El presente ensayo desarrolla en cuatro apartados algunos elementos esenciales inspirados en la encíclica Fides et Ratio de una teología de la educación que concibe la universidad como el lugar donde el educador tiene la posibilidad de facilitar el encuentro del educando consigo mismo, con el otro y con Dios. Esta tarea se logra en la medida que integre la fe y la razón en su propia vida. De otra parte, manifiesta la necesidad de llegar a la autonomía como condición de realización y de reconocimiento del Trascendente. Por último, hace un llamado a la credibilidad que debe tener el maestro en su ministerio y la invitación a ser un mediador de esperanza.