El sistema histórico social mundial de los Estados nacionales se ha transformado configurando un mercado global, un modo de vida homogéneo y una fuerte tendencia a la estandarización cultural. La ingerencia de organismos supranacionales, de ONG’s, y el gran poder adquirido por instituciones como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, así como la ampliación de las capacidades tecnológicas y productivas de las empresas transnacionales, han provocado una sensible reducción de las competencias de los Estados Nacionales y de sus márgenes de autonomía y especificidad.