Resumen
Al niño que miraba todo, comiendo con los ojos, yo me lo sigo encontrando en el espejo, ya algo raída su piel y aporreada su alma a punta de realidad, pero aún mirando con cierta esperanza y curiosidad el horizonte, como cuando su viejo le decía “después de esa montaña ya llegamos”, y aunque no siempre se llegaba, daba señas de que ya casi. A ese muchachito, con los años, la vida lo puso en el oficio que era, el de mirar, para presenciar asombrado esta montaña que se asoma hoy en el horizonte, tras de la cual habrá, un abismo o, quizá, más allá, una montaña más.

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Derechos de autor 2023 Nelson Cárdenas