos tengan algún tipo de problema con respecto a la tierra, la producción, la comercialización, el transporte o la falta de precios justos.
This article aims to analyze the fair pricing as well as the practices of selling to intermediaries in the context of the problems undergone by the small farming producers in eight towns in Yucatán, Mexico. The research is developed under a combined approach. To do so, relational comparative techniques were applied, binary logistic regression models were developed and semi-structured interviews were carried out. The results go against the idea that these producers want to contact mainly the intermediaries in order to have their goods sold in the case of any problem related to the land, production, marketing, transport or a lack of fair prices.
El impacto de la liberalización comercial en el desarrollo económico de los países aún es un tema en discusión. Si bien muchos economistas argumentan que la liberalización comercial logra, en términos generales, un crecimiento económico, la evidencia empírica demuestra unos resultados mixtos, con respecto al impacto en la reducción de la pobreza (
De acuerdo con
En una investigación que aborda los problemas que enfrenta el pequeño productor agrícola se obtuvo como resultado que la gran mayoría de esa población percibe en la intermediación “la principal causa para no encontrar mejoras en su calidad de vida” (
En este sentido, el presente estudio se enfoca en la actividad comercial de los pequeños productores del sector agropecuario, en ocho municipios de Yucatán, México, y se enfoca, especialmente, en el destino de la venta (venta al consumidor final o al intermediario), en las diferencias existentes entre los precios de venta y los precios justos (según valoración del productor) y en la problemática que enfrentan las unidades productivas. Así, el objetivo de la investigación es analizar el establecimiento de precios justos y las prácticas comerciales de venta a intermediarios, en el contexto de la problemática que aqueja a los pequeños productores agropecuarios en esos ocho municipios.
Este estudio se enmarca en el enfoque del comercio justo, cuyo propósito es lograr un beneficio para todos los actores involucrados en la actividad comercial, que tenga como base la justicia social, la calidad del producto y el cuidado del medio ambiente, enfocándose, en este caso, en el ámbito agropecuario de la región objeto de estudio. El comercio justo representa una alternativa al comercio tradicional. Aquel se basa en la idea de que el problema del subdesarrollo no es coyuntural, sino que se trata de un fenómeno estructural, producto de esquemas comerciales desiguales. A diferencia del comercio tradicional, que busca de cualquier manera beneficios comerciales y utilidades para el dueño del capital, el comercio justo pretende establecer mecanismos que permitan establecer relaciones de intercambio, considerando no solo los beneficios comerciales que puedan derivarse de este, sino, y sobre todo, los beneficios sociales que dichos intercambios pueden aportar (
El comercio justo es congruente con los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), entre los que se encuentran erradicar la pobreza, la desigualdad y la exclusión social, fomentar el trabajo digno y el respeto de los derechos humanos y del medio ambiente, y cambiar los actuales patrones insostenibles de producción y consumo. Lo anterior a través de: a) un enfoque multidimensional que involucre aspectos económicos, sociales, medioambientales y políticos; b) un enfoque
Según el World Fair Trade Organization (
las un
Para efectos de este trabajo, se toman como marco de referencia estos dos principios. Por
Como ya se mencionó, el enfoque de esta investigación es mixto.
A partir de un enfoque cuantitativo, la investigación se plantea como transversal, no experimental con alcance explicativo. En este sentido, las hipótesis que guiaron la investigación son las siguientes:
H1: se presentan diferencias significativas entre los precios de ventas y los precios justos (según valoración del productor), por destino de la venta.
H2: a mayor porcentaje de diferencia entre el precio de venta y el precio justo (según valoración del productor), mayor es la probabilidad de que el destino de la venta sea el intermediario.
H3: existe una mayor probabilidad de que la producción se destine al intermediario cuando la unidad productiva presenta problemas relacionados con la tierra, la producción, el transporte o la comercialización.
La población objetivo del presente estudio fueron las 2364 unidades productivas y los productores de los ocho municipios de Yucatán ya mencionados, quienes conforman el padrón de beneficiarios que el proyecto de Fortalecimiento del Capital Social para Contribuir a la Seguridad y la Soberanía Alimentaria propuso atender en 2016. De este modo, la muestra estadística de unidades productivas (solares, milpas y parcelas) se tomó considerando dicho padrón y, por lo tanto, son extrapolables a las unidades productivas con características similares, de la región que integran estos mismos municipios.
La información analizada corresponde a los resultados obtenidos en la Encuesta de Producción y Comercialización (EPC), levantada durante los meses de septiembre, octubre y noviembre de 2016, elaborada en consenso por profesores que participaron en el proyecto
Si bien el estudio descriptivo presenta la información de diversos productos, el estudio inferencial consideró, en particular, tres productos agrícolas y cuatro productos pecuarios seleccionados: calabaza, frijol, maíz, miel, huevo, gallina y pavo.
El tamaño de la muestra se obtuvo para una proporción esperada del 30%, correspondiente a los productores que destinan su producción al consumidor, con una confianza del 95% y un error de estimación del 5%. La muestra reside en 323 unidades productivas. Por su parte, la encuesta captó la información de una muestra efectiva de 333 unidades productivas, las cuales, de acuerdo al tipo de unidad, están integradas a nivel región por 249 solares, 53 milpas y 31 parcelas (74.8%, 15.9% y 9.3%, respectivamente). Del total de la muestra efectiva sobre el destino de la venta de lo producido, se obtuvo que 143 vendía a los intermediarios (42.9%) y 102 directamente a los consumidores (30.6%), el resto no lo especificaba.
Las variables de interés en el estudio fueron: los precios de venta y los precios justos, los problemas que enfrentan los productores y sus unidades y el destino de la venta de lo producido, con relación a 25 productos agrícolas y 7 productos agropecuarios seleccionados (véase la
Para el análisis de los resultados, además del estudio descriptivo correspondiente, se aplicaron, en el nivel comparativo relacional, pruebas de hipótesis de independencia, pruebas de bondad de ajuste para el porcentaje de la diferencia entre los precios de ventas y precios justos, pruebas U de Mann Whitney para dos muestras independientes; en el nivel explicativo, se tomó en cuenta la construcción de modelos de regresión logística binaria, según
Para la verificación de las pruebas descritas, se tomó en consideración el criterio del valor p. En general, en las tablas de resultados del presente documento, se presenta el valor p asociado con la verificación de las pruebas de hipótesis efectuadas.
En este documento, en primer término, se presentan los resultados descriptivos a nivel región, concernientes a la identificación de los precios de venta y los precios justos de 25 productos agrícolas y 7 productos pecuarios, por tipo de unidad productiva (solar, milpa o parcela) y destino de la venta de lo producido (intermediario o consumidor). En segundo término, se presentan los resultados de los análisis relacionales y comparativos para 7 productos seleccionados: tres productos agrícolas (calabaza, frijol y maíz) y cuatro productos pecuarios (miel, huevo, gallinas y pavos). Finalmente, se presentan los resultados de los modelos de regresión logística binaria, los cuales se construyen para analizar la relación que existe entre la presencia de problemas de la tierra, el proceso productivo, la comercialización, el transporte y la diferencia porcentual entre los precios de ventas y los precios justos, para cada uno de los 7 productos seleccionados.
El análisis cualitativo se realizó desde las experiencias del proyecto
Por una parte, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2010, el 12.2% del total de la población en Yucatán participó en el sector primario, mientras que, en el 2015, este porcentaje fue del 10.9%, lo que representa un decremento de 1.3 puntos porcentuales en la ocupación en este sector, en el periodo considerado (
Por la otra parte, con base en la información de los Censos Agropecuarios (
Al tener en cuenta este contexto, a continuación, se presentan los resultados de los estudios descriptivo, comparativo, relacional y de nivel explicativo, obtenidos mediante el empleo del paquete estadístico IBM SPSS Statistics 22, para Windows, en el caso del enfoque cuantitativo, y, al final de esta sección, se presentan los resultados en el caso del enfoque cualitativo.
Los principales resultados descriptivos, correspondientes a los precios de ventas y los precios justos, a nivel regional y por destino de la venta de lo producido, se presentan en las
UM: unidad de medida; PV: precio de venta (pesos); PJ: precio justo (pesos); DIF: diferencia entre el precio justo y el precio de venta (pesos); PDIF: porcentaje de la diferencia entre el precio justo y el precio de venta respecto al precio de venta (%).
UM: unidad de medida; PV: precio de venta (pesos); PJ: precio justo (pesos); DIF: diferencia entre el precio justo y el precio de venta (pesos); PDIF: porcentaje de la diferencia entre el precio justo y el precio de venta respecto al precio de venta (%).
En el caso de los productos agrícolas, el porcentaje de la diferencia entre los precios de ventas y los precios justos para intermediarios va del 10.2%, en el caso del mango, hasta 93.6%, en el caso de la lima, con un promedio general, considerando todos los productos agrícolas estudiados, del 53.1%. Mientras tanto, para los consumidores el porcentaje va del 0.2%, en el caso de la naranja agria, hasta el 148.3%, en el caso del limón, con un promedio general, considerando todos los productos agrícolas estudiados, del 47.6%. Según lo anterior y en un nivel descriptivo, podría decirse que se presenta un porcentaje de la diferencia entre los precios de ventas y los precios justos, mayor para los intermediarios que para los consumidores.
En el caso de los productos pecuarios, el porcentaje de la diferencia entre los precios de ventas y los precios justos para intermediarios va desde el 13%, en el caso de las gallinas, hasta un 73.3%, en el caso de los cerdos, con un promedio general del 31%. Para consumidores, va del 11.5%, en el caso de las abejas, hasta el 50%, en el caso de la miel, con un promedio general del 27.6%. Se concluye, entonces, que se presenta un porcentaje de la diferencia entre los precios de venta y los precios justos, mayor para los intermediarios que para los consumidores.
En la realización de los análisis estadísticos inferenciales comparativo, relacional y explicativo, se seleccionaron 3 productos agrícolas y 4 agropecuarios que, a nivel de unidades de producción, presentaron la mayor regularidad en la información captada, es decir, que esta estuviese completa, con una proporción de la diferencia entre precios de ventas y precios justos no mayor al 40% y que contribuyese de manera importante a la producción agropecuaria de la región. Al atender a estas consideraciones, los productos agropecuarios para llevar a cabo estos análisis fueron, en el caso de los productos agrícolas, calabaza, frijol y maíz, y en el caso de los productos pecuarios, miel, huevo, gallinas y pavos. En la
a) consideradas en los análisis comparativos y relacionales, y b) consideradas en los modelos de regresión logística binaria.
Los resultados obtenidos de los análisis relacional y comparativo, de los precios de los siete productos agropecuarios seleccionados, se presentan a continuación.
Para verificar la primera hipótesis de investigación y dada la naturaleza cuantitativa del porcentaje de la diferencia entre el precio de venta y el precio justo por producto, se empleó la prueba de bondad de ajuste de Kolmogorov Smirnov, para así verificar el supuesto de normalidad, el cual, sin embargo, no se confirmó. Por esta razón, se llevaron a cabo pruebas U de Mann Whitney para dos muestras independientes, a fin de analizar la posible existencia de diferencias significativas en los promedios de dicha variable por destino de la venta (intermediario o consumidor). Los resultados de esta última prueba arrojan que, en el caso de los productos agrícolas y pecuarios seleccionados, no se presentan diferencias estadísticamente significativas entre los valores medios de los porcentajes de las diferencias, entre los precios de ventas y los precios justos por destino de la venta. Los resultados obtenidos permiten concluir que, para los productos agrícolas y pecuarios seleccionados, los porcentajes de las diferencias entre el precio de venta y el precio justo por destino de venta son semejantes, excepto en el caso de la miel.
En el caso específico de la miel, se presentan diferencias estadísticamente significativas (valor p de 0.013), entre los valores medios de los porcentajes de las diferencias entre el precio de venta y el precio justo por destino de la venta, pues fue mayor el promedio en el caso del destino correspondiente al consumidor (9.5%) que en el caso del intermediario (6.7%).
A nivel explicativo y con el objeto de verificar las siguientes hipótesis de investigación (H2 y H3), referente al análisis de la relación entre el destino de la venta (como variable dependiente) y el porcentaje de la diferencia entre los precios de ventas y los precios justos, además de los tipos de problemas que enfrentan los productores (como variables independientes), se construyó un modelo de regresión logística binaria por producto.
Con relación a la variable destino de la venta de lo producido, el valor 0 se asignó al destino de venta
En cuanto a las variables independientes, respecto al tipo de problemas que enfrentan los productores, se consideraron cuatro tipos principales:
De la tierra, en el que se incluyen problemas del suelo, riego o plagas. De la producción, que incluye las mermas, mermas poscosecha y los relacionados con la disponibilidad de los insumos. Comercialización, que se relaciona con los canales de distribución y comercialización. Trasporte, que atañe a la logística necesaria para transportar los productos para su venta.
Para cada uno de estos cuatro tipos de problemas, se asignó una variable con dos valores posibles: 0
Finalmente, se estratificó previamente la variable porcentaje de la diferencia entre los precios de ventas y precios justos en dos grupos, con dos valores asignados: 0
El resumen de los resultados obtenidos de los modelos construidos, con relación a los productos agrícolas y pecuarios seleccionados, así como de las principales pruebas de bondad de ajuste de dichos modelos (que, en general, resultaron ser satisfactorias), se presentan a continuación.
Se elaboraron tres modelos de regresión logística, cuyos resultados se resumen en la
(**) 0.01 < valor p ≤ 0.05; (***) valor p ≤ 0.01; NS: No significativo; ES: Significativo.
En la descripción de los resultados obtenidos de los modelos construidos, Prob (
O también:
Esta última expresión es la que se empleará en la presentación de los modelos obtenidos.
Calabaza
En el caso de la calabaza, el modelo de regresión logística presenta una capacidad predictiva del 71.9% y resultan ser estadísticamente significativos los coeficientes correspondientes a los problemas de la tierra y la constante del modelo. De acuerdo con el signo negativo del coeficiente de regresión (
Frijol
En el caso del frijol, el modelo de regresión logística tiene una capacidad predictiva del 83.3% y resulta ser estadísticamente significativo el coeficiente correspondiente a los problemas de transporte. De acuerdo con el signo positivo del coeficiente de regresión (
Maíz
En el caso del maíz, ninguno de los coeficientes de regresión del modelo resultó ser estadísticamente significativo. Lo anterior permite afirmar que, con relación a este cultivo, el destino de la venta de la producción no depende de la problemática de la unidad productiva ni del porcentaje de la diferencia entre el precio de venta y el precio justo. El modelo de regresión logística considerado que incluye todas las variables objeto de estudio es el siguiente:
Se elaboraron cuatro modelos de regresión logística, cuyos resultados se muestran en la
(*) 0.05 < valor p ≤ 0.1; NS: No significativo; ES: Significativo.
Miel
En el caso de la miel, el modelo de regresión logística tiene una capacidad predictiva del 78.4%y resulta ser estadísticamente significativo el coeficiente correspondiente al estrato del porcentaje de diferencia entre los precios de venta y los precios justos. De acuerdo con el signo positivo del coeficiente de regresión (
Gallinas
En el caso de las gallinas, el modelo de regresión logística tiene una capacidad predictiva del 65.4%y resulta ser estadísticamente significativo el coeficiente correspondiente a la presencia de problemas de producción. De acuerdo con el signo positivo del coeficiente de regresión (
Pavos
En el caso de los pavos, el modelo de regresión logística tiene una capacidad predictiva del 70%y resulta ser estadísticamente significativo el coeficiente correspondiente al estrato del porcentaje de diferencia entre los precios de venta y precios justos. De acuerdo con el signo positivo del coeficiente de regresión (
Huevo
En el caso del huevo, ninguno de los coeficientes de regresión del modelo resultó ser estadísticamente significativo. De acuerdo con este resultado, se puede afirmar que, con relación a este producto, el destino de la venta de la producción no depende de la problemática de la unidad productiva ni del porcentaje de la diferencia entre los precios de venta y los precios justos. El modelo de regresión logística obtenido que incluye todas las variables objeto de estudio se presenta a continuación:
En México, el 97.7% de la producción agrícola nacional se obtiene mediante agricultura a cielo abierto (
Se identificó que, de acuerdo con la Encuesta Nacional Agropecuaria (ENA) (
En este sentido y de acuerdo al análisis realizado con productores y personal técnico involucrado en la comercialización de los productos, se observa que la venta a los intermediarios, por un lado, representa una ventaja, puesto que estos compran la totalidad de la producción y pagan en efectivo, pero, por el otro lado, significa una gran desventaja en cuanto a que, generalmente, pagan a muy bajos precios, condición que resulta complicada para los pequeños productores, ya que su utilidad es escasa y en ocasiones terminan perdiendo después de haber trabajado tanto. A continuación, se presentan algunos testimonios: los dos primeros corresponden a técnicos que participan con los productores en sistemas de comercialización y los siguientes dos a productores:
El productor se desanima a cosechar por el precio que se le pone a su producción, que ni siquiera vale la pena ponerse a cosechar, como por ejemplo un huacal de limón le pagan 30 pesos. Prefieren dejar que se caiga por no tener los recursos para salir en busca de otros mercados. Cuando los productores van a vender a un mismo mercado o lugar, ellos [los intermediarios] se ponen de acuerdo con los precios y además buscan pretextos sobre los tamaños o calidad de los productos, para reventar el precio y, si no les vende en un lapso de tiempo, en cuestión de horas, le dicen que ya consiguieron el producto o que ya se van a retirar, con el fin de rematarles sus productos y pagarle al más bajo precio. Tienen coyotes a su disposición para comprar barato y revender. Los intermediarios trabajan a su favor, es decir, siempre ven ganar más y pagar menos a nosotros como productores, debido que en algunas ocasiones no tenemos con qué sacar la cosecha, por eso se aprovechan. Los intermediarios vienen y nos compran en huacales de 30 kg, cuando luego ellos lo venden en huacales de 18kg, con un precio superior al de compra, abusan porque nosotros no tenemos posibilidades de vender en otros mercados.
Existen distintos factores que no permiten que los productores puedan negociar y que estén sujetos a los precios que fijen los intermediarios, entre los que se pueden citar los siguientes: la falta de información actualizada sobre los precios de sus productos, las malas condiciones de los caminos para movilizar sus cosechas, la falta de transporte, el compromiso por préstamos que los intermediarios proporcionan a los productores durante el proceso de producción, entre otros.
La definición de comercio justo, acordada en el 2009 por la World Fair Trade Organization y la Organización Internacional para el Etiquetado del Comercio Justo (
el comercio justo es una relación de intercambio comercial, basada en el diálogo, la transparencia y el respeto, que busca una mayor equidad en el comercio internacional. Contribuye al desarrollo sostenible, ofreciendo mejores condiciones comerciales y asegurando los derechos de los pequeños productores y trabajadores marginados. (p. 6)
El comercio justo es considerado como una de las modalidades impulsadas por la llamada
El concepto de precio justo encuentra sus orígenes en el pensamiento griego de Aristóteles, ya que él fue el primero en referirse a los asuntos de la justicia, en relación con el establecimiento de los precios, a través de la percepción del valor de cambio equitativo en el intercambio comercial de su época, de ahí surge la noción ética del justo precio (
Las prácticas de precio justo, precisamente, intentan regresar a los orígenes de la justicia ética con el establecimiento del precio, al considerar que este es posible, viable y acorde con la valoración de los compradores, pero que también sea suficiente para cubrir los costos, gastos y reinversión de un método de producción sostenible, sin denigrar el trabajo de los productores y obteniendo márgenes de ganancias suficientes para mejorar la vida de las familias productoras y de sus comunidades.
El comercio justo es ampliamente referido dentro de un contexto de comercialización internacional (
Para efectos de este trabajo, se consideró este último enfoque de las prácticas de comercio justo desde lo local, debido a que los productores, los sujetos de estudio, no tienen una certificación de comercio justo de alguna institución internacional que los avale; por lo tanto, estos productores no han comercializado sus productos en el ámbito internacional. Sin embargo, la Agencia de Desarrollo Humano Local (ADHL), que incide en la producción, distribución y comercialización de los productos de los sujetos de estudio, ubicados en los ocho municipios que abarca el proyecto mencionado (financiado por la Fundación Kellogs), sigue los propósitos relacionados con las prácticas de comercio justo y el precio justo.
La ADHL forma parte del modelo alternativo que intenta corregir las fallas del sistema capitalista actual, pues las organizaciones y cooperativas que pertenecen a la ADHL tienen una relación comercial basada en el diálogo, la transparencia, la democracia, el respeto y la búsqueda de la gestión ambiental sostenible. Los productores reciben el apoyo de estas asociaciones o instituciones, las cuales les ofrecen créditos con bajos intereses y mínimos requisitos, canales de distribución por medio de sus centros de acopio, asesoría técnica, legal o comercial, entre otros beneficios.
A través de la intervención de la ADHL, se intenta disminuir la pobreza, la desigualdad, la exclusión social, la migración campo-ciudad (principalmente, de los jóvenes) y las ventas a intermediarios que reducen el precio y dejan bajos márgenes de ganancia para los productores. Asimismo, la ADHL, a nivel organización, fomenta el respeto a los derechos humanos, la gestión ambiental sostenible, el trabajo cooperativo y la formación del capital social, para así mejorar el sistema productivo local y lograr una mayor equidad. A nivel individual, también fomenta la autoestima, el reconocimiento social, la autoconfianza de los productores, el orgullo cultural, el empoderamiento de los productores, la tranquilidad de tener mejor control sobre su futuro y el sentido de pertenencia.
En los países latinoamericanos, los problemas principales relacionados con la producción o comercialización de los productos agropecuarios, en un entorno de unidades económicas rurales de subsistencia, son:
Relacionados a la tierra:
Recursos naturales degradados, principalmente, debido a prácticas de producción no sustentables, la deforestación y la sobreexplotación de recursos ( Eventos climatológicos adversos ( Relacionados a la producción:
Baja dotación de bienes de capital. El bajo nivel de ingresos de las unidades económicas rurales de subsistencia genera un círculo negativo de pobreza, ya que las familias que trabajan en estas unidades no pueden invertir en activos productivos ( Bajo nivel tecnológico, debido a la nula capacidad de inversión productiva y de innovación, la inadecuada aplicación de las tecnologías o el insuficiente ( La falta de infraestructura, recursos e información aumenta los costos de transacción de los agricultores y limita sus oportunidades ( Falta de crédito. En Yucatán, en el 2006, el 28% de las unidades productivas mencionaron que uno de sus principales problemas es el difícil acceso al crédito ( Relacionados a la comercialización:
Bajo nivel de negociación para la comercialización. En el campo existe una multitud de pequeños campesinos desorganizados que no tienen fuerza de negociación, a la vez que tienen pocos recursos para incrementar la productividad y poder competir en el mercado, bajo unas mejores condiciones ( No tienen un sistema que les permita hacer frente a la incertidumbre y la volatilidad de los mercados agrícolas nacionales ( Relacionados al trasporte:
Falta de disponibilidad. El transporte es un elemento fundamental para la comercialización de productos agropecuarios, ya que, cuando hay poca disponibilidad de productos, la dificultad y los costos se incrementan, lo que implica muchas veces que los productores no puedan sacar los productos de su zona o que no los puedan vender, y es en ese momento cuando el campesinado recurre más a la intermediación ( Relacionados a las prácticas de comercio a intermediarios y precios justos:
Precios de venta realizados por debajo del deseado o el justo (según la valoración del productor). El precio de venta que el productor pacta con el intermediario representa, en muchos casos, aproximadamente un tercio del precio al que los productos pueden ser vendidos, de acuerdo al margen de utilidad esperado; generalmente, estos precios no cubren el costo de producción ( Exceso de intermediarios. Una de las consecuencias de la existencia de los intermediarios en los mercados mayoristas es que generan que los productos lleguen a quintuplicar su precio desde el productor hasta el consumidor final (( Creciente estrechamiento de los canales de procesamiento y distribución, en manos de unos pocos, exclúyelo que hace que se excluya a los pequeños productores (
En México, estos problemas tienen como consecuencias el abandono del campo, la migración campo-ciudad, el aumento de los niveles de violencia y de marginación en zonas rurales, el trabajo informal, entre otros. Los problemas antes descritos de los pequeños productores enmarcan y justifican el análisis de las variables de este estudio. En la
*H1: se presentan diferencias significativas entre los porcentajes de la diferencia entre los precios de venta y los precios justos (según valoración del productor) por destino de la venta. **H2: a mayor porcentaje de la diferencia entre el precio de venta y el precio justo (según valoración del productor), mayor es la probabilidad de que el destino de la venta sea el intermediario. ***H3: existe una mayor probabilidad de que la producción se destine al intermediario, en el caso de que la unidad productiva presente problemas de relacionados con la tierra, la producción, el transporte o la comercialización.
*H1: se presentan diferencias significativas entre los porcentajes de la diferencia entre los precios de venta y los precios justos (según valoración del productor) por destino de la venta. **H2: a mayor porcentaje de la diferencia entre el precio de venta y el precio justo (según valoración del productor), mayor es la probabilidad de que el destino de la venta sea el intermediario. ***H3: existe una mayor probabilidad de que la producción se destine al intermediario, en el caso de que la unidad productiva presente problemas de relacionados con la tierra, la producción, el transporte o la comercialización.
En la región que nos ocupa y para los productos analizados, se ha confirmado, en el caso específico de la miel, que cuando la diferencia porcentual promedio de los precios de venta y los precios justos es significativa, es más probable, con relación al destino de la venta, que los productos se destinen al consumidor (9.5%) que al intermediario (6.7%). Es decir, el precio de la miel está más controlado en términos de prácticas de comercio justo, en el caso de la venta al intermediario, debido a que la producción y comercialización de este productos representa una de las más importantes del estado de Yucatán y en México. De hecho, en las las exportaciones de este producto, México ocupa la tercera posición en América Latina y la sexta en el mundo (
Cabe anotar que el análisis multivariado de regresión logística ha permitido identificar la influencia que tiene el tipo de problema de la unidad productiva sobre el destino de la venta de lo producido. Específicamente, con relación a los productos analizados, se observa un incremento en la probabilidad de que la producción se destine al intermediario, en el caso de que en la unidad productiva se presenten problemas de la tierra (como en el caso de la calabaza), y de que la producción se destine al consumidor, en el caso de que la unidad productiva tenga problemas con el transporte (como en el caso del frijol) y del proceso productivo (en el caso de las gallinas).
Como señala
Asimismo, para que los productores reciban un mejor precio, se requiere buscar otros mercados sensibles al comercio justo. Aunque algunos empresarios de la rama de los restaurantes expresan que quieren contribuir a los productores, se desencadena una competencia difícil por precios y los primeros tienden a preferir los precios más bajos. A pesar de esta situación, existe un mercado consciente y dispuesto a pagar mejores precios a los productores y productoras. En Tulum, Q. Roo, se tuvo la experiencia con la comercialización del huevo de gallina libre de jaula, proveniente de mujeres del sur de Yucatán: algunos competidores tenían acaparado el mercado de huevo con apariencia y características organolépticas similares y, aunque el precio era considerablemente menor, muchos clientes estuvieron dispuestos a comprar a un precio más justo, al sentirse motivados de apoyar a las mujeres productoras y al confiar más en sus prácticas agropecuarias. En este sentido, se encontró que, al resaltar la propuesta de valor del producto por sobre el precio, se abren oportunidades para mejores condiciones comerciales.
En general, se pudo constatar que la percepción que tienen los productores con respecto a los precios que reciben por la venta de sus productos son bajos o muy bajos, por lo tanto, se puede dictaminar que los precios que los productores reciben por la venta de sus productos no son los justos, ya que en promedio respondieron que los intermediarios les pagan 53% (para los productos agrícolas) y 31% (para los productos pecuarios)
La implementación de las prácticas de comercio y precio justos en el sector agropecuario mexicano enfrenta grandes y diversos retos; el diagnóstico de la situación prevaleciente permite identificar áreas de oportunidad y posibilidades para ello. En este sentido, la realización de estudios en pequeñas regiones permite focalizar la situación y problemática prevalecientes, para así establecer mejores estrategias y acciones que fomenten el desarrollo del comercio y precio justos como una alternativa para beneficiar a los actores involucrados en el proceso de la producción, principalmente.
Los resultados obtenidos en el presente estudio contradicen la idea de que los pequeños productores agrícolas se dirigen directamente a los intermediarios para venderles sus productos, en caso de que presenten algún tipo de problema con respecto a la tierra, la producción, la comercialización, el transporte o, incluso, la falta de precios justos. Lo anterior solo se cumple en el caso de la calabaza, en el que sí se confirmó esta tercera hipótesis, específicamente, en caso de presentarse problemas con la tierra. La razón de ser de estos resultados puede ser, precisamente, el reducido tamaño de producción que tienen estos trabajadores, debido a que, como se mencionó en la metodología, la mayoría de las unidades de producción eran de subsistencia y, por lo tanto, la mayor parte de los alimentos se producen para el consumo interno familiar o de la comunidad.
Se afirma que, de forma general, en el contexto de una producción de subsistencia, en particular con los productos agropecuarios analizados y en los municipios estudiados, los problemas de la tierra, producción, comercialización, transporte o falta de precios justos (según la percepción del productor), no son causas por las que el productor venda sus productos a los intermediarios, en la mayoría de los casos. Se pudo observar que incluso en algunos productos, cuando el productor tiene alguno o algunos de estos problemas, tiende a vender sus productos al consumidor. Se entiende que, en el entorno en que se desenvuelven, el consumidor final será en su mayoría local, cercano al productor y con características sociodemográficas parecidas.
Ante este panorama, se identificó que se requiere emprender acciones enfocadas al fortalecimiento de las capacidades de los pequeños productores, en aspectos como la gestión, organización, administración y comercialización. Para ello, es necesario que las instituciones del Gobierno, las organizaciones no gubernamentales (ONG), el sector empresarial y la academia desarrollen programas enfocados a la mejora de un sistema integral de producción agropecuaria, centrado en fortalecer las cadenas de valor.
En ese contexto, otros factores como el desconocimiento de los mercados y de las cadenas de valor, los rezagos en la tecnología ―concebida como elemento propulsor de la productividad y calidad de los productos―, la prevaleciente falta de vinculación de instituciones y programas, el intermediarismo, la reiterada dificultad del acceso a créditos, la falta de infraestructura, recursos e información básica, entre otros, se suman al difícil panorama que atraviesa la actividad agropecuaria rural en Yucatán. En este sentido, aún hace falta mucho por hacer para lograr un desarrollo agropecuario integral, además de que parte de las condiciones adversas tienen que ver en gran medida con la idiosincrasia, con los bajos niveles educativos en el campo y con la falta de visión empresarial, los cuales, se sabe, son factores limitantes en un horizonte a corto plazo.
Aún es posible profundizar en el conocimiento sobre los diversos factores que influyen en el resultado final del sistema utilizado por los pequeños productores que, dependiendo de los niveles de eficiencia y eficacia de sus unidades productivas, se traduce en la generación de un bien escaso o abundante, situación que conlleva a que las familias productoras empeoren, se mantengan o mejoren sus condiciones de vida. Sin embargo, la reflexión presente se concentra en la relevancia que tiene la comercialización en el resultado final, ya que, dependiendo de los canales a los que se tenga acceso, los ingresos de los productores pueden ser más sustantivos.
Finalmente, cabe destacar que los productores están muy arraigados a su actividad y en su mayoría son conscientes que requieren de organización para lograr mejores resultados, además, que deben realizar acciones como: gestionar subsidios para infraestructura productiva, disponer de asistencia técnica permanente, tener acceso a un sistema de ahorro y crédito, realizar siembras escalonadas de sus productos para evitar que todos tengan la producción al mismo tiempo, diversificar sus productos, contar con un sistema de información que les permita conocer el precio actual de sus productos y contar con infraestructura para la comercialización en diversos canales, entre otros aspectos.
Es imperativo para el desarrollo local que los pequeños productores de zonas marginadas tengan mejores condiciones y oportunidades para la producción y comercialización de sus productos, en las que prevalezcan las prácticas del comercio y precios justos.
Artículo de investigación producto del proyecto “Fortalecimiento del capital social para contribuir a la seguridad y soberanía alimentaria en ocho municipios del estado de Yucatán”, el cual fue financiado por la Fundación Kellogg con el número P3034405, en el periodo del 1 de abril de 2016 al 30 de mayo de 2019. El objetivo general del proyecto es: “Fortalecer el capital social de las comunidades a través de la coordinación intersectorial y la participación ciudadana, con el fin de contribuir a la seguridad y la soberanía alimentaria de las familias participantes”. Este artículo contribuye específicamente al objetivo 2: “Establecer una red de cooperación para la producción y la comercialización a través de la implementación de un mercado solidario”, por lo que, el establecimiento y la percepción del precio justo apoya a las prácticas de comercio justo y evita que los intermediarios se aprovechen de los productores “rematando” sus productos a muy bajos precios.
La prima social es lo que pagan los consumidores a los grupos o cooperativas que tienen productos con certificación de comercio justo. Esta prima ayuda a los productores a mejorar la infraestructura de sus comunidades, tales como hospitales, escuelas, transporte, agua corriente, entre otros. La decisión de la utilización de esta prima social debe ser a través de mecanismos democráticos.