La reflexión sobre el medio ambiente expresa una crisis de la racionalidad humana, señalando el fin del optimismo que propugnada una confianza ciega en las bondades del desarrollo y el progreso. Lo que inicialmente se presentó como simple contaminación del medio ambiente en sus constituyentes físico-químicos, vino a revelar de contragolpe una crisis del pensamiento occidental, de nuestras categorías valorativas y del mundo de nuestras relaciones interpersonales.