Entre las décadas de 1950 y 1980 el Estado Colombiano experimentó un acelerado proceso de modernización que se plasmó en la reorganización burocrática y en políticas públicas que tocaron el fondo de la sociedad y que marcaron el futuro de la relación del Estado con los ciudadanos. En este artículo centraremos la atención en una política energética que impactó dolorosamente a la sociedad colombiana, pues generó más de cuatro décadas de personas quemadas. El texto recoge un estudio cuya temática y abordaje articulan perspectivas socio-antropológicas que ponen en evidencia los costos físicos y morales de la modernización del país. Buscamos desarrollar un enfoque crítico a partir de la noción de dispositivo sobre un fenómeno hasta hora poco estudiado en Colombia. Para este fin se hizo un análisis cualitativo que tuvo como fuentes principales, la prensa de la época, entrevistas a actores sobrevivientes y datos estadísticos.