Resumen
La memoria como dispositivo de decodificación, almacenaje y recuperación de información a través de la repetición puede ocasionar tanto dolor que convoca al olvido para resignificar, dar espacio y desechar lo que “no sirve”; pero incluso a veces se cuela cuando queremos invocar un recuerdo que se está desvaneciendo y logramos recuperarlo ya distorsionado. La memoria y el olvido operan dialécticamente en una maquinaria que nos ayuda a resignificarnos constantemente, a reconstituirnos y reconstruirnos para recuperarnos del sufrimiento en forma de gesto que ha de ser consumido por otro, bien sea escuchado, leído, contemplado o experimentado. Un otro en cuya alma puede reflejarse la propia. La recopilación de este número que hemos llamado “Memoria y olvido: el arte y la reconstrucción del sujeto” pretende mostrar que en el arte podemos encontrar ese camino. Que las huellas que ha dejado el dolor se pueden rastrear para mirar, aceptar, entender, quizás, curar, o por lo menos, no temer a cuestionar; y que ellas mismas, con alguna intervención que refleja la mirada del artista, pueden constituir la obra misma.

Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución 4.0.
Derechos de autor 2021 Carolina Noguera Palau