Autor de correspondencia. Correo electrónico: crbrando@husi.org.co
Uno de los mayores retos en la formación del talento humano en salud son los cálculos relacionados con la capacidad instalada de los centros de práctica para lograr la adecuada exposición al ambiente clínico y facilitar el logro de competencias. El artículo presenta un análisis desde la visión de un centro médico académico como es el Hospital Universitario San Ignacio en relación con la Pontificia Universidad Javeriana de Colombia.
One of the greatest challenges in the formation of human talent in health is the calculations related to the installed capacity of the practice centers to achieve adequate exposure to the clinical environment and facilitate the achievement of competencies. We present an analysis from the vision of an Academic Health Center such as the San Ignacio University Hospital in relation to the Pontificia Universidad Javeriana, Colombia.
Los centros o escenarios de práctica clínica son un componente esencial de la formación del talento humano en el área de la salud. Con miras a desarrollar programas de alta calidad, en el mundo se ha planteado el reto de establecer modelos que respondan a las necesidades cambiantes de los diversos sistemas y brinden suficientes espacios con características administrativas y clínicas que permitan el ejercicio simultáneo y sinérgico de la asistencia, la docencia, la investigación y la extensión. En los países con sistemas de educación en salud más avanzados, esta función recae en los centros médicos académicos (CMA). Por definición, son instituciones prestadoras de servicios de salud que comparten con la universidad la misión axiológica de formar a los profesionales de la salud. Además, en estos sitios se desarrollan múltiples actividades universitarias relacionadas con el campo de la salud. Entre ellos, se encuentran los CMA de las universidades de Duke, en Estados Unidos, y de Maastricht, en Holanda [
La separación de educación y atención sanitaria, habitual en algunos entornos, conduce a que el proceso de aprobación de nuevos programas o facultades priorice los aspectos educativo y académico, y relegue a un segundo plano el proceso de formación en el ambiente clínico. El concepto de CMA subsana esta división, puesto que brinda una formación trasversal que conjuga la educación en ciencias básicas, a cargo de la facultad y de la universidad, con un acercamiento progresivo a los pacientes, que comienza desde los primeros semestres de las carreras. Esta aproximación parte de experiencias de contacto y reconocimiento del entorno y culmina con las rotaciones clínicas. En Colombia se dificulta la aplicación de este modelo porque, pese a que en el país existen importantes instituciones educativas y de salud públicas, una gran parte de las responsabilidades y del volumen de los servicios de los sectores público y privado recaen en las instituciones privadas.
Este artículo propone una cuantificación aproximada de los recursos clínicos requeridos para la adecuada formación de los profesionales sanitarios, teniendo en cuenta la proporción necesaria de estudiantes respecto a los escenarios en que se lleva a cabo la práctica. El artículo no pretende generalizar, sino aprovechar la trayectoria educativa de la Pontificia Universidad Javeriana en el campo de la salud, para construir un modelo trazable, viable, sostenible y estandarizado. El artículo aspira a que esta sea la propuesta inicial para una generar una discusión encaminada a crear dicho modelo.
El Hospital Universitario San Ignacio es un CMA de Bogotá que tiene una estrecha relación con la Pontificia Universidad Javeriana, no solo porque es la entidad que lo fundó, sino porque comparte con ella la misión de formar el talento humano en el área de la salud. El componente ambulatorio del hospital atiende necesidades asistenciales de nivel primario. Se trata de la Fundación Javeriana de Servicios Médicos Odontológicos Interuniversitarios Carlos Márquez Villegas (Javesalud), fundada hace veinte años, también por la Pontificia Universidad Javeriana.
La Pontificia es una de las instituciones de educación superior más antiguas y reconocidas de Colombia. Es también una de las 114 universidades que dirige la Compañía de Jesús en el mundo. La universidad cuenta con 18 facultades, 14 institutos y 62 departamentos que ofrecen 39 carreras y 125 programas de posgrado. Tiene más de 18.000 alumnos en pregrado y 4000 en posgrado. Su cuerpo docente está conformado por 3300 profesores, y su plantilla administrativa, por 1700 empleados.
La Facultad de Medicina cuenta con un programa de pregrado, 19 programas de especialización, 12 subespecializaciones, una maestría y un programa de Doctorado en Ciencias Biológicas, que concede gran importancia a las áreas de la genética y de las enfermedades infecciosas.
La Facultad de Medicina ha formado profesionales durante más de setenta años. Los egresados de sus programas de pre- y posgrado son reconocidos por su liderazgo, idoneidad y profesionalismo. La mayoría son destacados especialistas en las diferentes áreas del conocimiento médico, tanto en Colombia como en el exterior. No en vano, el Ranking QS de 2015 la clasificó como la primera facultad de medicina de Colombia [
En Colombia, la relación entre centros de práctica e instituciones educativas es “atípica” respecto a los estándares internacionales, que se definen mediante convenios reglamentados por normas que permiten cubrir las necesidades mediante el cumplimiento de requisitos, sin referentes de capacidad y calidad. La cuestión se puede abordar buscando indicadores de referencia que permitan determinar, entre otros aspectos, el número de alumnos por cama, el número de consultas y el número de alumnos por docente, entendiendo que todos ellos son los factores determinantes para definir los entornos adecuados para el aprendizaje. Estos enfoques no son nuevos y la literatura hace referencia a ellos. En España, para el curso 2000-2001, ingresaron 4471 estudiantes de primer año de medicina. Los centros de salud disponibles tenían 67.331 camas de hospital en 112 hospitales y 234 centros de atención primaria. Hubo un promedio de 4,49 camas de enseñanza por alumno. Hubo 3081 profesores titulares y asociados. Casi la mitad enseñaba en el ciclo preclínico y cerca de la mitad, en el ciclo clínico. También hubo 4492 profesores asistentes clínicos. Hoy, la relación media alumno-profesor en las facultades de medicina españolas es de 3,02 por 1,0, con variaciones de entre 6,22 y 1,04 [
En otros países, la planeación va más allá. Desde la concepción misma del CMA, se tiene en cuenta el tamaño del hospital en el que se formará a los futuros profesionales. Veamos dos ejemplos:
Además, para cada uno de los servicios
propuestos, la proyección determina el número de docentes y su grado de reconocimiento
académico (
En Latinoamérica no existe un consenso sobre la concentración de alumnos en los campos de práctica. En Perú se habla de 5 alumnos por cama hospitalaria [
En Chile se establecen principios muy claros a través del proceso de asignación de cupos para alumnos de pregrado, normalizado por resoluciones estatales [
* Se entiende por
unidad de atención la dependencia física donde un profesional de la salud presta
atención directa a un paciente ambulatorio.
La norma mexicana [
En
las áreas de hospitalización, las actividades de enseñanza clínica deben realizarse
con un máximo de cinco alumnos por paciente y por profesor. En
consultorios, las actividades de enseñanza deben realizarse con un máximo de tres
alumnos.
La Norma Técnica Ecuatoriana [
Al hacer una proyección de su capacidad
instalada para 2009, la institución prestadora de servicios de salud (IPS) universitaria
de la Universidad de Antioquia [
Estudiantes
de pregrado de medicina: un estudiante por tres camas. Internos de medicina: un
interno por 10 camas (para cada especialidad). Residente de medicina: un residente
por 20 camas (para cada especialidad). Estudiantes
enfermería (práctica clínica): un estudiante por 4 camas. Estudiantes de enfermería
(práctica administrativa): un estudiante por 15 camas. Auxiliares
de enfermería (práctica clínica): 2 estudiantes por 10 camas. Auxiliares de enfermería
(práctica administrativa): un estudiante por 10 camas.
Para servicios de urgencias:
Medicina: estudiante de
medicina de pregrado: un estudiante por cada 2 camas. Internos de medicina: 3 internos
por cada turno de 12 horas. Residente de medicina: un residente por especialidad,
por cada turno de 12 horas. Enfermería: estudiante de
enfermería (práctica administrativa): un estudiante por 10 cubículos. Enfermería
(práctica clínica): un estudiante por 4 camas. Auxiliar de enfermería (práctica clínica): 2 estudiantes
por 10 camas. Auxiliares de enfermería (práctica administrativa): un estudiante
por 10 camas.
En Norteamérica, tenemos los ejemplos
del CMA de la Universidad de Duke [
En
el caso de España, tomamos la información del 2013 (
En la
N. A.: no aplica.
La revisión anterior muestra que la mayoría de los países tienen hospitales que ofrecen a sus universidades una proporción alta de camas y docentes por alumno, superiores a la relación 1:1. También muestra que la integración parece favorecer el modelo académico, que los hospitales son estatales, que la educación también es controlada por el gobierno y que en Estados Unidos, donde la mayor parte de universidades e instituciones que prestan servicios de salud son entidades privadas sin ánimo de lucro, existe una íntima relación entre universidades y hospitales. Creemos que, en el caso colombiano, el CMA es un modelo eficaz para mejorar la formación de los profesionales de la salud. Por lo tanto, hacemos una evaluación del Hospital Universitario San Ignacio y apuntamos a la integración de las misiones, respetando el marco legal vigente y las normas que rigen el concepto de
Al analizar la situación actual del CMA Hospital Universitario San Ignacio, teniendo en cuenta el número de alumnos de pre- y posgrado de los programas relacionados con la salud, el porcentaje de estudiantes que rotan en el hospital y las variables de número de camas, consultas externas, procedimientos quirúrgicos y consultas de urgencias, examinaremos hasta qué punto estos componentes y su relación se ajustan a las proporciones adecuadas para la formación del talento humano en el área de la salud.
Los alumnos de pregrado asisten al CMA-HUSI en 3 momentos de su formación:
Semestres I a V: se trata
de alumnos a los que deseamos exponer en una etapa temprana de su formación al ambiente
clínico, en el que se construye y se fortalece el trabajo interdisciplinario con
el personal de enfermería y se establecen rotaciones breves, cuya duración es de
entre dos y tres días para estudiantes de primer semestre y puede ser de hasta dos
semanas para estudiantes de cuarto semestre. Esta presencia de los alumnos en el
hospital es muy importante para su formación; pero tiene un bajo impacto en volumen
en la institución. Los alumnos de sexto semestre rotan extramuralmente en el componente
de cuidado primario Javesalud. Semestres VII-X: este es
un componente muy importante del programa. El 63 % de estas rotaciones se realizan
en el hospital. Internado: se realiza en
2 fases. En el semestre XI tiene lugar un internado extramural en el que solo el
3 % de los alumnos rotan. En el semestre XII tiene lugar un internado universitario
que se realiza en el hospital y en el que participa el 94 % de los alumnos (
*Promedio diario de camas disponibles (incluye camillas urgencias). CITHS: Comisión Intersectorial Talento Humano en Salud. HUSI: Hospital Universitario San Ignacio.
Javesalud
es una institución de primer nivel vinculada a la Pontificia Universidad Javeriana.
Es, asimismo, un CMA de primer nivel. En la institución rotan simultáneamente 145 estudiantes, tanto de pregrado como de posgrado. En cuanto a la producción
de actividades en el 2015, las cifras se registran en la
La
A partir lo expuesto en la
Todos los alumnos de pregrado de la Facultad de Medicina
y los residentes rotan en el CMA (HUSI + Javesalud). Todos los alumnos de pregrado de la Facultad de Medicina
y los residentes rotan en el CMA (HUSI + Javesalud), excepto
los alumnos de primero a cuarto semestres, que no desarrollan actividades hospitalarias,
y los internos del semestre XI. Solo los alumnos de pregrado de la Facultad de Medicina
y los residentes rotan en el CMA (HUSI + Javesalud).
Para cada uno de los escenarios propuestos,
la
Para desarrollar plenamente el CMA Hospital
Universitario San Ignacio se requiere una institución de segundo nivel de, al menos,
140 camas y una producción proporcional a la que tiene esta institución en la actualidad
y que se ha presentado en estas páginas. Así, los sitios de práctica formativa se
volverían autosuficientes y podrían cubrir las necesidades de la Facultad de Medicina
(
Para enriquecer la discusión, exponemos los siguientes planteamientos, tomando como base la experiencia del Hospital Universitario San Ignacio:
La enseñanza de la medicina es distinta en cada país. De acuerdo con los objetivos de sus políticas públicas de salud y educación, se pueden encontrar diversos requisitos o recomendaciones para dimensionar los escenarios de la práctica clínica.
Lo que está fuera de toda duda es que no se puede hablar de calidad en la formación de talento humano en el campo de la salud teniendo en mente solo modelos teóricos y de simulación. Es indispensable disponer de IPS que permitan el entrenamiento práctico de los futuros profesionales.
En el mundo existe la tendencia a contar con hospitales universitarios acreditados y, en especial, a conformar CMA, para alcanzar una alta calidad en los procesos de educación médica. Esta es una estrategia para consolidar procesos docentes, asistenciales, investigativos y de extensión que brinden una mejor formación al talento humano en el área de la salud y que reporten un mayor beneficio a las sociedades del entorno.
Es bien sabido que el país sufre un déficit de profesionales y que debe mejorar la calidad de la educación. El estudio
Se requiere un gran esfuerzo para consolidar redes de prestadores de servicios de salud con vocación y capacidad docente que resuelvan este déficit y brinden una formación de buena calidad. Estas redes estarían conformadas por CMA, hospitales universitarios y centros de práctica que tengan una producción y unas capacidades mínimas para que los alumnos de pre- y posgrado realicen sus prácticas de forma adecuada.
Con la promulgación de la Ley Estatutaria de Salud (Ley 1751 de 2015) y la próxima entrada en vigor del nuevo Modelo de Atención Integral en Salud (MIAS), expedido en el 2016 y, por el momento, en proceso de reglamentación e implementación, las entidades educativas y asistenciales deben ajustar los modelos de docencia y servicio. Gracias a estos ajustes, debe quedar claro cuáles son los escenarios de nivel primario y complementario, y, sobre todo, debe hacerse hincapié en la preparación de los niveles primarios y ambulatorios, aplicando el enfoque de medicina familiar para educar a los estudiantes de pregrado. El objetivo es formar a los profesionales que el país requiere a corto y mediano plazo.
Como propuesta para la discusión, la