La junta directiva es un órgano de gran complejidad, si consideramos su origen
histórico, las razones que justifican su existencia, la relación de los miembros
de la junta con la sociedad, los accionistas y los administradores, así como su
funcionamiento y modelos que hay de la misma. En el mundo del gobierno
corporativo se han definido las actividades y responsabilidades de la junta con
un prisma que incluye tres roles, a saber: el rol de la toma de decisiones, el rol
de la supervisión y el rol de las relaciones. Sin embargo, si analizamos dos de
las jurisdicciones más importantes en estos temas (Estados Unidos y el Reino
Unido), parece ser que la junta directiva tiene problemas para desempeñar sus
funciones de manera adecuada. Este documento describe la junta como un
órgano imperfecto y limitado sujeto a una variedad de tensiones e intereses.
Por tanto, sería de gran ayuda si la junta pudiera ser entendida desde una nueva
perspectiva en la cual su primer rol consistiría en administrar el conjunto de
tensiones al cual está sometida.