Comunicación, técnica y metamorfosis de los modos de subjetivación: contribuciones del pensamiento de Simondon a los estudios en comunicación *
Communication, Technique and Metamorphosis of the Modes of Subjectivation: Contributions of Simondon’s Thought to Communication Studies
Comunicação, técnica e a metamorfose dos modos de subjetivação: contribuições do pensamento de Simondon para os estudos de comunicação
Fernando Andrés Castro Torres , Jorge William Montoya Santamaría
Comunicación, técnica y metamorfosis de los modos de subjetivación: contribuciones del pensamiento de Simondon a los estudios en comunicación *
Signo y Pensamiento, vol. 44, 2025
Pontificia Universidad Javeriana
Fernando Andrés Castro Torres a facastro@unal.edu.co
Universidad Nacional de Colombia , Colombia
Jorge William Montoya Santamaría
Universidad Nacional de Colombia, Colombia
Recibido: 21 agosto 2023
Aceptado: 03 julio 2024
Publicado: 29 mayo 2025
Resumen:
La epistemología de la comunicación enfrenta un desafío derivado de la metamorfosis del mundo contemporáneo (Beck, 2017) y de la constitución de una nueva episteme (Rodríguez, 2020); dicho proceso sociohistórico de la contemporaneidad evidencia las transformaciones significativas de los modos de subjetivación del individuo en la relación consigo mismo, con el nosotros y con el mundo (Campillo, 2018). La metamorfosis del mundo, dinamizada por la capacidad de sociogénesis de la comunicación digital (Martín Serrano, 2010), hace indispensable explorar propuestas y abordajes epistemológicos que le permitan a la comunicación como campo de conocimiento resignificar sus marcos hermenéuticos, trazar nuevas rutas analíticas para la investigación y comprender la mutua génesis entre el objeto técnico y el ser humano. El presente artículo realiza una revisión de los puentes de sentido que son posibles de tejer entre la epistemología de la comunicación con la filosofía de la técnica; además, se establecen conexiones teóricas con referentes propios de la ontología relacional y de la comunicación digital. En tal sentido, se recurre a la propuesta de Gilbert Simondon (2016, 2019) como marco interpretativo desde la filosofía de la técnica, que le permite al campo de los estudios en comunicación comprender el proceso de individuación del sujeto contemporáneo en su relación con la comunicación digital en lo conceptual y lo teórico.
Palabras clave:comunicación interactiva, diferencia individual, teorías de la información, digitalización, epistemología.
Abstract:
The epistemology of communication faces a challenge derived from the metamorphosis of the contemporary world (Beck, 2017) and the constitution of a new episteme (Rodríguez, 2020), said sociohistorical process of contemporaneity shows the significant transformations of the modes of subjectivation of the individual in the relationship with himself, with the we and with the world (Campillo, 2018). The metamorphosis of the world, energized by the capacity for sociogenesis of digital communication (Martín Serrano, 2010), makes it essential to explore proposals and epistemological approaches that allow communication as a field of knowledge to resignify its hermeneutical frameworks, to trace new analytical routes for the research and understand the mutual genesis between the technical object and the human being. This article reviews the
bridges of meaning that are possible to weave between the epistemology of
communication with the philosophy of technology, and theoretical connections
are established with references specific to relational ontology and digital communication.
In this sense, the proposal of Gilbert Simondon (2016
and 2019) is used as an interpretive framework from the philosophy of
technique, which allows the field of communication studies to understand the
process of individuation of the contemporary subject in its relationship with
digital communication from a conceptual and theoretical point of view.
Keywords: Interactive Communication, Individual Difference, Information Theories, Digitization, Epistemology.
Resumo:
A epistemologia da comunicação enfrenta um desafio derivado da metamorfose do mundo contemporâneo (Beck, 2017) e da constituição de uma nova episteme (Rodríguez, 2020); esse processo sócio-histórico da contemporaneidade evidencia as transformações significativas dos modos de subjetivação do indivíduo na relação consigo mesmo, com o “nós” e com o mundo (Campillo, 2018). A metamorfose do mundo, dinamizada pela capacidade de sociogênese da comunicação digital (Martín Serrano, 2010), torna essencial explorar propostas e abordagens epistemológicas que permitam à comunicação como campo de conhecimento redefinir seus marcos hermenêuticos, traçar novas rotas analíticas para a pesquisa e compreender a gênese mútua entre o objeto técnico e o ser humano. Este artigo analisa as pontes de significado que podem ser construídas entre a epistemologia da comunicação e a filosofia da tecnologia, além de estabelecer conexões teóricas com referenciais da ontologia relacional e da comunicação digital. Nesse sentido, a proposta de Gilbert Simondon (2016 e 2019) é utilizada como um marco interpretativo da filosofia da técnica, que permite ao campo dos estudos de comunicação compreender o processo de individuação do sujeito contemporâneo em sua relação com a comunicação digital a partir de um ponto de vista conceitual e teórico.
Palavras-chave: comunicação interativa, diferença individual, teorias da informação, digitalização, epistemologia.
Introducción
Este trabajo traza un puente de sentido con la filosofía de la técnica para encontrar horizontes de interpretación de los fenómenos que, en la comunicación digital, trazan las trayectorias de presente y futuro del saber comunicacional. Es desde el constructo teórico de Gilbert Simondon que se teje tal puente de saber respecto de la comunicación, y su teoría de la individuación ofrece nuevos horizontes interpretativos para trascender visiones reduccionistas e instrumentales de la acción comunicativa.
Manuel Castells (2006b), Carlos Scolari (2009), Miguel Rodríguez Alsina (2007) y Miquel de Moragas (2011), reconocidos conocedores de los estudios en el campo de la comunicación y de la comunicación digital, han señalado que las teorías relacionadas con los medios masivos de comunicación del siglo XX son insuficientes para explicar el panorama contemporáneo de la comunicación: los escenarios del hoy difieren radicalmente de los procesos mediados que se centraban en la transmisión lineal de información y eso señala la necesidad de encontrar perspectivas teóricas que logren dar cuenta del panorama del presente digitalizado del siglo XXI. Los estudios de las teorías que configuran la epistemología de la comunicación como campo de conocimiento evidencian un vacío en sus abordajes frente al panorama digitalizado de la comunicación contemporánea. Si bien algunos indagan y se acercan al mundo de lo digital y a las mediaciones tecnológicas que se han constituido a su alrededor, estos son insuficientes para dar cuenta de la metamorfosis que han sufrido en las últimas tres décadas los usos y las prácticas comunicacionales:
Así como la pandemia visibilizó y potenció un estado de las cosas que implica considerables vulnerabilidades sistémicas —entre ellas: el alto grado de concentración de la empresas Big Tech, incluidas las famosas GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple); la enorme desigualdad socioeconómica que se refleja en el acceso a la inclusión y a la alfabetización digital (más del 40 % de la población mundial aún no tiene acceso a internet); lo opacidad algorítmica o la imposibilidad de decidir realmente si aceptar o no términos y condiciones de servicios cuya mediación es forzosa para actividades educativas, sanitarias o económicas de primera necesidad—, también proyectó nuevas prácticas que tendrán consecuencias que nos afectarán mucha más allá de la crisis actual. (Costa, 2021, p. 156)
Lo planteado por Flavia Costa (2021) en su trabajo Tecnoceno: algoritmos, biohackers y nuevas formas de vida esboza un panorama social, cultural y tecnológico que difiere del planeta y de las dinámicas sociales que en su momento estudiaron los tradicionales paradigmas de la comunicación. De lo anterior, surgen dos rutas que se exploran en la investigación que dio origen a este artículo: por un lado, resignificar las teorías y paradigmas de la comunicación para interpretar lo que acontece en la comunicación digital y, por otra parte, abrir nuevos ámbitos y explorar nuevas propuestas conceptuales y teóricas para enriquecer y consolidar la epistemología de la comunicación contemporánea. Esta última ruta es la que se va a profundizar en el presente artículo.
En la trayectoria de buscar y encontrar matrices o propuestas teóricas que permitan caracterizar la relación entre la comunicación con la mediación del objeto técnico y su inherente capacidad de ontogénesis, emerge la filosofía de la técnica como un campo con una larga trayectoria de autores, objetos de estudio, corrientes de pensamiento e investigaciones que son un campo propicio para que la comunicación digital consolide su marco teórico de cara a los desafíos que afronta en el presente, tal como lo señala Fernando Broncano (2016): “Entramos así en una realidad compleja en la que no podemos separar claramente a los agentes de los productos que han producido, puesto que ellos mismos son producciones de sus productos en un bucle interminable que constituye la historia cultural” (p. 15). La postura de Broncano es la que suscribe este trabajo: una comprensión de la ontología del objeto técnico y de sus procesos de individuación (Simondon, 2019), que se sustentan en la búsqueda de análisis teóricos y metodológicos de la comunicación digital. En tal sentido, se propone un modelo y un autor de total pertinencia para tal propósito, pero que no ha sido abordado en los estudios en comunicación; se trata de un puente interdisciplinar entre la filosofía y la historia de la técnica que, en la contemporaneidad, adquiere relevancia respecto de su forma de manifestación digital.
El filósofo francés Gilbert Simondon (2016), en su curso Comunicación e información: cursos y conferencias, propuso un modelo interpretativo de tal campo de conocimiento como un asunto conexo al proceso de individuación; fue una propuesta generada en la década de los setenta del siglo XX, adelantada a su tiempo, pero que en lo corrido del siglo XXI ha tenido amplia acogida y eco en diversos ámbitos disciplinares de las ciencias humanas y sociales. El aporte Gilbert Simondon a la epistemología de la comunicación es de reciente data, puesto que el texto Comunicación e información fue publicado en francés en 2010 y traducido al español en 2016, por la Editorial argentina Cactus; este texto conceptualiza desde una perspectiva integral la comunicación como campo de conocimiento y genera aportes que ninguna de las escuelas, paradigmas o teorías de la comunicación habían establecido.
Es una mirada comprensiva de la comunicación; así lo plantea Chateau (2016) en la presentación a la publicación Comunicación e información: cursos y conferencias: “Este análisis general de la comunicación [haciendo referencia al trabajo de Simondon] es realizado principalmente en términos de sistema, de equilibrio metaestable, de energía potencial, de amplificación, lo cual depende de una aproximación tecnológica de la información” (p. 13). Esta es, entonces, la apuesta principal de este trabajo: una conceptualización sistémica, cultural y ontológica de la comunicación y específicamente de la digital. Recurrir a Simondon representa una necesidad teórica y conceptual, un camino necesario para fundamentar una teoría de la comunicación digital que contemple las diferentes aristas de la existencia y el alcance de la relación: ser humano-objeto técnico-tecnología-metamorfosis.
La lectura de Simondon adquiere relevancia en el marco del conocimiento poshumano (Braidotti, 2020), el cual descentra la figura epistémica del hombre construida en el marco de las ciencias humanas y sociales, propias de su emergencia en la modernidad ilustrada. El pensamiento poshumano llama la atención de la necesidad de explorar las diversas formas de existencia en el planeta y a superar lo que Baptiste Morizot (2021) denomina la crisis de la sensibilidad contemporánea; en tal sentido, el proceso de individuación analizado por Simondon es la puerta de entrada para pensar la diversas formas de existencia en el planeta, no solo en el antropocentrismo, sino desde la ontología del objeto técnico y los diversos nexos relacionales de la existencia humana: “La manera humana de estar vivo, enigma entre los enigmas, solo adquiere sentido si está entramada con los otros miles de maneras de estar vivo que los animales, vegetales, bacterias y ecosistemas reivindican a nuestro alrededor” (Morizot, 2021, p. 43). El pensamiento de Simondon es una bisagra entre una propuesta epistemológica propia de la ontología del objeto técnico y los procesos de individuación con la producción de conocimiento más contemporáneo enmarcado en la ontología relacional, una corriente de pensamiento heredera de las propuestas conceptuales de Gilles Deleuze (2017), Felix Guattari (2015) y Gilbert Simondon (2019) y encarnada en pensadores como Donna Haraway (2019), Eduardo Khon, (2023), Anna Tsing (2023), Isabelle Stengers (2022), Vinciane Despret (2023), Baptiste Morizot (2023), Bruno Latour (2023), Pablo Manolo Rodríguez (2020), Diego Parente (2024), Arturo Escobar (2017), entre otros tantos. Autores y propuestas conceptuales y teóricas que logran generar aportes para abrir el campo de los estudios en comunicación hacia horizontes de sentido que logren transcender la instrumentalización de la comunicación digital en interfaces y plataformas, hacia las características socioculturales del proceso comunicacional que lo sustenta, indagando por los nuevos modos de subjetivación propios del tiempo contemporáneo.
La perspectiva simondoniana de la comunicación no admite pensarla como un proceso eminentemente humano, como un atributo exclusivo de los seres vivos, sino también como algo que se expresa de distintas formas y grados en la materia inerte y artificial, en el objeto técnico, en el dispositivo, en los saberes y en las distintas realidades materiales. Este planteamiento es revolucionario en el sentido que señala la capacidad de los objetos de dinamizar e integrar procesos de comunicación, lo cual permite entender a la misma comunicación digital como un proceso digno de ser comprendido en toda la extensión del concepto; un término eminentemente comunicacional no solo en su primera palabra, sino también el componente de lo digital:
La gran contribución de Simondon consiste en mostrar que es completamente inadecuado separar los objetos técnicos de los procesos de individuación a los que está sometido el ser humano. Esos objetos técnicos son más que el resultado de una producción en serie: ellos prolongan la realidad humana, no solamente en tanto que proyecciones funcionales o de relaciones de uso, sino, incluso, en sus condiciones mismas de existencia. (Montoya, 2019, p. 29)
Ahora bien, si se concuerda con Pablo Manolo Rodríguez (2020) en que la nueva episteme, o en el caso de Ulrich Beck (2017) en que la metamorfosis del mundo contemporáneo implica un cambio de perspectiva, Simondon aporta a la compresión de los alcances y los modos de materialización de dicha episteme o de la metamorfosis en su comprensión de lo viviente, de lo inerte, de lo interdependiente y de lo sistémico de ambos órdenes, y allí la comunicación juega un papel de dinamizador. Es entonces este el propósito central del trabajo: identificar cómo desde la propuesta de Simondon (2016, 2017), respecto de la comunicación, se pueden leer los nuevos modos de subjetivación que emergen en la metamorfosis del mundo y caracterizarlos en una historia del presente que encuentra su nicho de materialización en la comunicación digital.
Con el marco de pensamiento propuesto por el filósofo francés Simondon se configura una arquitectura centrada en la comunicación como proceso profundamente entrópico, rizomático y sistémico, que se despliega en el devenir y en el cambio como formas de existencia. Tal fue la concepción de la comunicación de la que se partió en el abordaje de los marcos de pensamiento centrales en la investigación.
La vigencia del pensamiento de Simondon para la teoría de la comunicación se sustenta en la pertinencia de su teoría de la individuación y en la amplitud de su pensamiento frente a las dinámicas de la vida en el planeta; se trata de un pensamiento antidicotómico y antisustancialista, es decir, un llamado a la conciliación, a la complementariedad y a la comprensión integral de los fenómenos en su devenir tanto interno como externo. Es allí que la comunicación ocupa un lugar clave y desempeña un papel protagónico.
Asimismo, la conceptualización de Simondon refuerza la mirada amplia de la comunicación que plantearon en su momento los paradigmas interpreativo-cultural y el semiótico-discursivo; ambos comparten con Simondon una concepción que indaga en las formas culturales, sociales, históricas, biológicas, del lenguaje y de la tendencia evolutiva de la comunicación como algo que detona energías potenciales de forma permanente y dinámica.
Metodología
El presente trabajo es resultado de una investigación cualitativa, de carácter explicativo, realizada en el marco de una tesis doctoral en ciencias humanas y sociales. Es un artículo de revisión conceptual y teórica, cuyo objeto principal de estudio se centró en el análisis de la constitución, de los desarrollos y de la apropiación sociocultural de la comunicación digital en la metamorfosis del mundo contemporáneo, de acuerdo con una exploración e indagación de perspectivas conceptuales y teóricas que ofrecieran un panorama amplio para caracterizar las prácticas sociales contemporáneas.
Una parte de la investigación centró su enfoque en la dimensión epistemológica de la comunicación digital, de corte interdisciplinario, y buscó contrastar el marco teórico con los modos de subjetivación contemporáneos en diversas manifestaciones de lo digital por medio de procesos comunicacionales. Lo anterior se realizó con una exhaustiva revisión de literatura que permitió construir y levantar un marco conceptual y teórico respecto de casos, prácticas sociales y marcos referenciales de la comunicación digital, y de las formas de subjetivación que se expresan y se materializan en una cotidianidad atravesada por el sistema datos, algoritmos y plataformas (sistema DAP), propuesta tomada del teórico argentino Pablo Manolo Rodríguez (2020) en su texto Las palabras en las cosas: saber, poder y subjetivación entre algoritmos y biomoléculas.
La metodología de la investigación doctoral implicó partir de una base rigurosamente construida, que se constituyó en el marco epistemológico del trabajo con diversos autores, para así recorrer las cartografías bibliográficas que hicieron parte de la exploración realizada, así: para situar los fundamentos de la comunicación digital se recurrió a los trabajos de referentes en el campo como el texto Superficiales de Nicholas Carr (2015), que aborda los impactos en los modos de pensamiento de la intervención de lo digital en la cotidianidad; Landow (2009), que analiza el hipertexto como ruta de la progresiva digitalización del mundo desde una perspectiva crítica; Bauman (2013), Mattelart y Vitalis (2015), Snowden (2019) y Zuboff (2020), quienes se enfocan en los procesos de vigilancia masiva; Scolari (2009), que en su texto Hipermediaciones ofrece una perspectiva amplia de los enfoques epistemológicos de la comunicación digital. De la misma manera, Galindo (2008), Castells (1998, 2006a), Mattelart y Vitalis (2015), Winocur (2009) y Gendler (2017), quienes establecen una dimensión del proceso de apropiación sociocultural de la sociedad de la información mediada por la comunicación digital.
Metodológicamente, la ruta trazada partió en primera instancia de una caracterización de la comunicación digital, con un modelo propuesto de cuatro principios que corresponden a las cuatro fases sociales y tecnológicas de la web: 1.0 lineal, 2.0 social, 3.0 semántica y 4.0 ubicua. A cada fase le corresponde un principio que permite leer los modos de subjetivación que allí se expresan: conexión, interacción, personalización y deslocalización (Castro, 2021). Dicho modelo ilustra la forma en la que el ser humano del siglo XXI vive parte de su existencia en los entornos espaciotemporales de la comunicación digital, de lo cual surgió la pregunta respecto a la forma como el sujeto deviene y se individua en tales espacios. A modo de respuesta, este artículo plantea una propuesta hermenéutica de acuerdo con el marco teórico diseñado por Gilbert Simondon (2016); se trata entonces de una perspectiva interpretativa de Simondon sobre la comunicación, y es esta cartografía teórica la que permite identificar parte del proceso de individuación que experimenta el sujeto en la comunicación digital.
Para esto fue necesario abordar algunos de los principales referentes teóricos de los que se comprenden como los procesos de digitalización de la vida cotidiana del ser humano, algunos de los cuales se relacionan a continuación: Piscitelli (2007), O’Reilly (2006), Friedman (2013), Enguita (2019), Echeverría (2014), Cobo Romaní y Pardo (2007), Baricco (2019) y Quintanilla (2017), con la caracterización de la web social y sus impactos y desarrollos. Wu (2020), Parikka (2021), Han (2016), Garcia Canclini (2020), Raunig (2022) y Costa (2021), con el abordaje de la web semántica, ubicua y el big data. Y, finalmente, Sadin (2020), Diéguez (2017), Sibilia (2006), López Portillo (2018), Calvo (2018), Boczkowski y Mitchelstein (2022) y Parente (2010), con un acercamiento al transhumanismo, la singularidad y los impactos que se proyectan desde la ingeniería y la biotecnología. Todo este abanico de autores abre las perspectivas de la comunicación digital más allá de las interfases y las métricas de las redes sociales y contextualiza de una manera más amplia la posibilidad de establecer conexiones con la filosofía de la técnica, y de ahí con el pensamiento de Simondon (2016, 2019) respecto del saber comunicacional.
El resultado permitió encontrar elementos, conceptos y teorías claves para comprender de forma integral los distintos modos en los que se desarrolla la comunicación digital y la forma como, desde la teoría de la comunicación de Simondon, se puede comprender lo que implican de fondo los modos de existencia del sujeto contemporáneo en su relación con el objeto técnico digitalizado. Se hace necesario resaltar tal aporte del filósofo francés a la epistemología de la comunicación en la medida en que las teorías, los manuales bibliográficos y los estudios sobre dicho campo de conocimiento nunca lo han hecho, no porque la obra de Simondon lo requiera, sino porque la teoría de la comunicación necesita ampliar su mirada y mucho más desde las transformaciones derivadas de su proceso de digitalización.
Resultados
A continuación, se explicará la relación que se logró identificar entre los modos de subjetivación del presente con el proceso de individuación propuesto por Simondon en el marco de la comunicación digital y con qué factores se puede estructurar una propuesta epistemológica para ampliar el panorama teórico para la generación de conocimiento en dicho campo de los estudios en comunicación.
Es importante plantear que cuando se hace referencia a los modos de subjetivación estos se relacionan con las prácticas socioculturales que constituyen al sujeto, que expresan y manifiestan la forma en que se interactúan con los otros, con el entorno y consigo mismos. Indagar en los modos de subjetivación permite leer expresiones de la existencia del sujeto en su relación con el mundo, la cual se configura de forma particular y específica de acuerdo con la metamorfosis de la actualidad: “No solamente hay variación histórica, sino que hay también variación geográfica constante de los modos de subjetivación” (Deleuze, 2017, p. 170). Desde algunos referentes conceptuales indagados se puede evidenciar que los procesos de transformación de los macroparadigmas de la contemporaneidad señalan una mutación de esos modos de subjetivación dinamizados y acelerados por su relación con el objeto técnico como dispositivo de sociogénesis (Colas-Blaise, 2019; Vásquez-Tenorio, 2020; Bedoya, 2018; Rodríguez, 2020; Rose, 2019; Deleuze, 2017; Foucault, 2020; Pardo, 2014; Simondon, 2019; Bauman, 2020; Butler, 2020; Groys, 2022; Costa, 2021; Raunig, 2022).
Por su parte, la individuación se puede entender como proceso: “El individuo se individúa en la medida en que percibe seres, constituye una individuación a través de la acción o la construcción fabricadora, y forma parte del sistema que comprende su realidad individual y los objetos que percibe o constituye” (Simondon, 2019, p. 366). Ahora bien, la individuación, más que un rasgo de un momento histórico en particular, es una fase del ser, un momento en el cual se prolonga la individuación vital, un proceso que le determina unos rasgos únicos a cada ser mediante una configuración particular que tiene que ver con su trayectoria biográfica, su contexto sociocultural, su lazo social y su material genético.
Un proceso de individuación consciente o, si se quiere, transindividual implica comprender la lógica del devenir; este es uno de los aportes centrales de Simondon (2019): comprender cómo “el devenir es una dimensión del ser, no lo que le adviene según una sucesión que sería padecida por un ser primitivamente dado y sustancial. La individuación debe ser captada como devenir del ser” (p. 20), y, en tal sentido, la comunicación, de acuerdo como lo plantea Simondon (2016), requiere al menos de dos partes: “Está ligada a la individuación y no puede operarse sin ella” (p. 31). Se trata de una relación de reciprocidad, en la que “la comunicación ayuda a la individuación a coronarse, a mantenerse, a regenerarse, o a transformarse” (p. 31).
Si se comprende que la comunicación encontró en el universo de lo digital una oportunidad para desarrollar al máximo su capacidad de sociogénesis —que por mucho supera la capacidad humana racional e incluso sensible para comprenderla al ritmo y de la forma como se ha generado en las últimas tres décadas de la historia contemporánea—, pues es Simondon uno de los llamados a aportar elementos conceptuales y marcos teóricos que posibiliten y viabilicen una lectura de la acelerada realidad contemporánea, la cual es atravesada completamente por la técnica en su proceso de individuación. Es un proceso de sociogénesis desplegado con el poder transformador de la comunicación, que se logró identificar en los nuevos modos de subjetivación de un mundo en metamorfosis y que ha digitalizado buena parte de su experiencia existencial cotidiana en los distintos tiempos y espacios que habitan los sujetos. Es por ello vital indagar cada vez más en la experiencia cercana y existencial del sujeto respecto del sistema datos, algoritmos y plataformas, propio de la comunicación digital.
A continuación, se relacionan tres ejes temáticos resultados de la revisión conceptual; a partir de cada uno de ellos se esbozan los aportes que desde el pensamiento de Simondon es posible cruzar con la perspectiva comunicacional en el ámbito de lo digital.
Resignificar el paradigma informacional
La comprensión de la comunicación de Simondon implica una revisión al paradigma informacional y la forma como se ha comprendido la comunicación desde el modelo matemático de Shannon y Weaver: “Criticando a su manera la cibernética, Simondon muestra cómo el análisis de la comunicación y de la información en los sistemas técnicos no puede ser más instructivo sobre su naturaleza y su funcionamiento en general” (Chateau, 2016, p. 25). Se trata de una crítica que se fundamenta en el papel que cumple la individuación en su relación con la información, así como la imposibilidad de que la comunicación se constituya exclusivamente con una información que se transmite de forma lineal y unidireccional.
La crítica a la linealidad de la acción comunicativa se le puede aplicar a la forma en la que se comprende la comunicación como un fenómeno eminentemente de transmisión. Tal modelo lineal es el esquema que pone en cuestión Simondon, como bien lo señala Chateau (2016):
[Simondon] reprocha a la cibernética y a las teorías que están ligadas a ella el hecho de dar cuenta de la información mediante el esquema de la transmisión: es suponer que la información está siempre ya formada y dada, es renunciar por principio a explicarla, a dar cuenta de su origen primero. (p. 24)
Es en este punto en el que adquiere relevancia la comprensión de la dimensión ontológica de los objetos técnicos, así como la capacidad de ser detonadores de procesos energéticos que experimentan procesos de individuación y que implican un proceso recreación en su dinámica interna y su relación con la materia viviente. Para Simondon la comunicación se expresa como sistema, como retícula interdependiente, lo cual termina siendo una convergencia con los paradigmas planteados por las más destacadas y reconocidas corrientes de pensamiento y escuelas dedicadas a teorizar la comunicación. La comprensión sistémica de la comunicación está presente, en menor o mayor grado, no solo en los marcos conceptuales, sino también en las referencias socioculturales, las prácticas, usos y realidades de los diferentes contextos históricos.
Simondon (2016) también plantea la necesidad de comprender de forma más amplia la comunicación: “Ninguna teoría de la información (emisión, transmisión en canales, recepción), aun si contiene la precisión de los efectos de la codificación y de la decodificación, basta para fundar un conocimiento de la comunicación” (p. 49). Tal demarcación de fronteras entre la información y la comunicación es clave para comprender el sentido que el filósofo francés pretende otorgarle la segunda.
Desde el horizonte conceptual de la comunicación, diferenciada de la información, es que se cuestionan visiones sobre el fenómeno comunicativo como un asunto garantizado en la medida en que se emita un contenido o un mensaje, implícita o explícitamente. Como aquella frase devenida en eslogan publicitario de Paul Watzlawick: “Es imposible no comunicar”. Desde la perspectiva de Simondon, dicha afirmación puede estar más cerca de la dimensión informativa que de la comunicación, tanto por la magnitud como por el alcance de lo que implica la acción comunicativa como creación de sentido, representación o mediación social.
Incluso en su comprensión de la información Simondon remite a un proceso en el que desde la generación del contenido por parte del emisor se requiere de un proceso de transducción en los posibles receptores: un proceso de resonancia, relación que se ve determinada por la incidencia de las señales en la interacción establecida por las partes. Es algo en lo que se encuentra coincidencia con la perspectiva de la comunicación como generación de sentido y de significación.
El dar forma podría comprenderse como un elemento inherente a la información, por lo cual esto implica una cierta materialización de un devenir que fluye espontáneamente:
La realidad local, el receptor, es modificada en su devenir por la realidad incidente, y esta modificación de la realidad local por la realidad incidente es la función de información. Es virtualmente receptor toda realidad que no posee enteramente por sí mismo la determinación del curso de su devenir. (Simondon, 2016, p. 140)
Es así que la comunicación como generación de sentido encuentra en Simondon una fuente que también señala la necesidad del análisis de las múltiples vías, nodos o partes que componen la acción comunicativa.
La interacción como expresión de una energía potencial
El papel del receptor en Simondon es más cercano a la comprensión de los paradigmas, interpretativo-cultural y semiótico-discursivo que al informacional o al crítico, en la medida en que comprende al receptor como dinámico, generativo y con una tendencia a la interdependencia o a la interacción. Tal comprensión se estructura según la ontogénesis como la tendencia del individuo al cambio permanente, que implica que aquel no se encapsula en una clasificación o en una sustancia específica, sino que es en un continuo proceso de individuación.
La propuesta creativa y original de Simondon consiste en comprender que, más allá de los integrantes que dinamizan, transitan e integran el sistema, es determinante el medio asociado, la energía potencial, el equilibrio metaestable y todas las características que constituyen al sistema, lo cual descentra el excesivo protagonismo del ser humano en la ecuación sistémica y le da la importancia necesaria a toda la composición. De allí la compresión disruptiva del papel de la recepción, que transciende de una figura pasiva hacia una oportunidad de ser la expresión de la metaestabilidad que se encuentra a punto de liberar una energía transformadora y como parte del resultado se encuentra allí la acción comunicativa:
El receptor como una realidad autónoma desde el punto de vista energético, ya que posee energía potencial (energía de estado) capaz de asegurar transformaciones, de alimentarlas; pero el receptor solo es efectivamente un receptor si es heterónomo desde el punto de vista de la causa que desencadena transformaciones. (Simondon, 2016, p. 140)
Lo anterior es determinante para la invitación que se realiza en este trabajo: ampliar la visión de la comunicación y con ello de la comunicación digital como campos de conocimiento relacionados con procesos sociohistóricos y de creación de nuevas subjetividades, procesos sistémicos y complejos. La heteronomía del sujeto que desencadena transformaciones es una invitación a no centrarse exclusivamente en el sistema datos, algoritmos y plataformas (DAP), puesto que, a pesar de hacer referencia al mundo material de la comunicación digital, no es la única dimensión a considerar. De hecho, centrar allí toda la atención, en las interfaces y en los dispositivos, genera el riesgo de perder el proceso y centrarse en el objeto, lo que favorece perspectivas sustancialistas y distópicas de la relación del ser humano con el objeto técnico.
En el proceso de individuación, propuesto por Simondon, es vital el grado de correlación con la comunicación, con su dinámica informacional y su estructura sistémica; en el curso Actitudes y motivaciones señala: “Consideramos la génesis de la triada: actitudes receptoras-motivaciones-actitudes efectoras como equivalente al proceso mismo de individuación” (Simondon, 2016, p. 380). Tal relación implica un camino que conduce a la comunicación como elemento fundamental en el proceso de individuación.
Ahora bien, si se comprende la individuación como un proceso de devenir del ser, lo planteado por los paradigmas semiótico-discursivo e interpretativo-cultural de los estudios en comunicación permiten comprender coincidencias con la propuesta de Simondon de la comunicación como proceso.
El papel central de la individuación como devenir en el proceso comunicacional
La individuación implica niveles, fases y desfases, un medio asociado y sus correlativos nodos de interdependencia; bien lo señala Jorge Montoya (2019) cuando plantea que para Simondon
las tensiones presentes en la realidad preindividual del ser se resuelven en la pareja individuo-medio durante la operación de individuación. En el devenir entendido como desfase del ser con relación a sí mismo, el individuo, en acto de constitución, actualiza las potencias que pueden o no entrar en resonancia con su entorno. De allí que el medio surja como indicador de la polaridad que se establece con el mundo, y a la vez sea resultado accesorio de la operación de individuación y estructura de sostén del individuo constituido. (p. 39)
La individuación es una operación de despliegue del ser en la red de relaciones entre el individuo con su medio asociado, así como con sus potencias internas y su derivada transducción; todo ello implica la comunicación como mediación, como forma de representación y construcción de realidad sociocultural, así como proceso interno de construcción de sentido. Desde tal compresión de la comunicación, teóricos de la Escuela de Birmingham, de la Escuela de Chicago, de la semiótica y de los estudios culturales latinoamericanos se acercaron a comprender de esta manera el fenómeno comunicacional en los procesos socioculturales que investigaron.
De lo anterior se puede comprender la importancia otorgada por Simondon a la comunicación en el proceso de individuación, la relación de mutua dependencia y de capacidad generativa. Es la línea evolutiva que despliega la capacidad preindividual del ser de conectarse y de detonar la metaestabilidad para concretarse en el proceso de individuación:
La comunicación está ligada a la individuación y no puede operarse sin ella. Por otra parte, e inversamente, la comunicación ayuda a la individuación a coronarse, a mantenerse, a regenerarse, o a transformarse, en especial en el caso de la reproducción. (Simondon, 2016, p. 380)
Para la comprensión de la comunicación en Simondon no solo es fundamental encontrarse con la noción de devenir, sino también comprenderla como un proceso de pluralidad de sistemas y de equilibrio metaestable, lo que implica que, a la vuelta de la esquina, la comunicación aguarda al dinamismo que está por detonarse con las múltiples posibilidades de transformación, con la potencia dispuesta a transformarse en acción. Así lo ilustra Simondon (2016) con el ejemplo de una casa que se encuentra en estado metaestable:
Un breve apoyo sobre el timbre desencadena movimientos en el interior; las horas pasan por allí en tanto las pesas de un reloj no están al ras del suelo; es sensible a los temblores de tierra y a los huracanes. Una chispa la amenaza, así como ella amenaza a las casas vecinas con toda su potencia incendiaria; si incluye paredes medianeras, respalda las casas vecinas como es respaldada por aquellas: en el devenir de su relativa individualidad, esta acoplada con las otras casas del mismo barrio; constituye un sistema metaestable casi cerrado, que tiene entradas y salidas. Una incidencia de débil valor energético puede desencadenar en ella transformaciones nutridas por la energía interna que liberan, que actualizan una energía mil o diez mil veces mayor que la energía aportada por el incidente. (p. 32)
Tal cadena de sucesos implica una condición sistémica e interdependiente, portadora de energía canalizada y desatada en medio de un proceso de comunicación; energías potenciales que se relacionan de forma permanente e inminente esperando las señales del medio asociado. Desde tal perspectiva, Simondon comprende que la comunicación se constituye como un proceso de acoplamiento y mediación, el cual se opera con una relación entre sistemas que se dinamizan por incidencias en diferentes órdenes de magnitud en el marco de una explícita metaestablidad.
Montoya (2019) ilustra la perspectiva de Simondon respecto del individuo, el cual no se concibe como un ente, sino como algo que se individua, el devenir de una realidad que desde su nivel preindividual se transforma. Es por ello por lo que no hay un individuo dado: lo que existe es un proceso de individuación que deriva, resulta, en un ser que no cesa de individuarse. Es así que Simondon comprende como clave la relación de la comunicación en el proceso de individuación; es una relación inquebrantable e indivisible.
La individuación como una actividad constante, en especial en la materia viviente, encuentra la comunicación como condición irrenunciable de vida: “Existe en lo viviente un régimen más completo de resonancia interna que exige comunicación permanente, y que mantiene una metaestabilidad que es condición de vida” (Simondon, 2019, p. 14). Es por esto por lo que se comprende la concepción de Simondon, según la cual, en la dinámica interna del individuo, se entrelaza y se desarrolla una actividad permanente de comunicación in-formativa.
La comunicación en su relación estrecha con la individuación y como proceso circular apela a una relación de tres elementos, algo que se distancia del esquema informacional binario: en la comunicación como proceso sistémico existe una entrada de energía, una entrada de información y una salida de acción. Es aquí donde precisamente resalta el protagonismo que tiene la ontología del objeto técnico digitalizado, porque, de acuerdo con Luis Alfondo Paláu Castaño (2015),
el objeto contemporáneo está singularmente modificado; ya reculan los materiales angulosos o rígidos que constituían al antiguo; se imponen los objetos plásticos, los flexibles, los polimorfos, los desmontables, etc. Lo moderno tiende a abolir la distancia entre él y nosotros; incluye en sí dispositivos favorables a una cierta interactividad (desde que entro en la pieza la lámpara se enciende). (p. 221)
La comunicación entonces opera como mediación desde la interacción de los componentes, algo presente en la evolución de la invención. La mediación es una acción moduladora entre distintos órdenes, magnitud o niveles, es así como se puede entender la comunicación fundada en la mediación como un proceso de individuación: “El verdadero principio de individuación es la mediación, que supone generalmente dualidad original de los órdenes de magnitud y ausencia inicial de comunicación interactiva entre ellos, luego comunicación entre órdenes de magnitud y estabilización” (Simondon, 2019, p. 13).
Conclusiones
Habría que aclarar que para Simondon existe una diferencia de alcance, de expresión y de sentido entre la comunicación y la información, diferencia estructural que los paradigmas más contemporáneos de la comunicación han comprendido desde la superación del modelo matemático, en la medida en que se ha identificado que la comunicación es un asunto que más va allá de emitir mensajes y garantizar su recepción.
El acercamiento a Simondon implica rebasar algunas de las limitaciones que han encerrado a la epistemología comunicacional en discursos centrados en los medios de comunicación, en el objeto técnico cerrado y en una relación lineal entre emisor y receptor.
La comprensión de Simondon de la mediación como elemento emparentado estrechamente con el proceso de la comunicación y, por ende, con el de la individuación constituye un aporte significativo, disruptivo y vanguardista para su momento. Es un concepto que años después propusieran Manuel Martín Serrano (2007) y Jesús Martín-Barbero (2012) desde matrices de conocimiento propias de los estudios en comunicación, pero tal concepto de mediación no solo tiene amplia convergencia con el que previamente había señalado Simondon, sino que cumple la misma función dentro de la estructura comunicacional.
Pero Simondon va más allá y utiliza una figura para ilustrar de forma contundente la acción comunicativa, la cual implica el encuentro con el sentido, el trabajo de la representación que determina un proceso interpretativo, la lectura de un código desde la inferencia y la comprensión de las distintas capas de significado de una realidad dada:
Remover una montaña de arena no es entrar en comunicación con ella, en tanto la arena sea perfectamente homogénea y no contenga ninguna singularidad; pero la comunicación se inicia si el encuentro de una piedra, primitivamente invisible, modifica el gesto o causa un desprendimiento o bien aún si sale de allí un animal escondido. (Simondon, 2016, p. 50)
Es entonces un imperativo que la comunicación, y en especial los estudios sobre la comunicación digital, se permitan recurrir a la propuesta interpretativa de Gilbert Simondon, pues esta no solo da luces a las prácticas y usos sociales de los dispositivos, plataformas, aplicaciones y servicios, sino que abre el horizonte de comprensión y diálogo interdisciplinar para comprender la dimensión ontológica del objeto técnico, lo cual, de entrada, contribuye a esclarecer algunos puntos de no retorno frente a la crítica de su funcionamiento e impacto en las representaciones colectivas e individuales.
El aporte del pensador francés permite comprender la comunicación como un proceso ligado a la individuación como devenir, como proceso y no como producto, como un asunto no solo humano, sino de la vida en el planeta y su llamado para comprender la perspectiva ontológica del objeto técnico, pues permite leer la relación con la comunicación digital de otra manera.
Simondon fue un teórico visionario y pionero de enfoques originales y novedosos frente a la comunicación como experiencia sistémica, interdependiente y vitalista. También comprende la comunicación como un proceso ecológico, etológico y psicológico, que no se limita a la especie humana; un proceso de ciclos infinitos, de múltiples salidas, entradas, características materiales y formas de recrearse. Un aporte que no solo es pertinente, sino también oportuno para las necesidades conceptuales y teóricas que la comunicación digital requiere para formar de manera seria y rigurosa su estatuto epistemológico como campo de estudio emergente.
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Notas
*
Artículo
de investigación
Origen de esta investigación
Artículo resultado de la investigación doctoral Análisis de la constitución, desarrollos y
apropiación de la comunicación digital en la metamorfosis del mundo
contemporáneo.
Notas de autor
aAutor de correspondencia. Correo electrónico: facastro@unal.edu.co
Información adicional
Cómo citar: Castro Torres, F. A. y Montoya Santamaría, J. W. (2025). Comunicación, técnica
y metamorfosis de los modos de subjetivación: contribuciones del pensamiento de
Simondon a los estudios en comunicación. Signo
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