La invitación a este volumen recibe 51 artículos de diversas latitudes, con problematizaciones situadas que permiten reconocer el entusiasmo y a la vez la urgencia por sentipensar las prácticas artísticas en relación con sus modos de espacialización, así como las diversas maneras en que la precariedad tensiona y constituye dichas prácticas. Y, a su vez, la generosa, variante y abundante escritura sobre el tema pone de presente también una inquietud por la escritura, por las formas de escribir y de recibir y acoger tales escrituras durante nuestro proceso de edición. Pues, en el momento de recibir una heterogeneidad de artículos que testimonian experiencias igualmente diversas, instalan un llamado, una inquietud respecto de la misma escritura que es necesario dejar abierta como tensor en este volumen. Algunos artículos, desplegando otras espacialidades en la misma escritura, hacen un llamado respecto de los modos de registro que desbordan los marcos académicos en los que, actualmente, se legitima la investigación sobre, desde y para las artes. Y si la invitación inicialmente convocó alrededor de las espacialidades y sus transfiguraciones en las prácticas artísticas, varias de las participaciones hacen un llamado para atender a lo que la invitación, a su vez, convoca en voz baja: pensar los modos de espacialización de las artes implica pensar los modos en que dicha espacialización altera también los sistemas de registro, las formas de escritura, los modos de tramitar en el papel los vestigios de una experiencia que opera entre el ir y venir de un hacer sentipensante.