El 2 de julio pasado se ratificó el nuevo Concordato que regulará las relaciones entre la Santa Sede y el gobierno de Colombia. A raíz de este hecho, nos encontramos con un fenómeno de común ocurrencia cuando se trata de cuestiones que atañen a la Iglesia: las informaciones que se dan en los diversos medios de comunicación, especialmente en los titulares de los periódicos, revistas, noticias y comentarios radiales y televisivos son, por lo general, erróneas  o medias verdades, o distorciones de la verdad. Tal proceder, de buena o mala fe, llena de perplejidad a los católicos e induce a una grave confusión de ideas, siempre nociva para la
vida cristiana.