Universitas Psychologica

Flexibilidad relacional y estrés parental*

Relational Flexibility and Parental Stress

Yors García
Fundación Universitaria Konrad Lorenz, Colombia
Ivonne A. Grau-Gonzalez
Fundación Universitaria Konrad Lorenz, Colombia
Liliana Cristiano-Botia
Fundación Universitaria Konrad Lorenz, Colombia

Flexibilidad relacional y estrés parental*

Universitas Psychologica, vol. 15, no. 4, 2016

Pontificia Universidad Javeriana

Recepción: 27 Abril 2016

Aprobación: 23 Junio 2016

Resumen: El objetivo de este estudio fue evaluar la relación entre niveles altos y moderados de estrés parental y relaciones derivadas, en una muestra de padres y estudiantes de pregrado. Para este estudio se utilizó un diseño de comparación entre grupos con una medida pretest. La muestra total se dividió en tres grupos, trece padres con niveles altos en el Índice de Estrés Parental (IEP) fueron asignados a un grupo, otros trece padres con puntajes moderados en el IEP se asignaron a un segundo grupo y trece estudiantes de pregrado fueron asignados a un grupo control. Inicialmente, todos los participantes fueron expuestos a un video de un niño presentando conductas disruptivas. Seguido de esto, todos los participantes fueron expuestos a un procedimiento de entrenamiento en discriminaciones condicionales A-B y A-C; el grupo de estímulos A correspondía a figuras sin sentido, el grupo B a conductas disruptivas de los niños y el grupo C de estímulos a conductas positivas de los padres. Luego se entrenaron relaciones mixtas (A-B y A-C), y finalmente se evaluaron relaciones de transitividad y equivalencia. Los resultados muestran que los participantes con estrés alto presentaron menor precisión de respuesta y mayores latencias de respuesta en las relaciones derivadas, comparado con el grupo de estrés moderado y control. Lo anterior indica que los padres que presentan altos niveles de estrés parental tienen mayor dificultad para establecer nuevas relaciones de estímulos, especialmente aquellos con valencia emocional. Estos resultados tienen implicaciones a nivel clínico, específicamente en la flexibilidad relacional.

Palabras clave relaciones derivadas, estrés parental, conductas disruptivas, evitación experiencial en padres, flexibilidad relacional.

Abstract: The aim of this study was to evaluate the relationship between higher and moderate parental stress scores and derived relations in parents and undergraduate students. A group comparison design with a pretest measure was used in this study. The sample size was divided in three different groups, thirteen parents with high scores on the Parental Stress Index (PSI) were assigned to one group, other thirteen parents with moderate scores on the PSI were assigned to a second group, and thirteen undergraduate students were assigned to a control group. Initially all participants were exposed to a video of a child exhibiting disruptive behaviors. Following this all participants were exposed to a conditional discrimination training A-B and A-C, one stimulus set A corresponded to nonsense figures, a second stimulus set B corresponded to children’s disruptive behaviors, and the set C to positive parenting behaviors. Then mixed relations (A-B and A-C) were trained followed by transitivity and equivalence tests. The results show that participants with high scores on the PSI exhibited low response accuracy and longer response latencies during derived relations compared to the control group and moderate stress. These results suggest that parents with high PSI scores, have greater difficulty in establishing new relations between stimuli, especially stimuli loaded with emotional value. These findings have implications at clinical level, specifically in relational flexibility.

Keywords: derived relations, parental stress, disruptive behaviors, parental experiental avoidance, relational flexibility.

Para citar este artículo: García, Y., Grau-González, & Cristiano-Botia, L. (2016). Flexibilidad relacional y estrés parental. Universitas Psychologica, 15 (4). http://dx.doi.org/10.11144/Javeriana.upsy15-4.frep

Una de las situaciones más comunes que encuentran los padres durante el proceso de crianza es la dificultad para experimentar y manejar las reacciones emocionales que presentan sus hijos durante episodios de intensa reactividad emocional y conductual (Brown, Whittingham, & Sofronoff, 2015). Por ejemplo, un padre puede encontrar más efectivo prestar atención a una conducta inapropiada de su hijo (pataleta), y eventualmente ceder a sus solicitudes, que a estar en contacto directo con su propio malestar emocional y el de su hijo durante estos episodios. En otras palabras, la evitación del malestar emocional causado por la implementación de un plan de desaceleración de la conducta problema conlleva a que a corto plazo el niño no pueda aprender repertorios socialmente apropiados de conducta y no logre desarrollar estrategias sofisticadas de regulación emocional.

Con respecto a lo anterior, la investigación reciente ha mostrado que la poca disposición de los padres a tolerar reacciones emocionales negativas producidas dentro del contexto de crianza conlleva a las madres a presentar mayor estrés (Ayala-Nunes, Lemos, & Nunes, 2013; Neece, Green, & Baker, 2012; Rutherford, Wallace, Laurent, & Mayes, 2015), impide desarrollar estrategias apropiadas de afrontamiento en los niños (Morales & Trianes, 2010) y conlleva frecuentemente a la implementación de prácticas inefectivas de crianza que se mantienen por la simple eliminación o disminución de la conducta problemática del niño en contextos emocionales (Coyne & Cairns, 2016). Algunos autores han denominado a este patrón de respuesta Evitación Experiencial en Padres (EEP) ( parental experiential avoidance ) (Brown et al., 2015). Este patrón de respuesta sigue la misma lógica funcional del proceso de evitación experiencial (Boulanger, Hayes, & Pistorello 2010), sin embargo, la EEP presenta una diferencia significativa dado que se enmarca particularmente dentro del contexto de la relación padre-hijo. En particular, la evitación experiencial se refiere directamente a la tendencia a escapar o evitar experiencias psicológicas privadas, especialmente con funciones aversivas (p. ej., pensamientos, sentimientos, emociones, etc.), intentado alterar su forma, frecuencia o intensidad que a corto plazo se convierte en una estrategia efectiva, pero que a largo plazo interfiere con los valores personales (Boulanger et al., 2010).

Igualmente, la EEP comprende el mismo patrón funcional de respuesta, pero adicionalmente el padre escapa o evita las respuestas emocionales de sus hijos y su propio malestar emocional. En otras palabras, este último constructo está controlado funcionalmente por las experiencias psicológicas privadas del padre y las respuestas emocionales del hijo (Brown et al., 2015). Como alternativa de respuesta a la EEP se encuentra la flexibilidad psicológica, que se refiere a la habilidad para contactar los eventos privados tal como ocurren en el momento presente, sin ejercer un control particular para cambiar los propios ni los del hijo, e implica un patrón de respuesta directamente alineado con los valores familiares (Moyer & Sandoz, 2015; Sandoz, Moyer, & Armelie, 2014). Aunque estos constructos o términos de nivel medio ( middle-level terms ) –evitación experiencial, defusión–, han sido de gran utilidad para realizar avances tecnológicos dentro de la investigación con padres, aún presentan una desconexión significativa con los mecanismos de acción a nivel básico, particularmente en el trabajo en relaciones verbales derivadas (McEnteggart, Barnes-Holmes, Hussey, & Barnes-Holmes, 2015).

Aunque los datos de la investigación aplicada avalan la utilidad de los términos de nivel medio con padres y familias (Brown et al., 2015), no es comparada con el poco número de estudios que se han realizado en procesos verbales, particularmente con padres (Coyne & Cairns, 2016; Murrell, Wilson, LaBorde, Drake, & Rogers, 2008). Es importante mencionar que investigar a nivel de procesos básicos incrementa la utilidad y efectividad de las herramientas clínicas a nivel aplicado (McEnteggart et al., 2015). Uno de los primeros estudios en investigar relaciones verbales en esta población fue el estudio de Murrell et al. (2008); particularmente, estos autores examinaron la relación entre procesos verbales y estrés parental. Este estudio evaluó el tiempo (latencia de respuesta) y precisión de respuesta (número de bloques de entrenamiento) en padres con puntajes moderados y altos en estrés parental en el establecimiento de relaciones verbales inconsistentes (conductas inapropiadas de los niños vs. prácticas apropiadas de crianza). Como la investigación básica ha mostrado, el establecimiento de relaciones verbales inconsistentes (p. ej., amor vs. odio) presenta mayor dificultad en el establecimiento de las mismas (Quinones & Hayes, 2014). En general, los estudios muestran que la flexibilidad relacional, medida a través de latencia de respuesta y número de bloques de entrenamiento, se ve afectada cuando no existe una relación coherente entre ambos estímulos.

El estudio de Murrell et al. (2008) es particularmente pionero en esta área, porque permitió evaluar directamente la flexibilidad relacional en padres con estrés. En general, estos autores encontraron que los padres con puntajes altos en estrés parental requirieron mayor número de bloques de entrenamiento con estímulos que contenían palabras con valencia emocional alta (p. ej. gritar, quejarse, decir mentiras), en comparación con padres con puntajes moderados en la misma escala e individuos sin algún rol parental (estudiantes). Igual tendencia, mostraron las latencias de respuesta (i. e., padres con puntajes altos respondieron con mayor demora).

A pesar de los resultados positivos, este estudio presenta algunas dificultades metodológicas, por ejemplo, los estímulos utilizados presentaban poca valencia emocional para los padres. Igualmente, no se realizó ninguna prueba de inducción emocional antes del entrenamiento, para facilitar la transferencia de estas funciones al contexto experimental. Dado lo anterior, con el objetivo de incrementar la evidencia empírica en flexibilidad relacional en padres y mejorar metodológicamente este estudio, el objetivo particular de esta investigación fue incrementar la validez del procedimiento de Murrell et al. (2008), a través del uso de un procedimiento de inducción emocional y adaptación de los estímulos experimentales, así como evaluar la relación entre flexibilidad relacional en padres con estrés alto y moderado en población colombiana.

Método

Participantes

En este estudio participaron un total de 39 individuos, divididos en tres grupos diferentes (ver tabla 1). Específicamente, 13 madres con niveles altos en el Índice de Estrés Parental (IEP), con un rango total de estrés entre el percentil (85-99), fueron asignadas a un grupo. En el otro grupo fueron asignados 11 madres y dos padres, quienes obtuvieron un nivel moderado de estrés en el IEP (20-70). Por último, 13 estudiantes de pregrado en psicología fueron asignados a un grupo control. Estos últimos se escogieron debido a que no presentaban estrés parental y no tenían relación funcional alguna con los estímulos experimentales. Los padres fueron seleccionados de un centro de atención psicológica universitario y los estudiantes de pregrado de la Facultad de Psicología del mismo centro.

Los criterios de inclusión fueron: (a) puntajes moderados y clínicamente significativos (Díaz-Herrero, López-Pina, Pérez-López, de la Nuez, & Martínez-Fuentes, 2011), (b) padres que reportaban problemas de conducta en sus hijos, (c) padres con edades entre los 20 y 35 años que supieran manejar computadores y (d) estudiantes de pregrado sin algún conocimiento en pruebas de equivalencia. Los criterios de exclusión fueron: puntajes bajos en el IEP, padres con poco conocimiento en computadores y mayores de 35 años. Los padres recibieron por su participación un bono que podía ser cambiado en cualquier almacén de cadena y los estudiantes, puntos extras en una asignatura. Esta investigación fue avalada por el comité de ética de la institución financiadora y la universidad donde se realizó, igualmente cumplió con todos los principios y requisitos éticos para su elaboración.

TABLA 1
Datos sociodemográficos de los participantes en los tres grupos
 Datos sociodemográficos de los participantes en los tres grupos

aEl nivel de ingresos se presenta en millones de pesos colombianos.
bSe presenta primero la media y luego la desviación estándar en paréntesis.

Fuente: elaboración propia

Diseño

Se utilizó un diseño de comparación entre grupos con una única medida pretest. Inicialmente a todos los participantes se les administró el IEP. Padres con puntajes por encima del percentil 85 en el IEP fueron asignados al grupo de niveles altos de estrés, padres con puntajes entre percentil 15 y 80 fueron asignados al grupo con niveles moderados de estrés y en el grupo control se asignaron estudiantes de pregrado sin algún rol parental. En la primera parte del estudio, todos los participantes pasaron por una fase de familiarización con la tarea de igualación a la muestra. Terminada esta fase, todos los participantes observaron un video del centro de clínica de la universidad, previo consentimiento firmado, en el cual un niño presentaba conductas disruptivas como llorar y gritar. Seguidamente, todos los participantes fueron expuestos a un procedimiento en discriminación condicional con estímulos arbitrarios, conductas inapropiadas de los niños y prácticas parentales. Finalmente, se probaron relaciones de transitividad y equivalencia.

Variables de la investigación

Latencia de respuesta

Hace referencia al tiempo comprendido entre la presentación de los estímulos muestra y la selección de un estímulo de comparación por parte de los participantes.

Números de bloques de entrenamiento

Corresponde a la relación entre el número de bloques de entrenamiento en discriminaciones condicionales y el total de bloques presentados.

Porcentajes en relaciones derivadas

Esta variable fue medida como el número de respuestas correctas en los ensayos de prueba (transitividad y equivalencia), sobre el total de ensayos presentados. Como medida se obtiene el porcentaje de respuestas correctas.

Hipótesis

Estímulos e instrumento

En este estudio se entrenaron tres clases de estímulos con tres miembros cada uno (material suplementario). La primera clase (A1, A2, A3) correspondían a figuras sin sentido, similares a las utilizada en estudios previos de equivalencia de estímulos (Murrell et al., 2008). La segunda clase (B1, B2, B3) correspondía a conductas inapropiadas de los niños (p. ej., llorar mucho, desobediente, malgeniado, distraído, mentiroso, terco, etc.). A cada miembro de la clase se le asignaron tres frases diferentes con las conductas inapropiadas de los niños. Por último, la clase (C1, C2, C3) correspondía a las conductas positivas de los padres (p. ej., acompañar, escuchar, entender, hablar, mirar, etc.). En esta clase también se asignaron tres frases por cada miembro. Los estímulos de las últimas dos clases fueron obtenidos directamente de entrevistas con los padres participantes. El programa experimental fue diseñado en Visual Basic® 2010 y presentaba todas las instrucciones, retroalimentación y registraba los datos del estudio. El programa experimental se presentó en un computador portátil Dell Inspiron 3000 de 15 pulgadas. En la pantalla aparecían los estímulos en negro con un fondo blanco de 4 x 4 cm. Cada sesión duró en promedio 30 minutos.

Índice de Estrés Parental - Versión Corta (Parental Stress Index-Short Form, PSI por sus siglas en inglés)

Es un cuestionario de 36 preguntas que mide el nivel de estrés generado por el rol parental a través de tres dimensiones (malestar paterno, interacción disfuncional padres-hijos y estrés relacionado con la dificultad del niño). Puntajes entre el percentil 15 y 80 son indicadores de estrés moderado y puntajes superiores al percentil 85, de niveles clínicos de estrés. La prueba se responde en una escala tipo Likert (que tan de acuerdo están hasta fuertemente en desacuerdo ), donde los puntajes altos indican altos niveles de estrés y los bajos, respuesta defensiva. La escala muestra un test-retest para un período de 6 meses de (0.78-0.85) y una confiabilidad interna (0.8-0.87) (Díaz-Herrero et al., 2011). Para este estudio, se utilizó una versión validada de esta prueba al español, la cual ha demostrado tener una consistencia interna para las subescalas de malestar paterno y niño difícil (0.9 y 0.87, respectivamente) (Díaz-Herrero et al., 2011).

Procedimiento

Fase 1: Familiarización con la tarea de igualación a la muestra

Esta fase se realizó con el propósito de familiarizar a los participantes con los procedimientos de igualación a la muestra que se utilizaron en las fases de entrenamiento y prueba, y se llevó a cabo en dos momentos. Inicialmente, los participantes fueron entrenados a seleccionar uno de dos estímulos de comparación (B1, B2), en presencia de un estímulo muestra (A1, A2). Estos estímulos fueron figuras sin sentido. Este primer segmento concluía cuando los participantes alcanzaban un criterio de 100 % de precisión en las respuestas, en un bloque de seis ensayos. Cada ensayo de entrenamiento recibió retroalimentación. En el siguiente segmento, se realizó la prueba de simetría, donde los participantes debían escoger los estímulos (A1 y A2) en presencia de estímulos (B1 y B2) como muestra. Estos ensayos se presentaron en ausencia de retroalimentación. El criterio de precisión fue igual al anterior segmento en un bloque de cuatro ensayos.

Fase 2: Presentación de video

En esta fase todos los participantes observaron un video de un niño que presentaba conductas inapropiadas como llorar y gritar. La duración de este video fue de tres minutos. Se realizó con el objetivo de inducir experimentalmente funciones emocionales aversivas (molestia, ira), similares a las que generan los hijos de los participantes, cuando ellos no responden efectivamente a las prácticas de crianza (ignorar, razonar, etc.).

Fase 3: Fase de entrenamiento

Al inicio de esta fase todos los participantes recibieron un mensaje de bienvenida que aparecía en la pantalla del computador, y a continuación se presentaron las instrucciones de la tarea experimental. Al igual que en la fase de familiarización con la tarea, un estímulo muestra apareció en la parte de arriba de la pantalla del computador y tres estímulos más aparecieron en la parte inferior. Inicialmente, los participantes fueron entrenados en la relación (A→B), donde debían seleccionar uno de los tres estímulos de comparación (B1, B2, B3) en presencia de estímulos muestra (A1, A2, A3). En esta fase, todos los participantes recibieron retroalimentación consistente en una frase con la palabra “CORRECTO” que aparecía en la mitad de la pantalla. Las siguientes relaciones fueron las correctas (A1→B1, A2→B2, A3→B3). Por el contrario, si los participantes escogían la relación incorrecta aparecía en la pantalla el término “INCORRECTO” y se presentaba el siguiente ensayo. Para alcanzar el criterio de entrenamiento, los participantes debían responder ocho de nueve ensayos de forma correcta. Una vez alcanzaron este criterio, se entrenó la relación (A→C), donde los estímulos de comparación fueron las conductas positivas de los padres. El criterio de precisión fue similar al anterior (A→B).

Fase 4: Fase mixta de entrenamiento

En esta fase se entrenaron ambas relaciones en un solo bloque de ensayos (A→B, A→C). Es decir, consistió de 18 ensayos, donde el criterio de ejecución fue 16/18 ensayos correctos. Todos los ensayos recibieron retroalimentación por respuestas correctas e incorrectas. Una vez logrado el criterio pasaron a la siguiente fase.

Fase 5: Fase de prueba

Durante esta fase se evaluaron las relaciones de transitividad (B­→C) y equivalencia (C­→B). Esta fase consistió en un bloque de 18 ensayos en ausencia de retroalimentación. La fase terminaba cuando cumplían los 18 ensayos sin importar el criterio de logro. Una vez terminada, aparecía un mensaje en la pantalla indicando el fin del estudio.

Análisis de los datos

Se utilizaron procedimientos de estadística descriptiva, medias y desviaciones estándar, para el análisis de los datos demográficos, número de bloques, precisión y latencias de respuesta. Se aplicó una prueba de Kruskal-Wallis debido a que algunos datos de precisión y latencia de respuesta no estaban normalmente distribuidos. Igualmente, se realizó un contraste a posteriori entre cada uno de los tres pares de grupos, utilizando una corrección de Bonferroni para establecer las diferencias significativas entre cada uno de ellos.

Resultados

Entrenamiento

En esta sección se presentan los resultados de las tres fases de entrenamiento (A-B), (A-C) y (AB-AC). En general, los resultados muestran que los participantes que mayor número de bloques de entrenamiento requirieron en las tres fases fue el grupo con niveles altos en estrés, seguido por el grupo con niveles moderados y finalmente el grupo control (Tabla 2). Adicionalmente, la prueba de Kruskal-Wallis demostró que no existieron diferencias significativas entre los tres grupos en el número de bloques de entrenamiento en las relaciones (A-B) H (2) = 3.267, p = 0.195, relaciones (A-C) H (2) = 3.944, p = 0.139) y relaciones (AB-AC) H (2) = 3.428, p = 0.18.

TABLA 2
Promedio de bloques requeridos, y latencias de respuestas durante las fases de entrenamiento en los tres grupos.
 Promedio de bloques requeridos, y latencias de respuestas durante las fases
de entrenamiento en los tres grupos.


Fuente: elaboración propia

Prueba

Relación de transitividad B-C

El grupo con niveles altos en estrés alcanzó un 65 % de respuestas correctas, niveles moderados 83 % y grupo control 82 % (Figura 1). La prueba de Kruskal-Wallis demostró que existieron diferencias significativas entre los tres grupos H (2) = 8.832, p = 0.012, sin embargo, al comparar cada uno de los grupos entre sí ajustada con la corrección de Bonferroni se encontró que entre los grupos control ( M = 82, DE = 0.23) y niveles altos en estrés ( M = 65, DE = 0.19) existieron diferencias significativas p = 0.031. Igualmente, entre los grupos niveles altos y moderados en estrés ( M = 83, DE = 0.22) se encontraron diferencias significativas p = 0.029. No se encontraron diferencias significativas entre el grupo control y niveles moderados en estrés p = 1.

Relación de equivalencia C-B

El grupo con niveles altos en estrés alcanzó un 53 % de respuestas correctas, mientras ambos grupos, niveles moderados y control 74 % (Figura 1). La prueba de Kruskal-Wallis demostró que existieron diferencias significativas entre los tres grupos H (2) = 9.407, p = 0.09; sin embargo, al comparar cada uno de los grupos entre sí ajustada con la corrección de Bonferroni se encontró que entre los grupos control ( M = 74, DE = 0.22) y niveles altos en estrés ( M = 53, DE = 0.2) existieron diferencias significativas p = 0.02. Igualmente, entre los grupos con niveles altos y moderados en estrés ( M = 74, DE = 0.08) se encontraron diferencias significativas p = 0.029. No se hallaron diferencias significativas entre el grupo control y niveles moderados en estrés p = 1.

Porcentaje respuestas correctas en la fase de prueba de transitividad y
equivalencia en los tres grupos
Figura 1
Porcentaje respuestas correctas en la fase de prueba de transitividad y equivalencia en los tres grupos

Barras de error representa 1 desviación estándar de la media.



Fuente: elaboración propia.

Latencia de respuestas

Entrenamiento

La prueba de Kruskal-Wallis evidenció que existieron diferencias significativas H (2) = 16.41, p = 0 y H (2) = 6.25, p = 0.044 en las latencias de respuesta durante el entrenamiento de las relaciones (A-B) y (A-C), respectivamente. Sin embargo, no se presentaron diferencias significativas durante el entrenamiento de las relaciones mixtas (AB-AC). Específicamente, al comparar cada uno de los grupos entre sí ajustada con la corrección de Bonferroni se encontró que durante el entrenamiento de las relaciones (A-B) entre los grupos control ( M = 3.37 seg., DE = 0.61) y niveles moderados en estrés ( M = 5.48 seg., DE = 1.58) existieron diferencias significativas p = 0.001. Igualmente, entre el grupo control y niveles altos en estrés ( M = 6.66 seg., DE = 3.8) se encontraron diferencias significativas p = 0.003. No se encontraron diferencias significativas en el grupo con niveles altos y moderados en estrés p = 1. Por otra parte, al realizar el mismo procedimiento con las relaciones (A-C) se halló entre los grupos control ( M = 3.22 seg., DE = 1.21) y niveles altos en estrés ( M = 4.36 seg., DE = 1.58) existieron diferencias significativas p = 0.042. Sin embargo, entre el grupo con niveles moderados en estrés ( M = 3.78 seg., DE = 1.03) y los grupos control y niveles altos en estrés no se encontraron diferencias significativas p = 0.318 y p = 1, respectivamente. Finalmente, aunque las latencias de respuestas fueron más demoradas durante el entrenamiento mixto (AB-AC) en el grupo con niveles altos en estrés ( M = 4.89 seg., DE = 1.56), estas no fueron significativas en comparación con los grupos niveles moderados de estrés ( M = 4.19 seg., DE = 0.96) y control ( M = 3.62 seg., DE = 1.21).

Promedio latencias de
respuesta de acuerdo al tipo de relación por cada uno de los grupos de
participantes
Figura 2
Promedio latencias de respuesta de acuerdo al tipo de relación por cada uno de los grupos de participantes

Barras de error representa 1 desviación estándar de la media



Fuente: elaboración propia.

Relación de transitividad B-C

La prueba de Kruskal-Wallis demostró que existieron diferencias significativas entre los tres grupos H (2) = 7.962, p = 0.019; sin embargo, al comparar cada uno de los grupos entre sí ajustada con la corrección de Bonferroni se encontró que entre los grupos con niveles altos de estrés ( M = 9.02 seg., DE = 2.62), y moderado ( M = 6.71 seg., DE = 0.93) existieron diferencias significativas p = 0.017. Sin embargo, entre el grupo control ( M = 7.09 seg., DE = 2.15) y niveles altos y moderados de estrés no se encontraron diferencias significativas p = 0.193 y p = 1, respectivamente.

Relación de equivalencia C-B

La prueba de Kruskal-Wallis demostró que existieron diferencias significativas entre los tres grupos H (2) = 20.801, p = 0; sin embargo, al comparar cada uno de los grupos entre sí ajustada con la corrección de Bonferroni se encontró que entre los grupos control (M = 5.57 seg., DE = 2.13) y niveles moderados en estrés ( M = 9.9 seg., DE = 2.37) existieron diferencias significativas p = 0.008. Igualmente, entre los grupos control y niveles altos en estrés ( M = 12.97 seg., DE = 4.08) se encontraron diferencias significativas p = 0. Entre el grupo con niveles altos y moderados en estrés no se encontraron diferencias significativas p = 0.431.

Discusión

En general, los resultados muestran que los padres con puntajes altos en el IEP requirieron mayor número de bloques de entrenamiento y presentaron menor precisión de respuestas en las relaciones derivadas, en comparación con los otros dos grupos. Igualmente, las latencias de respuestas fueron más demoradas en las relaciones directas y derivadas en el grupo con puntajes altos en estrés. Estos resultados validan la primera hipótesis de este estudio. Por otra parte, los grupos de padres con estrés alto y moderado requirieron mayor número de bloques en todas las fases de entrenamiento comparado con el grupo control, sin embargo, las diferencias no fueron significativas durante las relaciones transitivas (B-C) y equivalentes (C-B) con el grupo control.

Adicionalmente, los resultados de las latencias de respuesta muestran que las diferencias entre ambos grupos, niveles altos y moderados, respecto al grupo control fueron únicamente significativas durante el entrenamiento (A-B) y equivalencia (C-B). Estos resultados validan parcialmente la segunda hipótesis, sin embargo es importante mencionar que con respecto a las latencias de respuesta, este estudio presenta resultados similares con el de Murrell et al. (2008) en las relaciones de equivalencia, pero no en las transitivas.

Investigación anterior muestra que en términos de derivación de funciones emocionales, las relaciones equivalentes presentan mayor demora en las latencias de respuesta comparado con las relaciones simétricas y transitivas (Amd & Roche, 2015). Igualmente, la derivación de relaciones incongruentes (pataleta vs. amor) genera menor precisión de respuesta (Quinones & Hayes, 2014). En otras palabras, entrenar a los padres a establecer relaciones equivalentes con funciones emocionales incongruentes (pataleta vs. amor) genera menor flexibilidad en su respuesta. Por ejemplo, entrenar a padres para que utilicen una práctica de crianza positiva (extinción) mientras su hijo presenta pataletas, es incongruente con su historia de aprendizaje donde la práctica común era el castigo. Resultado de investigaciones anteriores muestran que una forma más eficaz de modificar las funciones emocionales derivadas de los estímulos es a través de la manipulación del contexto relacional (Coyne & Cairns, 2016; McEnteggart et al., 2015), que a través del contenido emocional de los estímulos (Sandoz et al., 2014).

Por último, el grupo con niveles altos en estrés requirieron mayor número de bloques de entrenamiento (A-B), (A-C) y (AB-A-C), y el porcentaje de precisión fue más bajo en las relaciones transitivas (B-C) y equivalentes (C-B), comparado con el grupo niveles moderados. En las latencias de respuesta esta diferencia fue únicamente significativa durante las relaciones equivalentes (C-B). Aunque estos resultados validan parcialmente la tercera hipótesis, es importante mencionar algunos aspectos metodológicos.

Primero, al aplicar el Kruskal-Wallis, las diferencias no fueron significativas entre todos los grupos en el número de bloques durante el entrenamiento. Estos resultados no se diferencian de la investigación de Murrell et al., ni de los estudios en equivalencia de funciones emocionales (Amd & Roche, 2015); sin embargo, cuando se utilizó el ajuste de Bonferroni para validar las diferencias entre cada par de grupos, estas emergieron claramente entre ellos. El tipo de análisis estadístico utilizado en este estudio con una prueba a posteriori más conservadora como fue la de Bonferroni pudo generar estas diferencias.

Segundo, las diferencias en las latencias de respuesta fueron significativas en todas las relaciones, excepto en la mixta (AB-AC), sin embargo, con el ajuste de Bonferroni estas se evidenciaron en algunas combinaciones particulares. A nivel general este estudio presenta resultados similares al estudio de Murrell et al. (2008), sin embargo, debido al tipo de hipótesis planteadas en este estudio y el análisis estadístico realizado, las diferencias entre los diferentes pares de grupos variaron. Los resultados de este trabajo validan igualmente los realizados en investigaciones básicas de transformaciones de funciones emocionales a través de redes relacionales (Amd & Barnes-Holmes, 2014). En este sentido, estos estudios muestran que la transformación de funciones emocionales en las relaciones derivadas requiere más tiempo que en las relaciones directas, especialmente para individuos que tienen alguna relación funcional-emocional con los estímulos utilizados. Estas diferencias se vieron especialmente durante las relaciones equivalente entre el grupo control comparado con los grupos de niveles moderados y altos en estrés p = 0.008 y p = 0, respectivamente.

Este estudio presenta importantes aplicaciones clínicas al trabajo que se realiza con padres que presentan niños con problemas de conducta. La flexibilidad relacional, medida a través de las latencias de respuesta cuando se presentan estímulos incongruentes (conductas negativas de los niños vs. prácticas parentales positivas), es más alta para padres con niños que presentan conductas disruptivas. La investigación aplicada muestra que padres con altos niveles de estrés presentan mayor dificultad en utilizar prácticas de crianza positiva (Neece et al., 2012), y terminan utilizando estrategias más aversivas para reducir la conducta inapropiada de los niños (Coyne & Cairns, 2016). Por lo tanto, aplicar estrategias como la validación emocional, aceptación de emociones negativas, congruencia con valores familiares incrementan la flexibilidad relacional e interacción positiva padre-hijo (Biglan, 2015). En conclusión, estrategias que modifiquen los contextos verbales incrementan la flexibilidad relacional y mejora las prácticas parentales (Biglan, 2015; Moyer & Sandoz, 2015).

Esta investigación presenta algunas limitaciones: una de ellas fue el número de palabras utilizado en cada uno de los estímulos experimentales (conductas inapropiadas vs. conductas positivas de los padres), esta influyó directamente en la latencia de respuestas y la derivación de relaciones. Investigaciones futuras deben utilizar solo una o dos palabras para incrementar la precisión de respuesta. Igualmente, sería importante introducir un grupo de padres con niveles de estrés bajos para tener una mejor comparación dentro del espectro de estrés parental. También es importante incluir un grupo de control con padres que no tengan hijos para que tengan mayor equivalencia con los grupos experimentales. Investigación futura debería de evaluar la misma metodología, pero con problemas de ansiedad y depresión en padres, con el objetivo de evaluar si las relaciones verbales se comportan de la misma manera con esta población.

En conclusión, este estudio aporta mayor evidencia empírica en la relación entre flexibilidad relacional y estrés parental. Son pocos los estudios básicos en relaciones verbales que se han realizado con población clínica, particularmente con padres, el presente trabajo brinda nuevas líneas de investigación no solo para evaluar el impacto de las relaciones derivadas en padres, sino que ofrece alternativas para evaluar potenciales modificaciones de las mismas en el laboratorio y su impacto en la práctica clínica.

Referencias

Amd, M., & Barnes-Holmes, D. (2014). A derived transformation of evaluative preferences using Implicit Association Tests. The Psychological Record , 64, 475-485.

Amd, M., & Roche, B. (2015). A derived transformation of valence functions across two 8-member comparative relational networks. The Psychological Record , 65, 523-540.

Ayala-Nunes, L., Lemos, I., & Nunes, C. (2013). Predictores del estrés parental en madres de familias en riesgo psicosocial. Universitas Psychologica , 13(2), 529-539.

Biglan, A. (2015). The nurture effect: How the science of human behavior can improve our lives and our world . Oakland, CA: New Harbinger Publications.

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Notas

* Artículo de investigación. Este artículo hace parte del proyecto de investigación institucional de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz “Comparación de dos procedimientos de entrenamiento a padres en la reducción de comportamientos disruptivos en niños de edad escolar”.

Notas de autor

yorsgarcia@yahoo.com