Environmental Fate of Bioaccumulative and Persistent Substances – A Synopsis of Existing and Future Actions
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Cercada por los riesgos derivados de su gran progreso técnico, la sociedad del riesgo ve sorpren
dida
la confianza en la ciencia y en los poderes públicos, en la proporción en que los accidentes
se producen y los efectos secundarios son imposibles de anticipar y prevenir. Así, ganan preeminencia
conceptos tales como seguridad química. La extensión que han alcanzado las nuevas
tecnologías en el tiempo y el espacio hace imposible predecir todos sus efectos secundarios
negativos, y es frente a esa incertidumbre que surge el principio de precaución. Los aspectos del
medio ambiente y la salud relacionados con los contaminantes orgánicos persistentes (COPS)
son un excelente ejemplo de la necesidad de la adoptar el principio de precaución, porque solo
cuando la contaminación con estos contaminantes ha llegado a proporciones mundiales, es
imposible de demostrar sus efectos nocivos para la salud humana y animal. Con el objetivo de
reducir y eliminar algunos de los más peligrosos COPS, el Convenio fue firmado en Estocolmo
en 2001, pero la falta de recursos financieros en los países en desarrollo y el poderoso
lobby
de las empresas multinacionales en la industria química podrían poner en peligro la aplicación de
este importante tratado multilateral.
Palabras clave autor
: contaminadores