En el presente artículo me refiero a las concepciones a’uw -Xavante de la humanidad y lapersona tratando de comprender el proceso de su constitución y sus efectos en el mismoetnógrafo y en su trabajo, mientras debato sobre una producción etnográfica y antropológica.Capturado por sus sujetos, el etnógrafo adquiere una potencia de ser humano a través delos procesos de depredación, familiarización y magnificación. Es posible para el etnógraforepensar y recrear la misma práctica etnográfica, así como las políticas al participar en laconstitución del yo colectivo, siendo tomado y transformado por esta Constitución, haciendotrabajo ritual y adquiriendo oficios cosmopolitas. Las consecuencias de este enfoque semanifiestan en la escritura etnográfica, llevándola más cerca a la multiplicidad de laexperiencia, afectada por la filosofía “nativa” encarnada, en un diálogo entre la antropología,la acción y el pensamiento amerindio. En una llamada era de crisis etnográfica, llegar aser y no ser “nativos” resulta ser la mejor manera de hacer antropología, tal vez no es unenfoque poco común después de todo