La iconografía del proceso de paz: ethos visual y agenda mediática*

Iconography of the Peace Process: Visual Ethos and Media Agenda

A iconografia do processo de paz: ethos visual e agenda mediática

Universitas Humanística, núm. 88, 2019

Pontificia Universidad Javeriana

José Fernando Sánchez Salcedo a

Universidad del Valle, Colombia


Recibido: 15 Junio 2017

Aceptado: 31 Enero 2019

Publicado: 20 Diciembre 2019

Resumen: El cubrimiento del proceso de paz en Colombia por los medios nacionales supuso un importante trabajo de representación mediática que inició con la inserción de sus principales acontecimientos en la agenda y continuó con la producción de una serie de relatos desde los cuales los medios narraron y dieron sentido a sus principales eventos. A partir del análisis de tres casos, este artículo muestra el modo como los medios abordaron el proceso de paz, centrándose sobre todo en las imágenes producidas. Uno de los principales hallazgos de este trabajo es que la iconografía del proceso de paz, además de su función complementaria a las noticias escritas, da cuenta de las profundas polarizaciones que caracterizaron la diversas posiciones de los actores institucionales y políticos con el proceso de paz.

Palabras clave:proceso de paz, ethos visual, agenda mediática.

Abstract: The coverage of the Colombian peace process by the national media meant a significant work of media representation starting by introducing the main events in their agenda and was followed by the production of a series of accounts whereby the media told these events and made sense thereof. By analyzing three cases, this paper describes how the media approached the peace process, focusing mostly on produced images. One of the main findings is that the iconography of the peace process —besides being ancillary to the written news— accounts for the strong polarization of the different stances assumed by the official and political actors regarding the peace process.

Keywords: peace process, visual ethos, media agenda.

Resumo: A cobertura do processo de paz na Colômbia pela mídia nacional envolveu um importante trabalho de representação mediática que iniciou com a inserção dos principais eventos na agenda e continuou com a produção de uma série de relatos, desde os quais a mídia narrou e deu sentido aos principais eventos. Este artigo mostra a partir da análise de três casos, o modo como a mídia abordou o processo de paz, focando-se, principalmente, nas imagens produzidas. Um dos principais achados deste trabalho é que a iconografia do processo de paz, além da função complementar às noticias escritas, mostra as profundas polarizações que caracterizaram as diversas posições dos atores institucionais e políticos com o processo de paz.

Palavras-chave: processo de paz, ethos visual, agenda mediática.

Introducción

La firma de los acuerdos, la desmovilización de la guerrilla de las FARC hacia las zonas veredales de concentración, la conformación de dicho grupo en un nuevo partido político, al igual que muchos de los acontecimientos relacionados con el proceso de paz han sido objeto de un importante proceso de producción de imágenes por parte de medios de comunicación, instituciones y organizaciones sociales.

En este contexto, la paz se convirtió en un objeto de afirmación y posicionamiento, pero sobre todo extendió por otros medios la posibilidad para sus promotores y opositores de mantener a nivel simbólico un escenario para continuar la guerra, esta vez a través de las imágenes.

El propósito de este artículo es describir la estrategia de representación asumida por algunos de estos medios, fundamentalmente a través del análisis de las imágenes producidas o reproducidas por cada uno de ellos. Especialmente interesa estudiar el ethos visual que caracteriza dichas imágenes a partir del estudio de casos concretos, acontecimientos que por su relevancia mediática y política son seleccionados de un inventario elaborado con base en las noticias y fotografías que circularon durante los cuatro años que duró el proceso de paz en Colombia.

El texto está dividido en cinco partes: en la primera se presentan los referentes conceptuales que orientan el estudio; en la segunda, la estrategia metodológica utilizada; en la tercera parte del texto se lleva a cabo una breve cronología del proceso de paz; en la cuarta, se muestran los principales hallazgos obtenidos; y en la quinta se plantean algunas conclusiones sobre el estudio.

Agenda mediática y ethos visual: una perspectiva para abordar el proceso de paz

Los diferentes acontecimientos que conforman el proceso de paz con las FARC son hechos políticos difundidos masivamente a través de su inserción en agendas mediáticas —agendas-setting—, propias o externas, que definen qué aspectos difundir y, sobre todo, toman decisiones sobre los temas y el modo en que son tratados los fenómenos políticos. Lo anterior responde a lo propuesto por McCombs y Shaw (1972) para quienes la teoría de la agenda-setting plantea que los medios tienen la capacidad de influir sobre lo que piensan las personas e incidir en los problemas que preocupan a la opinión. Así, la agenda pública está determinada por la agenda mediática.

La inserción del proceso de paz en la agenda-setting de los principales medios masivos del país responde al carácter y la importancia noticiosa de dicho acontecimiento para ellos y sus audiencias. Sin embargo, más que intentar descifrar el tipo de influencia que dichos medios generaron en la dinámica del proceso, lo que nos interesa establecer es la manera como estos difundieron una imagen particular del proceso de paz, el tratamiento que dieron a las imágenes y, en general, el modo en que abordaron los acontecimientos.

No obstante, los medios no son los únicos actores a quienes les interesa difundir y resaltar los hechos políticos; los mismos actores políticos —entre ellos el Gobierno— llevan a cabo acciones, a través de las empresas mediáticas y de sus propios medios y oficinas de comunicación, que buscan impactar con sus mensajes directamente la opinión pública. En este contexto de intercambios de discursos orientados a producir impresiones, todos los actores, incluyendo los medios, son agentes políticos que, por su mismo tipo de objetivos e intereses, llevan a cabo acciones estratégicas que afectan o sufren los efectos de las acciones desarrolladas por otros agentes en el campo político.

La construcción de acciones estratégicas es el resultado de un importante trabajo de representación1 que da cuenta del poder simbólico con el que cuentan los actores, el cual Bourdieu define como el “poder de constituir lo dado por la enunciación, de hacer ver y de hacer creer, de confirmar o transformar la visión de mundo, por lo tanto el mundo” (2000, p. 68).

La producción de imágenes hace parte, entonces, del modo en que los actores representan sus propias visiones del mundo y con ellas compiten en el campo por el monopolio legítimo de su visión. Sin embargo, la dimensión simbólica de las imágenes cargada —como lo expresa Balandier (1994)— de un fuerte contenido dramático ritualiza la acción política, instituyendo de esta forma modos de ser y de deber ser que buscan consagrar un acontecimiento o un conjunto de individuos.

Según Bourdieu, “Instituir, asignar una esencia, una competencia, es imponer un derecho de ser que es un deber ser (o de ser). Es notificar a alguien lo que es y notificarle que tiene que comportarse en consecuencia” (1993, p. 117). En este sentido, los actores políticos, pero principalmente el Estado, gran nominador, buscan a través de la producción de imágenes imponer una versión particular de la realidad considerada legítima. Instituir es entonces “dar una definición social, una identidad, es también imponer límites” (p. 117). En este contexto, el proceso de paz con las FARC es convertido por el discurso oficial en un “acto solemne de categorización, que tiende a producir lo que designa” (p. 117).

El énfasis en las imágenes producidas busca acentuar el ethos de los actores participantes en el proceso. Siguiendo los argumentos de Aristóteles, la credibilidad y el efecto de un discurso no se juegan solamente en su contenido sino en el modo en que es expresado por el orador, en su carácter y en los valores morales que difunde. Tal y como lo define Mainguenau (1999, p. 76), a partir de las ideas de Barthes (1966),

[…] estos son los rasgos de carácter que el orador debe mostrar al auditorio (poco importa su sinceridad) para dejar una buena impresión. […] El orador enuncia una información y al mismo tiempo dice: “yo soy este, yo no soy aquel”. (p. 212)

En términos más pragmáticos, diríamos que el ethos se despliega sobre el registro de lo “mostrado” y, eventualmente, sobre lo “dicho” (p. 77). Durante una conversación, una exposición o alocución mediática, se lleva a cabo lo que Dominique Walton denomina la “función de credibilidad” (Dascal, 1999, p. 66) de dicho discurso. Esta puede estar asociada a la capacidad expresiva del locutor, a sus cualidades morales, a una cierta notoriedad, entre otros.

El ethos no pasa solo por el discurso sino, y fundamentalmente, por el cuerpo. Se trata, como dice Mainguenau (1999, p. 76), de un “cuerpo enunciante históricamente especificado e inscrito en una situación”. La eficacia simbólica de las imágenes pasa así por esta particular configuración retórica que define modos de ser y estar en el mundo, rasgos de carácter socialmente construidos que intentan generar procesos de identificación y empatía con las audiencias, pero, sobre todo, tiene un fin estratégico: “convertir la diferencia en natural” (Bourdieu, 1993, p. 119), integrándola en esquemas mentales compartidos y socialmente legitimados.

El análisis de los medios y los aportes a los estudios sobre la paz

En los últimos años han tomado especial relevancia los estudios sobre el tema de la paz en el campo de las ciencias sociales, lo que se ha traducido en una prolífica producción teórica y empírica que ha permitido proponer nuevos debates y lecturas sobre un objeto, por demás, difícil de abordar.

Siguiendo a López (2011), es posible establecer tres grandes etapas en los estudios sobre la paz que se enmarcan en tres periodos históricos: 1930-1959, 1959-1990 y 1990 a la actualidad (tabla 1).

Tabla 1.
Etapas en los estudios o investigaciones para la paz
Etapas en los estudios o investigaciones para la paz


Fuente: López (2011)

En el primer periodo es importante resaltar el surgimiento de métodos para la resolución de conflictos, la ausencia de violencia directa o la cesación de hostilidades. En el segundo periodo, se da un importante giro en las investigaciones sobre la paz al reconocer que tiene dos lados, como lo propone Johan Galtug, uno positivo y uno negativo: “Johan Galtug llama paz positiva al despliegue de la vida y paz negativa a la superación de las tres formas de violencia: directa, estructural y cultural” (citado en López, 2011, pp. 88-89). Finalmente, las preocupaciones más actuales sobre la paz tienen como común denominador pensar la paz desde la paz y no desde la violencia.

Un aspecto para resaltar de esta última perspectiva —además de su énfasis interdisciplinario— es el importante papel que le otorga a los medios de comunicación y a los aspectos culturales relacionados con la paz. Precisamente es este enfoque donde mejor se enmarca el estudio desarrollado en este artículo, el cual pretende analizar las retóricas visuales que ponen en juego los medios de comunicación en torno al proceso de paz en Colombia.

Estrategia metodológica

El estudio de las representaciones que diferentes actores mediáticos hicieron del proceso de paz supuso una estrategia metodológica que implicó el seguimiento que dichos medios hicieron al proceso durante cuatro años y la organización de la información producida en una línea de tiempo, en la cual se identificaron 122 acontecimientos.

Dada la gran cantidad de información producida y la dificultad para hallar imágenes representativas del proceso de paz, se siguió el criterio metodológico expresado por Goffman para analizar piezas publicitarias, consistente en “tener diversos ejemplos en imágenes de un tema único […] que aporten a un abanico de distintos planos contextuales secundarios, que vengan a aclarar diferencias ocultas aún mostrando un trazo único” (Goffman, 1991, p. 138).

La pertinencia de esta elección es que permite mostrar —a partir de cualquier aproximación temática sobre el objeto de estudio— rasgos del proceso general que lo contiene en dos niveles distintos: el contexto general del proceso de paz y las exigencias de lo que Goffman llama la imaginación escénica “—conveniencia, intelegibilidad, etc.— mostrando así forzosamente la posibilidad y la manera de hacer concordar diversos elementos para que ‘expresen’ lo mismo” (Goffman, 1991, p. 139).

Así las cosas, la muestra que se analizará corresponde a un conjunto de fotografías ilustrativas de hechos o acontecimientos de una relativa relevancia que se llevaron a cabo durante el proceso de paz con las FARC. Es importante señalar que se trata de fotografía de prensa, de un tipo particular de acto fotográfico en el que se pone en juego “un acto creativo entre el fotógrafo y lo fotografiado, en tanto que generador de sentido, textualizado en un espacio bidimensional llamado fotografía” (Reséndiz, 1998, p. 3). En ese sentido, la enunciación fotográfica supone la participación de ambos sujetos (fotógrafo y fotografiado), estableciendo de esta manera una relación estrecha, “íntima, de confidencialidad y de complicidad entre el hacer del sujeto fotográfico y el ser del sujeto a fotografiar” (p. 3). De esta manera, el mensaje fotográfico permite que ambos sujetos sean operadores del proceso de enunciación.

Sin embargo, la enunciación fotográfica que caracteriza la fotografía de prensa es la instantánea, la cual se diferencia de la foto artística porque se ajusta a las condiciones del hecho a retratar, lo que implica que no existe un control de los aspectos técnicos del trabajo fotográfico como la luz, el decorado e incluso la composición, lo que a la postre limita la creatividad estética y favorece la capacidad técnica. Así, prevalece un cierto uso de la fotografía instantánea como enunciados “que sirven para ilustrar, acompañar y guiar el texto de las noticias, (pues) entre el mensaje lingüístico y el mensaje fotográfico se establece un relevo —como decía Barthes— que guía y conduce la lectura del acontecimiento” (Reséndiz, 1998, p. 5).

Por esta razón, los casos propuestos comprenden imágenes fotográficas, pero también se hará alusión a fuentes textuales, pues estas permiten establecer el contexto de interpretación en que dichas imágenes se insertan, conformando una suerte de estrategia multidiscursiva a partir de la cual se espera abordar las diferentes representaciones elaboradas sobre este acontecimiento. La selección de casos se hizo, inicialmente, a partir de los siguientes criterios: importancia dentro del proceso y atención mediática, fundamentalmente.

Seleccionados los casos, se pasó a detallar las piezas producidas por los medios sobre el acontecimiento en particular, teniendo en cuenta la fecha en que se produjo la pieza, el género y el medio que la elaboró. Los materiales recopilados fueron analizador a partir del modelo de análisis de actores propuesto por Manuel Martín Serrano (1986a). El análisis de los actores “designa indistintamente a quien hace cosas, a quien dice cosas y de quien se dice las cosas que se hace o dice” (Serrano, 1986a, p. 219), información que nos permite comprender el tratamiento que hace el narrador de los actores en los relatos periodísticos, la posición que les otorga y los valores que les atribuye.

Llevado a cabo este primer nivel de análisis, las imágenes fueron caracterizadas a partir de criterios como el espacio, las acciones, la iluminación, los gestos de las personas, representados en las imágenes, para luego ser valoradas mediante las premisas metodológicas sugeridas por Mainguenau para analizar el ethos discursivo: a partir de un ethos previo, que recoge las representaciones colectivas que se han construido en torno al proceso de paz, y a partir del ethos visual actual, que tiene que ver con la forma en que son mostradas y representadas las personas.

El proceso de paz

Desde agosto de 2012, momento en que las FARC y el Gobierno colombiano firman un acuerdo para la terminación del conflicto y adelantar una paz estable y duradera, el proceso de paz va a estar caracterizado por un conjunto de acontecimientos que tiene que ver con el desarrollo mismo de las negociaciones, pero también con una serie de hechos que se relaciona de forma directa o indirecta con lo que está pasando en la mesa de diálogo.

En ese orden de ideas, es posible establecer tres fases en las que se integran de modo general todas las actividades que caracterizaron el proceso de paz. La elaboración de estas etapas es el resultado de la revisión de varias cronologías realizadas por algunas ONG y por los mismos medios.

Negociación en medio de la guerra

Constituye la primera etapa del proceso de negociación y va desde el inicio de los diálogos en La Habana, en noviembre de 2012, hasta julio de 2015, cuando se establecen medidas para el desescalonamiento del conflicto. Durante este periodo se discuten puntos importantes de los acuerdos: desarrollo agrario, participación y garantías políticas, justicia, entre otros. Este periodo se caracteriza porque se negocia en medio de la confrontación armada. Como consecuencia de esta situación hay dos momentos críticos: el primero, en noviembre de 2014 cuando el presidente suspende el proceso de paz luego de conocerse que las FARC secuestraron al general Rubén Darío Alzate en Las Mercedes, Chocó; el segundo momento está relacionado con la coyuntura del 15 de abril de 2015 tras un ataque de la guerrilla en Timba, Cauca, en el que murieron once militares. Ese mismo día el presidente ordenó reanudar los bombardeos contra las FARC. En julio el presidente propone una tregua de cuatro meses para analizar si se retoman o no los acuerdos. A pesar de dicha situación, durante este periodo en el 2013 se lleva a cabo un importante conjunto de marchas en el país en respaldo al proceso de paz.

Avance y consolidación del proceso

Después del cese al fuego bilateral y el cambio de metodología que asumieron los delegados del Gobierno y de las FARC a mediados de 2015, empezó una importante etapa de avance en las negociaciones que permitió concretar y generar las condiciones para la firma definitiva en noviembre de 2016. La primera gran noticia fue, sin duda, la consecución de un acuerdo el 15 de diciembre de 2015 sobre el tema de la reparación integral de las víctimas. Después siguió el respaldo de la ONU, con la conformación de una comisión política para la verificación del alto al fuego, y luego el 4 de febrero de 2016 la creación de un paquete de ayudas del Gobierno de los Estados Unidos destinadas al posconflicto. En este periodo se logró aprobar en el Congreso de la República un acuerdo denominado “blindaje jurídico para la paz”, que le daba garantías a las FARC tanto para su inserción a la vida civil, como para obtener el 24 de agosto de 2016 un acuerdo definitivo, que sería firmado en una importante ceremonia que se llevó a cabo el 27 de septiembre.

La refrendación o la crisis de los resultados del plebiscito

La última etapa del proceso tiene que ver con la votación del plebiscito sobre los acuerdos de paz realizado el 2 de octubre de 2016, cuyos resultados mostraron la profunda división que caracterizaba dicho proceso de negociación entre los colombianos y obligó a que el Gobierno tomará un conjunto de medidas para rescatar el proceso, convocando para ello los partidos y grupos de oposición. El 24 de noviembre de 2016, con las modificaciones realizadas, el jefe de las FARC y el presidente del Gobierno firman el acuerdo definitivo.

Resultados

El análisis de los acontecimientos

El anuncio el 19 de noviembre de 2012 de la instalación en La Habana de la mesa de negociación suscitó, como era de esperarse, diversas reacciones que fueron materia de diferentes piezas noticiosas por los medios nacionales consultados. En total se hallaron nueve piezas en cuatro medios: El Tiempo, El País, El Espectador y la Revista Semana (tabla 2).

Tabla 2.
Medios, géneros y sesión de las piezas informativas publicadas sobre la instalación de la mesa de negociación
Medios, géneros y sesión de las piezas informativas publicadas sobre la instalación de la mesa de negociación


Fuente: elaboración propia basada en revisión de periódicos publicados el 19 de noviembre de 2012

Como lo muestra el trabajo de Carlos Charry (2018) sobre el papel de los medios de comunicación en torno al proceso de paz, los primeros acontecimientos sobre el proceso de negociación tuvieron un cubrimiento limitado, hasta las marchas de abril de 2013 cuando se vuelve a incrementar la producción de información por parte de los medios. No obstante, cabe resaltar que la cobertura de estos acontecimientos fue realizada en las primeras páginas, y en sesiones dedicadas a la política y la negociación.

Los actores

Como plantea Martín Serrano, en todo texto comunicativo hay varios actores: los agentes que intervienen en el acontecer, los comunicantes que intercambian la información y los personajes mencionados en los relatos (1986b, pp. 19-20).

Los dos principales actores de las noticias revisadas son institucionales: el Gobierno nacional y la guerrilla de las FARC, los cuales se proponen como protagonistas del relato periodístico sobre la negociación de paz.

Por su parte, los actores personajes son, por un lado, la comisión negociadora del Gobierno compuesta por el exministro Humberto de la Calle Lombana, el general retirado Oscar Naranjo, el expresidente de la ANDI Luis Carlos Villegas, el alto consejero para la paz Sergio Jaramillo, el alto comisionado para la paz Frank Pearl y el general retirado Jorge Enrique Mora. Estos personajes son presentados en el relato periodístico como héroes que van a representar a la sociedad colombiana frente a la comisión de la guerrilla, liderada por Iván Márquez, Rodrigo Granda, Andrés París y Marco León Calarcá, quienes asumen la función contraria de antihéroes. Fungen como ayudantes comisiones de Chile y Venezuela, y como países garantes representantes de Noruega y Cuba.

Los destinatarios tienen variaciones y especificidades diversas: la sociedad colombiana afectada por el conflicto.

Cada uno de los medios va reproduciendo las posiciones de los actores a través de fórmulas reiterativas, como fragmentos de testimonios de los personajes, que enmarcan la postura de cada uno de ellos. En algunos casos, los medios asumen una función clara de actores comunicadores, exponiendo ellos también su posición frente al proceso de paz, incluso en las mismas noticias. Un ejemplo de este tipo de posicionamiento es el que hacen los redactores de El Tiempo en la noticia publicada el 19 de noviembre de 2012 titulada: “Hoy despega la nueva apuesta por la paz”.

En dicha noticia el periodista o redactor de la información se expresa así del acontecimiento que relata: “La negociación formal con las FARC se inicia con un ‘moderado optimismo’ por parte del gobierno y por una gran expectativa entre la ciudadanía en torno a si esta vez esa guerrilla tiene verdadera voluntad de paz” (“Hoy despega la nueva apuesta por la paz”, 2012, p. 2).

Lo interesante del texto es que el medio no asume directamente la responsabilidad de su enunciado, sino que se lo atribuye a uno de los destinatarios del proceso de paz: la ciudadanía. De esta forma, deja una cierta ambigüedad sobre los intereses del medio con respecto a la negociación y se autodefine como portavoz de los deseos de la ciudadanía.

La versión ciudadana se enfatiza además con la publicación de los resultados de una consulta de opinión sobre el éxito de las conversaciones de paz, denominada “Opinómetro”, en la que el diario muestra cómo el 59,9% de las personas encuestadas afirma estar poco confiado con el proceso de negociación.

El esquema que es posible inferir del tratamiento que la prensa hace de la información es relativamente claro en este tipo de medios, pero varía cuando se trata de una revista como Semana, cuyo objetivo, más que informar, es ofrecer al lector un análisis más profundo de la información. En el caso particular de dicha revista, este medio publica un artículo titulado “Cinco dudas en La Habana” (17 de noviembre de 2012) en el que se examinan aspectos relacionados con el proceso que de cierta manera cuestionan lo planteado por ambos actores institucionales —Gobierno y guerrilla— y enfatizan, fundamentalmente, las dificultades que la negociación puede presentar.

El ethos visual

Llegada del equipo negociador del gobierno colombiano a La Habana
Figura 1.
Llegada del equipo negociador del gobierno colombiano a La Habana


Fuente: “Gobierno y FARC abren con el agro los diálogos de paz”, El País, 19 de noviembre de 2012

Rueda de prensa equipo negociador aeropuerto CATAM, Bogotá
Figura 2.
Rueda de prensa equipo negociador aeropuerto CATAM, Bogotá


Fuente: “Equipo Negociador del gobierno llega a La Habana”, El Espectador, 19 de noviembre de 2012

Reunión de las delegaciones del gobierno y las FARC-EP en Oslo (Noruega)
Figura 3.
Reunión de las delegaciones del gobierno y las FARC-EP en Oslo (Noruega)


Fuente: “Cinco dudas en La Habana”, Revista Semana, 19-26 de noviembre de 2012

Tabla 3.
Caracterización de las imágenes
Caracterización de las imágenes


Fuente: elaboración propia

Tabla 3 (cont.)




Tabla 3 (cont.)




Las figuras 1, 2 y 3 muestran a los miembros del equipo de negociación del Gobierno en tres escenarios distintos: la salida a La Habana desde el aeropuerto de CATAM en Bogotá, la llegada a dicha ciudad y una rueda de prensa en Oslo. Solo en el último escenario aparece un miembro de la comisión de la guerrilla Iván Márquez. Las tres fotos propuestas fueron publicadas en El País, El Tiempo y la Revista Semana, respectivamente.

En todos los espacios, los negociadores están interactuando con diferente tipo de personal: personas delegadas por el Gobierno cubano para su recibimiento, miembros verificadores de otros gobiernos, periodistas y comunidad en general. Las imágenes tienen una función más bien ilustrativa, de acompañamiento del texto noticioso en el que están insertas. Salvo la primera foto de recibimiento en La Habana, priman situaciones formales como las dos ruedas de prensa que se dan respectivamente en Bogotá y Oslo. Dicha formalidad se acentúa con la iluminación de las imágenes, en las que priman colores neutros y oscuros, al igual que en los atuendos y la gestualidad de las personas que aparecen en las fotos.

Ethos previsual

El ethos previsual se juega en dos dimensiones: la del enunciador y la del enunciado. En el caso particular del enunciador, que corresponde a los medios analizados aquí, estos han cumplido una función clave en la definición de los actores pues han contribuido con la difusión de los rasgos que definen su imagen. Así, mientras los miembros del Gobierno, independientemente de su filiación, son personas reconocidas por sus funciones públicas, en diferentes cargos y actividades institucionales, los guerrilleros han experimentado en su denominación mediática importantes transformaciones pues pasaron de ser “subversivos” y “alzados en armas” para ser definidos como terroristas o narcoterroristas, lo que sin duda ha influido en la concepción de su ethos previo. Sin embargo, es importante señalar que, dentro del contexto de la negociación, los medios han vuelto a los viejos apelativos de guerrilleros, prescindiendo de las nuevas formas de nominación que ligaron a la guerrilla con el narcotráfico y con grupos terroristas, fundamentalmente durante el doble gobierno del expresidente Uribe.

En lo que respecta al enunciado, el proceso de negociación va a contribuir a fijar la imagen construida por los actores institucionales y a modificar la de los miembros del grupo guerrillero, pues estos van operar un cambio en su forma de presentarse al público, dejando su antigua indumentaria militar para actuar como civiles, voceros políticos en la mesa de negociación. Esto supone —como se verá en las otras imágenes del proceso— la recurrencia a otro tipo de símbolos (gorras, banderas con el escudo de las FARC) que contribuyan a difundir su filiación con el grupo guerrillero. No obstante, donde se define la diferencia entre uno y otro grupo va a ser en el discurso a partir de las posiciones asumidas en el proceso mismo de negociación. La apuesta de las FARC va estar ligada inicialmente a lo que pase en el proceso de negociación en La Habana y después a la reducción de sus acciones militares en las zonas de su influencia.

En este primer acontecimiento, como ya se dijo, las imágenes se centraron fundamentalmente en el equipo negociador del Gobierno, dejando a los miembros de la comisión de las FARC por fuera, salvo en la Revista Semana en la que se incorporan dos imágenes en las que aparecen algunos de los negociadores de las FARC y miembros del ELN con su típica vestimenta militar.

Vale la pena también recalcar que las imágenes —al estar inscritas en la prensa— van a compartir el mismo escenario englobante: el discurso periodístico y una diversidad de discursos genéricos, pues las imágenes sobre el proceso de paz se presentan en el marco de géneros como noticias, informes, crónicas y caricaturas. En lo que respecta a la escenografía, a partir de este primer acontecimiento empieza a producirse lo que podría denominarse una escenografía del proceso de paz, en la cual los actores son representados y empiezan a autorrepresentarse como civiles, no solo en su forma de vestir sino también en la manera como abordan las discusiones de los acuerdos, en un contexto enmarcado por el diálogo y la conversación. Sin embargo, el hecho de haberse propuesto la negociación en medio del conflicto armado afectó dichas imágenes y permitió que en las situaciones de crisis surgieran los antiguos imaginarios de guerra, como se verá en el segundo acontecimiento estudiado.

El segundo acontecimiento

A mediados de 2015, el Gobierno decide parar las negociaciones y propone un plazo de cuatro meses para definir si el proceso continúa o no. En este tiempo, las FARC se comprometen a una tregua unilateral y el Gobierno a desescalar el conflicto, todo ello con el objetivo de mantener las negociaciones. En total se producen 25 piezas informativas entre noticias, editoriales, caricaturas, informes especiales y columnas.

Tabla 4.
Medios, géneros y sesión de las piezas informativas publicadas en el plazo de cuatro meses para decidir si continúan o no las negociaciones
Medios, géneros y sesión de las piezas informativas publicadas en el plazo de cuatro meses para decidir si continúan o no las negociaciones


Fuente: elaboración propia a partir de la revisión de periódicos publicados el 12 y 13 de julio de 2015

Tabla 4 (cont.)




Como lo muestra la tabla 4, los acontecimientos violentos y momentos de ruptura de la negociación suponen una alta concentración en los medios estudiados. Al respecto, Charry señala lo siguiente:

No obstante hay que decir que la reanudación del cese al fuego y el anuncio del Gobierno de no bombardear los campamentos de las Farc en julio de 2015, luego de los violentos ataques ocurridos en Buenos Aires, Cauca y Tumaco, Nariño, más la respuesta gubernamental a tales ataques, hechos ocurridos entre abril, mayo y junio de ese año, fueron sucesos sobre los cuales hubo una cobertura importante por parte de los medios de comunicación. (Charry, 2018, p. 114)

Como suele ser habitual en los medios, los hechos considerados relevantes desde el punto de vista de la noticia implican mayor cubrimiento que otros acontecimientos considerados, dentro de este marco, menos importantes.

Los actores

Al igual que en el primer acontecimiento, que inauguraba el proceso con los personajes del Gobierno y de las FARC que integraban, respectivamente, las comisiones de negociación, en el segundo acontecimiento los personajes siguen siendo los mismos, pero se amplían a actores específicos como Timochenko y los combatientes para el caso de la guerrilla, y el presidente, algunos funcionarios del Estado y el ejército para el caso del Gobierno.

A este conjunto de personajes se suman los grupos opositores, como lo expresa la columna del periódico El País “Agudizar las contradicciones” (2015), en la que los dos principales personajes son la izquierda, representada por las guerrillas de las FARC y el ELN, y la derecha, por los opositores de la negociación del proceso de paz. La columna hace una fuerte crítica a los últimos por la función que desempeñan en el proceso de buscar romper a cualquier costo la negociación y retornar a la confrontación armada. Surgen también otros actores como la opinión pública y los colombianos, los cuales son presentados como desanimados y desconfiados, como lo señala el editorial del periódico El País “El cambio que se requiere” (2015), al parecer proyectando en estos actores la misma desconfianza del medio.

La caricatura refuerza el punto de vista de los medios, acentuando la responsabilidad sobre uno u otro actor. En el caso de El País, en la caricatura “Tregua” (2015) se pone claramente en cuestión el cese al fuego propuesto por la guerrilla, enfatizando en el personaje que representa a dicho grupo —un guerrillero barbudo con fusil en mano— su carácter beligerante y destructivo.

Otros actores como los países garantes y acompañantes siguen desempeñando el importante papel de contribuir con el mantenimiento de las negociaciones. Algunos medios como El Tiempo y El Espectador aprovechan a los actores internacionales para acentuar su propia posición sobre el proceso de paz y llamar la atención sobre otros temas relacionados con dicho proceso. Es el caso de la entrevista realizada a Tom Koenigs, comisionado del Gobierno alemán para el proceso de paz. En su función como actor comunicador del proceso, otorgada, como ya se dijo, por ambos periódicos, el comisionado se enfoca en su intervención en el papel que puede desempeñar la comunidad internacional —sobre todo en el ámbito europeo—, los políticos colombianos y el ELN, además de hacer referencia a los actores tradicionales del proceso (las FARC, el Gobierno, las víctimas —niños y víctimas de minas antipersona—, los campesinos pobres, las capas marginadas). En las entrevistas, el comisionado también acentúa su papel de actor ayudante del proceso, no solo como garante sino como acompañante de la implementación de la paz a través de la dignificación de las víctimas y la puesta en marcha de proyectos de reconciliación. Los destinatarios siguen siendo la sociedad civil, las víctimas, los hijos y nietos, etc.

En lo que respecta a la Revista Semana, como es usual en este medio, el artículo titulado “Los retos del cese bilateral del fuego” (2015) hace inicialmente un balance de la coyuntura que enfrenta el proceso de paz con el cese de las hostilidades, para luego analizar sus ventajas y desventajas en relación con la continuación del proceso de paz. Al igual que los otros medios, los dos actores que se privilegian en el artículo son: la guerrilla de las FARC y el Gobierno, sin embargo, se distingue de la prensa diaria porque logra analizar la propuesta del cese bilateral como parte del contexto político y estratégico que envuelve las relaciones entre ambos actores en el marco de las negociaciones por la paz, apelando a experiencias anteriores de procesos de negociación nacionales e internacionales.

Esta confrontación política se hace extensiva también a otros actores como el expresidente Álvaro Uribe y el procurador Alejandro Ordoñez, quienes representan en el lenguaje mediático la oposición al proceso de paz, y busca incluir su postura a la de los otros actores y a la que la misma revista propone.

Ethos visual

Rueda de prensa sede de diálogos de paz en La Habana
Figura 4.
Rueda de prensa sede de diálogos de paz en La Habana


Fuente: “Acuerdo para desescalar el conflicto”, El Espectador, 13 de julio de 2015

Acuerdo cese bilateral de hostilidades durante las negociaciones
Figura 5.
Acuerdo cese bilateral de hostilidades durante las negociaciones


Fuente: “A recuperar la confianza”, El Espectador, 13 de julio de 2015

Rueda de prensa equipo negociador de las FARC-EP
Figura 6.
Rueda de prensa equipo negociador de las FARC-EP


Fuente: “Los retos del cese bilateral del fuego”, Revista Semana, 12-19 de julio de 2015

Tabla 5.
Caracterización de las imágenes segundo acontecimiento
Caracterización de las imágenes segundo acontecimiento


Fuente: elaboración propia

Tabla 5 (cont.)




Tabla 5 (cont.)




Tabla 5 (cont.)




Las figuras 4, 5 y 6 muestran a representantes de los equipos de negociación del Gobierno y las FARC, salvo en la última foto, en la que se suman a estas imágenes otros representantes del grupo guerrillero y el presidente de la República. Las tres fotos seleccionadas fueron publicadas en los diarios El Espectador, El País y la Revista Semana, respectivamente.

Dos de las imágenes muestran a los comisionados y a los representantes de la delegación de las FARC en una declaración pública. En una tercera foto aparecen los jefes de ambas comisiones estrechando sus manos, al parecer al final de la declaración realizada. Las tres fotos se caracterizan porque se dan en un mismo escenario: la sala de negociaciones. En las fotos predominan colores fríos y neutros, como el azul, y posturas corporales rígidas, ya sea de pie o sentados, propias de este tipo de eventos.

Ethos previsual

Las imágenes analizadas han sido utilizadas frecuentemente por los medios de comunicación para aludir al proceso de negociación. De esta manera, la negociación se ve representada a través de reuniones, ruedas de prensa o actividades de interacción entre los negociadores. Hay un claro esfuerzo de dichos medios por mostrar ambas partes —negociadores del Gobierno y de las FARC— en las imágenes relacionadas con el proceso. Estas fotos, salvo en situaciones específicas como balances o recuentos históricos, suelen mostrar a los representantes de la guerrilla vestidos de civil. Sin embargo, como lo expresa la caricatura, las acciones que se salgan de este marco, como las incursiones o los ataques guerrilleros que se llevaron a cabo los días antes de la tregua, van a hacer emerger de nuevo la representación de la guerrilla como combatientes, con sus respectivos estereotipos de hombres barbudos y con gestos hostiles.

Ese aspecto busca reforzar el ethos previsual de los actores, sobre todo de la guerrilla, apelando al imaginario construido históricamente sobre dicho grupo, reproducido constantemente por los medios de comunicación. Resulta interesante cómo, habiendo dejado claro que la negociación se llevaría a cabo en medio de la confrontación armada, los medios reproduzcan la imagen “tradicional” de la guerrilla e incluso vuelvan a retomar el lenguaje con el que se les definió en los últimos años: terroristas, narco-guerrilleros, etc., generando con ello una posición ambigua que en vez de contribuir a informar, promueve la polarización sobre el proceso.

Las imágenes analizadas refuerzan la negociación, acentuando su dimensión simbólica a través de fotos que ilustran situaciones de comunicación y diálogo entre las partes, lo que contrasta con las antiguas imágenes del grupo guerrillero presentadas en situaciones de combate o en pequeños grupos reunidos o desplazándose.

En este segundo acontecimiento analizado las imágenes siguen centrándose en los principales actores del proceso: las comisiones de negociación —aunque enfatizando el importante papel que juegan los representantes de los gobiernos garantes— y el presidente de la República. Estos dos últimos actores tienen una participación notable en la coyuntura estudiada.

Los escenarios de enunciación se enmarcan en el discurso periodístico y en sus géneros: noticia, caricatura, informes, etc. La escenografía del proceso de paz, por lo menos a nivel visual, se mantiene, salvo algunas caricaturas que, como se dijo supra, acentúan las incursiones armadas y la permanencia del conflicto armado.

Tercer acontecimiento

El tercer acontecimiento por analizar es la firma del acuerdo entre Santos y Timochenko en Cartagena para la terminación del conflicto y la construcción de una paz duradera. Este fue sin duda uno de los más importantes del proceso de paz y de mayor cubrimiento por parte de los medios, pues desde el día anterior al evento se produjo información sobre todos los aspectos relacionados con la ceremonia de firma del acuerdo. En total se pueden contabilizar 39 piezas entre informativas y de opinión, publicadas entre los días 26 y 27 de septiembre de 2016.

Tabla 6.
Medios, géneros y sesión de las piezas informativas publicadas sobre la firma del acuerdo final entre las FARC y el Gobierno
Medios, géneros y sesión de las piezas informativas publicadas sobre la firma del acuerdo final entre las FARC y el Gobierno


Fuente: basada en información propia a partir de la revisión de periódicos publicados el 26 y el 27 de septiembre de 2016

Tabla 6 (cont.)




Como lo muestra la tabla 6, la ceremonia de firma del acuerdo fue el evento que tuvo el mayor cubrimiento de los tres acontecimientos estudiados, lo que coincide muy bien con un sesgo informativo de los medios centrado en hechos considerados noticiosos

[…] que giraron en torno a eventos políticamente significativos o de alto impacto, lo cual llevó a que la agenda mediática se guiara más por esta clase de sucesos que por el contenido de los puntos de la agenda que estaban siendo discutidos por el Gobierno y las Farc. (Charry, 2018, pp. 126-127)

Es importante anotar que algunos medios como El Espectador y El País crearon secciones especiales en el periódico para abordar el tema de la paz y específicamente para la ceremonia de la firma.

Los actores

A diferencia del acontecimiento anterior y en general de todo el seguimiento al proceso de paz, donde los actores habían sido las comisiones negociadoras del Gobierno y la guerrilla, en la firma del acuerdo final los actores principales son el presidente de la República Juan Manuel Santos y Rodrigo Londoño, Timochenko, jefe de las FARC. Otros actores que se resaltan son las víctimas, que participaron como invitadas al evento y se mencionan por los medios como los más afectados y, a la vez, sus principales beneficiarios

Por las características del evento, hay un conjunto de actores testigos, como el secretario de la ONU, Bam Ki-moon y las delegaciones pertenecientes a los países invitados. Los ayudantes de este proceso son las comisiones negociadoras y los países garantes.

Los antagonistas, los opositores al proceso, son denominados por los mismos actores “belicistas”. No obstante, estos tienen un papel secundario y solamente se mencionan en algunas de las noticias e informes publicados, salvo en una columna del periódico El Espectador, de Cristina de la Torre, titulada: “Descanse en paz la guerra” (2016), donde se refiere explícitamente al uribismo y a las caricaturas publicadas en varios medios, como la de Jota, publicada en el periódico El Tiempo el martes 27 de septiembre, y la de Matador titulada “Los zapatos viejos” (2016). En la primera, se muestra al presidente Uribe al parecer desmayado por la noticia de la firma del acuerdo. En la segunda, aparecen las figuras de Uribe y el procurador refiriéndose a la comunidad internacional como “castro-chavistas”. Como destinatarios se tiene a la sociedad colombiana en general.

A diferencia del acontecimiento anterior, en el que el tratamiento mediático hace hincapié en un enfoque más reflexivo sobre las ventajas y desventajas de la coyuntura generada por el hecho analizado, en la firma del acuerdo definitivo los medios se centran en hacer una cobertura del hecho, enfatizando los aspectos más bien emotivos, para lo cual se basan en los discursos emitidos por el presidente y el líder de las FARC, pero también recurren a otras fuentes como las víctimas y los testigos internacionales.

Como un hecho recurrente, los medios siguen refiriéndose a Rodrigo Londoño jefe de las FARC como Timochenko, el alias utilizado en la clandestinidad como actor armado. Tal vez esto responda a una facilidad comunicativa que permite identificar rápidamente a qué actor se está haciendo referencia, sin embargo, no deja de ser ambiguo en el orden del discurso mediático hacer alusión a la entrada de la guerrilla a la vida civil y el uso del mote utilizado por el jefe de las FARC cuando era miembro activo de esta.

Ethos visual

Firma del acuerdo final, Cartagena
Figura 7.
Firma del acuerdo final, Cartagena


Fuente: “Apartes del discurso del presidente Santos ‘Colombianos: cesó la horrible noche’”, El Espectador, 27 de septiembre de 2016

Firma del acuerdo final, Cartagena
Figura 8.
Firma del acuerdo final, Cartagena


Fuente: “El acto que puso el punto final”, El Tiempo, 27 de septiembre de 2016

Plaza de Bolívar, Bogotá, día de firma del acuerdo final
Figura 9.
Plaza de Bolívar, Bogotá, día de firma del acuerdo final


Fuente: “Firma de la paz”, Revista Semana, edición especial, 27 de septiembre de 2016

Tabla 7.
Caracterización de las imágenes tercer acontecimiento
Caracterización de las imágenes tercer acontecimiento


Fuente: elaboración propia

Tabla 7 (cont.)




Tabla 7 (cont.)




Las figuras 7, 8 y 9, utilizadas para dar cuenta del acontecimiento, se centran en retratar diversas situaciones ocurridas en la ceremonia de firma final de los acuerdos de paz. Las dos primeras imágenes son las más utilizadas por los medios, pues muestran el momento en que los jefes del Gobierno y la guerrilla estrechan sus manos y firman el documento. La tercera foto muestra cómo se vivió la ceremonia en ciudades del país como Bogotá. Las fotos seleccionadas fueron publicadas en los periódicos El Espectador, El Tiempo y la Revista Semana.

Al igual que las fotos del acontecimiento anterior, las imágenes difundidas por los medios están claramente enmarcadas en un contexto específico: la sala de negociación o el espacio para la firma de los acuerdos. Sin embargo, el carácter ceremonial del último acontecimiento es claramente reforzado tanto por la iluminación, los colores del escenario y la ropa de los participantes, como por el ambiente festivo que este supone para el país.

Si bien las imágenes buscan básicamente ilustrar los informes y las noticias producidas sobre la ceremonia, como si se tratara de una prueba de que sucedió y se estuvo en el momento en que ocurrían los hechos, el modo en que esta es realizada también busca conmover con el formato y la escenografía propuesta los aspectos emocionales del acontecimiento. Para lograr este efecto, la distancia entre las personas, la utilización de emblemas y la postura corporal juegan un importante papel en transmitir lo que Durkheim llamaba la “efervescencia emocional”, que se produce en colectivos y espacios ceremoniales como el reseñado por los medios.

Ethos previsual

Al ser la recreación de una ceremonia, las imágenes utilizadas buscan apelar a la memoria de los lectores, utilizando para ello símbolos institucionalizados que incluso son reproducidos en el contexto del evento, como el color blanco —símbolo por excelencia de la paz—, el uso de un protocolo de intervenciones, una cierta distribución jerárquica del espacio, etc., que le permiten al espectador insertarse en la ceremonia y ser copartícipe del ritual que se está desarrollando.

Hay incluso —como ha sido recurrente en los otros eventos analizados— imágenes que buscan representar los hechos, apelando a usos estereotipados como el estrecharse las manos para significar acuerdo o firmar como símbolo de compromiso. Estas imágenes son reproducidas en general por todos los medios, con variaciones según el punto de vista o el plano utilizado.

El contexto de la ceremonia les otorga un papel importante a los protagonistas del ritual de la firma, por eso son rodeados por una multitud que observa y una serie de testigos que, ubicados al fondo de la escena, celebran y acompañan los diferentes ritos que conforman la ceremonia. Como lo expresa claramente Pierre Bourdieu (1993), el rito inviste, instituye con unas ciertas capacidades a los participantes del ritual, les otorga un nuevo rol, como sucedió con el jefe de las FARC que cuando es mencionado por la presentadora le llama por su nombre de pila, Rodrigo Londoño, y no por su nombre militar, Timochenko, devolviéndole de esta forma su condición de ciudadano. Dicha nominación es refrendada por el presidente cuando les da a los miembros de la guerrilla y en particular a su jefe la bienvenida a la democracia. A partir de estos ritos y nominaciones, se opera un cambio en la representación, que no solo celebra la llegada de la paz, sino también la transformación de los guerrilleros en ciudadanos, al menos durante el tiempo de duración de la ceremonia.

Este último acontecimiento condensa muy bien la escenografía que los medios difundieron sobre el proceso de paz, pues acentúa un conjunto de símbolos y representaciones que son claramente refrendadas e inviste, formalmente, a las FARC de su nuevo rol de ciudadanos. El jefe de las FARC aprovecha esta ceremonia para legitimar la posición de agentes de paz en un acto de contrición en el que le pide perdón, en nombre de la guerrilla, a las víctimas.

En este acontecimiento, por razones obvias, es donde se expresa con mayor fuerza la escenografía de la paz que los medios y el Gobierno han difundido durante los años del proceso de negociación.

Conclusiones

La cobertura realizada por los medios estudiados de los acontecimientos que caracterizaron el proceso de negociación del gobierno del presidente Juan Manuel Santos con la guerrilla de las FARC es el resultado de un trabajo de representación (Bourdieu, 1993) a partir del cual los medios instituyen una determinada mirada sobre los acontecimientos que reflejan. Se observa entonces no solo la posición de la institución mediática, sino la lectura que a través de los discursos hacen los mismos actores sobre las situaciones, lo que les permite —además de incluir dichos acontecimientos en su agenda— catalizar las diferentes posiciones de los actores y evidenciar espacios de confrontación.

El análisis de la mirada mediática sobre el proceso de paz fue producto de una estrategia metodológica que combinó una aproximación a las imágenes emitidas sobre la negociación de los acuerdos mediante el estudio de acontecimientos específicos. Esto se hizo bajo la premisa de que las imágenes utilizadas para recrear dichos acontecimientos solamente son comprensibles a partir de su ubicación en una coyuntura específica, enmarcada por los contextos de enunciación que dichas lecturas mediáticas producen.

Este trabajo supuso revisar las imágenes no de forma independiente, sino recogiendo las diferentes piezas periodísticas y en las que están insertas las imágenes que los medios realizaron sobre los hechos mediante la utilización de diferentes géneros informativos y de opinión como noticias, crónicas, informes, entrevistas, columnas y editoriales, entre otros.

Los discursos mediáticos sobre los acontecimientos fueron recopilados en una base de datos siguiendo varias propuestas de líneas de tiempo realizadas por los mismos medios y algunas ONG. De la base levantada se seleccionaron tres momentos del proceso de paz considerados de gran relevancia: 1) el inicio de las negociaciones en La Habana; 2) la ruptura de la negociación y la declaración del cese al fuego unilateral por las FARC; y 3) la firma de los acuerdos en Cartagena. Estos tres acontecimientos fueron analizados a partir de la propuesta de Martín Serrano (1986b) sobre análisis de los actores de los contenidos mediáticos, y la lectura de las imágenes se llevó a cabo a partir de una caracterización general de las imágenes y continuó con los criterios metodológicos propuestos por Mainguenau (1999) para el análisis del ethos discursivo.

El trabajo de representación de los medios durante el proceso de negociación permitió evidenciar similitudes en el tratamiento de la información y el uso de las imágenes, lo cual responde a modos estandarizados de manejo y producción de la noticia habituales en el funcionamiento de los medios en Colombia. Este mecanismo estandarizado se reproduce en la estructura que asume el relato periodístico a partir del modo en que se abordan los actores y los roles que desempeñan en los acontecimientos.

La dinámica de este mecanismo, por lo menos en el estudio realizado, responde de forma diferenciada a partir de la situación. Cuando se trata de un acontecimiento considerado “normal” enmarcado dentro del proceso de negociación, la fórmula informativa combina descripciones de los hechos, testimonios especializados, columnas de opinión y posturas de los mismos actores, buscando de esta forma ampliar el enfoque del acontecimiento. Todo esto es relatado a partir de un lenguaje relativamente neutro dependiendo de las posibilidades que da cada género.

Difiere cuando se trata de una situación considerada crítica, pues si bien esta reproduce en parte el esquema utilizado en el contexto anterior, hay variaciones en el lenguaje y en la posición que asumen los medios frente a los acontecimientos. Muchas de estas posturas son tomadas de forma directa a través de editoriales y columnas de opinión, otras veces son presentadas a través del lenguaje de algunos actores que se privilegian. El resultado de este modo de comunicar busca resaltar, en muchos casos, los aspectos que generan mayores dudas y cuestionamientos, generando interpretaciones ambiguas sobre el acontecimiento. Algunas veces, como de hecho lo hace la Revista Semana, dicho tratamiento es el resultado de un ejercicio reflexivo, pero en otros casos se busca incentivar más la emotividad de los lectores a través de un lenguaje plagado de referencias emocionales, como el que caracterizó la ceremonia de la firma de los acuerdos.

En lo que respecta a los actores del proceso, su protagonismo durante las diferentes etapas de la negociación osciló entre actores principales como los comisionados por el Gobierno y la guerrilla en La Habana, el presidente y el jefe de la guerrilla, y los actores secundarios, coadyuvantes u opositores como políticos, delegados internacionales, funcionarios del Estado, las fuerzas militares y los comandos guerrilleros. Los actores protagónicos, sobre todo los que tienen una delegación institucional, son presentados como héroes que buscan salvar al país y resolver en una mesa de negociación cincuenta años de confrontación armada.

A pesar de la importancia con la que son nominados los actores, el lenguaje que se utiliza para referirse a ellos varía, como ya se mencionó, según el acontecimiento. De este modo, cuando se trata de retratar la discusión de los acuerdos, las imágenes de la guerrilla se centran en los delegados por este grupo para llevar a cabo el proceso de negociación, pero si la información tiene que ver con la visión general de las FARC o una crítica a sus actuaciones militares o políticas, la imagen que se muestra se enfoca en las ilustraciones ya “tradicionales” del grupo guerrillero, representado con personas uniformadas y armadas. Esto fue evidente en el momento del cese de las negociaciones que se analiza en el segundo acontecimiento, cuando aparece de nuevo en el discurso mediático alguno de los viejos apelativos con los que la prensa se refería a los guerrilleros, como el adjetivo terrorista que se popularizó durante los gobiernos del presidente Uribe. En ese orden de ideas, el trabajo de representación desarrollado por los medios se lleva a cabo en medio de la tensión entre dos escenografías: la de la paz y la del conflicto bélico. Por eso surgen constantemente alusiones a la falta de credibilidad y a la confianza de ambos actores, Gobierno y guerrilla, con el proceso de negociación.

A pesar de esto, en las piezas visuales que los medios producen para cubrir el proceso de paz prevalecen las que denominamos “pertenecientes a la escenografía de la negociación”, que se sintetizan en la presentación de un conjunto de personas discutiendo en torno a una serie de temas con una relativa autonomía y arbitrados por países garantes. Más que piezas independientes, las imágenes se inscriben en el contexto discursivo que describe el acontecimiento, por eso su función es predominantemente de carácter ilustrativo y de refuerzo.

La decisión que los medios asumen con respecto al uso de las imágenes puede ayudar a comprender por qué la dimensión crítica de la posición de los medios se expresa en menor medida en este tipo de representación y más en otros géneros como los informes especiales, las crónicas y, de forma privilegiada, en columnas y editoriales. Tal parece que en lo que respecta a las agendas mediáticas, las imágenes siguen siendo confinadas a un segundo lugar y lo que predomina como producto informativo son los discursos escritos. Por lo menos esto es evidente en el trabajo desarrollado, pues es en el contexto de dicha enunciación que las imágenes, incluso las de las caricaturas, cobran sentido y pertinencia, integrándose a la totalidad de textos que producen y reproducen la información.

Referencias

A recuperar la confianza. (13 de julio de 2015). El Espectador, 1.

Acuerdo para desescalar el conflicto. Más cerca del cese del fuego bilateral. Tema del día. Diálogos de Paz La Habana Cuba. (2015, 13 de julio). El Espectador, 2.

Agudizar las contradicciones. (2015, 12 de julio). El País.

Apartes del discurso del presidente Santos “Colombianos: cesó la horrible noche”. (2016, 27 de septiembre). El Espectador, 3.

Balandier, G. (1994). El poder en escena. De la representación del poder al poder de la representación. Barcelona: Paidós.

Barthes, R. (1966). Retórica de la imagen. En Roland Barthes: Lo obvio y lo obtuso: imágenes, gestos y voces. Barcelona: Paidós.

Bourdieu, P. (1993). Los ritos como actos de institución. En J. Pitt-Rivers y J. G Periastiany (comp.), Honor y gracia (pp. 11-123). Madrid: Alianza Editorial.

Bourdieu, P. (2000). Sobre el poder simbólico. En Intelectuales, política y poder (pp. 65-73). Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires/Eudeba.

Charry, C. (2018). Rastreando la paz. Medios de comunicación y formación de opinión pública en torno al proceso de paz en Colombia. En C. Charry (comp.), Ciudadanías conectadas sociedades en conflicto. Investigaciones sobre medios de comunicación, redes sociales y opinión pública. Bogotá: Editorial Universidad del Rosario.

Cinco dudas en La Habana. (2012, 17 de noviembre). Revista Semana, 44-45.

Cinco dudas en La Habana. (2012, 19-26 de noviembre). Revista Semana, 45.

Dascal, M. (1999). L’ethos dans l’argumentation: une aproche pragma-rethorique. En R. Amossy (comp.), Images de soi dans le discours. La construction de l’ethos (pp. 61-73). Lausana: Delechaux et niestlé.

Descanse en paz la guerra. (2016, 27 de septiembre). El Espectador.

El acto que puso el punto final. (2016, 27 de septiembre). El Tiempo, 2.

El cambio que se requiere. (2015, 12 de julio). El País.

Equipo Negociador del gobierno llega a La Habana. Arranca segunda Fase. (2012, 19 de noviembre). El Espectador, 4.

Firma de la paz. (2016, 27 de septiembre). Revista Semana, edición especial.

Gobierno y FARC abren con el agro los diálogos de paz. (2012, 19 de noviembre). El País, A4.

Goffman, E. (1991). La ritualización de la feminidad. En Los momentos y sus hombres: textos seleccionados y presentados por Yves Winkin (pp. 135-168). Ciudad de México: Paidós.

Hoy despega la nueva apuesta por la Paz. (2012, 19 de noviembre). El Tiempo, 2.

López, M. H. (2011). Teorías para la paz y perspectivas ambientales del desarrollo como diálogos imperfectos. Revista Luna Azul, (33), 85-96.

Los retos del cese bilateral del fuego. (2015, 11 de julio). Revista Semana.

Los zapatos viejos. (2016, 27 de septiembre). El Tiempo.

Mainguenau, D. (1999). Ethos, scénographie, incorporation. En R. Amossy (comp.), Images de soi dans le discours. La construction de l’ethos (pp. 75-100). Lausana: Delachaux et niestlé.

McCombs, M., y Shaw, D. (1972). The agenda setting function of mass media. Public Opinion Quarterly, (36), 176-187.

Reséndiz, R. (1998). La manipulación de la fotografía de prensa. Revista RCM, (55) 1-5.

Serrano, M. (1986a). La producción social de la comunicación. Madrid: Alianza Universidad Textos.

Serrano, M. (1986b). Presentación de la teoría social de la comunicación. Revista REIS, 33(86), 15-34. Recuperado de file:///C:/Users/Usuario/Downloads/Dialnet-PresentacionDeLaTeoriaSocialDeLaComunicacion-249064.pdf

Tregua. (2015, 12 de julio). El País.

Notas

* Artículo de investigación
Este artículo es un avance de la propuesta de investigación: “La paz como laboratorio: análisis de los ZVTN y su incidencia en los procesos de normalización de excombatientes de las FARC-EP”, financiado por la Vicerrectoría de Investigaciones de la Universidad del Valle, VRI n.º 6194 y la Universidad de Bayreuth (Alemania).

1 En este trabajo se pueden identificar dos lecturas sobre la representación: Una cognitiva, que asume la representación como una forma particular de definir e interpretar la realidad, y una social, que hace alusión a las personas que se erigen como representantes o voceros y realizan o expresan acciones o discursos en nombre de otros que desempeñan el papel de representados.

Notas de autor

a Autor de correspondencia. Correo electrónico: jose.sanchez@correounivalle.edu.co

Información adicional

Cómo citar este artículo: Sánchez Salcedo, J. F. (2019). La iconografía del proceso de paz: ethos visual y agenda mediática. Universitas Humanística, 88. https://doi.org/10.11144/Javeriana.uh88.ippe

Contexto
Descargar
Todas