Muy buenos días para todas y todos. Gracias por su presencia y compañía.

Hago llegar un afectuoso saludo a los miembros de la comunidad educativa de nuestra querida Facultad de Medicina, a sus estudiantes, profesores, personal administrativo y egresados que nos acompañan en esta reunión que tiene un especial sentido y significación desde el modo de proceder que nos caracteriza como javerianos y desde lo que la renovación de la acreditación por 10 años del programa de medicina significa para la Facultad, para la Universidad y sobre todo, para sociedad colombiana.

En este sentido, encontrarnos en la mañana de hoy configura un momento muy especial y privilegiado para expresar, en primer lugar, un sentido agradecimiento a cada uno de ustedes, y a quienes nos han antecedido, por el intenso trabajo desarrollado a lo largo de varios años y que se enmarca en una de las más genuinas culturas de la excelencia, que es expresión de ese maravilloso valor institucional, el magisignaciano, que nos propone al servicio, en este caso a la sociedad colombiana, como horizonte último de nuestra vocación por el mejoramiento permanente y por la exigencia mutua. Ahora bien, no es solo el mucho trabajo realizado lo que está reflejado en el motivo que nos congrega hoy. Atrás del mismo, de las incontables horas de reuniones, de recolección y análisis de información, de sistematización y preparación del informe y de sus adendas y de la atención de los pares externos hay una indeclinable pasión por la realización de un proyecto educativo que hoy más que nunca se convierte en motivo de esperanza para nuestros jóvenes y para el futuro de un país que espera cerrar muchas de la brechas, que históricamente hemos acumulado, a través del quehacer de médicos javerianos comprometidos con el sentido humanista, la excelencia profesional y sobre todo con el bien común como expresión de una opción por la ética del cuidado, de sí mismos, de los demás, de la sociedad y de la casa común. Por esto, les damos las gracias, les expresamos nuestro especial reconocimiento y los felicitamos por los resultados alcanzados y que se han evidenciado con lujo de detalles en esta acreditación por 10 años.

Ahora bien, como dice San Ignacio, “No el mucho saber harta y satisface al ánima, más el sentir y gustar de las cosas internamente”. Entonces sintamos y gustemos, no con banalidad, sino con sentido de trascendencia, lo que este reconocimiento significa:

De una parte, da cuenta de que la cultura del mejoramiento permanente en la Javeriana y específicamente en la Facultad de Medicina no se arraiga en el ciego cumplimiento de un conjunto de estándares de alta calidad, académicamente consensuados desde hace más de 30 años, sino en poner en evidencia el valor social y la incidencia de un proyecto académico con más de 80 de años de tradición y saberlo resignificar permanentemente a la luz de los tiempos y de la atención de lo que la sociedad necesita y la gente está pidiendo. Esto ha quedado claro en varios apartes de la resolución 024196 23 de diciembre de 2022 y en el concepto emitido por el CNA:

“La coherencia entre la misión y visión de la institución y la misión y visión del programa, los cuales giran en torno a la formación integral de personas que sobresalen por su alta calidad humana, ética, académica y profesional y por su responsabilidad social, así como por la creación y desarrollo de conocimiento y de cultura en una perspectiva crítica e innovadora”

En otros apartes del concepto del CNA se hace un amplio reconocimiento al cuerpo profesoral de la facultad, destacando su cualificación, la participación en actividades de generación de conocimiento que se enmarcan en grupos de investigación con el más alto reconocimiento en el sistema nacional de ciencia, tecnología e innovación, y desde luego, en el impacto de un programa que ha contribuido a lo largo de su historia a la consolidación del sistema nacional de salud y en el bienestar de millones de colombianos.

Sobre sus estudiantes, se destacan muchos aspectos. Entre ellos:

• Sus resultados en las pruebas saber pro son mucho mayores que las del grupo de referencia tanto en la componente general como específica relacionada con atención en Salud y Fundamentación en Diagnóstico y Tratamiento Médicos.

• La baja deserción del programa que se ha reducido al 1,85%, cifra inferior al promedio nacional de programas de nivel profesional universitario que oscilan entre el 9,36% y 9,43%.

• La tasa de graduación del programa. En el semestre 15 se ha graduado un 67% de los estudiantes, cifra superior al 38%, cifra promedio de los programas de nivel profesional universitario.

Y con respecto a nuestros egresados, el concepto del CNA señala lo siguiente:

• El significativo impacto del Programa sobre su entorno a través de sus egresados. Un 90% de los egresados se encuentran laborando en Medicina. De los graduados entre 2014 y 2018, un 85% viven en Colombia, un 11% en Estados Unidos y un 4% en otros países. En el análisis de la ocupación de los egresados 2014-2020 realizado en el segundo semestre de 2020, el 36,9% estaban ejerciendo como médicos generales, 1% se encontraba prestando en servicio social, 10% ejerciendo como especialistas, 41,5% cursando especialidad médico-quirúrgica, 0.4% cursando otra especialidad, 4,1% maestría y 0,3% doctorado. El 17% de los egresados ejercen fuera del país, donde ocupan posiciones directivas en instituciones de salud, academia, empresas privadas o en el ejercicio de la práctica privada.

Así mismo, junto a las funciones docente e investigativa, se reconoce en la resolución el quehacer en materia de servicio de profesores y estudiantes a través de proyectos de extensión como Vidas Móviles (personas bajo desplazamiento forzado), el Programa de Alianzas para la Reconciliación (evaluando salud mental y construcción de la paz en los territorios), el proyecto DIADA (pacientes con depresión y uso de alcohol), entre otros, todo con alto impacto en la comunidades de influencia de la institución.

Todo lo anterior permite evidenciar ante la sociedad colombiana que los estudiantes, profesores y egresados de nuestro programa de Medicina, siempre motivo de orgullo, dan cuenta no de contenidos acumulados sino de aprendizajes para la vida que muestran la incidencia de las experiencias formativas en las cuales ellos son protagonistas

Quiero destacar igualmente, el apoyo permanente y cualificado del equipo administrativo de la Facultad y que se convierte en condición necesaria para que las fortalezas académicas brillen contantemente.

Ahora bien, junto con todos estos aspectos positivos, el equipo de pares académicos nos señala oportunidades mejoramiento en varias categorías que se constituyen en elementos de la hoja de ruta que a lo largo de los próximos años debemos construir en coherencia con nuestro compromiso con la excelencia.

Quiero reiterar que, gracias a su trabajo, dedicación, mística y entrega, el programa de medicina de la Pontificia Universidad Javeriana escribe en letras de oro su historia, tradición y servicio al convertirse, junto con derecho, en los primeros programas de pregrado en la Universidad en obtener una acreditación por 10 años. Hecho que nos llena de inmenso orgullo y que los convierte en referencia tanto en el país como en el ámbito global. Somos muy buenos, pero podemos ser aun mejores desde el compromiso con la cualificación permanente de nuestro servicio a la sociedad colombiana.

El Papa Francisco al hacer la invitación a constituir una aldea global de la educación, como parte del pacto educativo global, señala que “educar es un acto de esperanza” porque “pensar la educación, es pensar en las generaciones futuras y en el futuro de la humanidad”. A propósito del motivo que hoy nos congrega, yo agregaría que la educación, y más precisamente la educación de calidad, es el camino para asegurar que esa esperanza se traduzca en la oportunidad de obrar los cambios culturales que requerimos como sociedad y como casa común. Es a través de ella que nuestra pasión transformadora adquiere cuerpo y sustancia para dar cuenta de que si es posible un mundo diferente en el cual el área de la salud nos de claves de comprensión sobre el futuro, donde los médicos de hoy con mucha más urgencia deberán, interpelando los campos científicos y sociales de la especie humana, darnos pistas para convivir en un mundo en conflicto, sin perder la esperanza de una casa común aun posible y éticamente aceptable.

¡Felicitaciones y muchas gracias!

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