“Si no fuera por Dios, nosotros ya nos hubiéramos muerto.”
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presente texto tiene como marco de reflexión la experiencia
de un grupo significativo de mujeres víctimas de la violencia en
la región del Oriente Antioqueño. Aborda, a partir de sus
relatos, dos formas de entender la experiencia de Dios en su
condición como víctimas, que a su vez se convierten en dos
caminos para entender el perdón, la reconciliación, la verdad, la
justicia y la reparación. Estos caminos llevarán, en un caso, a
mantener una condición de resignación y victimización, en una
relación de sumisión a Dios; mientras en el otro, a un camino
de liberación, construcción de ciudadanía, empoderamiento y
transformación de la experiencia en un proceso de
humanización que confluye con una experiencia profunda y de
cercanía con el Dios con nosotros, que camina al lado de
quienes sufren.