La sartén por el mango es una metáfora coloquial, la cual se utiliza para nombrar a quien tiene el poder en sus manos. Generalmente, son los adultos quienes lo ostentan en la vida de los niños y las niñas, son ellos quienes definen qué deben o no pensar y sentir, qué se debe hacer, a dónde se debe ir, cómo se deben hacer las cosas, qué es lo bello y lo feo, qué es lo bueno y lo malo.
Por eso, este número se llama “Arte e infancia, una sartén sin mango”, ya que implica una pérdida de poder y una enorme posibilidad de quemarse. ¿Cómo será una sartén sin mango? o ¿cómo será una con varios mangos? Esta metáfora invita a reflexionar sobre los procedimientos que se han utilizado y se siguen utilizando desde el arte para seguir avivando los sentires, los pensamientos, las investigaciones y las reflexiones, sin imponer la agenda ni la estrategia.