Radios comunitarias, populares y alternativas en Bariloche: rol sociopolítico, configuración de identidad y ciudadanía*

Community, Popular and Alternative Radio Stations in Bariloche: Sociopolitical Role, Identity Configuration and Citizenship

Rádios comunitárias, populares e alternativas em Bariloche: papel sociopolítico, configuração de identidade e cidadania

Felipe Navarro Nicolettia

Radios comunitarias, populares y alternativas en Bariloche: rol sociopolítico, configuración de identidad y ciudadanía*

Signo y Pensamiento, vol. 42, 2023

Pontificia Universidad Javeriana

Felipe Navarro Nicolettia a

Universidad Nacional de Río Negro, Argentina


Recibido: 28 septiembre 2021

Aceptado: 12 septiembre 2022

Publicado: 15 octubre 2023

Resumen: Las radios comunitarias, populares y alternativas surgen como proyectos que pretenden visibilizar necesidades, demandas y voces de sectores históricamente postergados. La resignificación de estos medios, con base en el trabajo integrador entre instituciones y agentes en territorios locales, a lo largo del tiempo, merece una reflexión sobre sus dinámicas específicas, la reivindicación de derechos y la participación barrial, comunitaria y alternativa. De esta manera, consideramos que el territorio patagónico aporta especificidades significativas. Es por esto que anclamos el análisis en el caso de la ciudad de San Carlos de Bariloche. Allí nos encontramos con distintas experiencias barriales que incorporaron al soporte radial como eje articulador de relaciones, dinámicas y proyectos. Para ello se utilizaron entrevistas semiestructuradas a referentes barriales, así como el análisis de documentos institucionales que colaboraran al posterior desarrollo del trabajo.

Palabras clave:radios comunitarias, Patagonia, Bariloche, identidad, ciudadanía.

Abstract: Community, popular and alternative radios emerge as projects that seek to make visible needs, demands and voices of historically neglected sectors. The re-signification of these media, based on the integrative work between institutions and agents in local territories, over time, deserves a reflection on their specific dynamics, the vindication of rights and neighborhood, community and alternative participation. In this way, we consider that the Patagonian territory provides significant specificities. This is why we anchor the analysis in the case of the city of San Carlos de Bariloche. There we found different neighborhood experiences that incorporated the radio support as an articulating axis of relationships, dynamics and projects. For this purpose, semi-structured interviews with neighborhood leaders were used, as well as the analysis of institutional documents that collaborated in the further development of the work.

Keywords: community radio, Patagonia, Bariloche, identity, citizenship.

Resumo: As rádios comunitárias, populares e alternativas surgem como projetos visando visibilizar necessidades, demandas e vozes de setores historicamente negligenciados. A ressignificação destes meios de comunicação, baseada no trabalho integrador entre instituições e agentes em territórios locais, ao longo do tempo, merece uma reflexão sobre as suas dinâmicas específicas, a reivindicação de direitos e a participação bairrista, comunitária e alternativa. Assim, consideramos que o território patagônico fornece especificidades significativas. É por isso que ancoramos a análise no caso da cidade de San Carlos de Bariloche. Encontramo-nos lá com diferentes experiências de bairro que incorporaram o apoio radial como eixo articulador de relações, dinâmicas e projetos. Para tanto foram utilizadas entrevistas semiestruturadas com representantes dos bairros, bem como análise de documentos institucionais que iriam colaborar com o posterior desenvolvimento do trabalho.

Palavras-chave: rádios comunitárias, Patagônia, Bariloche, identidade, cidadania.

Introducción

Con este trabajo, así como en la búsqueda de replicar y debatir al interior de otros casos de la Patagonia argentina, entendemos que las radios comunitarias, populares y alternativas de San Carlos de Bariloche (Norpatagonia andina), en su interacción política y comunicacional con la comunidad barrial, impactan significativamente en los procesos y prácticas colectivas de configuración identitaria local y regional (Navarro Nicoletti, 2020). De igual forma, influyen y resignifican dinámicas, tensiones y vínculos con las diversas instituciones barriales, transformándose en “agentes potenciadores” de prácticas culturales, sociales, políticas y de desarrollo ciudadano con ese entorno.

En el presente trabajo utilizamos una metodología cualitativa bajo técnicas de entrevistas semiestructuradas, realizadas a referentes e informantes clave de las instituciones seleccionadas, así como un archivo periodístico y auditivo de las radios que dan cuenta de su configuración barrial y su dimensión sociopolítica y comunicacional. A la construcción discursiva le incorporamos artículos periodísticos y documentos de varias fuentes que confieren mayor dimensión y profundidad. En otros términos, comprendemos desde las entrevistas, un recurso que no facilita un relato único sobre las particularidades del territorio local, sino que entendemos que en la configuración de estos espacios el componente social y de apropiación de los mismos actores debe ser visibilizado y articulado desde la trama territorial.

Desde el retorno a la democracia en Argentina (1983), principalmente, hasta la actualidad, las radios alternativas, comunitarias y populares han sido interpeladas para múltiples tareas, formas y aspectos, desde donde hemos podido observar que su rol se resignificó en tanto medio popular. En nuestro caso de estudio, resulta significativo destacar las prácticas de configuración identitaria de sectores populares y de una corriente teórica muchas veces solapada entre versiones hegemónicas y dominantes. Las radios se corren del rol de ser un medio de lucha constante (sin dejar la misma de lado), para comenzar a canalizar las necesidades del entorno, excluido de la agenda de los soportes mediáticos hegemónicos (Simpson Grinberg, 1986; Martín Barbero, 2010). Retomar el análisis a los medios comunitarios implica establecer una comunicación directa con las necesidades y proyecciones sociales de las comunidades más cercanas, ya que son dichos medios los que conglomeran todas estas voces. En esta línea, es de suma importancia retomar los inicios de este tipo de emisoras, entendiéndolas como medios de comunicación reivindicatorios de derechos comunicacionales que habían sido censurados en la última dictadura cívico militar. Entendemos que las radios comunitarias se encuentran en ese escenario de resignificación en materia de derechos comunicacionales y es necesario su análisis discursivo. Como punto de partida, nos centramos en especificidades a seguir trabajando y empoderando al entorno participativo. Del mismo modo, buscamos trabajar el desarrollo político y ciudadano, en tanto modo de capitalizar espacios institucionales para valorizar el trabajo de actores locales.

La relevancia de analizar y explorar las configuraciones identitarias desde los discursos de las radios populares, comunitarias y alternativas, está íntimamente relacionado con la posibilidad de concientizar y aportar a los actores sociales herramientas para comprender sus prácticas en el entorno social en el que viven; y ahondar en un campo discursivo escasamente explorado. En la misma línea, investigamos para aportar al terreno de la comunicación popular y comunitaria una mirada más analítica y profunda de las prácticas que se generan a raíz de las radios insertas en territorios polisémicos como los barrios (Merklen, 2005; Balán et al., 2013). En la actualidad, gran parte de las radios populares han crecido de la mano de la idea común de “construir ciudadanía” (Mata, 2002, 2006) y canales de información contrahegemónicos que se inserten en la sociedad desde el concepto de “alternatividad”. De esta manera, ampliar el campo de análisis a los medios alternativos, comunitarios y populares regionales, permitirá comprender los procesos identitarios de escenarios locales, así como también abordar la construcción del entorno que generan dichas experiencias radiofónicas en territorios polisémicos, como son los enclaves barriales, bajo un tipo de comunicación que no derive solamente de lo comercial y hegemónico, propiamente dicho.

La porción territorial que denominamos “barrio”, la definimos como un espacio polisémico y permeado por dinámicas y vínculos entre agentes e instituciones. El propósito de la investigación, como ya hemos anticipado, es identificar con mayor profundidad el vínculo y articulación de la radio comunitaria, popular y alternativa con el territorio en donde se encuentran insertas, en este caso específicamente en dos enclaves barriales de San Carlos de Bariloche, Virgen Misionera y Lera, para luego profundizar en aspectos más específicos. En otras palabras, nos parece pertinente observar cómo las radios comunitarias se articulan dentro de un conjunto de instituciones barriales en una especie de “red comunitaria” que desde diferentes estrategias y medios van configurando el enclave territorial.

Raíces, influencias y redes: Jaime de Nevares y Miguel Hesayne

Para adentrarnos en el territorio de San Carlos de Bariloche y los casos allí analizados, resulta pertinente mencionar brevemente las incidencias que entendemos como necesarias para la generación de proyectos comunicacionales en la Patagonia. Es así como a raíz de entrevistas a referentes y un extenso análisis de archivos documentales, proponemos a los proyectos comunicacionales de Jaime de Nevares (Neuquén) y Miguel Hesayne (Viedma, Río Negro) como referencias necesarias para comprender una trayectoria comunicacional comunitaria y alternativa en la Patagonia. En esta línea, Pulleiro (2012) menciona que proyectos vinculados a la “Teología de la Liberación”, “Teoría de la Dependencia” y el grupo de “sacerdotes del tercer mundo”1, como los casos que expondremos a continuación, son los que generan espacios de lucha, reclamos y denuncias de sectores oprimidos bajo contextos adversos en materia de derechos humanos. De tal forma, rescatar los casos emblemáticos de Viedma y Neuquén posibilita ubicar los orígenes de las emisoras comunitarias tanto a nivel nacional como en nuestro caso específico a nivel regional, con réplicas a escala local como es San Carlos de Bariloche, en tanto proyectos pioneros e influyentes para la región. Tal como agrega el autor, uno de los orígenes de las radios alternativas en Argentina se encuentra en “las radios impulsadas y gestionadas por organizaciones vinculadas a la Iglesia católica” (Pulleiro, 2012, p. 33).

A fines de los años setenta comienza a gestarse en la Argentina, desde la clandestinidad, el movimiento de comunicación popular. Debido al contexto de dictadura cívico militar se censuró toda corriente popular o comunitaria que no fuera comunicación “oficial”, excluyendo a todo aquello que mostrara lo contrario a sus intereses. En este contexto de censura y exclusión surgió en la provincia de Neuquén el proyecto comunicacional social y popular encabezado por el obispo Jaime de Nevares (1961-1995). Este proyecto también se vio influenciado por el nacimiento en 1980 de la SERPAC2 y, con el mismo, la revista “Comunidad”, que comenzó a circular por todo el territorio patagónico, y la concreción en 1987 de la radio Comunidad “Enrique Angelelli”. Dichos proyectos mediáticos alternativos, populares y comunitarios, que surgieron bajo el ala de Jaime de Nevares, fueron herramientas fundamentales para transmitir todo lo que los medios hegemónicos no “podían” o querían comunicar.

Con relación a Viedma, el Obispo Miguel Hesayne replicó el desarrollo de su colega neuquino. Si bien Hesayne asume en su rol de obispo catorce años más tarde que De Nevares, ambos siguieron una misma línea ideológica y una misma postura política dentro del episcopado, como ya hemos advertido. Con motivo de que el trabajo comunitario del obispo se pudiera materializar, Hesayne convocó a un Sínodo Pastoral Diocesano (SPD) en 1985, que dio como resultado un documento denominado “Exhortación pastoral post sinodal: Para anunciar a Jesucristo” (Hesayne, 1985). El recorrido mediático desde el Obispado de Viedma, encabezado por Hesayne, tiene una similitud con el neuquino en relación con delegar la cuestión comunicacional a un tercero, en este caso a Néstor Busso, hoy reconocido por su militancia en los derechos humanos y trayectoria en medios de comunicación comunitarios. Los inicios mediáticos se observan bajo la presencia de la revista “De Pie” y por último la emisora comunitaria, popular y alternativa, Radio “Encuentro”. Esta última ha tenido mayor crecimiento e incidencia en el campo de la comunicación popular, involucrándose en gran medida en la redacción de los veintiún puntos por la “Coalición por una Radiodifusión Democrática”3 que derivaron en la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual 26.522/09 (LSCA).

En materia práctica, podemos ubicar la creación de la revista “De Pie” (Barelli y Azcoitía, 2019) desde 1984 a 1990 con un total de vintinueve ejemplares. A partir del proceso anterior podemos ubicar la gestación de Radio “Encuentro”, que salió al aire por primera vez el 15 de abril de 1990. Transmite en Frecuencia Modulada (FM) desde Viedma, Río Negro en la 103.9 y desde ese momento pasan a ser un centro fundamental de capacitación, formación e información para la comunidad aledaña y en otros puntos del país (Navarro Nicoletti y Barelli, 2017). La emisora comienza a funcionar dentro del obispado y como la idea era independizarse, rápidamente se crea la “Asociación Alternativa en Comunicación Social”, que es hasta el día de la fecha propietaria de Radio “Encuentro”.

No existe un carácter transitivo en los casos que expusimos anteriormente y los que abordaremos de San Carlos de Bariloche, sino influencias y un terreno simbólico que abre a pensar nuevas posibilidades de expresión que no sean comerciales, privadas y hegemónicas, sino populares, comunitarias y alternativas. Además, pudimos observar dos proyectos que son pioneros en materia comunicacional lejos de Buenos Aires, donde lo administrativo se dificulta, pero queda claro que no impide configurar dinámicas y herramientas en pro de un desarrollo comunicacional, social y político a nivel regional.

Los casos barilochenses

Como mencionamos en el apartado anterior, entendemos que existe una influencia en carácter simbólico y de referencia con otros proyectos en la Patagonia, pero no de carácter transitivo. Los proyectos antes mencionados abren el juego a generar espacios comunicacionales de carácter comunitarios. Como observaremos en los casos seleccionados, los que tienen sus inicios a comienzos de los años ochenta poseen una raíz compartida ligada a la rama popular de la Iglesia Católica, y son estos proyectos en la misma ciudad los que luego se vinculan con otros estableciendo redes vinculares. A continuación, expondremos dos casos de radios comunitarias que a su vez se encuentran enmarcados en proyectos barriales de comunicación. Si bien solo daremos lugar a las radios comunitarias, queremos destacar que existe un análisis más profundo de la red barrial/comunitaria en la que se encuentran insertas (Navarro Nicoletti, 2020), pero por cuestión de espacios simplemente la mencionaremos para poder dar paso a la reflexión acerca de la configuración identitaria y ciudadana. Esta red que mencionamos es clave para comprender la configuración comunitaria de los territorios barriales, ya que, además de la radio, se comprende por instituciones educativas, centros de salud, clubes deportivos, bibliotecas populares, juntas vecinales y demás instituciones. Cada una con su especificidad, pero a su vez pregonando el desarrollo del barrio y sus habitantes.

FM “Del Barrio”: Barrio Virgen Misionera

San Carlos de Bariloche es una ciudad de configuración heterogénea con una conformación estructural delineada por el negocio inmobiliario y las necesidades constantes de ciertos sectores sociales de habitar algún espacio. Desde esta matriz de disputa acordamos con Agüero Medina en que “la reconstrucción de identidades colectivas se operó en el marco de nuevas sociedades barriales, producto de la expansión edilicia y del traslado a las sucesivas periferias urbanas de aquellos pobladores” (2012, p. 29). El barrio de Virgen Misionera se encuentra ubicado a la altura del kilómetro 7,5 de la avenida de Los Pioneros, en la Delegación Cerro Otto de la zona oeste del ejido urbano, siendo uno de los pocos barrios que irrumpe con el patrón de los barrios de clase media y alta en el oeste (Guevara, 2018; Medina, 2018).

El barrio Virgen Misionera debe pensarse desde la figura de Juvenal Currulef, debido a que se la reconoce, tanto por los/as vecinos/as como por los/as referentes de las diferentes agrupaciones e instituciones del barrio, como una figura destacada y fundamental en el desarrollo de emprendimientos educativos, comunitarios y populares, dentro de los cuales también podemos encontrar a la radio FM “Del Barrio”. Este proceso es denominado por sus referentes como “proyecto global”. Así lo menciona Graciela Belli, actual referente de la fundación “Gente Nueva” (1989) y mano derecha de Currulef desde el comienzo de su trabajo en el barrio: “La presencia de Miguel Esteban (Hesayne) fue fundamental para nosotros, como para muchos en Río Negro, como protectora” (Comunicación personal, 3 de julio de 2019).

Juvenal Currulef, en un escrito recuperado en el archivo citado, desde la emisora y con destino al obispo Miguel Hesayne, expone que:

la comunicación se fue haciendo cada vez más imprescindible con el crecimiento del trabajo y de la vida comunitaria; en todas las variantes, cada vez se fue necesitando saber más del otro y se fue logrando que cada casa de nuestro barrio no sea una familia aislada (…) Así nace radio “Del Barrio”, una forma de comunicación más amplia dentro de nuestro proyecto y que incluso nos permite hacer posible el “desde los pobres a todos”, fuera de los límites de nuestro barrio. (Currulef, 1987)

Con esta mirada puesta en lo comunitario y en lo barrial es que comienzan a desarrollarse proyectos dentro del territorio que tuvieran esa impronta. Así surge la idea de conformar un equipo de comunicación que deriva en la generación de una radio comunitaria que se instala y pone en funcionamiento rápidamente: “Se hace un taller en el año 87, en el segundo semestre. Y empieza a largarse la experiencia con muchos vecinos jóvenes del barrio, mujeres grandes y otros interesados” (Simari, comunicación personal, 12 de abril de 2019). Luego de varios episodios con referencia a problemáticas con la tenencia de terrenos, se crea el “equipo pastoral de tierras” (que describiremos más adelante). Con ello se crea una programación barrial que tuviese como contenido información necesaria para conocimiento legal para la obtención de terrenos, avisar visitas municipales, organizar reuniones barriales o pasar avisos que complementaran lo anteriormente mencionado. Es así como se puede establecer una relación directa con lo que sucedía en el territorio y el surgimiento de instituciones como la radio, que aparecen para ofrecerse como intermediarios que contribuyen a mejorar la vida cotidiana: “Para la radio era casi inevitable estar ahí. Tenías tu línea editorial al alcance de la mano, tu campo de investigación era tu entorno” (Simari, comunicación personal, 12 de abril de 2019). Como mencionan Binder et al., la “sostenibilidad institucional” es clave en relación con la administración de una radio comunitaria en lo que tiene que ver con la toma de decisiones, organización y gestión (2017, p. 22). Si bien en los inicios de la radio había referentes en el área directiva, administrativa y de producción; la conducción era de carácter horizontal a la hora de tomar decisiones, teniendo en cuenta el rol de cada uno pero generando un ambiente comunitario a nivel institucional.

Físicamente la radio se fue instalando en varios sectores del barrio hasta situarse en la parcela donde se encuentra actualmente. Si bien las primeras transmisiones se emitieron en el año 1987, en el año 1989 se estableció el primer transmisor en un aula de la escuela primaria Virgen Misionera, que era utilizada como herramienta didáctica en dicho establecimiento. Una segunda etapa de la radio FM “Del Barrio” la ubicamos entre el 2004 y 2012. Este periodo estuvo a cargo de la administración y coordinación de Valeriano Mesa, referente barrial. Valeriano, en un breve recorrido autobiográfico, describe que sus inicios en la emisora comenzaron a sus doce años de edad: “era una tradición más familiar, porque mi hermano mayor también estaba en la radio y el que le seguía también” (Comunicación personal, 4 de abril de 2019); y agrega que fue muy significativa su relación con el colegio secundario “Amuyen”, donde se realizaban talleres de radio para que los jóvenes pudieran insertarse en dicho espacio. El tercer periodo, denominado de “transición” o de coordinación de la radio en mano de personas ajenas al barrio, pero con larga trayectoria en integrar proyectos radiales, se produce aproximadamente desde el año 2012, hasta el 2017. A raíz de talleres de comunicación popular o de producción radial que se daban en la biblioteca popular del barrio “Aime Painé” por parte de Valeriano Mesa, se acercó un grupo de personas con el objetivo de realizar un programa en la radio FM “Del Barrio”, que derivó en participar de tareas administrativas hasta que se solicitó un pedido de coordinación de la radio.

FM “Del Barrio” pasó por diversos momentos desde su surgimiento en 1987. Si nos posicionamos en la historia del barrio en relación con la formación de los espacios que lo componen, podemos dilucidar que el accionar de la radio fue acompañando al nacimiento de la mayor parte de las otras instituciones que mencionaremos a continuación. Si bien el vínculo entre la radio “Del Barrio” y el proyecto comunicacional del que Juvenal Currulef no es lo único que define a la radio, ni la razón esencial que lleva a dicha emisora a ser, a nuestro criterio, una pieza fundamental del entramado barrial, sí se constituye en una clave para la comprensión de la emisora a nivel de proyecto social, comunitario y popular con base en lo barrial, siendo nexo entre las instituciones y además de ser una emisora disponible para el uso de los habitantes del territorio local. Esta red que mencionamos no solo se caracteriza por la cercanía o el intercambio de sus integrantes, sino que también opera como una especie de “soporte” o “sostén” para la generación de proyectos, herramientas y nuevos espacios de prácticas barriales. Estos vínculos marcados por la cercanía espacial también lo podemos ver con la radio. El lugar de centralidad territorial que posee la radio, más allá de lo simbólico que pueda tener, es una ventaja a la hora de generar una fluidez en los vínculos entre instituciones cercanas.

FM “Gente de Radio”: Barrio Lera

FM “Gente de Radio” no tiene su génesis en el Lera, pero sí en barrios aledaños y con variables que lo vinculan directamente. Si bien la Asociación Civil “Gente de Radio” nace en el año 1998, las transmisiones tienen sus inicios desde 1990, aproximadamente, con la figura de “Sociedad de Responsabilidad Limitada” (S.R.L.), a cargo de un grupo de personas que fueron despedidas de Radio Nacional y que deseaban continuar con un proyecto radial dedicado, en principio, a exponer vulneración de derechos laborales, entre otros. El presidente de la asociación civil “Gente de Radio”, Sigifredo Aros, relata que:

Allá por la década de 1990 gente que trabajó en Radio Nacional, digo trabajó porque los echaron en el comienzo de la época neoliberal, fueron echados 6 o 7 compañeros que habían implementado una nueva forma de hacer comunicación más popular, más alternativa, más alterativa con respecto al sistema de comunicación hegemónico. (Comunicación personal, 26 de julio de 2019)

Dicha figura cambia recién en el año 2017 al recibir una licencia proporcionada por el Ente Nacional de Comunicaciones (Señales, 2017), que en la actualidad se encuentra sin efecto por ausencia de trámites burocráticos a nivel reglamentario. Es así como se fueron trasladando de lugar de acuerdo con la capacidad económica que obtuvieron en cada uno de los momentos.

El grupo de profesionales que inició el proyecto, en su mayoría, continuaron la labor radial en formato periodístico en medios de comunicación masivos, y otro conjunto de personas aficionadas al medio siguieron con un espacio que se pudiera configurar como alternativa comunicacional a los medios de comunicación hegemónicos y a la vez ser un lugar de participación para todo aquel de la comunidad local que quisiera transmitir algún contenido. Según Patricio Macci, operador y referente de FM “Gente de Radio”: “esta era la radio, en ese momento, la más escuchada. Y si no era la más escuchada, debería ser la segunda. Pero tenía gente permanentemente” (Comunicación personal, 6 de abril de 2019). Este momento de auge que menciona Macci, lleva a que pudieran relacionarse con varias radios de la región y conformar espacios de discusión política de real incidencia en el sector como la “Red Norpatagónica de Radios Populares”4 en el año 1993 o ser parte de algunos foros de discusión pertenecientes a la ya sancionada LSCA al ser miembros de FARCO o también comprometerse con espacios comunitarios radiales a nivel mundial como AMARC.

Respecto a la ubicación en el barrio Lera desde el año 2010, si bien el factor económico fue clave para concebir la cantidad de cambios de espacios, el nuevo sitio, según los relatos de los referentes, encontró no solo cierta estabilidad en lo habitacional sino también un escenario propicio para el desarrollo de sus ideas políticas alternativas al sistema hegemónico de medios y populares en relación con el vínculo con la comunidad local. Es así también como FM “Gente de Radio” decidió, como posicionamiento político, no poseer fines comerciales de ningún tipo sino simplemente encontrar otras instituciones o personalidades que decidan aportar el espacio para su salida al aire, sin que sus integrantes perciban un salario. Como afirman Binder et al.,

lo que identifica a una radio como comunitaria no es su forma de financiamiento; ni su potencia o frecuencia; el formato de los programas o la ubicación, tamaño o decoración de sus estudios, sino sus objetivos y el carácter social de la misma. (2017, p. 18)

Es así como, en su concepción comunitaria de la comunicación y en tanto soporte radial, los referentes de FM “Gente de Radio” se posicionan en generar espacios informativos y de contenido que no respondan a intereses económicos o de poder político, sino que sea la comunidad la que pueda construir sus ideas mediante información libre sin querer sacar ventaja económica o política, consolidando así su autorreferencia al entorno con respecto a lo comunitario, alternativo y popular.

Como dato llamativo, este posicionamiento político ha generado un estancamiento en FM “Gente de Radio” a nivel de convocatoria y participación. Al preguntar sobre la relación con otras instituciones del barrio, los y las referentes de la emisora mencionan que existe una red barrial interinstitucional, pero hace unos años que se encuentra bajo vínculos más esporádicos, como pudimos observar anteriormente. En relación específica con la radio, el sostener esa posición política de generar contenido desde los “márgenes” llevó a descuidar el nivel de convocatoria y derivar en dificultades de participación y personal responsable a cargo de manera sostenida, como comenta Claudia Rebelli, referente de la emisora FM “Gente de Radio”: “son procesos muy lentos, porque los compañeros que están ahí trabajan de otra cosa todo el día. O sea que los tiempos que tenemos todos son muy acotados” (Comunicación personal, 15 de marzo de 2019) o a su vez Reyes menciona que “si bien no podemos sostener una participación ya sea en los colegios como en asociaciones y organizaciones sociales; al ser pocos y tener poco tiempo, cuesta mantener una constancia” (Comunicación personal, 28 de marzo de 2019). De otras instituciones del barrio se da cuenta de esta problemática en relación con la ausencia de personal responsable de la radio. Desde el centro de salud mencionan que han tenido programas con agentes sanitarios que informaban acerca de cuestiones preventivas en la radio, pero muchas veces cuando querían pasar algo en el momento era difícil porque la emisora se encontraba sin personal de atención y cerrada. A causa de la dificultad ya expuesta de la escasez de personal y la poca disponibilidad del mismo, Irene Neyra, jefa del centro de salud comenta que: “Con Gente de Radio pasa que no está continuamente abierta, entonces pasaba que nosotros llegábamos ahí a preguntar o dejar alguna información y nunca encontrábamos a nadie” (Comunicación personal, 26 de julio de 2019). Esto último no impide pensar que FM “Gente de Radio” no esté disponible para el/la vecino/a como herramienta de difusión:

la práctica de la radio comunitaria primero es acercarse y estar; saber que el vecino es como uno, tratar de dirigirse con el mayor de los respetos, hacer periodismo popular que son todos los acontecimientos que están alrededor nuestro y no lo vemos, porque preferimos ver televisión basura. (Di Buchiannico, comunicación personal, 20 de marzo de 2019)

Su posicionamiento político, que contiene sus modos de sostenimiento económico, hace que la mayor o menor presencia física se vincule a variables contextuales de crisis o mejorías que puedan ofrecer tiempo significativo para llevar a cabo este tipo de proyectos. Aquí entra una cuestión a debatir entre los agentes participantes en referencia a una sostenibilidad política al margen de las configuraciones o dinámicas que permitan mayor sustento económico y a su vez mantener dinámicas de participación activa teniendo en cuenta que es un espacio ad honorem.

La intención de los integrantes de la emisora es sumamente clara y concisa:

nosotros tenemos una consigna, somos constructores de ciudadanía y para eso entregamos los conocimientos a través de la visión de la radio, construido a partir de muchas personas para que la gente se entere y lo tome como una herramienta que va a tener para su defensa o simplemente para mantener lo que ha conseguido. (Arós, comunicación personal, 26 de julio de 2019)

Esta cita de Arós permite retomar a la ciudadanía como construcción histórica y social donde nos encontramos con “prácticas y libertades que acompañan al ejercicio de derechos, gestoras de una ciudadanía activa” (Ruffini, 2007, p. 24), con una intervención de los actores en sus propios territorios. En el discurso de Arós también queda claro que los integrantes están comprometidos con la lucha por la defensa de los derechos ciudadanos; sin embargo, este posicionamiento “alternativo” también implica no poder tener un compromiso pleno a nivel participativo y administrativo, lo que incide por momentos en el nivel de convocatoria y presencia en otras instituciones del barrio. A su vez, “las diferentes formas de entender lo alternativo están asociadas a un proyecto más amplio del cual la práctica forma parte y sin el cual es imposible comprenderla” (Vinelli y Esperón, 2004, p. 12), entendiendo que los altibajos y los caudales de presencia e intensidad son parte de esa alternatividad que proponen como medio de comunicación y que ello no implica una desmejora, sino simplemente consolidar esa dinámica al margen de lo masivo.

Reflexiones finales: configuración de identidad y ciudadanía

Hasta aquí hemos observado el funcionamiento de las radios comunitarias, populares y alternativas en diversos contextos tomando tres casos específicos de emisoras en barrios de la ciudad de Bariloche. Estos escenarios particulares muestran no solo una ciudad fragmentada, sino diversas realidades como barrios existentes y en cada uno de ellos cómo las dinámicas comunitarias configuraron desarrollos ciudadanos, culturales, sociales, políticos y comunicacionales múltiples. Que un barrio posea una radio comunitaria en su territorio hace la diferencia, ya que como hemos analizado dinamizan modos de apropiación y otorga herramientas para el propio desarrollo del entorno.

En el concepto de identidad coincidimos que “la deconstrucción se ha realizado en el interior de varias disciplinas, todas ellas críticas, de una u otra manera, de la noción de una identidad integral, originaria y unificada” (Hall, 1996, p. 13). En otras palabras, “la identidad bien construida y duradera deja de ser un activo para convertirse en un pasivo. El eje de la estrategia en la vida posmoderna no es construir una identidad, sino evitar su fijación” (Bauman, 1996, p. 51). En condiciones modernas la cristalización es un aspecto que se evita; estilos antaño practicados por personas en lugares y tiempos marginales hoy se convierten en modos de vida, en donde la subsistencia posmoderna es demasiado desordenada e incoherente para tener cabida en un único modelo homogéneo. Como menciona Grossberg, la idea “no consiste en negar el discurso identitario sino en reubicarlo, rearticularlo situándolo dentro del contexto más general de las formaciones modernas de poder” (1996, p. 149), es decir, encontrarnos con las identidades, pero teniendo en cuenta la configuración moderna del escenario donde se transcurre dicho proceso y considerando las especificidades del tiempo y espacio para una mejor comprensión. En esta línea, también entendemos a las identidades como procesos inacabables e incompletos, pero situados, debido a que permiten comprender que “lo que en realidad se busca al pensar la identidad es una comunidad, ese lugar ansiado que promete comunión, mismidad y trabajo en común” (Roitman, 2012, p. 43). Dicho de otro modo, al exponer y analizar los casos seleccionados del rol sociopolítico y comunicacional de las radios comunitarias en territorios locales/barriales, también estamos desentrañando las identidades que se van tejiendo, moviendo y configurando comunitariamente en diferentes momentos o etapas que hemos recorrido en la investigación.

Si tenemos en cuenta esta última concepción de identidad y bajo un escenario moderno de acción, coincidimos con Bauman en que “como la clase social ya no ofrecía un eje seguro para demandas dispares y difusas, el descontento social se disolvió en un número indefinido de reivindicaciones de colectivos y categorías, en busca todos ellos de un anclaje social por su cuenta” (2005, p. 81), pudiendo comprender, también, a los procesos identitarios como factores de diferenciadores y divisorios. A su vez, como afirma Martín Barbero (2011), el mundo moderno de fragmentación capitalista lleva a pensar en cómo las dimensiones de la vida dependen cada vez menos de uno mismo, sin saber bien de quien dependen. Dicho de otro modo, es allí donde la comunicación pone en evidencia el sentido de mutación cultural en nuestras sociedades (Martín Barbero, 2011, p. 110), en la cual es necesario tomar a los medios de comunicación, en nuestro caso las radios comunitarias, más allá de la instrumentalidad para enfocarnos en su funcionalidad ante la dimensión constitutiva de los cambios socioculturales. En otras palabras, como exponen Moscoso y Ávila (2017), la radio comunitaria y la comunidad funcionan a la par construyendo identidad en esa interacción. Una de las identidades de la que podemos presentar, a raíz de observar el rol de las radios comunitarias en escenarios locales, es la apropiación de herramientas comunicacionales por parte de sectores históricamente relegados para la configuración de relaciones, vínculos y una realidad que se identifica como propia. Este proceso Martín Barbero lo denomina “revancha sociocultural” (2011, p. 111) y responde a una construcción contrahegemónica de los sectores subalternos ante un contexto donde los medios de comunicación hegemónicos los posicionan en un lugar de receptores estáticos. En otros términos, este tipo de medios comunitarios no solo les permite correrse de dicha posición, sino apropiarse de herramientas para configurar una realidad alternativa a la impuesta. En nuestro objeto de análisis específico, entendemos que:

(…) las radios comunitarias y ciudadanas adquieren un perfil más claro, más definido, como resultado de su propia trayectoria y desarrollo, pero también a partir de una nueva ubicación de los medios como referentes en la sociedad. No porque los medios no tengan poder propio, sino porque se convierten en el espacio de articulación de lo social, de lo político, de lo cultural. (Villamayor y Lamas, 1998, p. 12)

Teniendo el foco de preeminencia en el vínculo más que en su propia especificidad. Como expusimos a lo largo del trabajo, se cumple un rol sociopolítico y comunicacional de mayor relevancia para configurar espacios locales más democráticos e inclusivos y con una participación ciudadana más activa.

Bajo esta perspectiva moderna y teniendo en cuenta la configuración identitaria en territorios locales, compartimos con Mata que “la lógica de la globalización, la noción de ciudadanía es el recurso necesario para re-pensar un modo de ser en el mundo ampliado” (2002, p. 66). En otras palabras, pensar en la vinculación simbólica y modos de intercambio entre individuos en espacios vueltos en comunes por las tecnologías de distribución y producción de información y productos mediáticos. Del mismo modo, la autora se refiere a la desterritorialización de procesos productivos en donde interacciones mundiales en términos de negocio y entretenimiento, la noción de ciudadanía, se puede vincular y tematizar con la problemática de las identidades.

Dicho de otro modo, cuando afirmamos que las radios comunitarias colaboran en dinamizar procesos locales bajo la apropiación de herramientas que desarrollan modos alternativos de ciudadanía, entendemos que la transformación se deslizó hacia espacios de poder donde los individuos se reposicionan en el espacio público, como sujetos de demanda que deberán vincularse en orden para satisfacer determinadas necesidades. Como menciona Pulleiro, las radios comunitarias y alternativas surgen con “la intención de convertirse en articuladora de las identidades locales, medio de expresión libre para las organizaciones de la comunidad y medio de debate público sin restricciones ni censuras” (2012, p. 75), siendo no solo un medio de expresión, sino también facilitador en la configuración de identidades barriales y desarrollos ciudadanos. La noción de ciudadanía que proponemos en torno a este proceso de configuración identitaria posiciona a la comunicación en un primer rango donde la colectivización de intereses, necesidades y propuestas, que en nuestros casos se potencian y reactivan desde y por las radios comunitarias, se reconoce como condición de posibilidad y agente catalizador en la resignificación política, social y comunicacional del entorno. En la misma línea coincidimos con Mata cuando afirma que, “ese reconocimiento de la comunicación como condición de posibilidad de la ciudadanía es, al tiempo, condición de posibilidad de la política” (2002, p. 68). Como hemos mencionado en el apartado anterior, las relaciones de poder y los vínculos se potencian a partir de fomentar los procesos comunicacionales en el barrio.

Como menciona Grossberg, “se ha vaciado el concepto de ‘ciudadanía’ de gran parte de sus antiguos significados, verdaderos o postulados, al tiempo que se han desmantelado las instituciones manejadas o respaldadas por el Estado que permitían seguir creyendo en ella” (1996, p. 100), es decir, que la confianza que anteriormente se asentaba en la figura del Estado, deriva en la modernidad en refugios alternativos que aun así no han podido igualar la solvencia o aparente momento de seguridad que propone el Estado-nación. Con la mirada puesta en Río Negro, Ruffini (2007) nos menciona que allí existieron procesos de ciudadanía diferenciados en donde, avanzados en el tiempo, se encuentran con más “habitantes” que “ciudadanos”. Aquí “si en su significado sustantivo, la ciudadanía expresa posesión de derechos específicos y deberes dentro del Estado, la cualidad de ciudadanía (los derechos y obligaciones que esta conlleva) es una resultante de estrategias de inclusión y subordinación signadas por la lógica de la dominación” (Ruffini, 2007, p. 97), dando cuenta de la intervención del Estado y una ciudadanía que permite adentrarnos en prácticas alternativas a esa lógica de dominación. En la misma línea Mata menciona que surgen variados dispositivos “orientados a reconfigurar la política como esfera y práctica de articulación entre demandas y satisfacciones, entre individuos, con necesidades, carencias, expectativas, e individuos con competencias para satisfacerlas” (2002, p. 72). Aquí podemos posicionar a las radios comunitarias expuestas en los casos seleccionados, ya que en ellas hemos observado como el dispositivo articula demandas y satisfacciones entre las instituciones del barrio y los habitantes del mismo. Es en estos escenarios en los que Mata (2006) posiciona al ciudadano como sujeto de demanda, ya que son aquellos los que tienen una presencia mediática en tanto irrupción del espacio público donde el medio, en nuestro caso las radios comunitarias, le otorgan visibilidad y condición ciudadana a su reclamo. En la misma línea, comprendemos entonces que es necesaria “la emergencia de un nuevo concepto de ciudadanía, que implica maneras diversas y plurales de participación social de los ciudadanos. Hay nuevos escenarios políticos, pero también otras maneras de involucrarse y de participar en los mismos” (Villamayor y Lamas, 1998, p. 11). En nuestro análisis las radios comunitarias, populares y alternativas funcionan como ese escenario que permite a los habitantes de un territorio específico desarrollar herramientas de participación ciudadana, a su vez que configuran identidades. Esto colabora en pensar una ciudadanía activa en donde la construcción de ciudadanía pueda ser observada, también, desde espacios informales de participación, con intereses comunes y reconocimiento de una identidad (Ruffini, 2007), como lo planteamos desde las emisoras comunitarias.

A raíz de los casos seleccionados, hemos observado que no solo la participación de instituciones barriales, sino también de referentes del territorio en las radios comunitarias, le han dado a sus reclamos, necesidades, exigencias o sus inquietudes, un escenario mediático de exposición y puesta en común con los demás habitantes del sector para llevar a cabo soluciones y proyectos comunitarios. En este tipo de dinámicas Mata ubica el concepto de “ciudadanía comunicativa”, que se entiende como “el reconocimiento de la capacidad de ser sujeto de derecho y demanda en el terreno de la comunicación pública y el ejercicio de ese derecho” (2006, p. 13). Tal como hemos mencionado anteriormente, las radios comunitarias en contextos locales funcionan como partícipes necesarios para potenciar y fomentar estos procesos que configuran múltiples esferas de la realidad, ampliando derechos y apropiándose de herramientas para un desarrollo ciudadano más pleno. Como mencionan Fasano et al., en la construcción de identidad colectiva alrededor de un proyecto radial participan múltiples subjetividades individuales y sociales para organizar el encause de un objetivo común, incluyendo recursos materiales y simbólicos para sustentarla (2009, p. 142). Entendemos, así, que las radios comunitarias, populares y alternativas en contextos barriales colaboran en la configuración de identidades en torno a la participación ciudadana más marcada, que hacen a la ampliación de derechos y la apropiación del entorno, así como prácticas comunitarias entre habitantes e instituciones del territorio.

De este modo, desde una mirada más integral de la comunicación como la que propone Uranga (2016), es condición esencial del ser humano de vivir en comunidad y por lo tanto ir constituyéndose de manera relacional, generando redes, procesos de organización e intercambio. Estos procesos en estos escenarios locales lleva a una construcción colectiva de sentido que los actores sociales configuran en su identidad. A modo práctico, se traduce en un “modo de entender y entenderse; también las formas de disputa y la manera en que se otorga sentido a aquello que llamamos la realidad, siempre sujeta a visiones particulares y sesgadas por la coyuntura” (Uranga, 2016, p. 17). Este contexto permite ubicar a las radios comunitarias en un rol articulador de las instituciones presentes en el territorio, así como sus particularidades o las subjetividades de sus actores y, consecuentemente, identidades que allí circulan, se resignifican y movilizan. Dicho de otro modo, y según los casos analizados, entendemos que ejercer el derecho de comunicar y generar incidencia en la opinión y en la participación pública, señala no solo nociones de comunicación, sino también habla de usos estratégicos y sistemáticos de la comunicación radiofónica al servicio de objetivos previos (Villamayor, 2014, p. 92). En otras palabras, más allá de cada caso específico, pudimos observar que la radio comunitaria, como hecho cultural, construye sentido sociopolítico y una configuración identitaria en relación al empoderamiento de la toma de decisiones en el ámbito público y una participación en el desarrollo del barrio que habitan los mismos actores que intervienen.

Referencias

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Notas

* Artículo de investigación.

1 Gabriel Kaplún (2007) engloba a este sector en “movimientos religiosos” en relación con la etapa posconciliar de la Iglesia católica.

2 El Servicio Pastoral para la Comunicación era dirigido por Magín Páez, quien fue el designado por Jaime de Nevares para convocar y trabajar la cuestión comunicacional desde el Obispado. Su primer paso fue la creación de la Revista Comunidad (Navarro Nicoletti y Nicoletti, 2020).

3 Se denomina al grupo de organizaciones sociales, universidades, radios comunitarias, sindicatos, organismos de derechos humanos y otros sectores sociales, creado en el año 2004 y convocados por FARCO para discutir y presentar los 21 puntos que derivan en la LSCA sancionada en 2009. En el año 2012 cambian su nombre a “Coalición por una Comunicación Democrática”.

4 La Red Norpatagónica de Radios Comunitarias (Ramírez, 2016) merece una mención ya que fue trabajada desde los proyectos iniciales mencionados al comienzo del trabajo y se sumaron numerosas emisoras de la región hasta el surgimiento de FARCO que nucleó a la mayoría a nivel nacional.

Notas de autor

a Autor de correspondencia. Correo electrónico: fnavarro.nicoletti@gmail.com

Información adicional

Cómo citar este artículo: Navarro Nicoletti, F. (2023). Radios comunitarias, populares y alternativas en Bariloche: rol sociopolítico, configuración de identidad y ciudadanía. Signo y Pensamiento, 42. https://doi.org/10.11144/Javeriana.syp42.rcpa

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